La clave es moderación en la relación entre consumo de alcohol y función cognitiva

Menopausia al Día

Alcohol drinking in middle age and subsequent risk of mild cognitive impairment and dementia in old age: a prospective population based study. BMJ 2004; 329: 539-545.

Anttila T, Helkala E-L, Viitanen M, ET AL.

Evidencia Nivel : II-2.

Leve a moderado consumo de alcohol durante la mitad de la vida tiene un efecto protector sobre la disfunción cognitiva moderada comparado con el alto consumo o el no consumo, de acuerdo a este estudio prospectivo poblacional realizado en Finlandia. Un total de 1464 hombres y mujeres entre 65 y 79 años fueron seleccionados de manera aleatoria de una muestra poblacional e incluidos en un periodo de 5 años comenzando en 1972. Fueron seguidos por un periodo promedio de 23 años para la incidencia de desordenes cognitivos leves o demencia, basados en los criterios de la Mayo Clinic Alzheimer Disease Research Center y el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders.

El consumo de alcohol por los participantes se categorizó como, nunca, infrecuente (menos de una vez al mes), o frecuente (mas de una vez al mes). El riesgo ajustado para desorden cognitivo leve fue significantemente mayor en los no bebedores (RR , 2.15; IC 95% 1.01- 4.59) y los bebedores frecuentes (RR 2.57: IC 95% 1.19-5.52) cuando se comparo con bebedores infrecuentes. El riesgo de demencia no fue significativamente entre los grupos. Los RR ajustados fueron 0.88 (IC 95% , 0.42- 1.83) para no bebedores y 1.44 (IC 95%, 0.66-3.15) para bebedores frecuentes.

El riesgo de demencia relacionado con el consumo de alcohol se modifico con la presencia del alelo e4 de apolipoproteina. Entre los portadores del alelo, el mayor consumo de alcohol aumenta el riesgo de demencia. Comparado con los no bebedores, los RR ajustados fueron 4.08 (IC 95%, 0.98-16.91) para bebedores infrecuentes y 7.07 (IC 95% (1.37- 36.60) para bebedores frecuentes. Entre los no portadores el alelo, el consumo de alcohol no cambia significativamente el riesgo. Cuando se comparan los portadores vs. los no portadores del alelo, el RR para demencia en los no bebedores fue 0.6, 2.3 para los bebedores infrecuentes y 3.6 para los bebedores frecuentes. Aunque los intervalos de confidencia no se dieron, los autores dicen que los resultados fueron significantes para los bebedores infrecuentes y frecuentes. La presencia del alelono tuvo efecto significativo en la asociación de consumo de alcohol disturbio cognitivo leve. Comentario: Este estudio ilustra una vez mas la importancia de los factores ambientales en la expresión de la enfermedad de Alzheimer.

Sus resultados sugieren esos factores asociados con infrecuente consumo de alcohol en la mitad de la vida, definida como el consumo al menos una vez al mes, disminuye el riesgo de desarrollar el diagnostico clínico de desorden cognitivo leve (MCI), un diagnostico considerado precursor de la demencia. Al contrario, los bebedores frecuentes, de los cuales el 92% consume menos que un trago por semana, tiene un aumento del riesgo de MCI. Sus hallazgos parecen contradecir los resultados del Framingham Heart Study [Walsh Ann Intern Med 2002; Elías Am J Epidemiology 1999] y el Cardiovascular Health Study [Mukamal JAMA 2003] en los cuales el consumir 1 a 7 tragos por semana reduce el riesgo de daño cognitivo, demencia y enfermedad cardíaca (un potente riesgo de demencia). Debido a la limitada exposición a alcohol en las tres cohortes del estudio de Antilla, surge la pregunta de cuales son los factores o comportamiento asociados con la ingesta infrecuente en la mitad de la vida que den protección contra MCI mas tarde en la vida. Los autores no controlan el estado socioeconómico, actividad física, depresión, uso de terapia hormonal e histerectomía – factores de riesgo para demencia que pueden estar asociados con el habito de beber.

Un segundo intrigante hallazgo por este grupo es la directa interacción entre el estilo de vida u otros factores asociados con el habito de beber y el alelo e4 de la apolipoproteina, la cual se expresa en respuesta a la injuria neuronal y se crea que media la reparación de las neuronas dañadas. El alelo e4 puede estar defectuoso en estas circunstancias. Los bebedores frecuentes con el alelo e4 tiene 7 veces más riesgo de desarrollar demencia que los no bebedores y 3.6 veces el riesgo de demencia de los bebedores frecuentes sin la forma aberrante de la lipoproteína. Una interacción similar se reportó con el trauma cefálico el alelo e4, [Mayeux J Neurol 1995] sugiriendo que algún factor o factores asociados con el beber frecuente puede estar asociado con injuria cerebral. Los autores sugieren que BINGE DRINKING puede ser la culpa. En las líneas finales permanece que el estilo de vida, incluyendo el cóctel vespertino, puede demorar dramáticamente la expresión de demencia en aquellos con predisposición a desarrollar esta entidad.

Stanley J. Birge, MD
Associate Professor of Medicine
Division of Geriatrics and Nutritional
Sciences
Washington University School of Medicine
St. Louis, MO

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