Personas con Diabetes Tipo 1 y su Contexto
El niño afectado por diabetes no entiende completamente el significado de su afección. La vive de una forma pasiva aunque se da cuenta que cambia de manera activa su vida.
Se presentan sentimientos de temor ante lo que no puede comprender.
Los padres son los que tiene la gran responsabilidad del control de la diabetes durante esta etapa.
En la preadolescencia el niño puede sentir que es diferente a quienes lo rodean ya que ha logrado cierta independencia gracias al colegio y a sus amigos.
La aparición del a diabetes puede promover nuevamente la dependencia y la sobreprotección por parte de los padres quienes, al contrario, deben transmitir mayor seguridad al niño con paciencia y firmeza.
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La llegada de la diabetes a la vida de un adolescente puede provocar sentimientos de rabia que proyectará a su entorno provocándole problemas de conducta. En algunos casos, la total indiferencia frente al cuidado de su deficiencia ignorando todo lo que esto implica.
La reacción frecuente de los padres es abandonar al adolescente a su suerte, obligándolo a que se haga cargo de si mismo. No estando preparado para ello, aunque su tamaño y su contextura física lo hagan parecer grande.
El adulto joven está construyendo sus proyectos, planea formar una familiar, estudiar, trabajar y siente miedo de a que este futuro se trunque a su vulnerabilidad.
El camino a seguir será la autoevaluación, aceptación adecuada de su realidad y la utilización de fortalezas personales disponibles para convivir con la diabetes en armonía.
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