No se ve un aumento sustancial de los fogajes en paciente con Raloxifeno
Actualidad Inmediata
Raloxifene is not associated with biologically relevant changes in hot flushes in postmenopausal women for whom therapy is appropriate. Am J Obstet Gynecol 2004; 191: 121-131.
Palacios S, Farias Mlf, Luebbert H, Gómez G, Yabur J ET AL.
Level of evidence: I.
El tratamiento con raloxifeno no significa aumento del numero de fogajes en mujeres postmenopáusicas, de acuerdo a este estudio aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo y con un grupo paralelo. En total, 487 mujeres postmenopáusicas (edad promedio 58.2 años) con fogajes de moderado a severos (3-5 por semana) se randomizaron para recibir por 8 meses de tratamiento con raloxifeno o placebo. Dos regímenes de raloxifeno se usaron: la dosis estándar de 60 mg/día durante todo el estudio o la dosis estándar dada día de por medio durante los dos primeros meses (dosis ascendente) que luego se aumenta a diario por los 6 meses restantes. Se midió la frecuencia, duración intensidad severidad e impacto de los fogajes. Durante el tratamiento, el promedio de los fogajes aumentó a menos de uno por semana en los 3 grupos. Después de 2 meses de tratamiento, no hubo diferencia estadísticamente significativas entre los grupos en la distribución del numero de fogajes. Al final del estudio, sin embargo, se noto una diferencia significativa entre el grupo de raloxifeno de dosis estándar y el grupo placebo. No se notaron diferencias significativas entre los grupos para el puntaje del impacto de los fogajes, satisfacción con el tratamiento, o proporción de mujeres requiriendo tratamiento asintomático para el alivio de los fogajes.
Comentario: Este estudio grande provee fuerte evidencia, que contrario a lo que se pensaba, el raloxifeno no induce ni exacerba los fogajes en las mujeres postmenopáusicas.
Es importante porque en artículos previos se publicaron datos de estudios clínicos bien diseñados que demostraban un leve aumento en la prevalencia de los fogajes cuando se informaban como eventos adversos. En contraste, el estudio actual se enfoca en los fogajes como la variable objetivo de interés, midiendo no solo las características de cada evento, sino también su impacto en el desenvolvimiento social y la necesidad o no de tratamiento asintomático al final del estudio. La duración de 8 meses del estudio es otra fortaleza pues permite medir la aparición o la desaparición de los fogajes relacionados con el tratamiento. Se ha sugerido que los fogajes relacionados con el raloxifeno son más prominentes durante los primeros 6 meses de terapia. Estos datos agregan al cuerpo de evidencia que la inducción de los fogajes con el raloxifeno pueden haber sido sobrestimados en los reportes de eventos adversos.
Un trabajo reciente pequeño y controlado trial [Gordon Obstet Gynecol 2004] mostró que cuando las mujeres cambian a raloxifeno para la prevención de osteoporosis después de la suspensión de la terapia estrógenos mas progestágenos, ya sea inmediatamente o después de 8 y 12 meses, la tasa de incidentes de fogajes son similares al placebo. Como los autores puntualizan, las mujeres en la menopausia temprana (< 2 años) y esas con fogajes severos no fueron estudiadas menos del 2% en cada grupo de tratamiento podrían haber tenido los criterios convencionales de 7 fogajes diarios para incluirlas en el estudio clínico. Tal población de pacientes, aunque mas parecen ser mas apropiadas para el tratamiento con raloxifeno, pueden ser mas resistentes a cualquier modulador selectivo de estrógenos propuesto, en la inducción de los fogajes. Es de anotar, sin embargo, aun en este relativamente asintomático grupo de estudio, la incidencia de despertadas debido a las sudoraciones nocturnas, aunque bajo, aumenta significantemente en la mitad del estudio durante el tratamiento con ambos regímenes de raloxifeno pero no con el placebo; al final del estudio, las tasas fueron similares.
Los autores no informan que sujetos se le dijo el propósito del estudio y si ellos pudieron ser asignados al grupo placebo. La falta de cualquier cambio significativo en los síntomas en el grupo placebo durante el estudio es un poco sorprendente, dado el profundo efecto del placebo en los fogajes (mas del 40%) observado usualmente en los estudios clínicos. Aunque estos datos pueden dar seguridad a nuestros pacientes, si ellos pueden ser aplicados a pacientes mas jóvenes donde la sensibilidad a los SREM puede ser mayor, espera estudios posteriores.
Nancy King Reame,
MSN, PhD, FAAN The Rhetaugh Graves Dumas Professor of Nursing and Research Scientist Reproductive Sciences
Program University of Michigan Ann Arbor, MI
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