Tamización Nutricional de los Pacientes Hospitalizados
Discusión
La tamización nutricional de los pacientes hospitalizados es fundamental para la identificación oportuna de las personas en riesgo, lo que permite priorizar los pacientes que requieren evaluación e intervención nutricional. La tamización debe hacerse dentro de las primeras 24 horas del ingreso y en intervalos frecuentes durante la hospitalización. Para ello se deben utilizar herramientas simples, prácticas y que hayan sido previamente validadas (3).
Aunque existen más de 70 herramientas para detectar el riesgo de desnutrición en diferentes tipos de pacientes hospitalizados, no hay una universalmente aceptada (15).
La herramienta más idónea es aquella que es capaz de predecir, en función del riesgo de desnutrición encontrado, la aparición de resultados clínicos adversos, como morbilidad, mortalidad y mayor estancia hospitalaria.
Sin embargo, en pocos estudios se ha evaluado esta asociación (16,17,18,19).
Una de las principales características de un test o procedimiento, en este caso una herramienta para determinar el riesgo nutricional, debe ser su precisión o exactitud.
Es decir, la congruencia de los resultados cuando se aplica o practica el procedimiento más de una vez al mismo individuo bajo las mismas circunstancias.
La precisión de los resultados se ve afectada por dos factores: por un lado, la calidad y calibración de los equipos, y, por el otro, la variación del examinador u observador.
Esto último se relacionada con el entrenamiento, la experiencia y la capacidad (o error) del examinador.
Por esto, el objetivo del coeficiente kappa en este estudio fue asumir cada herramienta de tamización como un examinador y probar la confiabilidad entre ellas, permitiendo conocer el valor real de acuerdo, más allá del azar.
Hherramientas de tamización nutricional
En este estudio la concordancia entre las dos herramientas de tamización nutricional fue baja, (kappa=0,35).
Esto quiere decir que existe un bajo porcentaje en el que concuerdan las dos herramientas, al momento de indicar un riesgo o no.
Valores similares a los de este estudio fueron encontrados por Kyle, et al., (20) con una concordancia de 0,48 (p<0,001) entre NRS 2002 y VGS.
En este estudio, sin embargo, se compararon diferentes herramientas, entre ellas NRS 2002, con la VGS como método de referencia.
Por otro lado, Velasco, et al., (21) encontraron una buena concordancia entre las herramientas, del 0,62 (82,8 %).
Esto posiblemente se debe a que se utilizaron tres centros y un solo investigador aplicó las herramientas a toda la población, mientras que en el presente estudio se utilizó un centro y la recolección de información estuvo a cargo de tres personas.
Por lo anterior, sería conveniente para futuras investigaciones reportar las diferencias del observador y entre observadores, para poder evaluar la calidad de los resultados encontrados.
Además, en el estudio de Velasco no se reporta si se encontraron los mismos resultados por cada centro, pudiendo ser que un centro con mayor muestra hubiera alterado los resultados.
En el estudio de Ryu y Kim, (22) en una población de adultos con cirugía gástrica, encontraron una concordancia de 0,685 (p<0,001), lo cual se pudo deber a que era una población homogénea, proveniente de un solo servicio de hospitalización.
En otro estudio, Valero, et al. (23), compararon el grado de asociación de las dos herramientas de tamización nutricional de interés para el presente estudio y la prevalencia de desnutrición al ingreso hospitalario.
Estudiaron 135 pacientes de un hospital de tercer nivelde complejidad, en los servicios de medicina interna,cirugía, otorrinolaringología y traumatología.
Se reportó que la prevalencia de desnutrición fue del 40,7 % según la VGS y, del 45,2 %, según la NRS 2002, con población de edad media de 62,1 años, la cual es mayor que la de la muestra de pacientes hospitalizados del presente estudio. El artículo refiere una asociación significativa entre los resultados obtenidos con ambas herramientas (p=0,000).
En estudios con pacientes de cirugía ortopédica, la NRS 2002 ha demostrado predecir mejor la aparición de complicaciones que otras herramientas de tamización, como la VGS (24).
La tamización y la valoración nutricional son procesos distintos. La tamización busca determinar el riesgo de desnutrición al ingreso.
Se deben aplicar herramientas rápidas, sencillas y fiables (1). La Asociación Colombiana de Nutrición Clínica estableció un modelo de cuidado nutricional sugerido como política institucional, que consta de cinco pasos fundamentales en la atención hospitalaria.
El primero de ellos es la tamización nutricional en las primeras 48 horas de ingreso, la cual debe ser practicada por profesionales de la salud, con el fin de determinar el posible riesgo nutricional del paciente.
Es de aclarar que este primer paso debe integrarse con educación tanto para el paciente como para sus familiares. En el presente estudio se encontró una prevalencia del riesgo de desnutrición o desnutrición al ingreso de 55,2 % utilizando la VGS y de riesgo de desnutrición de 41,6 % con la NRS 2002.
Estos resultados concuerdan con estudios nacionales e internacionales (17).
En Colombia el estudio de García, et al., reportó una prevalencia del riesgo de desnutrición del 61 % en 144 pacientes con una media de edad de 47 años (25).
El Estudio Latinoamericano de Desnutrición Hospitalaria (ELAN) realizado en 2002, el cual incluyó una muestra de 9.348 pacientes hospitalizados, informó una prevalencia de desnutrición de 50,2 % y una de desnutrición grave de 11,2 %, aplicando la herramienta VGS (26).
Por otro lado, el promedio de edad de la población del presente estudio fue de 52 años y, según diversos estudios, las poblaciones de mayor edad muestran una mayor prevalencia de riesgo nutricional, por lo que resulta importante tener en cuenta la edad para escoger la herramienta más apropiada de tamización (22,27,28,29).
La herramienta NRS y la Mini Nutritional Assessment (MNA) han sido validadas para este tipo de población (28).
Finalmente, el presente estudio demostró que el riesgo nutricional no se distribuye de forma igual según la gravedad del paciente.
Esto se explica por los cambios en el metabolismo que sufre el paciente hospitalizado, asociados a la propia enfermedad y al tratamiento que requiere.
Esa situación puede implicar reducción en la ingestión de alimentos, así como en el metabolismo intermediario, conllevando un desequilibrio metabólico.
Por tanto, mientras mayor es el período de estancia hospitalaria, mayor será el riesgo de agravar la desnutrición, estableciéndose un ciclo vicioso con prejuicio para el enfermo (29).
Conclusión
Se encontró un alto porcentaje de riesgo nutricional al ingreso en los adultos hospitalizados en los servicios de medicina interna y cirugía.
La concordancia entre las herramientas NRS 2002 y la VGS fue baja; por lo tanto, se sugiere utilizar una sola herramienta de tamización nutricional.
Los autores recomiendan seguir las recomendaciones de la Asociación Colombiana de Nutrición Clínica.
Agradecimientos
Los autores agradecen a Lilia Yadira Cortés, por su colaboración en la orientación y sustentación de la tesis de grado de la nutricionista Leidy Carolina Pulido Mora, y a María Camila Morales López, por su colaboración en la recolección de la información.
También se agradece a la nutricionista Astrid Meneses Sequeda, del Hospital Simón Bolívar, por su colaboración en la organización de la recolección de datos.
Los autores agradecen al doctor Juan Carlos Castillo y a FELANPE, por su invitación a participar en el ELAN 2012.
Conflictos de interés
Los autores no declaran conflictos de interés.
Financiación
Los recursos financieros que permitieron llevar a cabo el presente estudio fueron aportados por el Instituto de Investigación en Nutrición, Genética y Metabolismo, de la Facultad de Medicina de la Universidad El Bosque.
Referencias
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Correspondencia:
Diana Cardenas, MD, MSc, PhD
cardenasdiana@unbosque.edu.co;
diazgustavo@unbosque.edu.co;
leidy.pulido@javeriana.edu.co
Bogotá, D.C., Colombia
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