Resultados de la Terapia triple con Lansoprazol, Amoxicilina y Claritromicina

Resultados

Se enrolaron en el estudio 87 pacientes; 14 tenían úlceras duodenales documentadas endoscópicamente, y 73 dispepsia no ulcerosa.

La mayoría de los pacientes enrolados (79%) había experimentado una alteración gastrointestinal previa como DNU (66%). Los síntomas dispépticos más frecuentemente informados al inicio del estudio por esos pacientes incluyeron dolor abdominal diurno y nocturno en 85 y 69%, respectivamente.

El 59% tenía distensión abdominal y el 69% tenía pirosis. El tratamiento lo terminaron 85 pacientes, de los cuales 84 se pudieron evaluar durante el seguimiento.

Erradicación de H. pylori

H. pylori fué erradicado en 90,5% (76/84) de los pacientes evaluables (por protocolo) y en 88,5% (77/87) por intención de tratar. La tasa de erradicación en pacientes evaluables se logró en 89% (63/71) de pacientes con DNU y en el 100% (13/13) de los pacientes con úlcera duodenal.

Cicatrización de úlceras y cambios en los síntomas

Trece pacientes con úlcera duodenal se pudieron evaluar. Las úlceras cicatrizaron en el 92% (12/13) de los pacientes.

En la visita de seguimiento, se observó mejoría clínica de los síntomas en 99% (84/85) de todos los pacientes tratados. Se vio mejoría o curación de los síntomas en el 100% (13/13) de los pacientes tratados que tenían úlcera duodenal.

Se observó mejoría o resolución del dolor epigástrico en 98% (80/82); del dolor diurno o nocturno en 96% (69/72) y 94% (49/52), respectivamente; pirosis en el 100% (60/60) y distensión abdominal en el 94% (48/51) de los pacientes.

Cumplimiento y perfil de seguridad

El cumplimiento se evaluó mediante el conteo de las cápsulas. El 98% (85/87) de todos los pacientes tomó, por lo menos, el 90% de la medicación prescrita.

Los efectos adversos más comunes fueron gastrointestinales: alteración del gusto (52,9%), flatulencia (14,9%), diarrea (9,2%), náuseas (8,0%), dolor abdominal (6,9%) y mareos (5,7%). En la mayoría de los pacientes, los eventos fueron leves o moderados.

En un paciente se produjeron eventos adversos serios que consistieron en vértigo intermitente el primer día del tratamiento que lo obligó a suspender el tratamiento el día 2.

Discusión

Aunque no se ha logrado un consenso sobre el adecuado esquema de erradicación de H. pylori, se sabe que la combinación de medicamentos tiene eficacia superior.

La monoterapia es de poco valor (4,9) y las terapias dobles sólo han sido moderadamente efectivas en erradicar H. pylori (9).

Las terapias triples compuestas de claritromicina, amoxicilina e IBP administradas durante 10 días han erradicado la infección por H. pylori en más del 90% de los casos (13,19). Este régimen ha sido recomendado por ofrecer la tasa más alta de erradicación y buena tolerancia (17).

El LAC-10 utilizado en el presente estudio logró la erradicación de la infección por H. pylori en el 95% de los pacientes que se pudieron evaluar, incluyendo úlcera duodenal y DNU.

La claritromicina es altamente efectiva contra H. pylori, con una concentración inhibidora mínima de 90% (CIM90) de 0,03 µg/ml (20,21). La sinergia de claritromicina y amoxicilina es importante; las pruebas han demostrado un efecto aditivo cuando se combinan (22).

La adición de lansoparazol a este régimen es el otro factor necesario para lograr una alta tasa de erradicación, como la observada en el presente trabajo, probablemente porque además de suprimir la producción de ácido, maximiza la acción antimicrobiana de los dos antibióticos contra H. pylori.

Los estudios in vitro de los dos antibióticos indican que el lansoprazol tiene un efecto bacteriostático sobre H. pylori (15). La CIM de lansoprazol es 4 veces más baja que la del omeprazol (23).

Además de LAC 10, hay otras terapias triples comúnmente utilizadas:

Especialmente en los países subdesarrollados, que incluyen la triple terapia estándar (bismuto, metronidazol y tetraciclina), la cual alcanza altas tasas de erradicación cuando no hay resistencia al metronidazol o ésta es baja.

La tasa de erradicación en un estudio varió de 90,5% en pacientes con organismos sensibles al metronidazol, hasta 31,6% en pacientes con infecciones resistentes al metronidazol (10).

Los resultados de resistencia al metronidazol en países subdesarrollados son mayores que en los países desarrollados. En Colombia, se ha encontrado que es tan alta como 84% (24) y parece que está aumentando. Sin embargo, la resistencia a la claritromicina ha sido consistentemente más baja en los países subdesarrollados.

En la mayoría de los países, en menos del 5% de las personas hay resistencia primaria a la claritromicina (25). Así, los resultados del presente estudio sugieren que al utilizar el régimen LAC 10, la resistencia bacteriana no será un obstáculo para obtener altas tasas de erradicación.

El cumplimiento de los pacientes con los medicamentos prescritos es otro factor clave en la erradicación de H. pylori.

En un estudio de terapia triple, se encontró que el cumplimiento fue el factor aislado más importante para predecir el éxito en la erradicación de H. pylori (26).

En el presente estudio, el cumplimiento de la prescripción se observó en el 95% de los pacientes aproximadamente, mientras que el 98% de todos tomó, por lo menos, el 90% de toda la medicación prescrita.

Esto indica que es posible alcanzar altas tasas de cumplimiento con los esquemas de triple terapia.

Como LAC-10 tiene una tasa de erradicación de más del 90%:

Puede ser más costo-eficaz que otros esquemas. Clásicamente, se ha dicho que el tratamiento más costo-eficaz es el régimen que mejor actúa y no el que es más barato.

En Latinoamérica y otras regiones subdesarrolladas, así como también en los países desarrollados, la relación costo-eficacia juega un importante papel al elegir un esquema terapéutico.

Los costos financieros de tratar pacientes con enfermedades relacionadas con H. pylori son muy importantes.

Incluso si los costos del esquema fueran ignorados, los días de trabajo, las consultas médicas y las hospitalizaciones producen un gran impacto financiero para la sociedad. La curación de la úlcera péptica significa ahorrar costos enormes (27).

Aunque éste es un estudio abierto, se han sugerido tendencias similares de mejoría en pacientes con DNU (28). Las lesiones ulcerosas usualmente cicatrizarán después de la erradicación de H. pylori.

Un estudio reciente indica que las lesions que persisten al final del tratamiento se cicatrizan con el tiempo cuando H. pylori es exitosamente erradicado (29).

En conclusión, este estudio encontró que LAC-10 fue efectivo en erradicar la infección por H. pylori así como también para aliviar los síntomas de dispepsia, tanto en pacientes con úlcera duodenal como en aquéllos con DNU.

El tratamiento fue bien tolerado por los pacientes y se logró una alta tasa de cumplimiento.

Por su alta eficacia, LAC-10 y otras terapias triples con claritromicina pueden ser consideradas como el tratamiento de elección para erradicar H. pylori, especialmente en áreas con alta resistencia bacteriana al metronidazol.

Agradecimientos

Agradecemos a la doctora Judy Wyatt del Departamento de Histopatología del St. James Universitary Hospital del Reino Unido.

Referencias

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