Estresores Específicos de la Mujer, Factores de Riesgo

MEDICINA FAMILIAR
EDUCACIÓN CONTINUADA PARA EL MEDICO GENERAL

Estresores específicos de la mujer

¿Que factores contribuyen al estrés en la vida de una mujer? ¿Qué es estresante para una mujer que no lo sea para otra? Estas son algunas de las preguntas que podemos hacernos los profesionales de salud. Aunque sabemos que su crianza, sus experiencias, la forma como aprendió a enfrentar los problemas cotidianos, su patrón de personalidad aprendido y genético y su estructura neurológica afectan la forma como ella reacciona ante las situaciones estresantes.

Sin embargo debemos ser más específicos.

Entre los síntomas relacionados con el estrés que son específicos de la mujer están los siguientes:

Síntomas de estrés específicos de la mujer

Fisiológicos

Asociados al desarrollo de los senos, la menstruación, el embarazo, vaginismo, frigidez, tensión premenstrual, dolor de cabeza, depresión postpasto, anorgasmia, infertilidad.

Cambios en la vida

De esposa a madre, divorcio, crisis económica, entrar a los cuarenta años en una soledad que valora la juventud, ver los hijos adultos regresando a la casa y la viudez.

Psicológicos

La mujer sola o soltera o el ama de la casa que quiere volver a estudiar o seguir una carrera profesional.La mujer con carrera profesional que está siendo presionada a retirarse, a volver a casa y ser solamente un miembro de la familia.La mujer exhausta que trabaja fuera de la casa con poco tiempo para su familia, para dormir y poca remuneración. Entre los trastornos que no son específicos de la mujer pero que les afecta con mayor frecuencia que a los hombres están los siguientes: anorexia, bulimia, neurosis de ansiedad, psicosis depresiva.

Irritación de entornos

Estresores disimulados que tienden a perturbar el ánimo de la mujer y que generan una sensación de agotamiento: El vaivén de la casa al trabajo y viceversa, hacer de papá y mamá solo criando hijos, la amenaza, inseguridad y riesgo de ser agredida por el hecho de ser mujer, la lucha contra el chauvinismo, los comentarios ofensivos y el acoso sexual.

Las crisis de la vida

Desafortunadamente un número mayor de mujeres que de hombres tienen que enfrentarlas: Cuidar de un niño enfermo, cuidar de los padres en estado terminal, criar a un hijo deficiente, o enfrentar las consecuencias de su propio divorcio o el de su hijo o hija.

Factores de Riesgo Psicosociales de la mujer

A continuación se relaciona algunos de los riesgos psicosociales que están expuestas las mujeres: (Ver “Winning over your emotions” NH. Wrigth.)

Barreras, sentimientos contradictorios y falsas expectativas

Sheila West autora del libro “Alivio de estrés para la mujer que trabaja”, habla de “Teta de vidrio” o lo que ella llama el “Efecto turbina”. La Teta de vidrio es una barrera transparente que permite que las mujeres tengan una perspectiva de posición más alta en las jerarquías de las empresa, pero que al mismo tiempo les impide alcanzarlas.

El “Efecto turbina” es difícil de ser superado, debido a que sus ingredientes son: cambio + aprensión Incertidumbre.

Muchas Mujeres sienten este fenómeno. El cambio constante acompañado de aprensión acerca del trabajo la deja con la sensación de haber escapado de un tornado. Se trata de una mezcla de sentimientos opuestos: ¿Cuándo seré capaz de dejar este empleo?, ¿O será que siempre será así?, Esto es tan desafiante y puedo aprender” versus ¿Seré capaza de cumplir con todos los plazos? ¡Socorro!.

(Lea También: Establecimiento Permanente)

Vivir sola en un mundo en un mundo de mujeres casadas

Según NH. Wright, La mujer moderna tiene más probabilidades de divorciarse. Se estima que la mitad de los dos tercios de las mujeres que se casaron en la década de los 80 van a divorciarse. Hoy en día hay mucho más mujeres que nunca se casaron y otras tantas que no pretenden tener hijos. Un gran número de mujeres dependen menos de los hombres. En 1990 sólo 31% de las mujeres creía necesitar un hombre para ser feliz, en tanto que 66% lo creía en 1970.

Si la mujer es soltera sufrirá de estrés por vivir en esta condición, principalmente si está envejeciendo y desea casarse. Si la mujer tiene más de 34 años, enfrentará un duro problema, pues l número de hombres disponibles es muy pequeño. El estrés que genera: “Necesito encontrar marido”, y que atormenta a muchas mujeres en la franja de los treinta a los cuarenta años les impide vivir de manera tranquila y plena.

La forma como la sociedad trata a las mujeres solteras

La sociedad trata a la mujer soltera a veces en forma negativa o discriminativa, existen estereotipos muy arraigados de que las mujeres solteras son neuróticas, infelices e incompletas, sin embargo, cada día se acepta más esta condición como una opción valida de vida.

Nuevas libertades, menos opciones

Si bien es cierto que ahora hay nuevas libertades para las mujeres, también es cierto que hay menos opciones. Pocas mujeres llevan la vida que soñaron durante su desarrollo y juventud.

La frustración hace que la mujer actual sufra de estrés y rabia. Un matrimonio duradero, hijos, trabajo en casa y fuera de la casa no significan seguridad. La vida para ellas es cada vez más imprevisible. Su nuevo estilo de vida le produce un enorme estrés.

Cambio de su rol tradicional

Como lo habíamos mencionado en el artículo sobre “Psicología del Adulto”, del fascículo “El Adulto”, también los cambios laborales, demográficos, económicos, sociales, políticos del nuevo milenio, han producido cambios en el “rol de la mujer y en su relación de la pareja”, Veamos algunos:

Mayor equidad entre los géneros; roles compartidos y menos diferenciados; liderazgo basado en las fortalezas de cada uno; cabezas o jefes de hogar de cualquier género; responsabilidades económicas compartidas; responsabilidades domésticas compartidas; responsabilidades del cuidado de los hijos compartidas; responsabilidades compartidas de apoyo y complemento de la educación escolar y contacto con las instituciones educativas de sus hijos; apoyo emocional compartido (antes esta tarea era exclusiva de la mujer); lugar compartido de trabajo en el hogar; apoyo a un proyecto conjunto de vida en un mundo laboral sin empleos.

Estos cambios han generado mucho estrés en la mujer, sobre todo en esta época de crisis en que vive: El desempleo de ella misma y/o de su esposo, los problemas económicos, y lo que más le duele cuando le tocan a sus hijos, por el atraso del pago del colegio, el retiro forzoso delcolegio y el cambio a colegios públicos o más económicos.

Compartir la casa todo el tiempo con su pareja es estresante para la mujer. El hogar es su terreno y ahora en el nuevo mundo laboral sin empleos, el trabajo del hombre también se hace en la casa.

Culpa de trabajar fuera del hogar

Muchas mujeres ejecutivas y que trabajan fuera de la casa, especialmente si son madres, luchan con su sentimiento de culpa de no estar más presentes en la casa y como compensación trabajan el doble en la casa para demostrar que son eficientes también como amas de casa. Con el tiempo este esfuerzo es vano y sobreviene el agotamiento y el estrés por la sobrecarga de las dos tareas.

Estar en un matrimonio disfuncional o problemático

Una investigación realizada por la American Psychological Association y la National Task Force on Women and Depression encontró que las mujeres pueden clasificarse desde las menos deprimidas a las más deprimidas, así:

Tipos de Mujeres según nivel de depresión

Nivel 1:
Casadas con baja tensión en el hogar y baja tensión en el trabajo
Nivel 2:
Casadas con baja tensión en el hogar y alta tensión en el trabajo
Nivel 3:
Solteras con baja tensión en el trabajo
Nivel 4:
Casadas que no trabajan con baja tensión en el hogar
Nivel 5:
Solteras con alta tensión en el trabajo
Nivel 6:
Casadas con alta tensión en el hogar y baja tensión en el trabajo
Nivel 7:
Solteras que no trabajan
Nivel 8:
Casadas con alta tensión en el hogar y alta tensión en el trabajo
Nivel 9:
Casadas que no trabajan con alta tensión en el hogar

Las mujeres más felices fueron aquellas que se sentían satisfechas tanto en el hogar como en el empleo. Las mujeres menos felices y que tienen cinco y medio más riesgo de estrés y depresión fueron las amas de casa con un matrimonio disfuncional o problemático.

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