Nace asociación mundial de la yuca

“CON ESTA ASOCIACIÓN AYUDAREMOS A MILLONES DE PERSONAS AFECTADAS POR EL HAMBRE”,

LOUISE O. FRESCO.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO, ha nacido la Asociación Mundial para el Mejoramiento Genético de la Mandioca (o yuca), cuyo objetivo es fomentar y coordinar la inversión en este frente, por ser dicho cultivo una fuente clave de nutrición en los países tropicales. “La fundación de este ente constituye un hecho muy positivo que refleja la necesidad urgente de apoyar el mejoramiento genético de la mandioca, para ayudar así a millones de personas afectadas por el hambre en el mundo”, declaró Louise O. Fresco, vicedirectora general de la FAO.

La mandioca, un cultivo tropical de raíz, representa la tercera fuente más importante de calorías en los trópicos, después del arroz y el maíz. De acuerdo con la FAO, más de 600 millones de personas dependen de esta raíz en Africa, Asia y Latinoamérica. La cultivan los campesinos más pobres, sobre todo mujeres, a menudo en terrenos marginales. Para estas personas, la mandioca es vital tanto para la seguridad alimentaria como para la generación de ingresos.

A pesar de su importancia en la lucha contra el hambre, la FAO afirma que la inversión en la mejora de este cultivo es muy inferior a la destinada a otros renglones agrícolas básicos para la alimentación.

Esto ha desembocado en el menor aumento de la productividad de la mandioca a lo largo de los últimos treinta años, menos de 1% anual comparado con el 2-5% del arroz, del trigo y el maíz.

En Africa, el promedio del rendimiento de la mandioca es de 8 toneladas por hectárea respecto a las más de 80 toneladas que podría rendir cada hectárea. Enfermedades bacterianas y virales, plagas de insectos, malas hierbas y sequías son la causa de la limitación de la producción de mandioca. Los intentos de los campesinos para comercializar los productos derivados de esta raíz se han revelado también poco fructíferos, debido al rápido deterioro del producto tras su cosecha.

Se ha intentado mejorar el cultivo con métodos convencionales pero los resultados han sido muy escasos. El progreso se ha revelado lento, debido a la compleja composición genética de la mandioca que hace difícil su desarrollo eficaz. La FAO afirma que las nuevas herramientas como la biología molecular avanzada y la biotecnología pueden invertir esta situación, ofreciendo nuevos enfoques para la mejora de la mandioca. Las nuevas tecnologías tienen el potencial para conseguir que la mandioca sea más productiva, más nutritiva y su cultivo más provechoso.

La Asociación Mundial para el Mejoramiento Genético de la Mandioca fomentará y utilizará biotecnologías avanzadas, como la de los genomas, para incorporar al cultivo destinado a la siembra los rasgos deseados, entre ellos mayor resistencia a las plagas y enfermedades, modificación de la calidad del almidón para su mejor comercialización, y niveles enriquecidos de proteínas y micronutrientes para hacer más nutritiva la mandioca, dice Eric Kueneman, Jefe del Servicio de Cultivos y Pastos de la FAO.

Las instituciones que participan en la iniciativa se han puesto de acuerdo para coordinar sus esfuerzos de investigación, compartir los descubrimientos, tener en cuenta el punto de vista de los campesinos en los procesos de planificación, respetar las normas de seguridad en la investigación y esforzarse por construir capacidad científica en las instituciones nacionales de los países productores de mandioca.

La Asociación Mundial para el Mejoramiento Genético de la Mandioca fue concebida en el curso de una reunión de los treinta líderes mundiales de la investigación sobre este cultivo, celebrada en octubre en el Rockefeller Foundation Conference Center. Las instituciones fundadoras son: FAO, Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola International, Fida; Centro Rockefeller; Centro Internacional de Agricultura Tropical, Ciat; Instituto Internacional de Agricultura Tropical, IITA; Empresa Brasilera de Investigación Agropecuaria, Embrapa; Centro de Ciencias de las Plantas Donald Danforth, Iltab; Instituto Federal Suizo de Tecnología, ETH; Organización Nacional de Investigación Agraria de Uganda; Instituto Central de Investigación de Cultivos de Raíces de India; Organismo Internacional de Energía Atómica Departamento conjunto FAO/Oiea; Organismo Nacional para el Desarrollo de la Biotecnología de Nigeria; Instituto de Investigación para los Cultivos de Legumbres y Tubérculos de Indonesia; Universidad de Bath, de Reino Unido, y el Programa de Mejoramiento Genético de Raíces y Tubérculos de Ghana.