Epilepsia Primaria: Marco Conceptual
Generalidades
Los problemas de aprendizaje hacen referencia a la dificultad de un estudiante para aprender los contenidos curriculares propios del grado escolar al cual asiste y con un bajo rendimiento académico que se refleja en malas calificaciones [1; 2]. Son definidos por el DSM IV R (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), como “desórdenes que interfieren significativamente con actividades académicas o de la vida diaria que requieren lectura, escritura o matemáticas en sujetos con coeficiente intelectual normal” [3].
Dentro de los trastornos de aprendizaje se incluyen:
• Trastornos de la lectura
• Trastornos del cálculo
• Trastornos de la expresión escrita
• Trastornos del aprendizaje no especificados
La prevalencia de los problemas de aprendizaje en la población general es del 2-10% según la muestra estudiada, siendo el trastorno de la lectura el más frecuente [2; 4; 5].
En nuestro medio existen pocos estudios que evalúen la frecuencia de tos problemas de aprendizaje en niños escolares.
Un estudio realizado en colegios de localidades de estrato socioeconómico bajo en la ciudad de Bogotá, en el que se realizaron encuestas a los profesores y se aplicaron pruebas de habilidades verbales, memoria y visomotricidad, determinó que el 15,7 % de los niños tenían problemas de aprendizaje y un 54,7% tenían alteraciones visomotoras. [6].
En la ciudad de Barranquílla (Colombia), De los Reyes y colaboradores, evaluaron la prevalencia de las dificultades de lectura en niños escolares de cuatro colegios privados, de nivel socioeconómico medio-alto, en el que se utilizaron como herramientas de evaluación el CEPA (Cuestionario de evaluación de problemas de aprendizaje), WISC abreviado y ENI. En este estudio se encontraron que las dificultades en lectura se presenta en un 3.32% (1.03% para el género femenino y 5.26% para el masculino) [7].
Criterios Diagnósticos
Trastorno de la Lectura
Las habilidades de lectoescritura son el centro en diferentes evaluaciones neuropsicológicas para realizar la valoración del funcionamiento cognitivo, puesto que para que esta se desarrolle de forma adecuada requiere ejecución (organización y planeación), manejo simultáneo de habilidades (ortografía, vocabulario, sintaxis, puntuación, separación entre palabras, cualidades gráficas y composición del texto) para organizar los elementos del escrito de forma coherente [8].
La dislexia es el prototipo de una dificultad específica del aprendizaje, descrita desde 1896 por Morgan, quien la denominó “ceguera verbal congénita”. Se han informado factores familiares implicados en su patogenia y en algún tipo de disfunción cerebral implicados en el trastorno. Su denominación ha ido cambiando a través del tiempo, conociéndose hoy en el DSM IV como Trastorno de la Lectura.
Su prevalencia es del 5-10%, es más frecuente en varones y hasta un 40-60% puede tener antecedente familiar, sin ser este el único factor desencadenante [9].
Los criterios diagnósticos según DSM IV-R son:
A. “El rendimiento en lectura, medido mediante pruebas de velocidad, precisión o comprensión normalizadas y administradas individualmente, se sitúa sustancialmente por debajo de lo esperado dados la edad cronológica del sujeto, su coeficiente de inteligencia y la escolaridad propia de su edad. B. La alteración del Criterio A interfiere significativamente el rendimiento académico o las actividades de la vida cotidiana que exigen habilidades para la lectura.C. Si hay un déficit sensorial, las dificultades para la lectura exceden de las habitualmente asociadas a él” [3].
Trastorno del cálculo
Según DSM IV R los criterios son:
A. “La capacidad para el cálculo, evaluada mediante pruebas normalizadas administradas individualmente, se sitúa sustancialmente por debajo de la esperada dados la edad cronológica del sujeto, su coeficiente de inteligencia y la escolaridad propia de su edad.
B. El trastorno del Criterio A interfiere significativamente el rendimiento académico o las actividades de la vida cotidiana que requieren capacidad para el cálculo.
C. Si hay un déficit sensorial las dificultades para el rendimiento en cálculo exceden de las habitualmente asociadas a él” [3].
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