Del Arte del Cuidado de Enfermería al Arte en el Cuidado
1 Sonia Echeverri, Enf., MSc, FASPEN
“…La Enfermería es un arte, y si se pretende que sea un arte, requiere una devoción tan exclusiva, una preparación tan dura, es como el trabajo de un pintor o de un escultor, pero ¿cómo puede compararse la tela muerta o el frío mármol con el tener que trabajar con el cuerpo vivo, el templo del espíritu de Dios? …Es una de las bellas artes, casi diría, la más bella de las bellas artes.” (1) (1Florence Nightingale, 1859.
Este artículo tiene como objetivo presentar en forma sencilla y lineal el tema del arte del cuidado de la profesión de enfermería, y la utilización del arte como elemento integrador del cuidado de enfermería.
El arte del cuidado de Enfermería
La enfermería es una ciencia en la que se conjugan el conocimiento, el corazón, la fortaleza y el humanitarismo.
Su esencia reside en la imaginación creativa, la intuición, la sensibilidad, la solidaridad y la comprensión inteligente, que constituyen el fundamento real de los cuidados de enfermería (2).
La Enfermería reconoce el cuidado como la razón de ser y objeto de estudio de la profesión; el arte del cuidado, cuya finalidad es la persona humana con sus atributos únicos e irrepetibles, hace referencia a la utilización creadora y estética de la ciencia de la enfermería, su expresión ocurre a partir de la integralidad del otro como ser holístico para
lo cual se fusionan diversos componentes: la relación interpersonal, respetando creencias, valores y costumbres (su realidad histórica); la aplicación del conocimiento, incluidas técnicas y procedimientos; la reflexión, el juicio crítico y la intuición que permiten crear el cuidado enfermero (3).
La intuición, uno de los factores que favorece percibir al otro en las esferas biopsicosocial y espiritual, es según H. Bergson “la facultad que se ocupa del tiempo o del espíritu, nos permite captar lo único, lo singular e irrepetible; el concepto de intuición implica la captación inmediata de la realidad.”
Es de esa intuición, aunque no de lo único, de lo que Enfermería aprovecha para reconocer necesidades especiales del paciente y de la comunidad, y aplicar las diferentes herramientas y terapias que requieren individuos y colectivos, en determinados momentos y en condiciones específicas. (8)
La ciencia y el cuidado, la caridad y el humanitarismo:
Han sido objeto de expresión artística a través de los tiempos. Un ejemplo de esta afirmación son las obras de dos conocidos españoles de finales del Siglo XIX, “La visita de la madre al hospital” pintura al óleo de Enrique Paternina (1892), Museo del Prado de Madrid, y que al parecer sirvió de inspiración al gran Pablo Picasso, quien a los 15 años pintó la famosa Ciencia y Caridad (1897), expuesta en el Museo Picasso de Barcelona.
Según los críticos de arte se trata de una obra de realismo social que hace hincapié en los sentimientos filantrópicos y el avance de la ciencia (Figuras 1 y 2).
Son obras que, sin duda, enaltecen el cuidado, por lo que han sido utilizadas, en especial Ciencia y Caridad, para ilustrar innumerables artículos, textos y presentaciones científicas cuando se aborda el tema de la virtud, altruismo, y en la actualidad, el de la humanización del cuidado que brinda no solo enfermería sino medicina y otras profesiones de la salud.
El arte en el cuidado de Enfermería
La utilización del arte en el cuidado, no solo en el de enfermería sino en el de otras disciplinas como la medicina, ha mostrado beneficios innegables e indiscutibles cuya consecuencia es su aplicación generalizada en el entendimiento y tratamiento del ser humano.
Diversos relatos históricos dan cuenta de las propiedades terapéuticas del arte y de los beneficios en alcanzar la armonía mente – cuerpo del individuo. Sin embargo, fue en la Segunda Guerra Mundial cuando el arte empezó a considerarse parte del armamentario terapéutico.
En esta historia cobra especial importancia Adrian Keith Graham Hill, inglés, considerado por muchos el fundador de la terapia del arte, como se documenta en su libro Art versus illness (1945) (4). Una tuberculosis lo obligó a reposar por largo tiempo en un sanatorio y fue a través del “simple acto de dibujar” que superó el aburrimiento; el arte se convirtió en un medio para pasar el tiempo y expresar sus frustraciones.
En 1942, mientras Hill enseñaba arte a un pequeño grupo de pacientes que se recuperaba de la tuberculosis en el sanatorio, comenzó a visualizar este esparcimiento como “la panacea para el aburrimiento, una forma de escape que combinaría las virtudes de un valor creativo y curativo”, más adelante propuso crear un programa de terapia adecuado. Hill dijo a sus pacientes interesados: “Estar felizmente ocupado es en todo momento un regalo de los dioses, y en un período de larga convalecencia, es una gracia salvadora positiva…
El germen del arte una vez que se planta firmemente en la mente y el corazón, es mucho más difícil de desalojar que cualquier otro germen con el que estén más familiarizados…” (4).
Fue así como Adrian Hill, en 1942:
Acuñó el término Terapia de Arte, y pese a que su propuesta tuvo un comienzo modesto, su influencia se extendió a medida que más personas se le unieron para promover la curación a través de las artes. Pocos años después la Asociación Nacional para la Prevención de la Tuberculosis implementaría un programa de terapia de arte en más de 70 hospitales y sanatorios. Y fue solo el comienzo…
A partir de entonces, la práctica del arte terapéutico se extendió a diversos escenarios y contextos transcendiendo los de asistencia sanitaria y educación.
La arteterapia moderna:
Se fundamenta en el principio básico de que el arte puede sanar. Su aplicación es cada vez más flexible y ajustada a una sociedad que busca aprender a vivir una vida sana y saludable, a tener una mente sana en cuerpo sano, y un espíritu equilibrado en un cuerpo equilibrado.
La arteterapia ha demostrado utilidad en el diagnóstico de enfermedades como el Alzheimer, en el tratamiento de enfermedades psiquiátricas, trastornos psicológicos, dolencias físicas graves o crónicas; ha tenido impacto en la prevención de desajustes emocionales, de alteraciones conductuales menores, así como en la detección precoz de perturbaciones de la infancia como la hiperactividad, escasa concentración y baja autoestima, entre otros (6).
Ha ganado también un espacio importante en el ámbito social (en cárceles, grupos marginados y vulnerables, hogares de paso, violencia familiar, abusados, desplazados, drogadictos y alcohólicos, y en muchas otras alteraciones y situaciones que lastiman el alma…) (5,7).
En la actualidad el Proceso de Atención de Enfermería (PAE) introduce herramientas y alternativas novedosas en los cuidados tradicionales, algunas de ellas poco estudiadas como la utilización de diversas formas de arte como terapia complementaria (5).
Es precisamente en salud mental donde ha tenido más fuerza, toda vez que permite actuar en dos escenarios: la terapia y la prevención (5).
Contextos en los que la competencia disciplinar de enfermería tiene un lugar preponderante y en los que debería ganar mayor espacio y posicionamiento.
La arteterapia abarca intervenciones a través de cualquier forma de arte:
La pintura, la fotografía, la música o el teatro. Su campo de acción comprende el asistencial, el educativo, el investigativo y el social (5). Corresponde al profesional en Enfermería, conocer, investigar e incluir en el PAE este tipo de terapia, que como mínimo, ayudará a mejorar la comunicación no verbal, la estimulación cognitiva, y prevenir síntomas depresivos o ansiosos que acompañan patologías y ciertas soledades.
Conclusión
El arte terapéutico llegó para quedarse y para avanzar en diversos escenarios. Así lo han entendido la sociedad, la comunidad médica, los gobernantes, los que luchan por los derechos humanos, esa comprensión de que el arte alivia, sana y enriquece el alma es lo que ha permitido que se invierta en investigación, prevención y asistencia.
La Fundación Santa Fe de Bogotá, es una de las tantas instituciones de salud en Colombia que han entendido estos conceptos y lo han integrado en el cuidado diario que ofrecen a los pacientes, familias y cuidadores.
El personal de Enfermería debe estar preparado no solo para acompañar todos estos procesos sino para proponer cambios y adiciones en el cuidado que brinda, y responder de esta forma a las necesidades y nuevas realidades.
Referencias bibliográficas
- 1. Nightingale F. Notas sobre enfermería: qué es y qué no es. Masson.1990 [Internet]. Citado el 5 diciembre 2019. Disponible en: https://books.google.es/books?id=nSqzXx6jNEEC&printsec=frontcover&hl=es#v=onepage&-q&f=false
- 2. Echeverri de Pimiento S. Enfermería: el arte y ciencia del cuidado. Medicina, 2003; 25(3): 172-85.
- 3. León Román CA. Enfermería ciencia y arte del cuidado. Rev cubana Enfermer. [internet] 2006 [citado 5 diciembre 2019];22(4). Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-03192006000400007
- 4. Hill A. Art Versus Illness. London: George Allen and Unwin. 1945.
- 5. Arriola Sarralde I. El arte como terapia en salud mental. [internet]. 2014. [Citado 6 diciembre 2019]. Disponible en: http://hdl.handle.net/10810/13029
- 6. Erkkinen MG, Gutiérrez Zúniga R, Carnero Pardo C, et al. Artistic Renaissance in Frontotemporal Dementia. JAMA. 2018;319(13):1304-6.
- 7. Bang C. Prácticas participativas que utilizan arte, creatividad y juego en el espacio público: un estudio exploratorio desde la perspectiva de atención primaria de salud integral con enfoque en salud mental. Universidad de Buenos Aires Buenos Aires, Argentina: Anuario de Investigaciones [internet]. 2011 [Citado 5 diciembre 2019];18:331-8. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=369139947035
- 8. Bergson H. L’intuition philosophique. Revue de métaphysique et de morale. 1911 Nov 1;19(6):809-27. mingle, 1859.Florence Nightingale, 1859.
Autor
1 Sonia Echeverri, Enfermera, Magister en Bioética, Fellow of Aspen (Faspen). Vicepresidente Felanpe Región Centro, Miembro del comité de Ética Hospitalaria HUFSFB echeverrisonia@hotmail.com
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