Microanatomía Quirúrgica del Seno Cavernoso, Resultados
Resultados
De los 25 especímenes que se disecaron se encontró solo en 4 de ellos el triangulo Superior a 5 mm de la punta del apófisis clinoide anterior medido con una línea recta perpendicular desde el reparo anatómico referido (16%), en el resto de los especímenes se encontró el triangulo de Parkinson (86%) –Tabla 3- (cuyos límites han sido referidos ampliamente en la primera parte), y siempre que se accedió a dicho triangulo se halló :el tronco meningohipofisiario, la porción C3 –horizontal- de la arteria carótida interna intra cavernosa y el sexto par. -Tabla 2-.
Cuando se encontró el triangulo superior, la arista posterior -ancho del triangulo-, era menor de 4.1 mm, ( promedio de 3.47 mm) Tabla 1 y 2.
En promedio la altura de la fosa media desde la apófisis clinoide anterior fue de 13.89 mm. Tabla 1.
Las medidas promedio del triangulo de Parkinson fueron: (promedios tomados de la Tabla 1) – las medidas de los nervios fueron realizadas tomando como parámetros una línea perpendicular al piso de la fosa media que cae desde la punta del apófisis clinoide anterior, desde dicha línea, se midió la longitud de los pares involucrados hasta su intersección con otros pares formando los triángulos-
Cuarto par (lado a): 12.53 mm
Nervio V 1 (lado b): 10.07 mm
Ancho (lado c): 5.3 mm
Encontramos también en promedio que la distancia desde la cara interna del apófisis clinoide anterior y la cara medial de la emergencia de la arteria carótida interna de subclinoidea a supra clinoidea fue de 8.93 mm (Tabla 1).
Se tomaron también como referencia las medidas en el eje anteroposterior del cráneo y el transverso medido sin el grosor del diploe ( de cara endocraneana a cara endocraneana) como parámetro de comparación. (Tabla 1).
Discusión
El abordaje de lesiones al interior del seno cavernoso siempre ha ofrecido al neurocirujano un grado importante de dificultades, por la cercanía de los pares craneales entre sí, y por el gran numero de estructuras halladas en esta zona anatómica de menos de 2 cm cúbicos. (14, 17, 18, 21, 22, 23, 24, 25, 26 27, 28, 32, 33, 34, 35, 36, 39, 43, 44, 45, 46.). El conocimiento de las distintas estructuras que constituyen la pared del seno permite al neurocirujano utilizarlas como una ventana para acercarse a una estructura en especial y no a otra.
Con esta visión es que hemos hecho nuestro trabajo, el de abrir una ventana que nos ofrezca la posibilidad de entrar en contacto con el mayor numero de estructuras criticas y evitar que dicho abordaje cause más complicaciones que la patología misma.
La ventana a la que nos referimos es el triangulo de Parkinson, (37, 38, 40, 41, 42) el cual fue escogido dentro de las 11 opciones descritas por distintos autores (Fukushima, Dolenc ,etc. “15, 16, 19, 20”) porque es el que en nuestro estudio anatómico nos permitió visualizar la porción transversa de la carótida interna (y por tanto posible vía de acceso para aneurismas saculares de dicho segmento, y aneurismas de hipofisiaria superior inferolaterales,) el tronco meningohipofisiario (aneurismas de dicho segmento) y el sexto par al igual que la cadena simpática (neurofibromas y schwanomas) sin contar que en este triángulo, la duramadre solo tiene una cubierta (y no dos como en los otros triángulos). ( 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13).
La duda que nos embargaba era si el espacio de dicho triángulo era optimo para acceder a ese grupo de estructuras intra cavernosas y ,que parámetro podría ser útil usando anatomía macroscópica para acercarse a dicho triangulo, decidimos utilizar el apófisis clinoide anterior y evaluar a través de la altura desde dicho reparo hasta la fosa media con una línea imaginaria que descendiera desde su punta, perpendicular al piso, y encontramos que a 5 mm del apófisis clinoide en esta línea, se halla el triangulo de Parkinson en el 86% de los especímenes y en el 100% de dichos triángulos se encontraron los elementos referidos anteriormente.
Solo en el 14% se encontró el triángulo superior; y cuando a este se llegaba, ninguna de las estructuras referidas eran localizadas.
Hay que tener en cuenta que este estudio no incluyó patologías que deformaran la anatomía habitual del seno, lo que hace suponer que nuestro parámetro podría emplearse cuando la patología a intervenir no modifique mayormente el tamaño habitual del seno, o que sean netamente intra cavernosas, ó cuando las estructuras de la pared del seno se mantienen en la misma posición a pesar de la patología (e.g. algunos meningiomas que nacen de la pared lateral del seno).
Sabemos que para hacer una recomendación quirúrgica se necesitan mas especímenes de disección, pero este trabajo puede ser un buen inicio para la continuación de futuros estudios que tengan en cuenta deformidades a la anatomía normal, o variedades en los diámetros transverso y antero posterior del cráneo que al fin y al cabo son factores que modifican alturas y distancias de porciones mas especificas en la bóveda craneana
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