Carta del Fiscal de la Federación Médica Colombiana

La Federación Médica Colombiana y la Asociación Médica Colombiana

Por CÉSAR PRIETO ÁVILA MD.
Presidente del Colegio Médico del Valle
Fiscal Médico de la FMC.
Integrante del Consejo Directivo Nacional de la AMC

Desde 1986, cuando se comenzaron a concretar las conversaciones sobre la creación de una entidad que agrupara a todos los médicos del país. La Federación Médica Colombiana ha insistido en forma persistente y terca en que esta institución. Debería tener el carácter de una confederación que agrupara entidades ya conformadas con características propias definidas y tuviera cubrimiento nacional. Con el fin de garantizar un importante poder de convocatoria y una amplia y rápida aceptación para poder dar resultados a corto plazo y así posicionarse ante el cuerpo médico. Las autoridades gubernamentales y demás organismos que tienen que ver con el desarrollo de nuestra profesión –como era el caso del CONSIMED. Consejo Nacional de Instituciones Médicas, o como es la propia FMC- como ente aglutinante.

Infortunadamente no fue posible que se entendiera este mensaje, con el cual se buscaba una unidad pragmática y duradera. Con la experiencia de nuestra Federación, el tiempo nos ha dado la razón.

Desde sus comienzos el desarrollo de la AMC:

No ha tenido la claridad suficiente entre muchos colegas afiliados ni aun entre directivos de la misma asociación. Siempre se han confundido las instancias, muchos no diferencian la Asociación de otras entidades como lo planteamos en su momento. La AMC es una asociación de personas, como finalmente fue aprobado y quedó plasmado en sus estatutos.

Esta confusión le quitó desde el principio la unidad que pretendió buscar, pues empezaron a aparecer publicaciones en las cuales se asumían las posiciones de algunas entidades. En el caso de la FMC, desde un principio quedó muy clara la diferencia de una agrupación, que no hacía declaraciones como federación porque los mismos estatutos de la AMC no daban pie para que las entidades como tales estén produciendo a la larga más confusión que claridad, como ha sucedido hasta ahora.

En el momento en que se pretendió hacer una asamblea nacional de la AMC, se escucharon nuevamente declaraciones de asociaciones y sociedades que, como tales, por su mejor capacidad económica pretenden figurar en un papel que no es permitido por los estatutos ya que la representatividad en el caso de una Asamblea de Delegados se da por la elección de representantes territoriales en asambleas seccionales y no por la participación de sociedades nacionales, por respetables o poderosas que sean.

La FMC debe reiterar:

Consecuente con la actitud que ha mantenido por tanto tiempo, que no emite declaraciones sobre la situación de la AMC. Lo que ha hecho es comunicar a sus colegios que deben estimular a sus afiliados a inscribirse y ponerse a paz y salvo con la Asociación Médica Colombiana (AMC), pero no puede obligar a la inscripción ni al pago de cuotas a otras instituciones diferentes a la Federación, máxime cuando los médicos por lo general pertenecemos a dos o tres asociaciones diferentes, lo que implica un gasto elevado que muchos no quieren o no pueden hacer.

La otra posición que debemos reiterar es que los directivos de la FMC que fuimos elegidos en cargos en la Junta Directiva o el Consejo Nacional de la AMC no lo hicimos en representación, o como cuota de la FMC, sino a título personal y en tal condición permaneceremos hasta que se logre convocar una Asamblea Nacional que respete los estatutos vigentes y designe nuevas directivas nacionales, tal como está establecido en estos y no a voluntad de personas que, por muy buenas intenciones que tengan, no pueden llevarse de calle los reglamentos estatutarios que actualmente gobiernan la AMC.

Esta posición de la FMC no es diferente en ningún aspecto a la que se ha tenido desde hace 15 años y quien esté interesado en corroborarlo puede revisar los documentos que sobre el ideal de Unidad Médica Nacional ha emitido la FMC.