Desarrollo de la Fase I de la Rehabilitación Cardiaca en la UCI
De acuerdo con la Sociedad Española de Cardiología, la actividad física en el paciente cardiovascular es parte fundamental de la primera fase de rehabilitación y crucial para las posteriores fases, la cual debe iniciarse entre las primeras 24 y 48 horas de ingreso a la unidad de cuidado intensivo, cuando no hay complicaciones, o una vez resueltas éstas.(16) Con lo anterior, el profesional de enfermería debe, de manera activa diseñar e implementar protocolos para dar cumplimiento a los objetivos de la primera etapa de la fase I de rehabilitación cardiaca en la unidad de cuidado intensivo.
Objetivos
• Favorecer el movimiento corporal del paciente.
• Brindar una mejor adaptación de su condición física.
• Prevenir complicaciones derivadas del reposo y del procedimiento quirúrgico
• Disminuir los días de estancia en la unidad de cuidado intensivo.
• Aliviar la ansiedad del paciente y su familia
Efectos de la inactividad física en el paciente cardiovascular en la unidad de cuidado intensivo.
Los efectos de la inactividad física en el paciente cardiovascular con entidades médicas o quirúrgicas se ven reflejados a nivel pulmonar, muscular, cardiovascular y metabólico, las cuales se describen en los siguientes diagramas:
Cuidado de Enfermería en la Primera Etapa de la Fase I de la Rehabilitación Cardíaca en la UCI
El cuidado de enfermería en el paciente cardiovascular médico o quirúrgico se debe fundamentar en la promoción de la actividad física y la educación terapéutica: información y toma de conciencia.
La Actividad física
Pacientes con síndrome coronario
Los estudios han demostrado los beneficios de la implementación de programas de rehabilitación cardiaca en los pacientes que han sufrido un infarto agudo de miocardio en cuanto al incremento de la capacidad funcional, la disminución de la mortalidad y el desarrollo de complicaciones (necesidad de revascularización, angina inestable e insuficiencia cardiaca), el control de los factores de riesgo coronarios, la reducción de los síntomas físicos y psicológicos y a nivel de costo-eficacia.(11,12,17,18)
El inicio de la actividad física está recomendado en pacientes con infarto agudo de miocardio sin supradesnivel de ST, infarto con supradesnivel del ST Killip I y II hemodinamicamente estables a las 24 horas de ingreso a la unidad de cuidado de intensivo.
La actividad física dirigida al paciente usualmente es de tipo aeróbico y se identifica por el desarrollo de actividades isotónicas, ejercicios que se caracterizan por la contracción rítmica de grandes grupos musculares que dan lugar al movimiento contra una baja resistencia, esta actividad física se debe iniciar con un gasto energético de 1 – 2 METs aumentando progresivamente hasta 5 METs con una frecuencia de 2 – 3 veces en el día por un periodo de 10 minutos aproximadamente (tablas 3 y 4)
Es de suma importancia que el personal de enfermería valore de forma constante la frecuencia cardiaca, de manera que no exceda los 120 latidos por minuto o aumente 20 latidos por encima de la frecuencia cardiaca basal del paciente; sin embargo, si el paciente consume medicamentos como los betabloqueadores, el cuidado de enfermería debe centrar su atención en la aparición de síntomas de angina, disnea, palpitaciones, cansancio, alteraciones del segmento ST o en la disminución de la tensión arterial más de 10-15 mm de Hg;(1) una vez el paciente egresa de la unidad de cuidado intensivo la actividad física debe ser sustituida por un programa de ejercicio basado en caminatas asistidas durante periodos inicialmente de 5 a 10 minutos hasta media hora,(1,6) actividad que se recomienda se inicie 48 horas posteriores al evento.
Pacientes sometidos a revascularización miocárdica y recambio valvular Las actividades de la primera fase de la rehabilitación cardiaca en los pacientes que van a ser llevados a cirugía comienzan desde el preoperatorio, en el desarrollo de una fase que ha sido denominada fase previa; en donde se orienta al paciente y su familia acerca de la cirugía y se le dan indicaciones claras al paciente sobre el ambiente de la sala quirúrgica, la ventilación mecánica con la cual se encontrará en el postoperatorio, los ejercicios respiratorios que debe tener en cuenta para una extubación temprana para la prevención de complicaciones respiratorias(10) y el manejo de la dieta, el control del peso, las técnicas de respiración, relajación, el manejo del estrés y la identificación de signos o síntomas que puedan posponer la intervención.(21)
Los objetivos de enfermería en el postoperatorio de revascularización miocárdica y recambio valvular van dirigidos a:(15,21)
• Favorecer un adecuado manejo del dolor
• Enseñar al paciente a realizar movimientos que le eviten limitaciones en la movilidad
• Prevenir posibles desviaciones en cuanto a la formación y consolidación de las incisiones quirúrgicas
• Prevenir problemas respiratorios como consecuencia de la cirugía torácica
• Evitar los efectos indeseables que tanto a nivel físico como psíquico pueda surgir tras la convalecencia obligada
• Detectar precozmente signos de alarma en cuanto a la evolución de la patología de origen así como de la cirugía torácica propiamente dicha
• Conseguir que el paciente adquiera la motivación y conocimientos necesarios en el manejo de su patología.
Existen algunas directrices para el manejo del paciente en postoperatorio de cirugía cardiovascular con respecto a la prescripción del ejercicio, en donde se hace un énfasis especial en el aumento de la resistencia cardiorrespiratoria, la cual se consigue a través de la realización actividades que incorporen la movilidad de brazos de forma dinámica, intercalándolo con el movimiento de las extremidades inferiores. Al principio de la rehabilitación los intervalos de descanso deben ser mayores para permitir la adaptación y progresivamente se puede ir aumentando o disminuyendo la intensidad del ejercicio para promover un ajuste cardiocirculatorio.(15)
La duración de las sesiones de actividad física en el paciente cardiovascular puede variar de 10 a 15 minutos dependiendo de la intensidad, así entre mayor intensidad, menor debe ser la duración de la actividad. La progresión de la actividad varía de acuerdo con la frecuencia cardiaca del paciente, a la presencia o ausencia de síntomas, la capacidad funcional y los objetivos del tratamiento.(15)
El paciente postoperado puede iniciar la actividad física 24 a 48 horas después de su ingreso a la unidad de cuidado intensivo con ejercicios de baja intensidad de 2 a 3 METs y avanzar progresivamente hasta 5 METs 2 o 3 veces al día hasta iniciar una deambulación temprana y la realización de las actividades de aseo personal y autocuidado, restringiendo siempre las actividades de levantamiento de peso durante las 6 primeras semanas, lo que favorece la cicatrización de la incisión esternal (tabla 5).(15)
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