Obituario, Roso Alfredo Cala Hederich Académico y Maestro (1931 – 2003)

Académico Roberto Serpa Flórez*
* Miembro de Número de la Academia Nacional de Medicina y de la Academia de Historia de Santander, Profesor Emérito UIS.

Roso Alfredo Cala HederichEl 26 de octubre murió en Bogotá el doctor Roso Alfredo Cala Hederich después de una penosa enfermedad que dominó y quebrantó su cuerpo pero no su espíritu, ni su férrea voluntad, ni su coraje ante la adversidad.
Roso Alfredo Cala fue uno de los más eminentes médicos de Santander en el Siglo XX, médico de la Universidad Nacional, especialista en Medicina Interna y Nefrología, Fundador y Decano de la Facultad de Salud de la Universidad Industrial de Santander, Jefe del Departamento de Medicina Interna de la UIS, Fundador y Jefe de la Unidad de Nefrología del Hospital Universitario Ramón González Valencia, Profesor Titular de Medicina Interna, Profesor Emérito de la Universidad Industrial de Santander, Orden al

Mérito UIS, Miembro de Número y Honorario de la Academia Nacional de Medicina, Miembro de Número de la Academia de Historia de Santander.

Fue uno de los precursores de los trasplantes renales en Bucaramanga y en Colombia. En la Revista Colombiana de Cirugía se publicó trabajo suyo, ya clásico, donde narra la historia de las investigaciones y labores del grupo de trasplante renal que él dirigió en Bucaramanga.

El doctor Cala-Hederich fue el editor y el autor de varios de los capítulos del volumen de Nefrología, (3ª edición, Medellín CIB, 1993) de los Fundamentos de Medicina, la obra más importante escrita por médicos colombianos. (Lea: Obituario, Fortunato Aljure (1929 – 2003))

Roso Alfredo Cala fue un humanista, un historiador, un artista. Testimonio de ello son su biografía de Ramón González Valencia, “El hombre de Iscalá” (monografía para ingreso a la Academia), y los bellos documentos que preparó en videocinta y medios magnéticos como fruto de sus investigaciones sobre la música culta de la época clásica y la época del barroco, la ópera y la música instrumental.

En el homenaje que ante su lecho de enfermo en el mes de agosto la Universidad y la Academia le hicimos al maestro, al amigo y al hombre extraordinario que fue Roso Alfredo Cala, me atreví a decir, parodiando al poeta: “Nada nos llega tarde.”

Y hoy completaré la cita: “hasta la gloria”. (Nada nos llega tarde: hasta la gloria). En la muerte de Roso Alfredo este amigo suyo y compañero de muchos años, envía sus condolencias a su esposa Marina, a sus hijos, nietos, hermanos y a sus amigos, que los tuvo muy fieles y sinceros.

Y presenta su vida y su obra como paradigma y modelo a los médicos de ayer y de hoy y a nuestros alumnos que continuarán nuestra tarea.

CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *