La Enfermedad de Chopin
Carlos Awad García, MD.
* Médico especialista en medicina interna y neumología. Hospital Santa Clara Bogotá.
Su vida y música
El compositor y virtuoso pianista, Frederic Francois Chopin, legado universal para el Pianoforte, nació en Zelazowa-Wola, Polonia, el 1 de marzo de 1810 y murió en París el 17 de octubre de 1849 a los 39 años de edad.
Estudió música con Frederic Ziwna, discípulo de JS Bach. De Chopin dijo Schumann en 1931, cuando tenía 21 años: “quítense el sombrero, caballeros: un genio, me inclino ante el genio espontáneo de Chopin, su noble propósito, su maestría”. Su deseo de ser apreciado en el mundo de la música, y también muestra de su personalidad, se nota en su comentario luego de un concierto en Viena cuando tenía sólo 19 años: “si el primer día fui bien recibido, hoy ha sido todavía mejor. En el momento en que salí a escena se oyeron unos bravos, que se repitieron hasta tres veces; también había más público, el segundo éxito fue mejor que el primero: va en crescendo, que es lo que me gusta”.
Tuvo una salud muy frágil desde temprana edad, lo que marcó su corta vida. En su correspondencia escribió múltiples veces su estado de salud; una carta fechada en Mallorca el 3 de diciembre de 1838 reflejaba ya su percepción de una muerte cercana: “llevo dos semanas enfermo; agarre un resfriado a pesar de los 18 grados de temperatura y a pesar de las rosas, las naranjas, las palmeras, los higos y los consejos de los tres mejores médicos de la isla. Uno de ellos olió lo que yo había escupido, el segundo dió golpecitos en el sitio desde donde había escupido y el tercero se puso a husmear y escuchar cómo escupía. Uno dijo que estoy a punto de estirar la pata, el segundo que me estoy muriendo y el tercero que me voy a morir”.
Nicolás, su padre, era francés, de ocupación bibliotecólogo y profesor; su madre, Justyna, era polaca. Tuvo tres hermanas, Isabella, que murió a los 70 años, mantuvo durante su vida excelente estado de salud estuvo presente el día de la muerte de Chopin y le acompañó en sus últimos días; Ludwika, quien murió a los 48 años sufrió de infecciones respiratorias recurrentes y Emilia, quien era muy delgada, sufría de tos recurrente y dificultad respiratoria y murió a los 14 años de edad al parecer de tuberculosis. La infancia de Chopin transcurrió en Varsovia, pero en su juventud viajó con frecuencia entre 1829 y 1831 a dar conciertos en Viena, Dresden, Moravia, Praga, Poznan, Berlín, Cracovia, Leipzig y Stuttgart.
Una de las características de la música de Chopin ha sido atribuida a la situación histórica de su tierra natal. Varsovia cae bajo el fuego del ejército ruso en septiembre de 1830, Nicolás I invade con 200.000 hombres el territorio polaco, prolifera el cólera y Chopin quien se encontraba en Stuttgart, expresa en su correspondencia: “no hay palabras que expresen mi pena, como puedo soportar este sentimiento, mi pobre padre debe estar muriéndose de hambre y mi madre no puede comprarle ni siquiera pan”; compone el Estudio en do menor, que llegó a conocerse como el Estudio revolucionario y que se considera como símbolo de tragedia para el compositor. Chopin viaja inmediatamente al París Napoleónico, que encarnaba como ciudad cosmopolita el centro de Europa, allí se encontró con un sistema moderno, con nuevas libertades y con exponentes de una nueva vanguardia, en la literatura: Víctor Hugo, Balzac y Lamartine, en la pintura, Delacroix y en la música, su gran amigo Liszt.
Había regresado a la tierra de sus ancestros, pero la Polonia que estaba lejos quedaría inmortalizada en su música. París dio el ambiente que necesitaba el gran músico y se convirtió en el escenario de sus mayores triunfos. Dijo de su habitación: “es una vivienda encantadora; tengo una pequeña habitación bellamente amoblada con caoba y un balcón que da al boulevard desde el cual puedo ver desde Mont-Martre hasta el Panteón”. Contemporáneos fueron, Beethoven, quien murió en 1827, Paganini, Weber, Rossini, Franz Schubert, muerto en 1828 a los 31 años, Hector Berlioz, Felix Mendelssohn, Robert Schumann, Franz Liszt, Richard Wagner, y el mismo Giuseppi Verdi, quien nació en 1813 y morirá en 1901.
George Sand (Aurora Dupin) marcará la vida sentimental del músico entre 1837 y 1847, le fue presentada por Liszt y viajaron a Mallorca, donde vivieron como pareja. Chopin se enamoró apasionadamente y mantuvo una relación marcada por celos en tanto que Sand describió sus sentimientos como maternales. La separación ocurrió en 1847 a la que contribuyó la diferente visión que tenían de los problemas políticos y sociales, cuestión importante para Sand pero que no interesaba a Chopin.
La música de Chopin ha sido descrita como el símbolo de libertad y liberación del pueblo polaco, pero también como la encarnación del espíritu, expresión de los sentimientos, los pensamientos y la enfermedad propias. Fue además de virtuoso pianista, compositor de 27 estudios, 25 preludios, 19 nocturnos, 52 mazurcas, 12 polonesas, 4 scherzos, 4 baladas, 2 conciertos, 3 sonatas y 1 fantasía.
Su enfermedad
La tuberculosis es la causa atribuida para explicar la enfermedad y muerte de Chopin aún en vida y durante mucho tiempo después y corroborada en la excelente biografía publicada en 2003 por Orga; sin embargo, en la Revista Chest de enero de 1998, Kubba y Young, de Edimburgo publican el articulo titulado The Long Suffering of Frederic Chopin donde se hace un recuento muy completo de la enfermedad del músico, su historia familiar y personal, el análisis de los síntomas de la enfermedad crónica, el padecimiento de sus últimos años y días para finalmente plantear el diagnóstico diferencial de la enfermedad y complicaciones. En dicho artículo se discute como la tuberculosis no puede explicar cabalmente la enfermedad de Chopin, no sólo por la interpretación de los síntomas sino también por que se rescatan algunos testimonios históricos de personas cercanas a Chopin y aún del doctor Cruveilhier, médico que practicó la autopsia. En dicho artículo se propone que una forma leve de Fibrosis quística o una deficiencia de alfa 1 antitripsina pueden explicar mejor la enfermedad y muerte de Chopin.
Chopin en su niñez fue “enfermizo y delicado”, en la adolescencia presentó síntomas respiratorios, diarrea recurrente y pérdida de peso; en 1826, a los 16 años, presentó seis meses de síntomas respiratorios, cefalea y adenopatías cervicales. En París, en 1831, a los 21 años presentaba dolor torácico, hemoptisis, fiebre y cefalea. En 1835 tuvo bronquitis y laringitis; en 1837 sufrió de influenza (epidemia en París), presentó hemoptisis y permaneció en cama varias semanas. Luego de interpretar el piano tenía que salir al aire ambiente por la disnea. En Mallorca en 1837 era evidente que la salud de Chopin no era buena desde varios años antes, la tos empeoraba y dijo “he estado enfermo como un perro, agarre un resfriado a pesar del calor, estoy rodeado de rosas, naranjas, palmas y arboles de higuera”; por la sospecha e idea de que padecía tuberculosis fue obligado a salir de la casa donde vivía, desinfectarla y quemar los muebles.
La comida con grasas le provocaba indigestión y diarrea. De 1839 – 1842 acusó gran deterioro con pérdida de peso (97 lb) y palidez. De 1842 – 1847 de regresó a París era ya incapaz de subir escaleras y según su correspondencia no se bajaba del carruaje. Para 1844 es pintado en una caricatura por Pauline Viardot como con pecho en barril y piernas extremadamente delgadas. De ese mismo año existe una carta de Sand a la hermana Ludwika: “su enfermedad no ha variado grandemente en seis años, en la mañana tose y en el invierno tiene crisis de dos a tres días”. En 1847 sufre de cortas mejorías y largas recaídas. En 1848 Chopin fue descrito como diminuto, delgado y pálido. En “los años solitarios”, de 1847 a 1849 se describe “he estado enfermo 18 días, los doctores me visitan a diario, tengo resfriado, tos, dolor de cabeza y sofocación”, “a duras penas me arrastro, estoy tan cansado como nunca me has visto” , “no puedo ni respirar ni dormir”. En París, en 1849, la enfermedad progresa rápidamente, no puede hablar y cae postrado en cama, padece de dolores articulares y le agobia un sufrimiento terrible. Su conciencia permanece intacta pero para junio 21 presenta edemas; en septiembre dice “me estoy yendo”. En octubre de 1849, su muerte es inminente, padece severos calambres, el 15 de octubre empeora y pierde momentáneamente la conciencia, el 16 de octubre da instrucciones sobre papeles personales, ordena llevar su corazón a Varsovia y que se toque en su funeral el Réquiem de Mozart. Fallece el 17 de octubre.
Se tomaron impresiones de cara y manos y su muerte fue informado por París Daily News. La misa se efectúo en La Madeleine el martes 30 de octubre 11 am donde se interpretaron el Requiem de Mozart y su Marcha fúnebre. Fue cremado en Pere Lachaise, y su corazón se encuentra en Varsovia.
Chopin fue tratado por muchos médicos; el doctor Gaubert afirmó que el músico no sufría de tuberculosis y que no tenía una enfermedad infecciosa. El doctor Molin le trató con éxito en muchas ocasiones, del doctor Fraenkel , “el está loco” dijo Chopin. El doctor Jean Cruveilhier muy famoso en Paris y Montpellier y clínico exitoso en tuberculosis, cirugía, anatomía y patología “me mira como con consunción y me ordena descansar” le ve en sus últimos días, le hace la autopsia y le elabora el Certificado de Defunción: Tuberculosis de los pulmones y la laringe. El documento no apareció posteriormente y se supone que se perdió en los incendios de París.
Chopin en su lecho de muerto. Kwiatkowski. Dibujo.
El diagnóstico que se plantea alternativo en el artículo de la Revista Chest es si Chopin padecía una enfermedad crónica desde la infancia. Los amigos de Chopin afirmaron que la enfermedad no era una nueva enfermedad sino la fase aguda de la vieja enfermedad que había sufrido desde los doce años. Jane Stirling, cercana en los últimos años a Chopin le contó a Liszt que Cruveilhier le dijó “la autopsia no revela la causa de la muerte, pero parece que los pulmones estuvieran menos afectados que el corazón, esta es una enfermedad que yo nunca había visto antes”. Ludovica Chopin cuenta que el doctor Cruveilhier le dijo que en la autopsia no había consunción, que había cambios pulmonares de muchos años de duración, que el corazón estaba agrandado. Podría en síntesis afirmarse que Chopin padecía síntomas respiratorios recurrentes de tos, disnea y hemoptisis desde la adolescencia; síntomas sistémicos por pobre tolerancia al ejercicio, fatigabilidad, caquexia, pérdida de peso, anemia y edemas; síntomas gastrointestinales por diarrea e intolerancia a las grasas. No presentaba hipocratismo digital. Los diagnósticos alternativos a la tuberculosis y planteados a la luz del análisis de la historia es la probabilidad que Chopin hubiere padecido una deficiencia de alfa 1 antitripsina o mas probable una forma de fibrosis quística, llamativo también por la probable infertilidad del músico.
El nombre de Chopin evoca la imagen de un artista sentimental, uno de los gigantes del período romántico de la música. Su música quedó como un símbolo de su tragedia personal y algunas veces como protesta a la restricción que la enfermedad crónica le impuso.
Bibliografia
1. Kubba AK, Young M. The long suffering of frederic Chopin. Chest 1998;113:210-216.
2. Orga A. Chopin. Grandes compositores. Ediciones Robinbook, Barcelona. 2003.
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