El uso de hormonas postmenopáusicas disminuyó sustancialmente después de los hallazgos del WhI y el HERS

Actualidad Inmediata

National use of postmenopausal hormone therapy: annual trends and response to recent evidence. JAMA 2004; 291: 47-53.

Hersh AL, Stefanick ML, Stafford RS.

Evidencia Nivel II-3

La prescripción anual de terapia hormonal postmenopáusica (TH) en los Estados Unidos cayo sustancialmente en los primeros 12 meses de la publicación de los efectos adversos asociados con los productos de estrógenos más progesterona del Women´s Health Initiative (WHI) y el Heart and Estrogens-progetin Replacement Study (HERS II), de acuerdo con esta revisión de los datos de prescripción.

Los investigadores analizaron los datos de la Nacional Prescripcion Audit Data Base para el uso de productos de TH desde 1995 a Julio del 2003. Después de la publicación de los resultados del WHI y el HERS en Julio del 2002, la prescripción de TH comenzó una caída gradual, la primera caída después de casi dos décadas de aumento de uso. En el 2001, se hicieron 91 millones de prescripciones de TH; en el 2003 un estimado de 57 millones de prescripciones se esperaban fueran hechas (basados en dato a través de Julio del 2003). Entre las varias formulaciones, las prescripciones de productos orales de estrógenos y estrógenos – progestágenos (primariamente Premarin y Prempo respectivamente) contaban como el 80% de la caída total. Las prescripciones para productos vaginales y transdérmicas permanecieron estables, con un ligero aumento en la prescripción de productos vaginales, sin embargo, esas formulaciones solo eran alrededor del 10% del total de prescripciones de TH. Las nuevas prescripciones para estrógenos de baja dosis (primariamente Premarin 0.3 mg) también permanecieron estable.

Effect of the Women’s Health Initiative on women’s decisions to discontinue postmenopausal hormone therapy. Obstet Gynecol 2003;102:1225-1232.

Ettinger B, Grady D, Tosteson Ana, Pressman A, Macer JL.

Evidencia Nivel II-3

Más de la mitad de la mujeres que usaban TH postmenopáusicas (estrógenos o estrógenos más progestágenos) trataron de descontinuar su uso después de la publicación del los hallazgos del WHI en julio del 2002, aunque la mayoría no fueron informados adecuadamente de los resultados del estudio, de acuerdo con una encuesta telefónica de la Kaiser Permanet of Northern California, una organización grande de mantenimiento de la salud (HMO). En todas, de la 670 mujeres quienes habían usado la TH por al menos un año antes de que el artículo del WHI fuera publicado (media de duración de uso de TH, 9 años) se completó la encuesta de 5 preguntas simples, de verdadero o falso, acerca de los riesgos observados de la TH en el WHI. Aunque la mayoría de las que respondieron (93%) habían oído del WHI, 64% no sabían cuales habían sido los resultados, 7% no estaban seguras de los hallazgos y 6% tenían conocimientos incorrectos de los mismos. Sólo el 20% contestaron las 5 preguntas correctamente. No obstante, 56% habían intentado descontinuar el uso de la TH durante los 6 a 8 meses después de saber sobre el WHI. La mayor fuente de información de las mujeres fue su personal prestatario de salud (34%), su HMO (32%) y los medios masivos (21%). Un análisis multivariable encontró 5 variables estadísticamente significantes asociadas con un intento de descontinuar la TH; recibir una a carta de la Kaiser Permanente (la cual daba una información detallada de los hallazgos del estudio junto con recomendaciones acerca del uso de la TH; enviada entre 6 y 9 meses antes de la entrevista telefónica realizada), recibiendo información calificada de los medios, habiendo iniciado TH por razones de salud, usando estándares de dosis equivalentes de TE (equivalentes a 0,625 mg de estrógenos equinos conjugados) y contestando correctamente 4 o más preguntas del cuestionario.

Comentario. Tomando en conjunto estos dos artículos nos provee una visión nacional longitudinal también como instantánea local del uso de la terapia hormonal en los Estados Unidos. Los autores han hecho un admirable trabajo colectando datos en cada base de datos.

Hersh y col. Proveen información del uso de TH mostrando un pico de prescripciones de TH de 91 millones en el 2000-2001, seguido de una rápida caída de un estimado de 57 millones en el 2003. Este abrupto cambio fue interpretado como una rápida respuesta de los clínicos y los pacientes a los datos del HERS y el WHI.

Ettinger y col. Describen la repuesta de las usuarias de hormona 6 a 8 meses después de recibir la información por los medios o de sus médicos. Estos artículos dan a los lectores un punto de referencia de que es lo que está pasando en su práctica.

Margery Gass, MD
Professor of Clinical Obstetrics & Gynecology
Director, University Hospital Menopause and Osteoporosis Center
University of Cincinnati College of Medicine Cincinnati, OH

Comentario. Estos dos artículos buscan a corto plazo las consecuencias del WHI en el mundo real. Es interesante que Hersh y col. atribuyan el aumento de la innovación farmacéutica con productos continuos – combinados y la caída a la “diseminación de la evidencia clínica de los ensayos”. Ellos no mencionan la posible contribución de la comunidad médica. Debido a que las implicaciones del WHI continúan debatiéndose entre los expertos médicos, no es más sorprendente de que los pacientes de la Kaiser no “están bien informados” acerca de los resultados por los que muchos de ellos suspendieron el uso de hormonas.

De alguna manera, un resultado sorprendente en el estudio nacional es como muchas mujeres estaban aún usando hormonas. Otra es la adherencia al medicamento entre las usuarias a largo término de TH quienes suspendieron su uso: 50% de las con 10 o más años de uso, suspendieron comparadas con 64% de aquellas con 5 a 9 años de uso.

El uso de hormonas ha caído y la mayoría de los clínicos piensan que es así como debe ser. Sin embargo, los expertos todavía no saben a ciencia cierta la ecuación riesgos beneficios de la TH, por lo que no es inesperado que las encuestas muestren inconsistencias en conocimiento y acciones. Hubiera querido que el grupo Kaiser hubiera preguntado a los pacientes que oyeron los de sus médicos. Como clínicos, debemos seguir discutiendo estos temas entre nosotros y con nuestros pacientes.

Marcie K. Richardson, MD
Harvard Vanguard Medical Associates
Boston, MA

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