Bulimia, Adicción Alimenticia y los Colores de las Frutas

Bulimia, Food Addiction And Food Cues

Daniel Jácome Roca, MD1
Alfredo Jácome Roca, MD2

Resumen

Los bulímicos son adictos a los alimentos por dos mecanismos posibles: uno, que perciben en forma desmedida las señales subliminales multisensoriales enviadas por los alimentos (el color rojo de la fruta se percibe con más intensidad, por ejemplo). El segundo puede radicar en que los bulímicos sufren de untrastorno en la liberación y/o señalización cerebral de las hormonas de la saciedad alimenticia provenientes del tracto gastrointestinal y del tejido adiposo como la GH-RELINA y la LEPTINA. Este artículo también resume las alteraciones endocrinas en la bulimia, además de las características de los pacientes con trastornos alimenticios como la bulimia nerviosa, la anorexia nerviosa y la enfermedad de las “comilonas compulsivas”.

Palabras Clave: Trastornos de la alimentación, saciedad, neuropéptidos/apetito, señalizaciones visuales y aromáticas

Abstract

Bulimic patients are food-addicts, through two posible mechanisms. One, these persons magnify multisensensorial subliminal signals, sent by foods (i.e., red color of a fruit is perceived with greater intensity). Two, bulimics have a disordered release and/or signaling of brain-gut hormones and adipose-tissue hormones participating in saciety, such as Gh-relin and leptin. This paper includes brief remarks on endocrine dysregulation seen in” bulimia nervosa”. Also, it presents features of eating-disorder patients, such as those suffering from bulimia nervosa, anorexia nervosa y “binge-eating” disorder.

Key Words: Eating disorders, satiety, neuropeptides/ appetite, visual food cues/odor cues

El Color de la Fruta Prohibida

¿Por qué Eva le ofreció a Adán una manzana bien roja, madura y apetecible? Precisamente por eso: porque era apetecible a los ojos del primer hombre. Él reconoció visualmente su color, textura, simetría y consistencia y hasta tal vez olió su aroma; la manzana madura le envió un mensaje: “estoy lista para consumo inmediato”. Es como si las frutas vinieran con su publicidad incluida. Las frutas envían a los animales y a los humanos mensajes subliminales con el objeto de que las consumamos. ¿Para qué? Las plantas por medio del consumo de sus frutos logran la diseminación geográfica de sus semillas a terrenos más fértiles, ya que animales y humanos dispersamos, en condiciones naturales, sus semillas contenidas en la materia fecal. ¿Qué beneficios obtenemos? Las frutas y alimentos contienen nutrientes múltiples generalmente indispensables para nuestra supervivencia. Y las plantas nos lo comunican en muchas formas. Nosotros aprendemos temprano sobre la apariencia visual de los frutos que están listos para su consumo, que nos suministrarán los nutrientes esenciales, al tiempo que nos garantizan que son totalmente saludables.

La Leyenda de la Manzana

El momento de la tentación la legendaria escena de Adán al aceptar la fruta prohibida- ha inspirado a artistas y escritores por siglos. Pintores como Alberto Durero, Rubens, Lucas Cranach (El viejo) y otros, dibujaron jugosas manzanas rojas como el fruto prohibido del árbol de la ciencia del bien y del mal. Milton expresó su idea poética de la manzana en “El Paraíso Perdido”. Realmente dicha idea es sólo una leyenda ya que en el libro inicial de la Biblia (Génesis 3:3) sólo se nombra “la fruta del árbol que está en medio del jardín”. Podría haber sido cualquier fruta ofrecida por el astuto reptil la que hubiese tentado a la primera mujer, pero Eva, la serpiente y la manzana forman uno de los grupos iconográficos más populares de la cultura occidental. Según David Wallechinskey (1) la interpretación de la manzana parece haber tenido origen en la traducción al griego del Antiguo Testamento, realizada por Aquila Ponticus en el siglo II.

En su versión del canto del rey Salomón, traduce el versículo que dice “Me alcé contigo bajo el árbol de manzanas: allí tu madre te trajo hacia adelante”, como “Me alcé contigo bajo el árbol de manzanas, allí fuiste tú corrompido”. Dado que “corrupción” sugería la fruta del génesis, la manzana pronto se convirtió en la culpable en la imaginación popular. Este fue un caso de mala traducción que se convirtió en falacia.

El psicoanalista Guillermo Sánchez Medina (2) piensa que “no se puede aclarar este punto a través de los pintores o escritores que hacen interpretaciones oplasman sus imágenes. En su obra “Ciencia Mitos y Dioses” se extiende en explicar el porqué de los mitos, las finalidades y las personificaciones, el problema de la verdad y la mentira y el temor a la verdad.

Mensajes Visuales y Aromáticos

Utilizamos sin embargo el mito de la manzana como ilustración neurofisiológica. El mensaje visual de las plantas tiene un propósito adicional al de invitar al consumo de sus frutos. Las flores cobran apariencia inesperada con el propósito de atraer insectos que normalmente polinizan plantas pertenecientes a familias ajenas o distantes. Hay plantas, como el caso de la orquídea Dracula chestertonii -nativa de los andes colombianos- cuyas flores cobran la apariencia de los frutos de los hongos, con el objeto astuto de reclutar las moscas que normalmente depositan sus huevos en ellos.

Los insectos depositan sus huevos en las flores de la orquídea, bajo la falsa impresión de que la flor de la Drácula contiene en efecto un hongo. Por otro lado, el hongo Uromyces pisi infecta a la planta Euphorbia cyparissias, induciendo pseudoflores. Estas flores adulteradas están constituidas por hojas amarillas que crecen en forma de una roseta densa colorida. La roseta viene equipada de néctar como la flor natural, pero en verdad contiene los gametos del hongo infectante. Los gametos que destilan un aroma específico del hongo (diferentes hongos destilan diferentes aromas de acuerdo a su necesidad ecológica), son transferidos sin saberlo por los insectos que se alimentan normalmente de las flores reales de la Euphorbia. De este mimetismo aromático se aprovechan los fabricantes de perfumes para su propósito comercial (3).

Por otro lado, las plantas responden a los ataques de los herbívoros con la liberación de compuestos orgánicos volátiles que pueden atraer artrópodos de predatorios o repeler a los herbívoros; de esta manera sirven como un mecanismo de defensa. Estos compuestos volátiles pueden también ser percibidos por plantas vecinas, la que ajusta su fenotipo defensivo de acuerdo al riesgo de inminente ataque (4).

Es importante hacer énfasis en que el color de la frutas nos ofrece igualmente información visual que se percibe a nivel inconsciente y que se traduce en detectar si la fruta o el vegetal es o no apetecible, y como tal contiene valor nutritivo.

El tomate maduro por ejemplo, contiene carotenoides, pigmentos utilizados en la captura de fotones y que tienen efecto anti-oxidante. El beta caroteno es precursor esencial de retinol, retinal y ácido retinoico, todos ellos indispensables para la buena visión. Los carotenoides poseen a su vez un sabor apetecible facilitando así el aprendizaje multisensorial al que nos referimos antes y que nos garantiza nuestra supervivencia (5). Las plantas y los frutos sintetizan cientos o incluso miles de agentes volátiles que nos permiten a nivel inconsciente “leer” su contenido bioquímico (6).

Este contenido bien puede ser de orden nutricional (debemos consumir esta fruta) o bien puede ser de orden tóxico (debemos evitar a toda costa ingerirla). Los agentes volátiles se huelen y se saborean al tiempo que percibimos visualmente su origen físico (una manzana madura, como en el caso de Adán). El valor nutricional y la ausencia de toxicidad alimenticia en esta integración multisensorial inicial, la corroboran a posteriori señales generadas por sensores emplazados en nuestro tracto gastrointestinal, que son enviados por nervios autonómicos viscerales al tallo encefálico, donde se encuentra el centro (protector) del vómito.

¿Por qué los Humanos vemos mejor de lo que Olemos?

Los olores son substancias químicas que activan receptores específicos emplazados en las cilias del epitelio olfatorio. Los receptores se acoplan a proteínas tipo G que estimulan la adenil ciclasa que resulta en la síntesis de AMP cíclico. Este último facilita la despolarización de la membrana celular olfatoria con el ingreso de calcio. Esto a su vez resulta en la apertura de canales de cloro con el consiguiente egreso del anión y la despolarización sobreagregada de la membrana celular. Finalmente, el ciclo se amortigua y se suspende con la supresión en la síntesis de AMPc cuando la concentración intracelular de calcio llega a un punto crítico que revierte el proceso. La señal se amplifica dependiendo del número de moléculas proteicas tipo G que activan cada receptor individualmente.

La amplificación de la señal olfatoria es mínima ya que el tiempo de acción de la sustancia odorífera es muy breve. En contraste, la señal visual se amplifica sustancialmente ya que un fotón activa simultáneamente muchas proteínas G (“transducinas”) en los bastones retinianos, debido a la larga vida de las moléculas de rodopsina, las cuales son fotoisomerizadas (7).

Aunque esto mismo ocurre en los animales, pues –al contrario de lo que ocurre en los humanos– ellos huelen mejor de lo que ven en muchos casos, gracias a la convergencia de impulsos odoríferos del mismo tipo que se implementan en su glomérulo olfatorio lográndose que muchos estímulos de corta duración se sumen y superen a pocos estímulos de larga duración como ocurre en el caso de la percepción visual. En conclusión, la percepción de los alimentos con el sentido de la visión cobra más significado en los humanos, que su percepción por vía olfatoria. Esta es la razón de por qué las feromonas son más importantes en los animales que en los humanos, que –entre otras cosas por estar erguidos– utilizan mejor la visión.

El procesamiento de las señales enviadas por los alimentos en pacientes con trastornos de la alimentación se ha estado investigando recientemente. En una revisión sistemática de las bases de datos PubMed y PsychINFO se buscaron estudios sobre estímulos alimenticios pictóricos cuantitativos en controles saludables y en pacientes con trastornos alimenticios que habían sido diagnosticados por expertos. Estos últimos presentaron reactividad a la señal ante el estímulo alimenticio. Los resultados de las imágenes funcionales sugieren una desconexión sensorial y un alto componente emocional, mientras que los datos auto-informados y la electromiografía facial muestran que las imágenes de alimentos se percibieron como menos agradables.

Paradigmas experimentales diferentes han demostrado un error de atención para las señales alimenticias en los enfermos. Sin embargo, la información de tipo psicofisiológico que hay no es concluyente, debido a problemas metodológicos y a que la integración de los hallazgos desde diferentes enfoques experimentales continúa siendo un reto en el campo de la investigación (8).


1 Profesor asociado clínico de neurología del Colegio Médico de Darmouth, Lebanon, NH.

2 Internista-endocrinólogo. De la Academia Nacional de Medicina de Colombia.

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