Discapacitados y Jubilación
MEDICINA FAMILIAR
EDUCACIÓN CONTINUADA PARA EL MEDICO GENERAL
Discapacitados
La discapacidad motora, sensorial, cardiovascular, mental es otro de los factores de riesgo del adulto, que con la crisis del país, el desempleo, el terrorismo y la guerra, aumenta cada día más en nuestro medio.
Si para el adulto normal es difícil conseguir un empleo lo es mucho más para el discapacitado, a pesar de que, de acuerdo con la Constitución, nadie puede ser discriminado por esta causa. Hay empresas que tienen convenios con entidades de discapacitados y tienen programas de integración en su nómina que posiblemente hayan disminuido con la crisis.
Sin embargo, el panorama no es tan desalentador.
Con la tendencia actual del trabajo en el hogar y el avance acelerado de las comunicaciones, la informática y la tecnología, se presenta una nueva oportunidad para el discapacitado, que puede tener su propia empresa y oficina virtual en la casa y manejar su negocio a través del computador, internet, trabajar para otros países, y enviar su trabajo por las redes del espacio cibernético.
La discapacidad adquirida en la edad adulta presenta todo el proceso normal de cualquier pérdida o duelo: confusión, rechazo, aceptación y adaptación.
Prevenir, investigar, tratar y rehabilitar los casos de discapacidad en el adulto, se convierte en el reto para los profesionales de la salud.
Jubilación
La jubilación puede ser definida como: “El retiro de la población activa, generalmente por razones de edad, incapacidad o elección personal”.
Tomando en cuenta el significado social dado al trabajo en el contexto actual, el alejamiento de la actividad laboral por la jubilación representa una ruptura en la identidad del trabajador, que se suma a las otras pérdidas propias de las personas mayores.
Como lo afirma Orlando Udaneta Ballén, ya citado, el retiro de la entidad no puede asumirse como una situación terminal sino, todo lo contrario, como el inicio de una nueva etapa y dimensión de la vida de las personas: en lo laboral, en lo personal, en las posibilidades de utilizar el tiempo libre, así como en la oportunidad de ejercitar la iniciativa y la creatividad propias y de optimizar lo aprendido durante años de experiencia laboral lograda en los diferentes puestos de trabajo ejercidos con anterioridad o, en otros casos, para vincularse a otra empresa.
Con los cambios introducidos por el nuevo milenio, la jubilación desaparecerá del nuevo mundo laboral, ya no existirán adultos como en anteriores generaciones que trabajen toda una vida en una sola empresa y que salgan pensionados de ésta. El concepto de trabajo cambiara, ya no existirá el concepto de estabilidad de las empresas, y el adulto trabajará para múltiples empresas con nuevas formas de contratación y legislación laboral, pero aportando a un fondo de pensiones para su pensión futura.
Uno de los principales problemas de las jubilaciones es la inactividad que produce en las personas, puesto que al jubilarse, queda mucho más tiempo libre, por lo que se requiere la preparación y la reestructuración del tiempo en donde el jubilado se sienta útil y productivo y pueda disfrutar y utilizar de la mejor forma su tiempo libre.
En nuestro medio, afortunadamente, existen programas de prejubilación en algunas empresas:
En donde en los dos últimos años se hace un curso de prejubilados como inducción al trabajador en todos los aspectos de la nueva etapa de la vida. También existen instituciones especializadas que asesoran este proceso.
Desafortunadamente, el tiempo trascurrido entre la jubilación y la salida de la pensión dura un año o más, quedando el jubilado sin ninguna fuente de ingresos y pagando el duro precio de la tramitología gubernamental. Los trastornos físicos y psicológicos ocasionados por esta situación son similares a los síntomas presentados anteriormente, “Síndrome de abstinencia de trabajo ” y “Síndrome del despedido” descritos anteriormente y que encajan en dentro de un síndrome o cuadro general de estrés.
En nuestro medio está ocurriendo un fenómeno de jubilación anticipada: se considera al adulto mayor de 30 o 35 años como un viejo o “desechable”. El adulto mayor ha tenido que salir del mercado de trabajo y las empresas quedaron en manos de adultos muy jóvenes con el riesgo de menor capacitación, poca experiencia e improvisación. Es paradójico pensar que cuando el adulto está maduro, en la plenitud de su vida, después de ser entrenado y capacitado, con toda la experiencia y competencias que no están escritas en los libros, esté enfrentado al marginamiento social. No sucede lo mismo en los países desarrollados como E.U., Canadá o los países europeos en donde todo el mundo trabaja sin discriminación por la edad.
(Lea También: La Actividad Sexual en el Adulto Mayor)
Vida sexual del adulto de hoy
La sexualidad en la edad adulta
Se considera que una persona ha alcanzado la madurez sexual cuando conoce su cuerpo perfectamente y además está capacitada para saber cómo debe ser la persona que le conviene en el aspecto sexual.
La edad adulta no es más que otra etapa dentro del aprendizaje de la sexualidad humana. No cabe duda de que el sexo es muy importante en la relación de pareja. Puede servir para unir a dos personas, pero también puede servir para separarlas. En la madurez sexual el ser humano sigue aprendiendo, ya que todavía tiene mucho por delante.
Una persona adulta sabrá diferenciar perfectamente entre dos aspectos de la sexualidad: el instinto y los sentimientos. Sólo cuando logre una relación donde los citados aspectos se conjuguen tendrá una satisfacción plena.
Con respecto al “Disfrute sexual”, hay que tener en cuenta que también existen dos aspectos diferenciados: el deseo y la fantasía.
El instinto activa el deseo. El deseo es la necesidad de intimar sexualmente con otra persona, de obtener de esa persona disfrute sexual.
Para mantener esta fuente de disfrute hay que potenciar la imaginación, de la cual es fruto la fantasía.
La fantasía se podría definir entonces como el fruto sexual de la imaginación, la fantasía nos va a llevar a un mundo perfecto lleno de deseos íntimos que se colman en todos los sentidos, la fantasía hace que el deseo crezca.
Es muy importante tener una buena fantasía para ayudar a lograr el máximo disfrute sexual.
Pero una persona adulta sabrá diferenciar la fantasía de la realidad. La fantasía sólo es eso, fantasía. No hay que perseguir la fantasía como si fuera nuestra realidad. Es sólo un estímulo, una ayuda. De otra forma, la gran diferencia que puede llegar a existir entre fantasía y realidad puede llevar a la desilusión.
Hay que hablar también de lo monótonas que pueden convertirse las relaciones sexuales. Para que esto ocurra intervienen muchos factores, tales como la falta de comunicación, el estrés, el poco interés por la pareja, etc. Estos factores cambian con el tiempo. Las personas pueden un día estar más receptivas que otros. Pero la verdad es que un grave peligro es que la relación sexual desemboque en una obligación.
Eso lleva a la monotonía. “El viernes por la noche toca…” y pensamientos de este estilo son los que han llevado a muchas parejas a tener una vida sexual monótona y aburrida.
La monotonía se vence con la imaginación
Pensando en cómo satisfacer a la pareja, activando el deseo, reconquistando a la pareja, etc., son las técnicas que se usan para combatir la monotonía.
Antes de comenzar una relación de pareja estable, con su propia relación sexual estable, es necesario un conocimiento mutuo el uno del otro para que dicha relación funcione y llegue a buen fin. Con esto se intenta decir que la relación debe estar colmada de confianza, sin tabúes, sin inhibiciones, con fantasías, y con una actitud siempre abierta al sexo, dejando incorporar nuevos juegos que hagan que la relación nunca sea monótona.
La verdadera sexualidad
De acuerdo con Stephen Russel y Jürgen Kolb, en su libro “El Tao del Masaje Sexual” las relaciones satisfactorias, profundas e íntimas entre un hombre y una mujer pueden dar lugar al “amor” y desde allí hablar el lenguaje más hermoso para comunicarse en pareja: “El sexual”.
El acariciarse, sentir el cuerpo del compañero descubriendo sus partes delicadas y vulnerables participando del mutuo gozo, constituye una expresión y lenguaje exquisitamente humano.
La pareja debe hacer de la relación una búsqueda de la unidad y aprovechar las fuerzas creativas de la sexualidad dentro de la relación afectiva, a partir de entonces, verán la sexualidad como la “Herramienta que en realidad es”.
En esto la comunicación es lo esencial.
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