Trauma del Tórax, Visión Integral para su Diagnóstico y Tratamiento
Novedad Bibliográfica
Comentario del Académico Gilberto Rueda Pérez1
Autor: Alvaro Casallas Gómez
ISBN: 978-958-8443-70-6
Año: 2016
Páginas: 747
Editorial: Editorial Médica Internacional
El Dr. Alvaro Casallas, poseedor de un brillante currículo, presenta este libro ante esta distinguida audiencia con motivo de su merecido ingreso a la Academia Nacional de Medicina. Dedicaré mi presentación al análisis de este tema, por invitación del Presidente y la Junta Directiva de la Academia Nacional de Medicina.
El trauma en -particular el torácico- es una causa frecuente de mortalidad en todos los países, sólo superado por el trauma craneoencefálico, el trauma torácico puede crear muy rápidamente una condición de no sobrevida si no se reconoce o si no se revierte.
Es este el tipo de lesión que frecuentemente permite la posibilidad de prevenir la muerte por trauma. Y los aspectos sociales de las muertes por trauma y la discapacidad por esta causa constituyen un problema mayor de salud pública para prácticamente cada nación en el mundo, en especial los países de América Latina. (Vea también: Desarrollos Específicos en el Tratamiento del Trauma de Tórax)
Las revisiones en salud pública citan un parámetro de “años potenciales de vida perdidos” a partir de una larga lista de diagnósticos, enfermedades y condiciones. Para todos los grupos de edad, el trauma encabeza esta lista cuando el número de personas que fallecen o sufren discapacidad a partir de uno de estos diagnósticos se multiplica por el número de años que se esperaba que ese paciente fuera miembro activo y funcional dentro de una sociedad.
Las muertes por enfermedad cardiaca, cáncer, accidente cerebrovascular, derrame cerebral, diabetes y enfermedades infecciosas son menores cuando se utiliza esa figura de “años potenciales de vida perdidos”.
Esta figura es más funcional que los números gruesos de mortalidad para una condición dada. Así, el trauma deberá ser considerado por todos como una causa mayor de muerte y discapacidad en nuestra sociedad.
El Hospital San Juan de Dios fue fundado el 21 de octubre de 1538 y afiliado a la Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Medicina, el 31 de diciembre de 1867. La importancia del Hospital para Colombia se debe, entre otras razones, al haber iniciado la cirugía cardiaca abierta en 1958, la realización del primer trasplante renal cadavérico en 1963, tener la primera unidad de cuidados intensivos o críticos (en 1969) y lograr establecer el primer programa local para nutrición parenteral a finales de 1970.
También el San Juan de Dios ha sido reconocido como el hospital con mayor ocupación para la atención de trauma a través de su larga existencia, para Bogotá y las poblaciones vecinas.
Durante un periodo de seis años, cerca de 4,500 pacientes con trauma de tórax fueron evaluados y tratados en dicho hospital, incluyendo 446 casos con heridas o lesiones en corazón/pericardio y 298 pacientes con heridas o lesiones de aorta torácica o grandes vasos intratorácicos. Durante este mismo período se realizaron intervenciones quirúrgicas mayores a un increíble número de 963 pacientes con trauma.
El Hospital Santa Clara de Bogotá, fundado por Doña Lorencita Villegas de Santos -esposa del Presidente de la República Dr. Eduardo Santos- fue dedicado específicamente a la atención del paciente tuberculoso y allí se desarrollaron las técnicas quirúrgicas del pulmón tanto para tuberculosis y otras patologías, llegando a ser el hospital más activo y una verdadera escuela de patología respiratoria en todos sus campos.
Las secciones del presente libro incluyen algunos aspectos históricos, de anatomía y de fisiología torácicas básicas, así como referencias de epidemiología, cinemática del trauma, manejo de lesiones específicas en el tórax y sus complicaciones, cuidado individual de estos pacientes, algunas características del trauma en mayores de edad, principios y nociones en pacientes que requieren ventilación mecánica en trauma torácico y una descripción de procedimientos invasivos y abordajes operatorios para el manejo de pacientes afectados por trauma de tórax.
La ausencia de un texto redactado en español, en el cual se trata con profundidad y se actualiza el conocimiento sobre la patología traumática del tórax y que prioriza la enseñanza, la clínica, la tecnología y la capacidad resolutiva de quienes tienen la responsabilidad del cuidado de pacientes con trauma ha sido la motivación central para presentar esta obra médica que se compone de 11 secciones y 41 capítulos.
Para el Dr. Casallas fue una experiencia maravillosa retomar -después de muchos años- la elaboración de dibujos anatómicos y la preparación de imágenes obtenidas en el trabajo diario, dentro de la actividad profesional y docente.
A saber el texto se refiere a: Lesiones del árbol traqueobronquial y del esófago; lesiones de corazón y grandes vasos; lesiones del diafragma; otras lesiones traumáticas del tórax; complicaciones tempranas del trauma de tórax; complicaciones tardías del trauma de tórax; cuidados específicos en trauma de tórax; procedimientos quirúrgicos en trauma de tórax
La historia del trauma se remonta al inicio mismo de la humanidad e incluso forma parte de la medicina prehistórica.
Mediante investigaciones realizadas en fósiles animales se ha demostrado la presencia de enfermedades y de traumatismos; en especial de fracturas, algunas curadas con callos prominentes, otras con deformidad evidente y otras más complicadas con signos claros de infección ósea por osteomielitis. Algo similar parece que ocurría con el hombre de la prehistoria durante el período neolítico (10,000 a 7,000 años a.C), según hallazgos que se han reportado, relacionados con el Hombre Java y el Pithecanthropus erectus.
Se desconoce si en estas etapas primitivas de la humanidad se utilizaba algún tipo de tratamiento, intervención o manipulación con fines terapéuticos.
En la medicina primitiva, el sanador era el encargado de brindar cuidados de la salud, que corresponde al chamán entre los pueblos esquimales y de Siberia.
Las técnicas quirúrgicas en los pueblos primitivos se orientaban fundamentalmente al tratamiento de las fracturas y de las heridas superficiales de la piel y los tejidos blandos: las heridas se abrían y luego eran cubiertas con ungüentos u otras sustancias para prevenir su infección, se cerraban algunos desgarros cutáneos con agujas elaboradas en hueso o con tiras tendinosas debidamente prefabricadas y se propiciaba lo que hoy conocemos como una cicatrización por segunda intención.
Nuevas Tecnologías para Evaluación Diagnóstica
Otro campo determinante para el avance de la medicina en los últimos tiempos, en el cual los desarrollos tecnológicos han sido definitivos, ha sido el de las imágenes diagnósticas.
Se ha pasado de las imágenes radiográficas simples a las imágenes obtenidas mediante la tomografía axial computarizada y en estas, de las tomografías simples a las realizadas con multidetectores (16,32 y 64 detectores) que permiten tomar múltiples imágenes en muy corto tiempo, para luego efectuar reconstrucciones tridimensionales.
También ha resultado de gran utilidad la introducción de la resonancia nuclear magnética y la tecnología de tomografía con emisión de positrones (PET Scan). Así mismo, ha habido un gran avance tecnológico en el desarrollo de las evaluaciones mediante ultrasonido, con equipos que actualmente se encuentran disponibles incluso en las salas de atención de urgencias. (Lea también: Evolución y Desarrollo de La Inteligencia)
1 Neumólogo. Secretario Perpetuo de la Academia Nacional de Medicina.
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