Adiponectina una adipoquina multifuncional, Tejido adiposo

Hasta hace unas décadas la obesidad había sido mirada como un signo de bienestar y de buena salud.

Estudios posteriores básicos, clínicos y epidemiológicos demostraron que la obesidad visceral era una factor de riesgo para enfermedades crónicas como hipertensión arterial, arterioesclerosis, síndrome metabólico, diabetes mellitus, osteoartritis, enfermedad renal crónica y cánceres hormono-dependientes6.

Por otra parte, la vida sedentaria y las dietas de comidas rápidas hacen que este fenómeno se encuentre en aumento.

La Organización Mundial de la Salud ha calculado que existen unos 300 millones de personas obesas en el mundo generando comorbilidades como la expectativa de vida que disminuye 8 a 10 años cuando se comparan con personas con un índice de masa corporal (IMC) dentro de límites normales7.

El primero en describir que el tejido adiposo era un depósito de glucógeno fue Von Gierke en 19058.

Posteriormente se demostró que los ácidos grasos libres en forma de triglicéridos se esterificaban a glicerol.

La leptina se descubre en 1994 y por esta época se describen histológicamente dos tipos de tejidos adiposo: el blanco (WAT)9, que es un órgano endocrino depósito de sustancias biológicamente activas tanto locales como sistémicas llamadas adipoquinas, y el tejido adiposo pardo (BAT)10, regulador de la temperatura corporal y de triglicéridos en el recién nacido11.

El compromiso de las células totipotenciales de la línea adipocítica y su diferenciación de predipocitos a adipocitos ocurre no solo durante la embriogénesis sino también cuando el organismo se ha desarrollado. Existen factores endocrinos y paracrinos involucrados en la diferenciación del adipocito12, 15 (tabla 1).

Tabla 1. Factores endocrinos y paracrinos involucrados en la diferenciación del adipocito15

Factores endocrinos y paracrinos involucrados en la diferenciación del adipocito

Hay evidencia de que los adipocitos juegan un papel fundamental en la patogénesis de la resistencia a la insulina por tres vías.

Primero actúan como un depósito de «seguridad» para los ácidos grasos libres (FFA), acumulando grandes cantidades de lípidos en forma no tóxica para el organismo. Cuando hay exceso de nutrientes o su disminución, aparece la obesidad o la lipodistrofia, acumulando lípidos en exceso; aparece la lipotoxicidad y la resistencia a la insulina13.

Segundo, los adipocitos secretan múltiples péptidos bioactivos llamados «adipoquinas» (adiponectina, leptina) que regulan la sensibilidad a la insulina. La disregulación de las adipoquinas aumenta el tejido adiposo y la resistencia a la insulina y al síndrome metabólico (SM)14.

Tercero, existen una serie de genes que regulan el tejido adiposo por diferentes vías y estímulos contribuyendo a la hipertrofia o la hiperplasia del adipocito15,16.

Experimentalmente se ha podido demostrar que en casos de deprivación nutricional el paso de preadipocitos a adipocitos maduros está inhibido por signos antiadipogénicos intracelulares (b-catenina); en casos de aumento de energía por aumento de nutrientes el paso de preadipocitos a adipocitos está estimulado por signos intracelulares proadipogénicos (proteína b-unida a la CCAAT) (C/ EBPalfa o beta) que llevan a una hiperplasia del adipocito.

Si el estímulo es crónico por sobrenutrición, se presenta una disrupción de signos locales con hipertrofia del adipocito y, secundariamente, inflamación con depósito anormal de lípidos a nivel hepático y muscular contribuyendo a la resistencia a la insulina16.

Adipoquinas/Adipocitoquinas 

Las citoquinas son moléculas de bajo peso molecular secretadas por varias células que expresan en sus membranas receptores específicos para una citoquina dada. Funcionan como mensajeros del sistema inmune estimulando o inhibiendo la proliferación de varias células, la secreción de anticuerpos o de otras citoquinas.

Las citoquinas se pueden agrupar de acuerdo a sus respuestas:

1) Mediadores de la inmunidad adaptativa: IL-1 (macrófagos), IL-4 e IL-5 (linfocitos Th2).

2) Respuesta innata: IL-1, IL- 6, IL-16, factor de necrosis tumoral (TNF.á), interferón (IFN-á, gama).

3) Mediadores de la quimiotaxis o quimioquinas: familia CC y CxC. 4) Mediadores de la hematopoyesis: factor estimulador de colonias granulocito macrófago (GM-CSF), factor estimulador de células precursoras, factor estimulador de macrófagos (MCSF), IL-3, IL- 7 y eritropoyetina (Epo).

Las adipoquinas incluyen hormonas, citoquinas, quimoquinas, factores de crecimiento y de complemento12,16 (tabla 2).

Tabla 2. Clasificación de las diferentes adipoquinas.
Clasificación de las diferentes adipoquinas

Funciones del tejido adiposo

El tejido adiposo interviene en una serie de eventos metabólicos que comprometen toda la económica incluye :

1) Homeostasis y metabolismo energético: leptina, adiponectina, visfatin.

2) Metabolismo y depósito de lípidos: lipoproteinlipasa, proteína estimulante de la acetilación.

3) Hematopoyesis: leptina.

4) Angiogénesis: factor de crecimiento vascular endotelial, adiponectina, leptina, angiopoeyina- 2.

5) Metabolismo óseo: leptina, adiponectina, interleuquina 1-6, factor de necrosis tumoral.

6) Modulación del sistema inmune: IL-6-8, leptina, resistina, adipsina.

7) Función renal: leptina, adiponectina.

8) Esteroidogesis: 11-b-OH esteoide dehidrogenasa tipo 1.

9) Sistema de coagulación: inhibidor 1 del activador de plasminógeno, leptina.

10) Vasodilatación/ vasoconstricción: óxido nítrico, prostaglandina, angiotensina II, 1.7, adiponectina, omentina, visfatina, resistina.

11) Maduración sexual: leptina12,15 (figura 1).

Funciones del tejido adiposoFigura 1. Funciones del tejido adiposo12

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