Las Viejas Farmacias

Las droguerías o boticas de las primeras décadas del siglo xx elaboraban fórmulas magistrales de manera artesanal.

Disponían de algunos elementos tradicionales como los que se describen en una clásica botica mejicana en Chiapas, llamada La Fraternidad: …se destaca la alacena de madera abarrotada de pomos de cristal, porcelana y aluminio, en donde se guardaban los ingredientes medicinales que ahí mismo se preparaban en morteros y matraces.

También están expuestos los tubos de ensayo, las balanzas y las pesas de diferentes tamaños, un destilador de cobre y otros implementos.

Hay así mismo vitrinas con la correspondencia que mantenía la farmacia con sus proveedores nacionales y extranjeros, hojas publicitarias de medicinas preparadas como las pastillas del doctor Richards, que se anunciaban como panacea para la tisis, el estreñimiento, la indigestión y los sudores nocturnos, el Aceite Eléctrico para dolores reumáticos, las píldoras de droga pura deI doctor Ross, la leche malteada Horlick para alimento de los niños y mucha más publicidad de otros productos que allí se vendían junto a las yerbas medicinaIes de los antiguos mayas…} ( www.inafed.gob.mx/)

Frascos azules para jarabesOtra farmacia tradicional latinoamericana es la de la familia “Del Puerto” de origen español, en la Argentina, que funciona desde 1933. … En sus comienzos, los medicamentos eran elaborados, casi en su totalidad por el farmacéutico.

Se preparaban distintas formas farmacéuticas como pomadas, pastas, jarabes, lociones, extractos, tinturas, píldoras, sellos, etc. Todas estas preparaciones se llaman “fórmulas magistrales” que eran registradas, según receta médicas, en un gran libro llamado “RECETARIO”.

Actualmente, estos libros se siguen usando, por exigencia del Ministerio de Salud, pero como ya no se realizan casi preparaciones magistrales, se utilizan fundamentalmente para asentar el movimiento de psicofármacos y estupefacientes, que son medicamentos de venta controlada, con recetas de archivo…

Los morteros eran para diversos usos: los había de porcelana, vidrio, bronce y mármol.

En ellos se preparaban recetas de polvos y para obleas. Se empleaban además para elaborar cremas, ungüentos y pomadas. Los de bronce servían para machacar productos duros.

Para poder preparar estas fórmulas, se contaba con una gran rserva de drogas o principios activos y excipientes o bases, conservados en frascos color caramelo, rotulados, con tapas de bordes esmerilados.

También con gran variedad de morteros, medidas de vidrio, espátulas, balancitas, pildoreros, etc., que eran las herramientas usadas por el farmacéutico en dicha elaboración.

Hoy en día, la farmacia funciona en un local que no es el primitivo, pero aún conserva el mobiliario antiguo y gran parte de los elementos antes mencionados, con fines decorativos (Figuras 17-2 a 17-5). www.portaldelospueblos.com.ar

Las Viejas Farmacias

Un local de farmacia debía tener varios cuartos o ambientes:

Uno para la dispensación, otro para depósito, uno adicional para el laboratorio, además de un cuarto de baño y un gabinete sanitario.

Una regulación típica dice que…las preparaciones magistrales deberán ser rotuladas con las indicaciones mínimas, como el nombre de la farmacia, su dirección y teléfono; y el del director técnico y número de matrícula profesional; la composición cualicuantitativa completa de los principios activos; la forma farmacéutica y cantidad dispensada, el número de registro en el Libro Recetario, la fecha de preparación y el nombre del médico que escribió la prescripción.

Algunas de estas boticas tienen un gabinete sanitario para la aplicación de inyectables, vacunas, nebulizaciones y otras prácticas farmacéuticas, las que solamente podrán realizarse en este ambiente. La regulación de dicho gabinete es similar a la que se exige para un consultorio médico actual típico.

Debían estos establecimientos llevar por ley una serie de libros como el Recetario, el de Psicotrópicos, el de Alcaloides y Estupefacientes y el de tóxicos.

Los aparatos y útiles que clásicamente debían tener dichas farmacias eran… los recipientes para la conservación de las drogas, preparaciones oficinales y oficiales, que debían ser de tamaño, forma y color adecuados, poseer una rotulación clara e indeleble.

Entre los aparatos que se requerían estaban una nevera (para la consesrvación de medicamentos que requerían refrigeración), y los necesarios para el laboratorio alopáticos, ya que para drogas homeopáticas era necesario un ambiente aparte con sus correspondientes equipos.

(Lea También: Un Alquimista que hizo Historia)

Así debían tener… una agarradera para bureta, una balanza electrónica sensible al miligramo y otra sensible al gramo, con juego de pesas cuando corresponda. Una bureta por 25 ml, tres cápsulas enlozadas e igual número de embudos de vidrio, ambas de tamaño variado; un equipo para encapsular, dos Erlenmeyer por 125 ml, otros dos por 250 ml y otro más por 500 ml.

Tres espátulas de acero inoxidable tamaño variado, una fuente de calor para preparaciones, una gradilla para tubos, un juego de tamices, tres morteros de porcelana o vidrio tamaño variado, un papel indicador de pH universal, papeles de filtro tipo variado cortados o en hojas, un pie universal, cuatro pipetas graduadas al 0,1,1.0,5.0 y 10.0 ml, una placa de toque, una plancha para pomadas, tres probetas de vidrio graduadas, un termómetro hasta 250° C; un tanque de 5 a 10 litros para agua destilada, un tubo capilar por 500 unidades, diez tubos de ensayo de borosilicato, seis varillas de vidrio y dos vasos de precipitados tamaño variado…

En cuanto a la droga –que acostumbraba llamarse blanca, para la composición de las fórmulas magistrales, se debía tener …

Ácido bórico, Ácido cítrico,Ácido fólico,Ácido salicílico, Agua de cal, Agua destilada, Agua destilada en ampollas, Agua oxigenada, Agua D’Alibour, Alcanfor, Alcohol, Almidón, Azufre precipitado, Bicarbonato de sodio,Borato de sodio, Carbón activado, Carbonato de calcio, Carbonato de magnesio, Clorhidrato de morfina, Cloroformo, Cloruro de potasio, Codeína pura o fosfato, Cloruro de sodio, Eucaliptol, Feniletil barbiturato sódico, Formalina, Glicerina, Glucosa, Hipoclorito de sodio, Yodo, Ioduro de potasio, Lactato de calcio, Lactosa, Lanolina, Linimento óleo calcáreo, Manteca de cacao, Mentol, Nitrato de plata cristalizado, Oxido de zinc, Permanganato de potasio comprimidos, Podofilina, Pomada de nitrofurazona, Povidona yodada al 10 % solución, Resorcinol, Solución de acetato básico de plomo, Subnitrato de bismuto, Subgalato de bismuto, Sulfato de magnesio, Talco, Tintura de timerosal, Vaselina, y Vitelinato de plata.

Además podrían tener en existencia drogas como especialidad industrial farmacéutica: analgésicos y antipiréticos, anestésicos, antialérgicos, antiepilépticos, antiifecciosos, drogas para los aparatos cardiovascular, digestivo, diuréticos, oxitósicos, psicoterapéuticos, aparato respiratorio, soluciones hidroelectrolíticas, antocoagulantes, antidiabéticos, medicmentos oftalmológicos y óticos, hemostáticos ,hipnoanalgésicos, vcunas, gamaglobulina, eméticos, materiales de curación, y materiales y accesorios como jeringas, agujas, algodón, gasa, vendas, guantes, cánulas, tensiómetro y fonendoscopio, equipos para nebulaciones, fajas, sondas, esparadrapo, curitas, etc.

Las drogas y sustancias tóxicas o peligrosas (como el formol), sólo podían expenderse dejando constancia en el Libro de Tóxicos… Regulaciones aparte existían para las herboristerías que envasaban hierbas medicinales…

La producción industrial ha favorecido las cápsulas (duras y blandas), grageas y tabletas, para la vía oral, y en los niños, suspensiones, gotas, jarabes y supositorios.

Algunas tabletas para su administración por la vía sublingual, entre las que son clásicas las de nitroglicerina. Y para administración parenteral las ampolletas, generalmente en medio acuoso, aunque años ha existieron también las inyecciones de compuestos disueltos en medios aceitosos, generalmente consideradas dolorosas.

La potencia de los diferentes medicamentos ha mejorado, por lo que se pueden obtener tabletas y cápsulas muy pequeñas, que favorecen su ingestión.

Y los tradicionales remedios de sabor desagradable (como el aceite de ricino), han ido desapareciendo del mercado, siendo reemplazados (particularmente en el caso de las drogas para niños), con sabores a frutas, que como dulces que son agradan a los pequeños pacientes.

La farmacia fue evolucionando, descartando viejas prácticas que se tornaron obsoletas e ineficaces, e interviniendo activamente en la investigación, en la cual fueron pioneros los alemanes después de la síntesis química de la antipirina en 1883.

Posteriormente la investigación se trasladó a Norteamérica, donde recibió el apoyo de universidades, gobierno e industriales.

La mayoría de los descubrimientos en el campo de los medicamentos han sido realizados por médicos y químicos, y actualmente por equipos multidisciplinarios de científicos, médicos y empresarios con visión ( presidentes de compañías, reconocidos por las siglas CEO); en la densa selva en que se han convertido las bibliotecas donde se guardan los nuevos compuestos – que no es posible desarrollar en su totalidad-, hay que encontrar aquellos que resultarán siendo medicamentos muy eficaces y rentables.

Aunque la producción industrial de fármacos se había empezado a desarrollar en Europa desde mediados del siglo XVIII, fueron las diferentes guerras las que estimularon esta producción, ante la necesidad de obtener grandes cantidades de fármacos que fuesen efectivos para el tratamiento de los soldados heridos. Así que la farmacia salió de la trastienda del boticario para llegar a las más modernas plantas de alta tecnología del tercer milenio.

En cuanto a la farmacología, esta ciencia se ha encargado de la descripción de las plantas medicinales o farmacognosia, de la distribución y movimiento de los medicamentos en el organismo o farmacocinética, de la toxicidad y seguridad de los compuestos cuando en diferentes concentraciones se administran a unos animales de especies pre-establecidas y luego en los humanos.

Entre los primeros maestros farmacólogos estuvieron los alemanes, como Rudolph Buchheim (1820-1879), y particularmente su discípulo Johann Ernest Oswald Schmiedeberg (1830-1920), quien publicó un famoso libro de texto y regentó la cátedra en Estrasburgo por medio siglo.

Dos de sus alumnos, John Abel (1857-1938) y Arthur Cushny (1866-1926) establecieron cátedras y laboratorios de esta disciplina en importantes universidades norteamericanas, de donde se reglamentó el estudio de los fármacos y de su metabolismo, de sus interacciones y efectos colaterales; también se perfeccionó la forma como se administran los medicamentos, de la manera más cómoda, efectiva y estable.

Alexander Wood (1817-1884)de Edimburgo, fue el primero en utilizar la jeringa hipodérmica para la administración de fármacos, los que ahora se pueden dar en infusión continua en los pacientes hospitalizados, como una forma de mantener niveles constantes y predecibles en enfermos de gravedad.

CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *