¿Cómo Será el Mundo del Mañana?

DR. GUILLERMO SÁNCHEZ MEDINA

Surge otra pregunta: ¿y cómo será el mundo del mañana?

La respuesta depende del área a que hagamos referencia; puede ser médica, psíquica, informática, robótica, política, social y económica de negocios, tecnológica de las ciencias naturales o sociales.

En el primer campo el informático robótico, puede haber muros y límites que sean difíciles de franquear, sin embargo, los países con gran densidad de población como China y la India podrán no solamente acceder a la información sino modificarla y hacerla más productiva; es factible que aparezcan en pocos años las holografías, no solamente en la pantalla del cine y televisión sino en los mismos teléfonos manuales que no son solamente teléfonos, sino computadores, y así será factible intercambiar la comunicación más fácil y vivencialmente con sus vecinos y con sus seres queridos a distancia, de la misma manera, los computadores servirán para detectar olores y diferenciación de los seres.

Dentro de esta categoría aparecerán los robot, que se multiplicarán y serán utilizados para manejar otras máquinas o aplicadas a diferentes labores médicas, industriales, sociales y aún en la agricultura, (16).

En el campo de la tecnología obviamente China, India superarán a Estados Unidos

En el campo de las investigaciones científicas a distintos niveles biológicos o bio-físico-químicos y tecnológicos; posiblemente se crearán animales (como el ratón inmortal); y, el famoso ADN que nos identifica a diferentes niveles será fácil obtenerlo con todas sus secuencias y realizar programaciones genéticas en pro de la salud de diferentes niveles biopsíquicos; es factible que se descubran métodos y tecnologías para el manejo del hielo y el agua y su uso; así como ya aparecieron los anteojos multifuncionales para ver, tener internet, celular mediante el acceso wifi, hacer video llamadas, video chat con varias personas y cámara fotográfica (cámaras de múltiples mpx para fotos y videos), comando de voz, la facilidad de compartir dicho contenido vía web y el almacenamiento en la memoria interna (16 Gb), la búsqueda de traductores, del chino al español, del español al inglés, etc.

Los diferentes contextos con fotografías y posición del lugar en donde se encuentra; el micrófono para reconocer la voz y el papel lateral al tacto con una pantalla visual u ópticas de 25 pulgadas y una batería total con un día de duración y con recarga con vía micro USB; además ésto podrá tener modificaciones para mayores capacidades visuales y de minibaterias. A su vez también en China se están desarrollando los nanorobots” que modificarán muchos comportamientos humanos así como las terapéuticas médicas.

Así llegaremos, entre otras funciones suplementarias con programas psicofísicos espe­ciales a tener ojos biónicos de alta resolución:

A la vez, la tecnología ha incrementado la investigación con dispositivos que virtualizan las sensopercepciones y movimientos de las extremidades en tercera dimensión, utilizando los rayos infrarrojos para captar los reflejos por medio de cámaras y otros dispositivos; aquí podemos incluir el avance en los audífonos, así como la creación de válvulas cardiacas y otros instrumentos más que ayudan al ser en su vida virtual y/o con conductas normales modificando así las anormales como las ideas de suicidio, homicidio, terrorismo, asaltos, robo, violencia y abuso sexual y tantas otras; esperemos que se llegue también a la anticorrupción.

Es en este campo donde necesitamos sumergirnos para comprender (17) (*) el funcionamiento del cerebro, en sus procesos fisiológicos como psicofísicos, entendiendo a la vez que el cerebro es el lugar en el cual se presentan las funciones de flujo de electrones, la despolarización en interfases neuronales, micro y nanocorrientes, flujos magnéticos, entre otras; es decir, los puntos de control entre las capas y las interfases producidas por las polarizaciones de los “espines”, todo lo cual produce efectos cuánticos que modifican las estructuras de los niveles electrónicos, y por ende, las respuestas magnéticas según la dinámica cuántica, manifiesta en los nanotúbulos (microtúbulos) del citoesqueleto, con su intrincada matriz que inerva y sostiene el núcleo de la neurona; a la vez que presenta interacciones directas con el retículo endoplasmático rugoso y liso.

Es allí también donde las proteínas sintetizadas en el aparato de Golgi procesan la información a nivel atómico y molecular, en la que deben producirse superposiciones cuánticas constantemente, al igual que el traspaso de barreras físicas, mediante el efecto túnel (el cual se presenta cuando una partícula atraviesa una barrera de potencial mayor que la energía que porta dicha partícula); así también se establecen patrones de funcionamiento en los que, en nuestro discurso, podemos comprender de la misma forma como lo hacemos con los postulados que hacen parte de todo el engranaje de codificación y decodificación en su funcionamiento para originar el proceso de pensamiento.

La codificación y/o señalización y sus opuestos (decodificación y deseñalización) se realizan gracias a los distintos rangos de potenciales eléctricos y electromagnéticos, y de energía cuántica.

En este punto se hace evidente que las neurociencias, la nanobiotecnología, la nanotecnología y todo el conocimiento cognitivo y psicodinámico son necesarios y evidentes para la comprensión de la interrelación cerebro-mente y sus productos o hechos psíquicos; sin embargo, todavía no se ha podido llegar a discriminar en qué estructuras moleculares se realizan las codificaciones así como los potenciales energéticos con que se llega a construir el pensamiento, al igual que los signos, fonemas con que se expresa, las representaciones ideativas concretas y abstractas.

Por lo tanto, se infiere que aunque hemos avanzado en el conocimiento especialmente sobre el con­cepto de función y de éstas (las funciones moleculares) en la biología molecular; todavía existe un camino largo por investigar; sin embargo, la ventana y la puerta al concepto de mente y al pensamiento cuántico están abiertas (Sánchez Medina G., 2005a).

En el trabajo sobre “Mente cuántica”(Márquez J., 2006) (18) se enuncia el teorema de Gödel, el cual implica la indemostrabilidad formal de una cierta proposición matemática; en este caso el pensamiento cuántico, que puede representarse como una señal que es o puede ser verdadera, donde el nivel de incertidumbre es crítico.

Roger Penrose, (19) como ya se menciona en otra parte, habla de una función de “onda mental” en la que afirma cómo “la función física apropiada del cerebro provoca conocimiento, pero esta acción física nunca puede ser simulada adecuadamente de forma computacional”, lo cual por ahora es muy cierto; además asevera que dentro de las cien­cias y las matemáticas se encontrará la solución para explicar el funcionamiento cerebro-mente.

Conocemos cómo la actividad neuronal en el cerebro se manifiesta con una propiedad que, puede ser aplicada a fenómenos de computación y criptografía cuánticas. El lugar más prometedor al parecer son los “microtúbulos” a los que les llamamos nanotúbulos, por su factor de escala na­nométrica, y que forman parte del “citoesqueleto celular”.

Así, los nanotúbulos se encuentran en células eucarióticas que carecen de membranas limitantes, y están en constante reorganización, creciendo en uno de sus extremos debido a la polimerización de dímeros de tubulina, a la vez que disminuyen en el otro extremo por la despolimerización local; es así como se conforma un proceso de polarización positiva y negativa de tipo dieléctrico; es decir, el microtúbulo actúa como un nanocable, con la característica de presentar propiedades balísticas, únicas a nivel cuántico.

Se conoce cómo las neuronas presentan un comportamiento altamente dinámico y complejo, con un poder de “computación en tandem(20), en un factor de 10¹³, en la que presumiblemente en su interior, en los nanotúbulos y núcleo celular, se efectúen constantemente millones de procesos de orden y desorden (coherencia y decoherencia) cuánticos, asociados a la señalización, por los cuales la psiquis se mueve y encuentra en un continum cuadrimensional, regido por sendas funcio­nes de onda que almacenan ingentes(21) hamiltonianos (22), los que actúan sobre el espacio de es­tados y describen la energía total del sistema; es decir, la red neuronal activa mediante incontables reacciones electroquímicas y eléctricas que se llevan a cabo en el cerebro, y que están asociadas a todos los procesos de memoria y pensamiento.

La decoherencia implica que la realidad no puede estar localizada en el espacio y en el tiempo. Este hecho ha sido confirmado experimentalmente en laboratorios con átomos individuales, donde los estados coherentes cuánticos no son locales sino que funcionan globalmente por y con las diferentes interfunciones e interacciones cerebrales, por lo que no pueden ser observados a través de las imágenes por resonancia magnética en forma limitada sino zonal.

Para el caso del citoesqueleto, éste depende de elementos generadores de energía (fuerzas) para efectuar los cambios de posición que determinan el movimiento de la célula y, por ende, hace parte en el cinetismo biológico, donde está presente la energía necesaria natural proveniente de los llamados AMP (adenosín monofosfato), y ATP (adenosín trifosfato) como mensajeros extra e intracelulares, portadores y transportadores de iones.

He aquí en el fondo el concepto de energía que específicamente se produce por acciones en el cambio de posición de átomos y de electrones. Estas reacciones tienen múltiples funciones , entre otras las de acoplar, hacer o deshacer enlaces, transportar, recibir, almacenar, degradar, reciclar, reproducir, modular, diferenciar, activar, contro­lar, evaluar, entregar y traducir señales e interpretarlas (Sánchez Medina G., 2006) (23).

Ahora, si bien todas las funciones se encuentran en la biología molecular, debemos pensar que con esta última es también con la que el cerebro funciona; de tal manera que la diferencia entre la inteligencia cerebral y la molecular reside en que en la primera se producen más integraciones, funciones globales del pensar y de la consciencia; es por esto por lo que decimos que una célula puede “pensar” y “actuar”, mas “no puede tomar decisiones” globales “conscientes que impliquen conductas totalizadas”, puesto que las células actúan como un autómata celular auto-organizado, que trabaja como un integrado dentro de un sistema abierto, complejo y fuera del equilibrio como lo es el cerebro (Op. cit.).

Dentro de este contexto se habla de sistema de transporte colectivo, que involucra moléculas de miosina, dinaina, cinesina, dinámina y otras (24), conocidas como mecanoenzimas que disponen de energía suministrada por el ATP, y tienen capacidad de movilizarse sobre los microfilamentos de actina a lo largo de los nanotúbulos, en diferentes direcciones (25); esta actividad nos da una dirección de las moléculas para sus enlaces, ensamblajes y organizaciones complejas, las cuales son determinadas por un diseño de necesidad de cada elemento para acoplarse debido a todo un proceso adaptativo.

Entonces, ¿existe una “intención” o un “pensar” en la molécula? Porque si hay una fijación atómica o de una partícula o un “reconocimiento”, ¿es acaso que existe una memoria?; esto último podría equivaler a una función del pensar mas no al pensar “per sé”; si bien todo esto es cierto, no podemos o no debemos antropofizar la biología molecular y la física cuántica y menos tomar la parte por el todo.

Sin embargo, es factible establecer claridad en la dinámica molecular entendiéndola desde la física cuántica para poder explicar el pensamiento. Lo que es comprensible es cómo la configuración molecular es aprovechada por algunas células para realizar un transporte dirigido de materiales por su interior.

Por ejemplo, la dinaina emplea energía (26) derivada de la del ADP y ATP (fosforilización y desfosforilización a la vez que las posibles funciones atómicas dextro y levógiras (las predominancias hidro fóbicas o hidrófilas por sus atractores y retractores de hidrófilos), los movimientos gravitatorios (27), los giros (spin-networks, bucles-twinstors) para cambiar transitoriamente su conformación y poder avanzar afianzándose a las paredes exteriores de los nanotúbulos y luego enderezarse de nuevo y afianzarse en un nuevo fin.

Téngase en cuenta que las “cinesinas y la dinaminase trasladan en sentido contrario a la dinaina, sobre los nanotúbulos, lo cual debe comprender otro movimiento funcional.

En consecuencia, un mismo nanotúbulo puede servir como soporte y guía para movimientos de otros componentes celulares en ambas direcciones; por lo cual la dirección no es una, sino puede ser de adentro y de afuera; de tal forma que el nanotúbulo actúa como una matriz tridimensional altamente dinámica y especializada.

Esto implica que sobre esta pequeña nanoestructura, existe una bioquímica molecular compleja, que posee una relación íntima con el retículo endoplasmático, el citoesqueleto y el material genético, y que pueden estudiarse empleando las funciones de onda, con sus correspondientes hamiltonianos y perturbaciones entre otros fenómenos físicos, para describir el comportamiento electrodinámico de los electrones dentro de los nanotúbulos y del ADN y ARN.

En este punto vale la pena aclarar, cómo se requiere de sistemas de cómputo de alto nivel (como la química computacional, la computación de grid (28), la complejidad computacional y la supercomputación), sólo para poder evaluar algunas interacciones moleculares a nivel químico. He aquí el reto que depara a comunidad científica en el futuro.

Según investigaciones, los nanotúbulos contienen una serie de pistas que permiten la migración de los “motores moleculares(29); tal es el caso del transporte axoplásmico, que tiene lugar en el interior de las prolongaciones cilíndricas o axones de las células nerviosas o neuronas.

Estas pro­longaciones o fibras nerviosas, permiten la transmisión y/o recepción de señales eléctricas y quí­micas a través del axoplasma (proteínas, gránulos, mitocondrias, y vesículas) de diversos tamaños que emplean este sistema de transporte colectivo para viajar de un extremo a otro de las células nerviosas.

El proceso ocurre de manera continua en ambos sentidos de la fibra, simultáneamente, con velocidades de aproximadamente 5μm/s, entre puntos específicos del sistema nervioso sin importar su longitud; entonces, el soporte para mantener estable esta vasta red de prolongaciones es el citoesqueleto como un canal o vía de soporte y conducción.

De lo anterior se deduce un concepto por plantear que se refiere al “cerebro cuántico complejo no lineal”, en la que sus estructuras, procesamientos de información y funciones psíquicas (men­tales), son el producto de actividades propias del tejido nervioso y su dinámica biomolecular, que se manifiesta a una escala que oscila entre lo cuántico y lo mesoscópico.

Es así como se quiere desentrañar la manera como la actividad del cerebro se relaciona con la psiquis y sus funciones, acciones o reacciones. He aquí cómo de lo micro pasamos a lo macro y volvemos a lo micro (de la biología molecular a las conformaciones macrocerebrales) y de estas a las diferentes acciones y conductas o comportamiento, que son el resultado de multiplicidad de funciones que se establecen como producto de los hechos y fenómenos moleculares.

Aquí se incluye la memoria, la pantalla de la consciencia, el conocimiento, el proceso del pensamiento entre otros más, (Sánchez Medina G., 2002a) que se rigen bajo parámetros cuánticos (funciones de onda), manifiestos por las ingentes reacciones catalíticas y autocatalíticas que se presentan en el cerebro en cada proceso donde fluye la información.

Por todos es bien conocido cómo el cerebro maneja una dinámica compleja, en la que integra todos los procesos mentales inconscientes, donde participa no sólo la señalización, la sensación preconsciente e inconsciente, a la vez que la percepción con cargas emocionales antes de conocerse o llevarse a la pantalla de la consciencia (ver capítulo V).

El neurocientífico Lionel Naccache publicó en la revista de la National Academy of Science, 2005 (30), cómo con el implante de electrodos en las amígdalas cerebrales, en un grupo de pacientes epilépticos, se mostró una actividad cerebral derivada “de la significación de las palabras mostradas a gran velocidad.

Eso significa que existe… una decodificación inconsciente del significado del lenguaje que es previa a la que la consciencia pueda conocer en palabras, por lo que se concluye que los procesos mentales inconscientes alcanzan niveles muy subliminales hasta llegar a lo abstracto.

Entiéndase aquí, dentro de este contexto, que el sistema consciente-preconsciente e incons­ciente, así como el proceso 1rio y 2rio y los de diferenciación, simbolización, somatización, los sueños, los contenidos manifiestos y latentes, lo reprimido, las alucinaciones, las ideas común y corrientes, o las fijas, las compulsiones, las fantasías, Cc. y Inc., las simetrías y asimetrías, la lógica y bilógica, la conducta simbólica, los mismos algoritmos y representaciones simbólicas, no sólo pertenecen al funcionamiento psíquico o mental sino al biológico y por ende a las señali­zaciones químico-físicas-cuánticas en la que operan las partículas elementales; por lo tanto estos fenómenos y hechos psíquicos no son conceptos abstractores, sino organizaciones de acciones que originan funciones, sistemas, procesos y mecanismos neuropsicofísicos.

Las neurociencias y el psicoanálisis comprenden que el cerebro es capaz de decodificar el significado, el significante, el símbolo y el sentido.

Con estos postulados llegamos a hablar de una “neuroimaginería cognitiva”, (31) término utilizado en el hospital Pitié-Salpetriére, la cual también se refiere a cómo el cerebro es capaz de integrar nociones abstractas dentro del campo semántico, el cual es descriptivo y tiene una base de funcionamiento neurodinámico.

Recuérdese aquí que nuestro cerebro es capaz de procesar información sin pasar por la consciencia y la mayor parte de los procesos mentales inconscientes son conocidos por sus derivados y represen­taciones cognitivas no abstractas, aun por conductas o por representaciones mentales aparecidas en los sueños o en los actos fallidos o imágenes no voluntarias o no intencionadas o por la in­tuición o precognición.

Naccache realizó la experiencia con pacientes, al colocarles “flashes” con palabras, cuya duración no permitía su lectura consciente; los pacientes con lesiones cerebrales en la amígdala no eran capaces de reconocer, pero si se les implantaba transitoriamente electrodos en el cerebro el resultado era positivo; “con el fin de validar estos resultados los científicos inclu­yeron, en la experiencia, palabras conscientemente perceptibles lo que permitió demostrar que se activaba la misma región del cerebro de igual forma, tanto si la lectura era consciente como si no lo era”.

Otro aspecto por considerar sobre las funciones cerebrales en los neurorreceptores y en las neuronas es cómo el proceso mental ocurre a una velocidad que se reduce en forma global; proceso que ha ocurrido por miles de años atrás. Sin embargo, fue Freud quien nos trajo la ventana al conocimiento del inconsciente con sus obras y entre ellas “La Interpretación de los Sueños”, 1900 (32).

Es evidente que nuestro cerebro lo podemos denominar como un superordenador orgánico, de­velador de múltiples fenómenos que participan en los procesos de sensopercepción, pensamiento y consciencia.

Los mismos físicos matemáticos centran su interés en el proyecto de investiga­ción de lo que denominan ahora “cerebro azul”. Desde tiempos atrás consideramos que la mente humana se mueve en un continuo. Actualmente consideramos a la mente como un “ordenador cuántico”. Los sistemas dinámicos psíquicos como un fundamento para la comprensión de la teoría de sistemas, la teoría del caos y cómo el cerebro se comporta en forma aleatoria pero también dentro del “sistema del azar determinista” (Sánchez Medina G., 2009) (33).

Entendiendo así la mente como un sistema dinámico, las ciencias neuronales y cognitivas pueden aportar gran­des conocimientos, lo mismo que el psicoanálisis lo está haciendo a través del análisis clínico en el que podemos estudiar los patrones de activación de fantasías inconscientes operantes que se generan de manera no lineal autoorganizada, como lo hace un organismo biológico. El sistema inconsciente realmente pertenece a este sistema dinámico con cambios no lineales.

Todo esto nos hace entender los cambios bruscos inesperados, difíciles de prever y aun caóticos pero que a la luz del psicoanálisis los podemos comprender mejor. Tengamos en cuenta que en el conocimiento los procesos sensoriales son continuos y complejos y aun podríamos llevarlos a ecuaciones mate­máticas con unidades de información que representan la superposición de estados cuánticos que identifican a la memoria. Por lo tanto pensamiento y cognición, la nueva teoría del pensamiento, la informática y el pensamiento cuántico son nuestro camino de investigación.

¿Cómo podemos entender esta frontera entre materia, energía y mente o psiquis? La respuesta está en que la energía o mejor los potenciales energéticos o qubits de los giros o espín traducidos en frecuencias eléctricas o resonancias o funciones de onda, se pueden “codificar con señales” o estímulos para integrar las múltiples funciones del pensar desde la sensación, percepción para llegar a la imagen y representación mental y así a la fantasía con su significación, simbolización, ideación, articulación y verbalización.

Lo que sí ocurre, como ya se menciona en otra parte, es que no hemos podido todavía detectar con evidencias concretas cómo se realizan y cuáles son las moléculas y las células específicas para las funciones cerebrales o cuáles son los estímulos, po­tenciales y señales organizados que nos llevan al pensamiento.

Sin embargo, conocemos todo lo “macro” (anatómico, biocelular y neurofisiológico) que participa en esas funciones y aun algo de lo “micro” como son los potenciales neuronales; es por esto por lo que en los textos existe el fin de plantear una propuesta teórica en la relación cerebro-mente; de ahí que estos planteamientos sólo son estimaciones y deducciones e inferencias comparativas, sin que por ello se llegue a equi­valencias que puedan satisfacer ciento por ciento los requerimientos científicos (Sánchez Medina G., 1994) (34).

A la vez, los comportamientos específicos de las conductas humanas como la agresión, el sexo, el lenguaje, las pulsiones orales y anales o fálicas, la ternura, las atracciones, los rechazos, el miedo, la huida, la mimetización, el ataque, toda la experiencia subjetiva, las percepciones, la imaginación, la emoción, los afectos de placer y displacer (satisfacción y dolor), los sueños y ensueños, así como todos los mecanismos de defensa (entre los más principales están la represión, negación, proyección, condensación, desplazamiento, identificación y tantos otros más) pertene­cen a funciones neuropsíquicas y por lo tanto a las funciones cerebrales y su relación con la mente y se extrapolan a los niveles cuánticos tomando al cerebro como un sistema emergente dinámico no lineal.

Esto implica que toda la red neuronal en el cerebro presenta un alto comportamiento de atractor caótico fractal autoorganizado, mostrando bifurcaciones y turbulencias a nivel morfoló­gico, fisiológico, químico y físico. Aquí incluimos la energía (fractal) que se emplea y manifiesta y se expresa en diferentes formas, por ejemplo, la disipación térmica, las señales eléctricas y se­ñales magnéticas, el ruido térmico, las conformaciones ordenadas o caóticas del pensamiento, las fantasías, sueños y ensueños, etc.; todos ellos como resultado de funciones cerebrales complejas neuro-físico-químicas propias de la materia a escalas cuánticas.

Entendiendo así toda esta maquinaria biológica y electromagnética cerebral, ésta debe ser analizada como un sistema termodinámico fuera del equilibrio, en la cual la información fluye y presenta un comportamiento de estructura disipativa, acoplándose al principio de incertidumbre que acompaña al ser en el mundo físico, mental y social.

Sumado a lo anterior, la teoría del caos juega un papel fundamental en esta maquinaria, el cual se relaciona con la energía invertida en cada proceso y su conservación dentro de la red neuronal.

Por lo tanto, la relación cerebro-red neuronal se comportan como un sistema complejo autoorga­nizado con características escalares, en la que la representación mental, la consciencia y el incons­ciente son un derivado de este funcionamiento que no puede ser registrado por la organización de la consciencia, ya que pertenecen a un sistema cuántico, en donde las superposiciones de estados relacionados con la memoria se hallan confinados, y se hacen visibles cuando dichos estados se rompen o colapsan; es decir, las densidades de las funciones de onda colapsan, evolucionando en el tiempo de acuerdo con la bien mencionada ecuación de Schrödinger.

¿Será que llegaremos al hombre biónico?

La respuesta seguramente será parcial porque el hombre máquina no es un ser humano, sino una máquina creada por el hombre. Aquí se sugiere consultar la obra “Cerebro Mente. El pensamiento cuántico”, capítulos VII y XII: Fìsica cuántica y clásica; en especial los temas de: “computación cuántica”, “algunas con­sideraciones con respecto al concepto de espacio y su relación con el cerebro-mente”, “el movimiento de principios y a resumen y conclusiones” (pág. 517-536).

Sin embargo, a la vez los polos y los nevados se descongelarán y el mar subirá el nivel de las aguas. Téngase aquí en cuenta que Rusia se ha expandido en su crecimiento en los últimos 11 años en 537%, China en el 523%, Brasil en 337%, India 299%, Desde el punto de vista de la política económica, ya apareció el dinero digital a través de las tarjetas de crédito.

También se podrá llevar el contenido del cerebro a una memoria de un computador y China es factible que tenga el comando en muchas áreas. Desde el punto de vis­ta de las ciencias naturales o de la medicina los médicos prescribirán sus pacientes por medio de Internet, Iphone, Ipad, teniendo toda la información clínica a la mano; y, el seguimiento de las funciones corporales podrán ser incorporadas en microchips incrustados bajo la piel.

Así muchas personas llevarán permanentemente dispositivos que graben, guarden cada conversa­ción que tienen y los vuelos comerciales no requerirán de piloto; a la vez, se podrán introducir información a través de nano-chips que controlen sentimientos y actuaciones no deseables para la convivencia como los impulsos agresivos y destructores violentos. Si todo esto sucede y llegamos a esa época, la sociedad tendrá otra manera de conducirse, otro sentido, otros idea­les, otras formas y habitualidades y muy posiblemente como ya se está ocurriendo la familia no comerá unida y tampoco permanecerá unida.

Para la ejecución de todos estos hechos se requerirá un gran desarrollo económico que permita la realización de estos descubrimientos tecnológicos, y, a la vez, mayor orientación psicológica para no colapsar en esos diferentes cambios de la nueva sociedad la cual espe­ramos no caiga en desesperanza, inconformidad y otros muchos factores que los lleven a la guerra.

Las universidades ya estarán cambiando y cambiarán más; se espera que haya una inte­gración en los fines y propósitos en la enseñanza y en especial en la investigación; y, las fa­cultades de medicina tendrán que prohijar por la mejor atención al paciente y la investigación profunda he ahí las nuevas fronteras, (35).

Si en el párrafo anterior se habló del futuro, volvamos nuevamente a plantearnos la multi­plicidad de misterios que envuelven al ser humano en su conocimiento íntimo corporal y psí­quico de la profundidad compleja que es el ser humano pese a la misma búsqueda que se ha hecho desde milenios, desde los vedas, los hindús, los chinos, los egipcios, mesopotámicos y griegos.

Si bien Platón descubrió el mundo de ideas, todavía seguimos escudriñando sobre las mismas; esta obra es una prueba de ello; por ejemplo, Sigmund Freud (1886-1939), publicó alrededor de 338 trabajos u obras, y al final dejó abierta las puertas para la interrelación con la ciencias biológicas y físico químicas. Hoy en día no conocemos exactamente cómo opera la música en el cerebro, y aún la misma poesía rítmica y arrítmica, métrica o dismétrica o asi­métrica; sin embargo, conocemos que todas las artes sirven como la catarsis que nos libera de ansiedades y depresiones, y nos calma nuestra ansiedades y lleva a la imaginación en sueños despiertos o dormidos, o a la producción poética o prosaica o a la investigativa, para buscar zonas de paz, de armonía y de lo que llamamos felicidad.

A estas alturas el lector podrá preguntarse ¿qué es la felicidad? ¿Cómo se adquiere?

Según algunos estudios con encuestas en Colombia es el país más feliz del planeta; y, en mi simple y limitada opinión, esto es un mito además muy posiblemente no es una realidad o verdad pues­to que la misma felicidad es un mito.

Simplemente estamos felices cuando somos conscientes de que estamos vivos; sin embargo, hay muchas causas que nos llevan a la infelicidad afectiva con la pérdida de la vida o de afectos de seres queridos, con las rupturas matrimoniales, con despidos laborales, o quiebras financieras, con enfermedades graves con peligro de muerte o que llevan directamente a la muerte; también somos infelices en situaciones en donde el sujeto se siente humillado, rechazado por una colectividad pequeña o grande, con experien­cias frustrantes o en situaciones de gran estrés; y, como ya se mencionó anteriormente con pérdidas de algún sentido individual y colectivo, que en el fondo nos lleva profundamente al sentido y significado de disminución o pérdida de la vida interna, psíquica, social, emocional, de valores éticos y estéticos, llevándonos al límite de la muerte.

Por ejemplo, ¿quién puede ser feliz en una sociedad corrupta en la que los narcotraficantes en Colombia pactan y hacen controles a nivel nacional, incluyendo con lo que se conoce como guerrilla?.

Normalmente nadie quiere morir, y es feliz de estar vivo porque la misma vida en sus diferentes facetas biológicas, físicas, psíquicas, socio familiares, científicas, culturales, artísticas nos puede lle­nar vacíos, completar e integrar para encontrar armonías; por ejemplo, quién puede negar el bienestar o placer que produce una obra de arte, un viaje a regiones naturales o creadas por el hombre con su arquitectura armónica medieval, románica, bizantina, islámica, china o japonesa, o colonial, o al oír o al escuchar un concierto de Brahms, Mozart y Beethoven, Rachmaninoff, Dvorak o Grieg y tantos otros, así podríamos seguir con la arquitectura, la pintura, la escultura, la danza, el canto, la ópera, el teatro, la literatura y la poética.

Sin em­bargo, recordemos los tres principios platónicos fundamentales para encontrar el equilibrio y armonía son: bondad, belleza y verdad.

Allí es donde se sostiene todo el andamiaje de la felicidad que incluye el reconocer lo bueno interno y el de los demás, con optimismo, sin comparaciones envidiosas, con amabi­lidad y amistad que den placer, y sentido y significado de las metas, comprometiéndose en ellas y aprendiendo a saber perdonar; es decir, tener el “don de saber perder” cuidando su cuerpo y su psiquis y trabajando constantemente por la vida que es la felicidad, puesto que cuando conocemos y sabemos que estamos vivos somos felices.

Quien se estresa, preocupa, no se cuida, ni cuida a los demás, no sonríe, no juega, no se interrelaciona bien, se vuelve rebelde comparativo con los demás, se siente maltratado por todos y por la vida, sin recursos y oportunidades para aprender y educarse, y siempre se siente en una desigualdad social y busca la lucha por las oportunidades económicas y educativas y sociales; así siempre estará en una franja de inconformidad, de displacer, de insatisfacción puesto que no se ha aceptado a sí mismo.

No es luchando por la igualdad que no existe, sino aceptando la diferencia y el trabajo por los ideales, las ambiciones o metas de superación de cada cual motivándose para sus logros; ahí encontramos el camino para sentirnos en paz y felices.

Al reflexionar sobre el bienestar del ser humano no se puede escapar la palabra “alegría” con todos sus significados que le acompañan a la vida del ser humano; es por eso que en oca­siones nos referimos más a la alegría de vivir que a la misma felicidad de estar vivos.

No hay que buscar máquinas de placer; por ejemplo, la mujer que busca al hombre para satisfacerse o viceversa.

Es posiblemente que actualmente, el hombre púber o adolescente busque a una mujer como máquina, del automóvil el Ipad, Iphone, el Internet o la red, o caer en la “civilización del espectáculo” como lo plantea Mario Vargas Llosa, para conseguir una distracción emocional intensa placentera o el placer momentáneo; el mismo sexo no es la feli­cidad y menos cuando es sin amor; aquí nos encontramos con lo que ya se ha repetido en esta obra y es cómo nos enfrentamos con el hombre racional e irracional del Siglo XXI que busca lo ligero, fácil y rápido; también podemos referirnos a la cultura de la sociedad de compra-venta y movida por la mediática y el espectáculo que origina los medios de cine, televisión, radio, revistas y propaganda escrita en búsqueda de felicidad efímera, fatua sin compromiso del ser y de la existencia.

Sobre este tema específico el autor publicó un escrito en la obra: “Consumo de Sustancias Ilícitas en Colombia”, (2009). (Su impacto en la salud pública) de la Academia Nacional de Medicina.

Dentro del tema de las nuevas fronteras como ya se expresó en otra parte, éstas siempre existirán porque nunca sabremos todo de todo, y, algunas veces, con frecuencia, caemos en la negación; por ejemplo, con respecto al inconsciente se dice que A.

Elliott escribió cómo “el inconsciente es radicalmente indiferente a la realidad”; esto no puede ser, puesto que hace parte del sujeto, y la realidad externa hace parte de la realidad interna debido a todos los mecanismos de introyección, incorporación, identificación e imitación; lo que sí ocurre es el conflicto que puede existir entre ellos dos realidad interna y realidad externa consciente e inconsciente, entre los instintos (Ello o Inc, y el consciente, o el Yo).

Ocurre también que existen múltiples caminos a través de las redes neuronales en donde se pierde el inconsciente que se puede reconstruir con elementos de la consciencia, restos diurnos y luego configurar partes o la totalidad el sueño que aparece en el preconsciente; es decir, el límite o la frontera entre el consciente y el inconsciente.

La frontera psíquica y sus relaciones con la medicina especialmente con la endocri­nología e inmunología, o las consecuencias de mal manejo de la vida somática, nos abren las puertas al campo de toda la “psicosomática” en donde operan las dos grandes áreas: el cuerpo y la mente, (soma y psiquis).

Conocemos cuan vasto es el conocimiento corporal y actualmente en las ya mencionadas grandes patologías del cáncer surge el de la investigación con trasplantes y la creación de células madres; también nos encontramos con las fronteras y la investigación, en la genética e inmunología, con sus diferentes técnicas, clínicas, diagnós­ticas y tratamientos, utilizando toda la tecnología de punta con procedimientos de imágenes diagnósticas, las cuales en realidad tienen la última palabra. De una u otra manera siempre la psiquis estará presente con su consciencia y su inconsciente, con su pensamiento racional lógico, el irracional ilógico y el pensamiento mágico positivo o negativo.

Aquí podemos hacernos la pregunta: ¿acaso podemos llegar a conocer la verdad y todos los principios de causalidad que originan los trastornos corporales y psíquicos? En mi opi­nión, si somos dogmáticos, parcializantes, omnipotentes podemos decir que sí; es el ideal al que dudo podamos llegar, pero esto tardaría muchos años, siglos o milenios, y en ninguno de los que lean estas letras en este Siglo lo harán, puesto que sería llegar a encontrar la inmor­talidad (36), a pesar que ya se supone, como se expuso en otra parte, que intentan iniciar el camino para crear ratones inmortales.

Pienso además que comprender al ser humano implicaría también conocer el universo; sin embargo, seguimos caminando, investigando, estudiando textos con el significado de las palabras una a una, desde el nacimiento hasta la muerte sin indiferencia y sí con la curiosidad, y ayudándonos de otras ciencias ya mencionadas especialmente las matemáticas, las cuales en el Siglo XVII se estrechó con la medicina; de ahí que en las sepulturas se escribían junto al apellido el título: “médicus matemáthicus”.

Aquí otra pregunta y: ¿cuál es el límite del conocimiento en cada área y existe jerarquías del conocimiento? La respuesta es como ya se explicitó: nunca estaremos completamente seguros de haber llegado a ese límite, haber traspasado las fronteras, porque seguramente no existen límites, más sí existen capacidades para la comprensión, entendimiento y el saber de toda la ciencia.

Aquí entramos en la comprensión del espacio multidimensional del univer­so en su nivel más profundo; sin querer ser parcializantes, entendamos que el ser humano cuerpo-mente es todo un universo proveniente de la naturaleza, la cual también tiene ecos, resonancias, totalidades y parcialidades, unidades, sistemas y todos los procesos que partici­pan en la temporo-espacialidad infinita.

Van a ser 100 años cuando la medicina se catalogaba como natural y la reina de las cien­cias era la “medicina interna” y luego cogieron diferentes caminos con el mismo propósito de cuidar la salud con la cardiología, la neurología, la psiquiatría, la neumología, la nefrología, la ginecología, la gineco-obstetricia, la patología, la dermatología, la otorrinolaringología, la traumatología, la oftalmología, gastroenterología, endocrinólogía, pediatría, anestesiología, radiología, encefalografía, urología, gastroenterología, y la cirugía, con sus distintas variantes (37).

Aún más, el grado de medico era doctor en medicina y cirugía; hoy no hay grado de doctor de medicina y cirugía sino de médico, y la cirugía es una especialidad así como es la neuropsi­quiatría o psiquiatría, y el gran derivado el psicoanálisis que a nivel mundial ya no se requiere ser médico para ser psicoanalista; esto ocurrido más por intereses políticos y económicos; lo que se exige es ser médico graduado o psicólogo clínico con experiencia; sin embargo, se requiere seguir una serie de procesos y cumplir con requisitos y convertir esa especialidad en una nueva profesión.

Fue más tarde que aparecieron otras especialidades como la epidemio­logía, la salud pública, las cirugías específicas como neurocirugía, cirugía de tórax, laringe, maxilo facial, de mano, de oído interno con implantes, la hematología, oncología, reumato­logía, inmunogenética, medicina nuclear y neurofisiología, cirugía plástica y reconstructiva, vascular, pediátrica, con sus subespecialidades de cirugía gástrica, microbiología, cirugía he­patobiliar y de trasplantes, neuro-toxicología, medicina preventiva y salud pública, ortopedia infantil, neurología infantil, psiquiatría infantil, neuropsicología y otras más.

Nótese aquí un cambio más específico y de especialidad con técnicas concretas. Por ejemplo, ya existen las cirugías de mano, de cuello, la cirugía en la oftalmología, de cornea, la microcirugía vascu­lar, la cirugía de corazón, los técnicos en postura de “stent” y sondas cardiacas, así como los especializados solamente en Alzheimer, epilepsia o en pacientes melancólicos depresivos, o bipolares o esquizofrénicos, o los que se dedican solamente a los trastornos de conducta especialmente niños y adolescentes, trastornos de aprendizaje que involucran ansiedades, o también los que se dedican solamente a estudiar la genética.

Aquí recuérdese como existen sujetos que se dedican solamente a la investigación, otros a la enseñanza, otros a la clínica y a la administración. De una u otra forma las universidades deben prohijar por la generación del conocimiento y comprobación del mismo y obviamente en búsqueda de soluciones de problemas, especialmente globales.

Conocemos la dificultad de resolver los problemas de las enfermedades infecciosas, la malaria, la tuberculosis y tantas otras que incluyen la mala vivienda, la habitación y hábitos socio-culturales y familiares; para ello se requiere una bue­na formación de la comunidad para que se enseñe a saber vivir y prevenir los problemas de la salud.

Por lo tanto, las universidades deben tener los departamentos de investigación con la concentración del talento humano (estudiantes e investigadores) para lo cual se requieren recuerdos suficientes y un liderazgo científico para buscar nuevos conocimientos y para ello también se necesitan los programas de post grados.

Una de las innovaciones en la cirugía es la bioingeniería que trabaja en el desarrollo tecnológico con el diseño de neuro-navegadores para aplicarlo en al neurocirugía.

El neuro navegador es una herramienta que se “basa en la transmisión y medición de campos electro­magnéticos, que permiten el neurocirujano ubicarse en el espacio quirúrgico con base en las imágenes previas que ha tomado del paciente con equipos de resonancia magnética o tomografía” (Betancourt , 2013).

Todo este sistema de equipo neuroquirúrgico de la bioingenie­ría permite al neurocirujano ser más exacto en la extirpación de un tumor determinando los límites del mismo y del tejido sano; es así como se cometen mínimos errores y obviamente se previenen los grandes daños; de tal manera el neuro navegador puede comprobar el resultado con las imágenes tridimensionales en pantalla y con una mejor intervención quirúrgica.

¿Qué nuevos cambios habrá? ¿Será que volvemos a la medicina interna o a lo que se de­nomina medicina integral sin descartar las otras especialidades? La respuesta la tiene el futuro de la historia.

Sin embargo, se espera que la relación médico-paciente vuelva a integrarse en una humanidad en donde se contemplan los campos psicológicos y educativos.

En las investigaciones se habló de la genética y cómo el ADN era un oscuro campo en donde habían elementos considerados “basura o chatarra de genes” que escondían elementos muy valiosos en la evolución para regular la expresión génica (38).

La genética es un campo enormemente grande para la investigación que se va elaborando día a día, para estudiar las funciones de transmisión o mensajería, transcripción, estimulación, control o freno o deten­ción de un estímulo y/o proceso; todo con el fin de construir la unidad de herencia que es transmitida en la cual también existen elementos hereditarios que no cumple la ley de Men­del o porque ocurren mutaciones.

Recuérdese aquí que todos provenimos de dos células que se vuelven una; y, de allí millones de células. La ciencia actualmente está tratando de ayudar a todas esas funciones para desactivar genes, cambiar la transmisión de información, frenar el transporte; por ejemplo, de los ribosomas de las bacterias, a través de genes de ARN que administrados a los enfermos bloquearían la expresión de proteínas que producen enfermeda­des incurables (Szczekpil, p. 176, 2012).

Aquí una pregunta ¿será que la ubicación y/o transcripción y/o lectura de cada gen, se realiza por diferentes circunstancias geofísico-químicas y que operan igual, semejante o equivalente a las codificaciones cuánticas en las neuronas? La respuesta no la tengo, mas sí se presume la presencia de la química cuántica.

Cuando nos centramos, por ejemplo, en el origen del cáncer se viene inmediatamente la presencia de los cromosomas específicos que proliferan o frenan la división de los cromosomas. Andrzej Szczeklik en su obra “Core” (2012) escribe: “si las reacciones moleculares que controlan la vida de la célula se pudieran comparar a complejas redes de cables eléctricos habrían en ellas dos tipos de conexiones: la inducción de unos llevan a una tensión que, al mantenerse, acelera bruscamente el flujo de electricidad, es decir, la reacción.

En eso consiste la mutación de proto-oncogenes. Los otros son los que actúan como frenos de la circulación […] existe una asombrosa infinidad de mutación es la última vez que se decodificó por entero el código genético de una célula tumoral de un enfermo de cáncer de pulmón se encontraron 22910 letras cambiadas en el código genético… mientras que en otro enfermo que tenía un melanoma la cifra ascendía a 33345”. He aquí cómo aparecen y desaparecen bloques enteros o se juntan de manera ines­peradas palabras en el código genético con las cuales no podemos hablar de armonía en las células, sino de mutación y destrucción; sin embargo hoy nos referimos a la regeneración de células y a la producción de los mismos.

Otro de los importantes conceptos y fronteras necesario pasar los cuales corresponde a la correlación entre el código genético asociado a la inmunología, (39).

Todos conocemos que en cancerología existe la quimioterapia, la electroterapia o radiación, la inmunoterapia, las terapias alternativas y complementarias, que deben incluir la psicoterapia o terapia psíquica profunda cada una con sus convencimientos, creencias y voluntad para producir y manejar ciertos cambios energéticos vitales como defensas y detención de procesos de multiplicación de reproducción de células cancerígenas; ejemplos, existen de distintos tipos en que el pa­ciente diagnosticado de cáncer acude a diferentes terapias no convencionales, ni científicas sino alternativas, en las cuales la mente del paciente participa la voluntad de mejorarse, de curarse y vencer al cáncer, algunas o muy pocas veces con éxito pero lo tienen.

Un aspecto importante a contemplar es cómo en las últimas décadas la tecnología ha avanzado para realizar procedimientos no imaginados a diferentes niveles; por ejemplo, qui­rúrgicos y psíquicos.

El futuro de las concepciones científicas de la mente y sus incógnitas tendrán otro entendimiento poderoso, de ahí que él o los modelos de comunicación en la informática se reducirán no a microchips sino a nanochips; de tal manera, no será difícil ma­nejar distintos idiomas, información en una USB, pues se puede tener la memoria informática inmediata también el lentes, y será muy fácil así como manejar y controlar computadores comandados; es cuestión de hacer la conexión mental psíquica (pensando) y el mando se pro­duce con rapidez de la mente.

De ahí que parapléjicos e inválidos no lo serán pues la ciencia que era ficción será toda una realidad; recuérdese aquí cómo funciona Stephen Hawking; los mismos trabajadores serán entrenados para realizar nuevos oficios; así mismo los estudian­tes o los que deseen, podrán aprender con la información transmitida mientras descansa o están dormidos; la misma telepatía no aceptada será una realidad así como la telequinesis; los recuerdos; las ideas o representaciones olvidades y los sueños serán más fáciles de tener presentes, no habrá dificultad de tener la información inmediata a nivel mundial.

Por otra parte la educación en las Universidades, en la medicina y psiquiatría cambiarán y harán el cambio con los médicos, enfermeras, abogados, ingenieros, arquitectos, traductores, escritores, conductores de vehículos, músicos, todos ellos estarán construidos en los huma­noides, capaces de decidir y actuar. Si bien todos ellos y muchos otros cambiarán el mundo no lo harán con los creadores, los artistas, y los líderes humanos.

En otra parte de estos textos ya se hizo mención de la terapia regenerativa y génica de ahí que asociada con la nueva tecnología la edad o el envejecimiento del ser humano se podrá programar para reemplazar órganos, células (tráquea, vejiga, otros) vasos sanguíneos, cora­zón, nariz, miembros, piel, hígado, riñón; y, ¿será que podremos llegar a reemplazar áreas cerebrales y neuronas? La respuesta la dará la historia así como ser podrá diseñar los hijos cambiando favorablemente las características genéticas negativas.

Es así como entramos en la nanotecnología, nanorobótica humana y en la ciber medicina la cual será capaz de detectar a cierta distancia proteínas cancerosas y/o colonias virales y bacterianas de alto riesgo; con ello, será factible eliminar la patogenia del medio ambiente.

Si bien todo esto será factible, no todo será curable y predecible pues así como se multiplican lo harán los cánceres, lo mismo los virus y bacterias con resistencias propias. Si bien el Internet nos amplia al campo de la libertad de información también lo podrá cerrar porque el ser humano es factible que caiga como esclavo de esta tecnología.

Lo que es posible que ocurra es cómo la tecnología de punta convierta a la humanidad en capitalista intelectual omnipotente, dictadora con el Ciencia y Pensamiento Mágico conocimiento.

De ahí que pueda devenir una cultura comercial mixta teniendo en cuenta que la ciencia y tecnología son el motor del progreso y el problema se verá cuando no todos ten­gan acceso a esa ciencia y tecnología; y, por lo tanto, se observarán las grandes diferencias, lo ocupados y desempleados por la misma tecnología; de ahí que sea factible encontrar los imperios y emperadores de la mente con el conocimiento científico y tecnológico.

(Lea También: Un Ejemplo de Cómo Opera el Pensamiento Mágico Omnipotente)

Todos estos textos no pueden interpretarse como ciencia ficción, como se hizo en antaño en los años 30 o 40 y más adelante en el Siglo XX; seamos consciente que estamos en el Si­glo XXI y vamos para el XXII.
Esta temática está en parte planteada por el profesor de física teórica en el City Colle de Nueva York en su obra: “The future of the mind the scientific quest to understand enhance and empower the mind” (Kaku, 2014).

Aquí es cuestión de creer o no creer, tener fe o no tenerla, tener energía vital o no; bus­carla donde está, a través de la experiencia, el sentido de la vida y atravesando fronteras no solamente científicas sino esenciales, vitales y existenciales.

Si algunos buscan el camino de la razón de la materia, y otros la prueba de Dios o que éste no existe, u otros solamente ven y sienten la señal de la presencia en su mismidad, y, los últimos se aferran a la fe del ser de la vida y su existencia que está anidada en su esencia, como una profunda unidad a la cual podemos conectar cualquier otra creencia o fe y también buscar la razón y la explicación.

He ahí otras ideas de las fronteras de la vida. Obviamente para todos los científicos la meta, el objetivo, el sueño o la ilusión es la corroboración, la prueba y comprobación de la existencia de una realidad tangible demostrable en forma cualificable por estadísticas con análisis mi­crométrico, microscópicos y/o nanoscópicos; por ejemplo, los ensayos clínicos aleatorios de doble ciego buscan exactamente el origen material o energético del trastorno o de la reacción que estudiamos.

Es así como también nuevamente llegamos, a la frontera de la física cuántica u ondulatoria, al concepto de materia y energía intercambiable, al principio de incertidumbre, a los cálculos de probabilidad, a la estadística compleja, a la teoría de la relatividad y al prin­cipio de exclusión de Pauli en donde dos partículas no pueden existir en el mismo estado pues se excluyen, para finalmente llegar a todos los principios de organización, de orden físico químico biológico, psíquico, sociopolítico económico, histórico y a las funciones reguladoras conscientes e inconscientes.

Hemos llegado a este campo y espacio con nuevas ideas; posiblemente para unos revo­lucionarias o simplemente históricas, y despertarnos a conocimientos que estaban dormidos (por ejemplo de la genética y de la física cuántica o de la posibilidad de generar células ma­dres y reprogramarlas para devolvernos a los primeros momentos de la vida y así conseguir la regeneración).

Para todos es bien conocido el desarrollo de la ciencia de la biología y de la genética más no de la interrelación de ésta con la física y de las dos con la inmunología y la psicología puesto que, lo que no se prueba con certeza, no es verdad para muchos.

Al final de éste camino en el viaje de la ciencia y el pensamiento mágico nos encontramos con la frontera de la vida y la muerte, el fin, en donde todo se detiene, todo se separa en la integración del ser: la física, la química y la psicología, la materia y la energía, quedando el ser sin ellas para operar en otras dimensiones que denominamos “más allá”; y, de ahí hace­mos la conexión con Dios, el Todo, el Creador, otras vidas, otros mundos, otros sentidos y el famoso encuentro con la confusión, con él, y, en el cosmos, no sin antes pasar por diferentes alternancias, complementos, ayudas, informaciones que nuestra mente recibe con la esperanza de poder vivir.

Todas estas conceptualizaciones y otras más que se quedan en la fantasía, nos hacen pen­sar en el tránsito de nuestro viaje de la vida en la tierra, nuestros vínculos, lazos, configu­ración de relaciones, entrelazamiento de ideas, afectos y las necesidades, deseos, herencias, placeres y dolores, temores, sufrimientos y esperanzas, pasado, presente y futuro, esencias y existencias.

De una u otra manera, el ser se confronta con la realidad, espacio y tiempo su medio ambiente, sus relaciones, su tierra, su identidad y mira más allá al firmamento, al cielo si es de día y al negro plagado de estrellas en la noche o invisible por ser tapado con las nubes; pero todo esto lo hace mientras está vivo más allá no puede imaginar, no hay aparato para hacerlo, pensarlo ni sentirlo y menos vivirlo, más el ser humano tiene esa fantasía de que si existe ese otro mundo y lo crea; los mismos hindús creen en la reencarnación y los profetas trajeron creencias desde milenios atrás.

Algo importante a tener en cuenta es que el ser humano también le gobierna el pensamien­to mágico omnipotente y la soberbia que no tolera la verdad de que existe un principio y un fin sino a medias; ese “a medias”, significa una posibilidad más, después de haber vivido.

Que­rámoslo o no el siglo XX y lo que vamos del siglo XXI, el ser no ha encontrado su felicidad, ha fracasado en ella, es así como se aferra en la búsqueda en el tener, o en la capacidad de hacerlo económicamente o de estar en uno u otro lugar o viajar en la realidad o la fantasía con la química de las sustancias psicoactivas para liberarse, para sentirse libre y más tranquilo, para encontrar su existencia más allá del dolor.

He ahí el gran fracaso de nuestra humanidad que ha recurrido a las drogas para encontrar ese otro mundo que lo narcotiza, pues la sustan­cia química lleva, como ya se dijo, a otros mundos, lo convierte y le da poder y le suprime sus fragilidades o resilencias y también lo aleja del amor, lo vuelve máquina, lo aísla de la familia, del deseo de crear nuevos seres para amar; es así como se educa.

Afortunadamente existe otra tendencia en el ser humano que es la que lleva a crear, a buscar con curiosidad di­ferentes mundos no alucinógenos sino armónicos, no egoístas, sino en el interés común con la necesidad y deseo de amar y ser amado, además con el gran don que tiene el ser humano que es la palabra hablada, escrita o actuada para comunicar su mundo interno, hallar y aun crear otros mundos.

Pienso además que la sociedad de consumo, coadyuva para que el ser humano se prohíje así mismo y estimule en su narcisismo. Entiéndase estos textos como una especie de necesidad de “catarsis” mental y de comunicación de “ideas” para entender el cuerpo y la mente con un concepto dinámico de las posibles nuevas fronteras.

Actualmente el conocimiento de la ciencia médica, de las técnicas y teorías así como de las diferentes técnicas (desde las quirúrgicas hasta las psíquicas) pueden ubicar al médico en una posición de arrogancia y suficiencia sin dejar espacio para descubrir otros campos; sin embargo, la curiosidad y nuevos conocimientos, siempre está presente, así como la incerti­dumbre y las múltiples incógnitas con sus dudas.

Si bien esto es una realidad debido a que el médico no se ha podido ubicar en una simetría completa, más cuando esta no existe desde su inicio, en el origen del hombre; es así como tenemos el “gen notch” que se sitúa al lado izquierdo del genoma produciendo una asimetría desde la época del embrión, pocos días des­pués de su gestación, produciendo una diferencia entre la izquierda y la derecha; y, también ocurre durante toda la evolución; por ejemplo, los hemisferios cerebrales que no son iguales (el derecho o el izquierdo), o como los ojos, las manos o los otros miembros o todo el tronco con la ubicación de sus órganos.

Aquí podemos pensar en cómo la simetría psíquica tampoco existe cómo no siempre está presente; por ejemplo, en el tono de voz o en la escritura, en los estados de ánimo, en la conducta y a la vez en la capacidad de memorizar (memoria a corto y largo plazo); sin embargo, hay un común denominador que caracteriza e identifica al sujeto.

De tal manera, se observan las frecuencias eléctricas, las cuales han servido para detectar el ritmo cardiaco y el ritmo cerebral con sus diferentes ondas que pueden variar.

He aquí una frontera que debemos explorar gracias a la tecnología moderna para determinar distintas frecuencias que todavía no se pueden descubrir porque no existen instrumentos para ella; sin embargo, la física ondulatoria en sus investigaciones podrá llegar a detectar las frecuencias de los “bits o qbit” cuánticos que codifican múltiples informaciones. Es así como seguimos marchando entre esta gran frontera.


16 Estas ideas, en parte, tuvieron la fuente de la BBC. Infografía CEET. Tomadas de El Tiempo Mayo 2013.

17 * Ver capítulo IX sobre el comprender.

18 Márquez D. Jairo E. (2006). Mente Cuántica.

19 Roger Penrose. (1996). “Las sombras de la mente: hacia una compresión científica de la consciencia”, Editorial Crítica, Barcelona-España.

20El término “tandem” se refiere a la operación que se genera en forma de secuencias de computación que están relacionadas y que al final se llega a soluciones de alta probabilidad; entiéndase aquí que las neuronas operan con determinadas tareas para obtener resultados como almacenamiento de información y el proce­samiento de la misma constituyendo así una serie de soluciones en el cerebro, el cual trabaja en paralelo, es decir no es lineal y sí complejo, lo que implica una interrelación temporal y espacial.

21 Del latín ingens, entis: muy grande

22 “El Hamiltoniano H tiene dos significados distintos, aunque relacionados. En mecánica clásica, es una función que describe el estado de un sistema mecánico en términos de variables, posición y momento, y es la base para la reformulación de la mecánica clásica, conocida como mecánica hamiltoniana. En mecá­nica cuántica, el operador Hamiltoniano es el correspondiente al observable ‘energía’”. Tomado de https://es.wikipedia.org/ wiki/Hamiltoniano_ (mec%C3%A1nica_cu%C3%A1ntica).

23 Sánchez Medina G. (2006), “Identidad Sexual”, Cap. V., Sexualidad y Cerebro Emocional, Ed. Cargra­phics, Bogotá-Colombia.

24 Véase capítulo sobre la sinapsis.

25 Elliot W.H. Elliot D.C. Biochemistry and Molecular Biology. Oxford University Press, Oxford. (1997).

26 Energía química: Es la producida por reacciones químicas que desprenden y absorben calor o que por su misma interacción, entre otras moléculas, desarrollan algún trabajo o movimiento.

La energía desprendida o absorbida puede presentarse en diferentes formas: en energía luminosa, eléctrica, mecánica, electromagnética, etc., pero normalmente se manifiesta en forma de calor. Así, el calor intercambiado en una reacción química se llama calor de reacción y tiene un valor característico para cada reacción; de igual manera ocurre con la oxidorreducción. Por lo tanto, las reacciones químicas se clasifican en exotérmicas o endotérmicas, según que haya desprendimiento o absorción de calor. (Jairo Márquez, 2006, pág 50).

La energía química se entiende como una ordenación molecular que participa toda una energía, la cual se deriva de las reacciones; por ejemplo, los animales unicelulares son capaces de reaccionar, responder a estímulos externos, con conductas organizadas, dirigidas a una meta; de tal manera responden (Op. cit., Llinás R., 2002, pág. 131).

La respuesta a que estamos haciendo referencia, es una consecuencia de la reacción química propia perteneciente a las células; es así como “se construyen los diferentes circuitos neuronales”; estos circuitos tienen diferentes niveles y diferentes interrelaciones desde los más superiores y simples (por ejemplo el reflejo) hasta los más complejos (por ejemplo, todos los pertenecientes a los órganos de los sentidos, sensopercepción y consciencia) en los cuales se incluye no solamente los ya nombrados sino la elección e interpretación de los estímulos especializados. Aquí se incluye la comprensión del cómo podemos llegar a la frontera entre materia, energía con productos mentales y así al pensamiento.

He aquí toda una gama de ordenaciones y estímulo-respuesta, a la vez que del desarrollo de los órganos (Op. cit. Sánchez Medina G., 2006).

27 Ver giros péndulo de Foucault, “Cerebro Mente. El pensamiento cuántico”, Capítulo sobre “Física clási­ca y cuántica”, (Cap. VII), (2009).

28 La computación grid es una tecnología innovadora que permite utilizar de forma coordinada todo tipo de recursos (entre ellos cómputo, almacenamiento y aplicaciones específicas) que no están sujetos a un control centralizado. En este sentido es una nueva forma de computación distribuida, en la cual los recursos pueden ser heterogéneos (diferentes arquitecturas, supercomputadores, clusters…) y se encuentran conectados me­diante redes de área extensa (por ejemplo Internet).

29 Llamamos “motores moleculares” a las estructuras dinámicas de las moléculas que se mueven o hacen mover a otras en un sentido u otro.

30 Lionel Naccache, Raphaël Gaillard, Claude Adam, Dominique Hasboun, Stéphane Clémenceau, Michel Baulac, Stanislas Dehaene, and Laurent Cohen, “A direct intracranial record of emotions evoked by subliminal words”, published online before print May 16, 2005, 10.1073/pnas.0500542102. https://www.pnas.org/cgi/content/abstract/0500542102v1

31 Martínez, E., (2005a), “El cerebro comprende antes de conocer”. www.tendencias21.net

32 Freud, S. (1900). “La Interpretación de los Sueños”, Standard Edition, Hogart Press, Volumen III y IV.

33 Para mayor información sobre esta temática consultar la obra: “El azar determinista” (El lazo del destino). G. Sánchez Medina, 2009.

34 Op. cit. Sánchez Medina G. (1994). Cap. Cuatro ejes de las funciones del pensar.

35 “El mundo del mañana que imaginamos es altamente tecnificado y pobremente humano. Para los que nos formamos en mi generación, ese mundo no nos tocará vivirlo o padecerlo. Yo prefiero el mundo nuestro y me encanta atisbar todo lo anterior a la luz de la historia. Todavía tendré la oportunidad de leer a Thomas Mann en ‘El mundo de ayer’, una de sus bellas novelas”, (De Francisco, 2013).

36 Aquí el comentarista se pregunta: “¿Qué es la inmortalidad? Ese concepto ha cambiado notoriamente a través de los textos. Era para los griegos la gloria que se alcanzaba en las batallas o con los logros máximos del intelecto. 

Mientras se hable de ti, serás inmortal’ decía un adagio griego antiguo. Y así es, los seres queridos que perduran en nuestra memoria son inmortales para nosotros y nosotros lo seremos también para ellos que nos tenga afecto. En el ejercicio de la medicina eso se observa cuando se recibe un regalo o un mensaje afectuoso de alguien a quien servimos en otra época y de quien posiblemente no nos acordamos.

No debemos buscar la inmortalidad esperemos que ella nos busque o nosotros por el amor o el afecto que nos tenga a pesar de que el tiempo corre. La inmortalidad física la de los 88 años o los 100, la de la enfermedad, el dolor o la penuria no es algo que uno conscientemente debe desear alcanzar; es una ‘inmortalidad’ de poco alcance.

La inmortalidad deseable es la que se logra en algunos momentos de nuestras vidas. La que le permitió al Fausto decir: ‘¡Detente, eres tan bello!’ en un instante que ya se iba a desaparecer, es para mí el Fausto de Goethe el que más se aproxima a su defunción”, (De Francisco, 2013).

37 Estas son las especialidades de los académicos de la Academia Nacional de Medicina de Colombia. Es factible que se hayan escapado algunos.

38 Aquí se me ocurre pensar si esta llamada “basura” podría buscarse en la producción del ser humano en su pensar, sentir y actuar en la sociedad; si esto lo concebimos afirmativo, podríamos encontrar utilidad en el reconocimiento de estos fenómenos no para producir productos de compra-venta, sino de normas y leyes, lo cual ha existido desde milenios.

Las normas o leyes de diferente índole hay que enseñarlas desde la infancia escogiendo lo básico para que se ayude al sujeto en su formación integral y en especial con el positivismo de la salud o la vida.

39 Me atrevo a plantear esta temática sin ser genetista o inmunólogo; sin embargo, creo que cualquiera que lea estas líneas va a entender cómo puede operar la interrelación de disciplinas y cada una con su pensamiento particular, si escribo, lo hago es también para tratar de desbaratar el pensamiento mágico que puede aparecer en los que leen con interés sobre temas de salud física y mental.

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