Enfermedad Cardiovascular, Comportamiento Lipídico y Marcadores Proinflamatorios
La aterosclerosis es la principal causa de ECV y de mortalidad relacionada. Este proceso se inicia con una formación de placa, que está constituida por colesterol LDL, calcio y fibrina, la cual se instaura en las arterias grandes y medianas. La isquemia por flujo sanguíneo se relaciona con el crecimiento de la placa, asociado a una demanda alta de oxígeno o en otros casos por rotura, acompañada de formación de un trombo que genera oclusión de la luz4. Es importante recordar que los trombos solo se forman en placas vulnerables o de alto riesgo.
El endotelio de la pared arterial es el sitio de aterogénesis, lo cual facilita la disfunción endotelial, caracterizada por una menor producción de un potente vasodilatador, el óxido nítrico, así como mayor permeabilidad permitiendo que el colesterol LDL sea capturado por los macrófagos y se inicie la formación de células espumosas que son la génesis de la lesión conocida como línea grasa.
Entre los factores causantes de disfunción endotelial se encuentran:
- Dislipidemias
- Hipertensión
- Consumo de cigarrillo
- Dietas ricas en grasas saturadas, grasas trans y colesterol
- Hiperhomocisteinemia
- Obesidad
- Diabetes
El papel de la dieta en la modificación de los valores de colesterol plasmáticos es fundamental, se conoce claramente que la dieta juega un papel importante no solo en el desarrollo de la enfermedad arteriosclerótica.
Una dieta saludable impacta positivamente el perfil lipídico, la oxidación lipídica, la inflamación sistémica, la disfunción endotelial y la trombogénesis debido a los diversos componentes saludables que esta aporta, los cuales influyen en estos factores. Por lo tanto la dieta y otros estilos de vida saludables tienen impacto en la modulación de las respuestas del endotelio5. En la actualidad se conoce que los cambios en las arterias se inician en la infancia (a partir de los 2 años de edad) y progresan a través de todos los años de vida en forma generalmente asintomática.
La aterosclerosis puede comprometer las arterias coronarias, las arterias cerebrales y las de circulación periférica. Cuando el compromiso se presenta en las arterias coronarias causa angina, infarto de miocardio y muerte fulminante. En las arterias cerebrales la aterosclerosis causa isquemias e ictus y a nivel periférico genera claudicación intermitente, gangrena e isquemia de los miembros.
El perfil de lípidos abarca la medición de los niveles de colesterol total, colesterol LDL, colesterol HDL y triglicéridos totales, tras un ayuno de 8 a 12 horas. El perfil deseable de lipoproteínas busca un colesterol total inferior a 200 mg/dL, colesterol LDL menor a 130 mg/ dL, colesterol HDL superior a 40 mg/dL y triglicéridos por debajo de 150 mg/dL6.
En la actualidad se recomienda para personas con dos o más factores de riesgo un colesterol LDL inferior a 100mg/dL y en pacientes que muestran riesgo muy alto se recomienda una cifra de colesterol LDL menor de 70 mg/dL7. Está claramente evidenciada la influencia de los nutrientes sobre el perfil lipídico, dado que los componentes y nutrientes de los alimentos pueden modificar el perfil de lípidos sanguíneo, por lo que se atribuye a la dieta un efecto protector o desfavorecedor sobre la ECV, actuando a nivel de las diferentes lipoproteínas con base en su aterogenicidad.
Existen diversos papeles metabólicos y estos influyen en la aterogenicidad de las lipoproteínas, lo cual es necesario conocer con la finalidad de lograr el impacto deseado en cada uno de los lípidos y lipoproteínas sanguíneos.
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