Una Aproximación a la Ciencia y el Arte: La Identidad Sexual

… Dentro del contexto decisorio de la identidad sexual, ¿cuál sería la libertad que existe cuando la naturaleza ya está determinada? La respuesta es: ninguna. Por lo tanto el poder de elección es el que la conciencia y la naturaleza determinan.

Guillermo Sánchez Medina

Carátula del Libro

Esta obra  sobre la «identidad sexual», surgió gracias a la invitación del Presidente del Instituto Colombiano de Bioética, doctor Fernando Sánchez Torres, quien me solicitó una conferencia sobre la homosexualidad y consideré que era mejor darle el título de Identidad Sexual, la cual se convirtió en este libro.

Espero que esta obra pueda ser útil para muchos filósofos, antropólogos, sexólogos, psicólogos, neuropsiquiatras, psicoanalistas, religiosos, médicos, estudiantes, educadores, legisladores, investigadores, sexólogos, sociólogos, a los hetero, homo y bisexuales a todos los curiosos profesionales de la salud o no, y aún, personas que deseen respuestas sobre la identidad sexual y de sus múltiples relaciones con las diferentes ciencias que determinan las acciones humanas.

Varias obras sobre el tema de la sexualidad han llegado a mis manos por más de medio siglo, que se ocupan de una u otra manera, de la temática para llegar a la hetero, homo o bisexualidad, desde distintas perspectivas ya sean genéticas, biológicas, psicosociales y culturales ubicando la sexualidad en el ciclo vital, la educación, el aprendizaje, la socialización, el problema de la normalidad y patología, así como desde las distintas investigaciones que determinan la conducta y orientación sexual en ambos géneros; es así como se plasma un discurso con toda la profundidad con los estudios de la neuroanatomía, el proceso evolutivo hasta llegar al final del ciclo vital el que muy posiblemente termina en una latencia y/o sublimación de las tendencias eróticas, no sin pasar por distintas ansiedades, frustraciones a las que el hombre en la sociedad se debe someter por el principio de realidad, las leyes, la adaptación social, los derechos humanos, el respeto y la dignidad del hombre en la construcción de sí mismo, en su identidad individual, social, sexual y colectiva más allá de los mitos, los errores que acechan a cada instante en la vida cotidiana para tener un equilibrio grupal y familiar; es así también como nos enfrentamos a las contradicciones de las tendencias poligámicas, poliándricas, polimorfas, eróticas, hetero, homo y a la bisexualidad, no sin pasar por el maravilloso ciclo de la maternidad y paternidad, que justifica el haber vivido y dejado una huella en el transcurso de nuestra existencia con todas las diferencias.

La realidad a que hago referencia, pertenece a los que se integran en el cuerpo y en la mente dentro del campo de lo histórico-social-educativo lo cual incluye lo legislativo y ético moral para mostrar cómo y en donde se origina y funciona la energía física que se traduce en psíquica y así también el encuentro del ser profundo en el que se cristaliza y/o funcionan los marcadores filogenéticos y ontogenéticos desde el punto de vista de la etología.

Si bien, el Siglo XX tuvo grandes herencias ideológicas de siglos anteriores, fue en la Segunda Guerra Mundial en que se produjo una serie de cambios de ciertos valores, y despertó conciencias hacia la búsqueda de la libertad y de la tolerancia en el ser humano; así fue como se presentó en los años 60 el destape sexual y más adelante la libertad sexual, haciéndola parte de la naturaleza, sin conformaciones culpígenas y temerosas que tanto daño hicieron a la sociedad. Aquí, sólo hay que recordar cómo en la Segunda Guerra Mundial Hitler no solamente persiguió a los judíos, sino que también lo hizo con los homosexuales y con todos aquellos que se opusieran a su credo ideológico, tratando de exterminarlos en los campos de concentración (once ubicados en Alemania y ocho en Polonia); fue este un crimen del cual la humanidad no se podrá olvidar en los siglos venideros.

Judíos, gitanos, social demócratas, políticos, oponentes al nazismo, testigos de Jehová, homosexuales, transexuales, bisexuales, delincuentes habituales, limosneros, vagabundos, prostitutas, enfermos mentales, todo el que era considerado una amenaza contra los nazis corría el riesgo de terminar en ese gran holocausto de la humanidad. Traigo esto por que también estuvo incluida la identidad sexual, en la clase homosexual (en ese tiempo denominados perversos o desviados sexuales) y se consideraban como perseguidores del nazismo. Obviamente la libertad no existía y de ahí también la gran unidad del mundo en pro de la lucha por la libertad y digámoslo también de la vida.

El estudioso podrá asociar aquella idea homo fóbica machista a una confluencia y/o cristalización de conceptos distintos que provinieron de culturas anteriores; y en Europa en especial, las provenientes de finales de Siglo XVIII de Engels y Marx; estos dos filósofos en colaboración publicaron la obra La Sagrada Familia. Ambos filósofos usaron el método dialéctico y la idea del dinamismo inmanente de la consciencia; he aquí otro hito homo fóbico que pasó por alto la cultura griega; de ahí que Lenin, Stalin, Mussolini y Franco como dictadores no podían admitir en su ideología o en sus células del partido a personas que fueron consideradas débiles, de poco carácter y muy influenciables. Conocemos cómo el régimen soviético eliminó las leyes zaristas en contra de los homosexuales, pero desde Stalin influenciado, por el puritanismo victoriano y el judeocristianismo en 1934 se inventó el concepto de la nueva familia socialista declarando, a la homosexualidad, como contraria al socialismo puesto que era aquella, la homosexualidad, una degeneración del capitalismo. De la misma manera, en Cuba Fidel Castro hizo lo mismo; así fue como al preguntarle al ideólogo socialista Mao Tse Tung ¿qué política aconsejaba para enfrentar el tema de los homosexuales?; la respuesta fue: “ya no tenemos ese problema, los fusilamos a todos”. La China no se quedó atrás y postuló cómo la homosexualidad torcía a la humanidad y dañaba el orden social causando enfermedades venéreas y propagando el Sida. En todo esto observamos cómo los Estados dictatoriales no pueden tolerar la democracia pluralista participativa multideterminada. (1,2)

Esta obra requiere un estudio de los fenómenos mentales y por lo tanto de la profundización en los dinamismos psíquicos conocidos por el psicoanálisis, además, de lo que en la historia de la humanidad ha quedado plasmado en la mitología; por esta razón, aludo a algunos mitos en donde se dejan ver las vicisitudes de la sexualidad y el drama que resulta por la seducción homosexual (caso de Layo en Edipo) o la identidad de Narciso, o Tiresias o Gilgamesh, así en otros mitos que parten de los aparecidos en el Génesis con Adán y Eva. Algunos textos están dirigidos más a especialistas, como a los psicoanalistas y/o a los genetistas, pues son ellos los que podrán comprender mejor la maraña psíquica y molecular compleja que puede resolverse en el análisis psíquico y genético, comprendiendo el modelo energético, tópico (consciente, inconsciente), el estructural (Ello, Yo, Super yó) y el objetad con sus elecciones preferidas en las relaciones vinculares así como la biología molecular

Entendamos cómo existen personas genéticamente determinadas XY, XY físicamente normales que no conocen o no aceptan su identidad masculina o femenina, y otras que la tienen en los distintos cromosomas; esto que aparece como una utopía o un conocimiento abstracto es donde se confluyen las diferencias.

Es obvio que existe un principio universal permanente de la historia en el cual se le asigna el sexo al hombre sin tener que hacer mayor esfuerzo. Sin embargo, a través de los últimos siglos, ha habido un resquebrajamiento de esa simplicidad para dar interpretación a las conductas y tendencias del hombre macho al cual se le da la connotación de: más fuerte, más inteligente, más valiente, más responsable, más creador, más impaciente, más enérgico, más potente (erótico-macho) más apasionado, más variable, más polígamo, más racional, más intrépido, más agresivo y activo y con la connotación del poder.

Esto aunque es muy cierto, en los últimos años a través de la transición cultural y de la sociedad industrial se pasó a considerar las tendencias feministas especialmente en el Siglo XX, como un opuesto o un contrario estableciéndose así la guerra entre los sexos, llegando al final a considerar y evaluar un sexo modelo o modelo unisexo, lo cual es una utopía y un conocimiento abstracto en donde confluyen las diferencias.

Conocemos cómo el feminismo de los años sesenta “desestabilizó las oposiciones reglamentadas, y, confundió los diferentes estables”. (3) En realidad, el feminismo es un concepto más occidental y proviene de la defensa racional a la mujer.

Elizabeth Badinter en su obra “XY La identidad masculina”, (1993), escribe(4) “el hecho de que tal cuestionamiento provenga esencialmente de los países angloamericanos se debe probablemente a que ésta es una civilización que siempre ha estado obsesionada por la virilidad como lo prueba su historia, su arte y su cultura”. Agregaría aquí, o porque en esos países se presenta la reivindicación de la mujer, construyéndose la imagen de la mujer castradora y así provocando la necesidad de mostrar la virilidad sea como sea en los actos para defenderse de la castración. De todas formas el occidente ha marcado pautas sobre la identidad masculina y femenina, sobre la diferencia entre los sexos más allá de la naturaleza y un poco más acá de las jerarquías.

Todo esto nos lleva a la concepción de la historia de las sociedades patri y matriarcales, y a los referentes de la humanidad que en realidad son los dos sujetos, hombre o mujer y sus referentes.

ECO Y NARCISOEn el Siglo XXI ya se están desarrollando investigaciones sobre la etología y en ella el comportamiento de la sensibilidad, sexualidad y reproducción de las conductas animales. En estos estudios se ha encontrado cómo la homosexualidad, la bisexualidad, la transexualidad se halla o se manifiesta en diferentes especies de animales, y las conductas sexuales no siempre tienen la determinación o el fin del apareamiento para la reproducción; aún más se ha encontrado, por ejemplo, cómo los caballitos de mar se reproducen tomando los huevos dentro de una bolsa y allí se desarrollan para que el macho de a luz las crías; así mismo en las serpientes existe alguna especie en la que el macho sirve de hembra (travestí) para destruir la búsqueda de la hembra por el macho y por la eroticidad exuberante de los machos, puesto que existen menos hembras que machos; en algunas especies, (por ejemplo en los simios) se presenta la homosexualidad con la masturbación mutua, y las técnicas de masturbación entre las mismas hembras. A estas observaciones se le suman los animales hermafroditas, como el caracol u otras especies marinas en que pueden funcionar perfectamente como machos o como hembras, e inclusive haciendo el círculo por delante introduciendo, y por detrás dejándose introducir cerrando así el círculo.

Eco y Narciso

Pensemos cómo aparece la reproducción unicelular hasta la presencia del órgano reproductor y la sexualidad, el erotismo como necesidad vital de poner en equilibrio las hormonas y así todo el funcionamiento orgánico. A todo esto se agrega la adaptación al medio ambiente, la conservación de las especies, la conformación de grupos sociales, la familia y con ella la monogamia y poligamia; no se entienda aquí esta última sino como un preámbulo de la monogamia o la monogamia como una gran necesidad de conservación de la prole y por ende de la especie. Podemos concluir cómo no se debe generalizar los patrones de conducta social, sexual y reproductiva a todas las especies por igual; podemos agregar cómo cada una conforma sus comportamientos, y, cuando se llega al ser humano debemos contemplarlo desde sus inicios, cuando del australopithecus pasó a homo erectus, de este al homo hábiles y sapiens; el transcurrir del tiempo también fue una transformación y evolución de las diferentes organizaciones biomoleculares y con ello las psíquicas y socioculturales.

A todas estas investigaciones, a las cuales se le suman muchas otras, se puede hacer la siguiente pregunta y o inferencia ¿será que todas estas conductas sexuales pertenecen a marcadores genéticos, que dan la pauta para la conducta sexual y reproductiva en el animal, lo cual ha evolucionado por millones de años, y que estos potenciales de acción, pueden trascender y quedar dentro de los marcadores genéticos recesivos, y trascender en la vida actual como ha sucedido en otras épocas? La respuesta puede ser positiva, pero se requieren demostraciones más precisas con evidencias científicas.

Aquí podríamos traer a colación como en las diferentes especies de animales ovíparos y mamíferos existe la conducta del atractor y/o provocador o seductor; a la vez que él o los causantes de esta acción; con ello se con Figura el o los actos de cortejo. Conocemos cómo desde la producción de hormonas, se provocan reacciones de atracción, como las feromonas, las que obran como reacciones y operan con el olor, y otras con distintas sensopercepciones, como son las del sonido, el color, el sabor, las percepciones de la forma y el movimiento, todos los cuales pueden conformar estímulos para inducir y /o producir el cortejo; de ahí que todos los órganos de los sentidos se pueden poner en juego, unos más que otros, y en función para ser atraído y/o atraer, provocar y/o producir la (s) acción (es) correspondiente (s).

Deviene aquí una pregunta: ¿acaso estas conductas se heredan en la filogenia? ¿Será que en los animales funcionan los atractores fijos y/o periódicos de la física? ¿Podría ocurrir que en los animales como en los seres humanos pase lo mismo como en las moléculas, con ciertos átomos que tienen la necesidad de unirse para con Figurar moléculas más complejas y/o más unitarias o completas y/o funcionales con sus oscilaciones levo o dextrógiras? Todo esto es sólo un análisis interpretativo coherente sin validez de evidencia; lo que se intenta, es análogar con una interpretación un fenómeno físico químico electrónico, con toda la organización biológica ya definida, y con sus distintas características psico socioculturales en los diferentes niveles de la biología, para luego interpretarla en el comportamiento humano y en la identidad sexual masculina o femenina.

Debemos tener en cuenta que ha existido crisis sobre la identidad masculina y femenina especialmente en los Siglos XVII y XVIII, en Francia e Inglaterra. De hecho los franceses fueron los primeros en cuestionar el papel de los hombres, la identidad masculina y la reacción de la sociedad de su tiempo.

Durante el reinado de Enrique IV a mediados del siglo XVII se cuestionó el símbolo del autoritarismo de padres y maridos, no olvidando el sentimiento tierno platónico que tiene el hombre por la mujer y no lo contrario.

Lo habitual era que la mujer paría, era nodriza, se ocupaba de su hijo, lo educaba hasta cuando se pudiera independizar siguiendo las costumbres antiguas romanas y helénicas.

Pasaron los siglos y llegado el Siglo XVIII marido y mujer trabajaban hombro a hombro; sin embargo la mujer, tenía que realizar el papel de esposa, madre, ama de casa y el hombre el de trabajador encargado de buscar el alimento; estos modelos provenientes de siglos y milenios anteriores, trascendieron a siglos posteriores; aún hoy vemos sociedades en pleno Siglo XXI en las que todavía una minoría de las mujeres continúan ese patrón. Para algunos parecería que la sociedad vuelve a los patrones antiguos; sin embargo, la observación es que la explosión demográfica, la industrialización y la globalización especialmente en los países industrializados tiende a que la mujer debe ocuparse al igual que el hombre de las responsabilidades laborales, económicas y del hogar.

La Mano de Dios de Rodin

Rodin, La Mano de Dios“La misma conciencia tiene sus límites de libertad puesto que nadie es consciente a todo momento, ni todo es susceptible de conciencia, más cuando a cada momento está presente el funcionamiento mental inconsciente, individual y colectivo. La conciencia es otra posibilidad más que se pone en juego con el conocimiento de ser consciente de ella”.

Guillermo Sánchez Medina

Cuando llegamos a las sociedades industriales a mediados del Siglo XIX, la estructura familiar imprimió nuevas características; el padre se convirtió en un personaje lejano y quien encarnó la autoridad del hogar fue la madre, haciéndose a la vez cargo del mundo afectivo y moral; el padre se convirtió de árbitro definitorio o juez; de ahí el dicho de la madre al hijo: se lo diré a tu padre. Más adelante vendría la defensa del Estado por la infancia, los jueces de menores, las asistentes o visitadoras sociales que dirimen conflictos.

No podemos negar que en los Siglos XVII, XVIII y XIX, a raíz de las culturas provenientes de las instituciones aristocráticas con los imperios y los reinados, se prohijó por una delicadeza exquisita, que llegaba a una Figura feminista y que trascendió a la alta burguesía refinada en forma feminoide después de haber pasado por guerras, conquistas y colonias que los vasallos de la corona realizaron en las diferentes áreas geográficas demostrando así su virilidad. Todo esto se cristalizó en el Siglo XIX, y la familia fue rigiéndose de acuerdo con los parámetros de la realidad en que el hombre trabajaba, la mujer cuidaba el hogar, los hijos iban al colegio y cuando se podía a los ocho y diez años iban a instituciones especializadas, aún a países extranjeros para aprender otras culturas, otros idiomas, y al adolescente se le reforzó con el paradigma ya no de ir a la guerra, sino de ser el individuo destacado en los juegos deportivos y así también su virilidad.

En el Siglo XXI lo que observamos más en la Comisaría de Familia, son las denuncias de los actos violentos y entre ellos están los del abuso físico y sexual entre mayores o de estos a los niños; sin embargo, no siempre ocurre y las denuncias solamente se quedan en el silencio.

Debemos ser conscientes de cómo la familia del Siglo XXI está cambiando, y la estructura familiar de unidad, de techo, mesa y cama, está resquebrajada; las parejas se divorcian fácilmente y se construyen nuevas parejas; como consecuencia los hijos tienen dos casas, dos hogares, dos autoridades, dos habitualidades, dos modelos de familias para la identificación, pero una sola televisión; es aquí en la imagen de la televisión donde aparece el distractor de la disociación causante de la angustia y soledad; el niño se refugia en ella y busca expresar sus tensiones y agresiones a través de las imágenes proyectadas o en núcleos de individuos de su edad con las mismas problemáticas de la identidad. Aquí nos podemos preguntar: y el hombre padre en el Siglo XX y XXI ¿dónde está, dónde está la familia? No será también que la violencia cruel como una respuesta de no tener, y la falta de la familia tiene una respuesta; es decir, en cambio de construirse la familia se destruye.

¿Cuál es el futuro de la sociedad y el primer grupo la familia? La autoridad padre está representada por un mediatismo que controla las mentes de los sujetos sin poder llegar al proceso formativo en la relación padre madre hijo, y así a su propia identidad, algunas veces observamos que el padre actúa los dos roles de padre y madre, juntando la autoridad combinada con la ternura; ocurre en ocasiones que los niños se infantilizan o demoran la maduración porque el padre satisface él mismo la carencia de madre. Podemos concluir que ha existido crisis de la masculinidad y una reivindicación de la feminidad, esto último se puede observar ya en el Siglo XX, no sólo obtuvieron el derecho a votar, sino a estudiar, a ser profesionales en muchos campos como doctoras, abogadas, políticas, grandes administradoras y a no renunciar al papel de mujer, y ser menos sometida y sí más participativas en todas las expresiones de la sociedad, llegando a ocupar altas posiciones gubernamentales como ser la de Presidente de Naciones o primeras ministras; así lo vimos en Argentina con Eva Perón, o en Israel con Golda Meir y Margaret Thatcher en Inglaterra o Indira Gandi en la India o actualmente con Angela Merkel en la cancillería Alemana o lo que se espera de Hilary Clintton, Michelle Bachelet en Chile y Cristina Kirchner la última en la Argentina, y tantas otras que ya han pasado a la historia. El mito de la mujer sometida quedó sepultado, sin embargo, no ocurre lo mismo en sociedades subdesarrolladas, y en aquellas con leyes islámicas en donde la mujer se le considera inferior y debe caminar atrás del hombre. En todo esto se ve la gran lucha de la mujer para participar más en la sociedad y también por la liberación sexual. Viene aquí una pregunta ¿acaso la mujer de hoy día nace más masculina y el hombre más femenino? La respuesta es negativa, y no se debe generalizar.

Actualmente el mundo está contaminado por los paradigmas de los grandes héroes del cine y la televisión, actores que representaban los legendarios por ejemplo: el o los cowboy (s) (Gary Cooper, Sylvester Stallone, Arnold Schwarzenegger (Terminador), Tarzán cedió paso a Fantomas, Batman, hasta llegar a James Bond y Robocot; las mujeres a la vez crearon el mito de la mujer maravilla, la mujer hechizada, sin embargo, la mujer tomó el camino de lo erótico y así aparecieron Brigitte Bardot y hasta llegar a las últimas modelos Claudia Schiffer, y tantas otras actrices y cantantes que exhiben sus movimientos de cadera en forma seductora, voluptuosa y erótica para cautivar (ejemplo: Shakira); las mujeres en su gran mayoría anhelan de alguna manera realizarse una transformación en un cambio extremo (cirugía plástica); buscando en alguna forma ser semejantes al paradigma ya sea la reina, la princesa, la modelo de moda, la que es más admirada en pantalla, etc. Esta corriente afecta también a los hombres con el paradigma del «metro sexual», del hombre bello o simplemente del esterotipo del macho merecedor de la admiración femenina. Entrando así en la comercialización de los sexos.

El lector a estas alturas pensará si el hombre no necesita un equilibrio de igualdades de los sexos, y preconizar como hizo Simone de Beauvoir por una política de unisexualismo basada en la filosofía de las semejanzas y en contra de la superioridad masculina, y sí de un feminismo diferencialista. La autora Elizabeth Badinter en su obra ya citada, se refiere a que el sistema patriarcal engendró un hombre mutilado incapaz de lograr la reconciliación entre X y Y, y su herencia paterna y materna. Construir la masculinidad incluía diferenciarse.

No estoy de acuerdo con estos conceptos, por lo contrario equivaldría a decir que la unidad o completad sería igual a ser XY; en la Y está la diferencia. Aquí nos encontramos que la igualdad no existe, más sí la semejanza, y más bien, la necesidad y el deseo de ser, tener y hacer; lo que no se es, es por que no se puede tener y hacer; es decir, el tener y hacer además del estar determinan el ser y la existencia; dentro de este contexto se es XY o XX como opuestos lo que equivale a que se tiene ese tipo de cromosomas. La diferencia de los sexos no se construye, sino nace y luego se reforma, restaura, reconstruye, cambia o simplemente se complementa y se realiza como ser, lo que se hace es buscar la satisfacción en el sexo por el cual se es atraído. La mujer desea y pide que el hombre sea tierno, cariñoso, delicado y que aparezca en él la parte femenina; si el hombre es agresivo, activo, rebelde, la mujer lo rechaza, y si esa conducta es con el hombre, la mujer lo desea y aprueba por que lo deseado es la fortaleza, y vencer a su contrincante del mismo sexo es el anhelo. He ahí la contradicción; sin embargo, si el hombre es afeminado con la mujer o con el hombre, la mujer lo rechaza rotundamente; he ahí las aceptaciones función antes y complejas de la mujer. Conozco niños de tres años (varones y mujeres) que rechazan al hombre afeminado o a la mujer masculina (macho).

Otra forma de contemplar al ser humano en su sexualidad, es en la defensa de su identidad, ubicándose en las posiciones machistas o feministas; ambas pueden ser manifestaciones contrafóbicas o antifóbicas aliándose con el perseguidor hombre o mujer. Aceptemos que los seres humanos tienen una multisexualidad o mejor una bisexualidad (por la diversidad de identificaciones que manejan) y que en algunos momentos se manifiesta más que otra, por que emerge del mundo interno la esencia de las tendencias y características de ambos sexos. Ocurre también, que el hombre o la mujer no acepta su identidad sexual pudiendo ser ésta homosexual, de ahí que ocurran con frecuencia los suicidios por ansiedad y culpa y por pérdida del sentimiento de sí mismo; así ocurrió con el suicidio de los escritores Weininger, Hemingway, Otto Gross. ¿Qué ocurre en el fondo? ¿Acaso es el rechazo al alma femenina? o ¿al seno materno?; ¿qué es el alma femenina?; ¿Es igual a la ternura, a la sensibilidad, a la pasividad, a lo delicado o fino? La repuesta es negativa por que aquellas son cualidades o características de la personalidad (alma) y no de la actividad sexual; más aún cuando el hombre tiene las mismas necesidades que la mujer o viceversa, sólo que con predominancias de acuerdo con las circunstancias. De todo se colige que hombre y mujer tiene cada uno de cada cual.

De acuerdo con lo anterior podemos ver todo un proceso complejo para la adquisición de la identidad sexual, social y psicológica con semejanzas y diferencias pero con comunes denominadores, por ejemplo el de la necesidad de diferencia, de lo que se debe y no se debe hacer, y de lo que es propio de sí mismo y del otro sexo. De ahí a tener en cuenta lo modélico que hace parte de la identidad, pero no es la esencia; es lo aprendido, lo que debe ser, hacer y tener y está determinado por la educación, el medio ambiente más no, por la biología. Si bien algunos filósofos como Spinoza se refieren a cómo toda determinación es una reacción, pienso que es de lo excluido y/o seleccionado por la naturaleza; no se niega que exista, más no se incluye en el todo como un todo. Esto es referido a la parte masculina y femenina que hace parte del ser.

Revisando los autores que se preocupan por esta temática se nota una tendencia a dar importancia al medio ambiente (el entorno) educación, aprendizaje, y, si bien la diferenciación es biopsicosocial, ya existe desde las primeras semanas del embrión en la determinación XX y XY. Desde el punto de vista biológico está bien determinado el XY en el hombre y el XX en la mujer, más no en el sentido de la relación psicológica en el vínculo madre, bebé; esto es primario y pertenece a las relaciones vinculares madre feto, y a las identificaciones primarias que el bebé hace con ella; por lo tanto, es inestable, porque para poder identificarse con la imagen del padre se requiere la presencia más directa con él, sin embargo, la observación al revés nos indica cómo aquel bebé se identifica con el padre desde muy temprana edad, pudiendo desear la relación y la identificación con aquel, más aun cuando ya viene determinada por la herencia. Es cuestión de una estructura, y del desarrollo procesal de todos los mecanismos, y psicodinamismos que se interrelacionan para volverse en uno idéntico.

En el Siglo XXI, después del primer quinquenio, nos encontramos con residuos de las herencias psicológicas del Siglo XX, que marcaron las generaciones en diferentes áreas geográficas por la brutalidad, la crueldad, la violencia hacia los niños y discriminadamente por la segregación racial o étnica, religiosa y aún de género, a la vez que se ha utilizado a la niñez como balas de cañón; en realidad los que han ido y van a la guerra son los jóvenes mayores de 18 años; sin embargo, se reclutan infantes desde los 6 a 7 años para ser integrados a las guerrillas, las autodefensas, el narcotráfico o a las labores del campo o a las minas.

Esto que es actual, ha ocurrido a través de los milenios; es ahora cuando a los niños no solamente se les abandona al arbitrio de la pantalla de la televisión en donde se escenifican las más agresivas y violentas acciones persecutorias; es así como se acaba el diálogo entre los niños y los adultos, puesto que estos últimos requieren tiempo para trabajar y cuando llegan al hogar lo hacen cansados y desean relajarse de la cotidianidad estresante; el refugio recae en la televisión; ¿cuáles son las imágenes que se visualizan?. Éstas se refieren a temas de violencia cuando no a los llamados reality o reinados; de tal manera que ¿cuáles son los modelos de identificación del infante y del adolescente?; la respuesta es obvia; más aún, las identificaciones son con estas imágenes creadas para vender, y lo que se vende es el temor, el terror, el sadismo, el masoquismo, la crueldad, la muerte y el erotismo que en ocasiones es agresivo o violento.

Observamos también, cómo los niños se vuelven hiperactivos y agresivos, puesto que existe una sobre estimulación, más cuando se le suministra juguetes de espadas, de rayo láser o juegos persecutorios y de eliminación al enemigo en la pantalla. Es así como se matan las fantasías, los sueños, la ilusión y la creación del niño, y se le estimula la ambición, la conquista, el deseo de ser héroes; así le inunda de mensajes de este tipo; es así también como la muerte en los monitos animados es obvia, y se determina en no darle importancia y trascendencia por que es una consecuencia real. Aceptémoslo o no, el niño de hoy está cada vez más solo, y más cercano a la tecnología, al ampararse y refugiarse en ella con las imágenes, sonidos, etc.

Nos preguntamos ¿cómo serán los niños del Siglo XXI? ¿Cuáles son los paradigmas, la identidad sexual y social, las esperanzas, los objetivos y por ende el futuro? La respuesta reside en el análisis concienzudo de los sociólogos, psicólogos, psicoanalistas, psiquiatras, pedagogos de niños y adolescentes.

Algo que merece ser mencionado aquí, es que los niños de ahora son más despiertos, menos inhibidos y más informados, pueden y podrán manejar mejor la tecnología y la informática; esperemos que sea para una mejor cultura, formación y conocimiento en pro de unos ciudadanos de bien.

Sabemos por la misma lógica científica, que los términos objetividad y subjetividad pertenecen más a la filosofía, y tienen una herencia de usos contradictorios y de discusiones interminables y nunca concluyentes.

La misma objetividad de los enunciados científicos, descansa en el hecho de que pueden contrastarse intersubjetivamente: lo subjetivo también puede servir a razones objetivas como causas subjetivas desde el momento en que reflexionamos sobre ellas y nos convencemos de su congruencia.(7) En el psicoanálisis investigamos, descubrimos y analizamos en esa unidad de comprensión subjetiva-objetiva. Ella es nuestro objeto de estudio. Objetivada la comprensión ella misma deja libre la función subjetiva. Es importante tener en cuenta que en dicha unidad existe un abanico abierto de posibilidades de exploración y de observación.

Sin embargo, el psicoanálisis no intenta dar una sola explicación del universo y de todos los problemas humanos, más aún, no tiene la capacidad de dar una concepción del mismo. Es tan sólo una parte de la ciencia que estudia un aspecto del ser: la mente.

La mente, además de dar cuenta de sus limitaciones en el conocimiento de la verdad, y de la realidad exterior, debe en primer término tratar de explorar la realidad interna, el mundo o universo interior, deshaciéndose de la ilusión que a cada paso la acecha. Otra cosa es tratar de engañarse mediante la ilusión mágica, con el deseo de poder encontrar el todo en el universo o en la visión y comprensión cosmológica.

Pienso que el universo es un movimiento energético de la materia en un espacio infinito, regido por leyes.

El hombre puede tan sólo limitarse a reflejar lo que se pone a su alcance, mediante sus puntos de vista (modelos), que son móviles y cambiantes; estos modelos integran un conjunto de conocimientos de la unidad cuerpo mente sociedad o medio ambiente.

Existe también la posibilidad de realizar el análisis del por qué la temática a discutir, y del por qué en parte de la sociedad actual y en occidente en especial, se está debatiendo el tema sobre la posibilidad de que exista (de hecho ya existe en varias ciudades o países el matrimonio entre homosexuales) el matrimonio entre los homosexuales y así mismo el temor y el deber que embarga al ser humano por sus diferentes motivaciones y atracciones provenientes de la naturaleza biológica o genética.

Deseamos encontrar una síntesis y unas conclusiones, para luego hallar normas que pauten las creencias y conductas más allá de la fantasía. Para el desarrollo de esta temática, traigo un contexto mítico-histórico, en donde se observa la identidad sexual dentro del pensamiento cultural, algunas observaciones y consideraciones generales sobre la teoría de los instintos y sus destinos, incluyo temas relacionados con la física cuántica, los mecanismos de sublimación, el concepto de anormalidad y normalidad, el concepto de los espacios mentales, para así poder llegar a las ideas básicas de lo que se entiende como identidad y sexualidad, las raíces de la identidad, el concepto de identificación, lo sexual y la sexualidad, las expresiones sexuales, la relación sexual, lo femenino y lo masculino, las primeras identificaciones, el narcisismo y la sublimación, la función reproductora femenina, la sublimación, la maternidad y paternidad, el trastorno o desorden de la identidad, los diferentes fenómenos y procesos para producir el desarrollo de la misma. Traigo los conceptos de condición y orientación sexual. También se describen las diferentes edades y la edad sexual, el concepto de normalidad y anormalidad, la homosexualidad, los aspectos anatómicos y genéticos, el narcisismo en la homosexualidad, la homosexualidad masculina y femenina y algunas consideraciones e interrelaciones, entre fenómenos con respecto a la paternidad, la maternidad, la familia, las relaciones vinculares afectivas y/o erotizadas o sublimadas, las tendencias creativas y artísticas, el libre albedrío, la igualdad, la libertad, la justicia, la norma y la paz; para terminar se hará unas breves consideraciones generales en las cuales se incluye la experiencia profesional propia, de más de medio siglo, como también algunos conceptos jurídicos, morales y religiosos pertinentes al tema.

El lector tendrá que deshacerse de prejuicios, y entrar en el campo de la tolerancia y aceptación del otro, de sus necesidades, deseos, atracciones naturales, con una perspectiva de libertad y orden sociopsicológico, en la cual se incluye la aceptación de la naturaleza, en la que no se vulneren los derechos, los deberes, las posibilidades y límites de cada individuo imperando una consciencia y una ética, que nos de libertad dentro de las limitaciones de nuestra conciencia colectiva.

Así las cosas, se fueron conformando múltiples terapias psíquicas, se suprimió la categoría de desorden o trastorno sexual a la homosexualidad; de tal forma que la ansiedad se rebajó en intensidad provocando una aceptación del sujeto a su propia identidad, y así se llegó a lo que vulgarmente se llama salir del closet. Inicialmente a los individuos homosexuales se les dio eufemísticamente el nombre de «anormales», «raros», «perversos», «diferentes», luego se les denominó afeminados, y en inglés «queers» (raros) para pasar a decirles «gays» o alegres. Nótese que en inglés a una pareja heterosexual feliz también se le llama «queers».

Hasta la década de los años 90, se ocultaban y se congregaban socialmente en sitios de reunión más discretos los cuales eran por general las galerías de arte, bares unisexo; las palabras vulgares de marica, cacorro eran comunes; hoy día lo que cuenta es estar en «ambiente» y hacer la rumba. Sin embargo, los pacientes siguen tocando a la puerta de psiquiatras, psicoanalistas y psicólogos en búsqueda de orientación y cierta tranquilidad. Las investigaciones biopsicosociales y genéticas proliferaron en búsqueda de respuestas para llegar al Siglo XXI a una posición de aceptación, tolerancia y convivencia con la homosexualidad manifiesta, buscando y defendiendo la igualdad en los derechos civiles en los que desean conformar una familia o vivir en pareja.

Aún más, por los años cincuenta ya existía una tendencia al destape de la sexualidad y con ello de la homosexualidad poniéndose como se dice de moda in e intelectual; el destape se veía en las playas del mediterráneo con el famoso bikini o las calles parisinas con los besos y los abrazos que inundaban la románticas avenidas o callejuelas.

Con todo ello se convertía la homosexualidad y el amor libre en algunos medios como la moda intelectual, existencialista y algo semejante a lo que ocurrió a finales del Siglo XIX y principios del XX en Europa con la tuberculosis, quien la padeciera era considerada persona interesante, inteligente, intelectual, artista y aún elegido. Estos fenómenos socioculturales se fueron presentando en novelas, en el cine y en la televisión; los personajes llegaron a ser paradigmáticos, algunos encarnaban la libertad y la intelectualidad y por ende algo importante y fuera de lo común; era otra identidad que podría distinguirse.

Podemos concluir, que los tiempos cambian, y así mismo, los valores y la comprensión profunda del ser humano en su esencia y existencia.

Referencias Bibliográficas

1. García Valdivieso G. Los derechazos de la izquierda, sus dirigentes han actuado contra los homosexuales. Periódico El Tiempo, 21 de diciembre de 2005. pág. 1-27.
2. Noiray A, et. al. Filosofía. De Hegel a Foucault. Bilbao: Ed. Mensajero. 1974.
3. Lipovetsky G. Los tiempos hipermodernos. Editorial anagrama 1983. Madrid España.
4. Badinter E. XY La identidad masculina. Editorial Norma 1993. Santa Fe de Bogotá, Colombia
5. Eco y Narciso de Nicolas Poussin. Tomado de www.geocities.com/mitología/elektra2
6. La Mano de Dios de Rodin. Tomado de www.agendadereflexión.com.ar/2004/11
7. Popper K. La lógica de la investigación científica. Madrid: Editorial Tecnos. 1971.


1 Apartes del libro Identidad Sexual, publicado en 2006 por la Academia Nacional de Medicina.
* Miembro Honorario de la Asociación Colombiana de Psiquiatría, Médico, psiquiatra psicoanalista, miembro de Número de la Academia Nacional de Medicina de Colombia y del Instituto Colombiano del Sistema Nervioso. Profesor Honorario de la Universidad El Bosque.

Correspondencia: guillermosanchezmedina@yahoo.es
Recibido: julio de 2007
Aceptado para publicación: julio de 2007
Actual. Enferm. 2007;10(3):34-41

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