Descripción en Lesiones por Descarga Eléctrica
Adriana Correa Arango, MD
Universidad Pontificia Bolivariana
Coord. Área de urgencias, Emergencias y Desastres
Escuela Ciencias de la Salud . UPB
Margarita María Rueda Ramirez
Enfermera
Especialista en Salud Ocupacional . Asesora integral de riesgos
COLMENA, Riesgos profesionales
Si bien la fisiopatología de la lesión eléctrica no se conoce completamente, se sabe que existen una serie de factores relacionados directamente con la gravedad de la lesión. En las lesiones provocadas por alto voltaje, gran parte del daño que se produce es debido a la energía térmica desprendida; la histología de los tejidos dañados muestra generalmente necrosis y coagulación producidos por el calor.
Para que circule una corriente eléctrica deben cumplirse las siguientes condiciones:
a. Debe existir un circuito eléctrico formado por elementos conductores.
b. Debe existir una diferencia de potencial en el circuito eléctrico.
c. Se requiere que el circuito eléctrico esté cerrado.
Por tanto, existe la posibilidad de que la corriente pase a través del cuerpo humano si éste entra a formar parte de un circuito en el cual haya una diferencia de potencial.
En el cuerpo humano la resistencia a la circulación de la corriente se encuentra principalmente en la superficie de la piel. Cuando la piel está húmeda, se reduce su resistencia al paso de la corriente y una vez vencida la corriente circula con facilidad por la sangre y los tejidos. La impedancia del cuerpo humano se puede representar básicamente por una resistencia, cuyos parámetros se ven afectados y varían tanto con la humedad, como con el sexo, la edad, el tipo de vestuario, las condiciones de la piel (suciedad, callosidades), las condiciones metabólicas, la trayectoria de la corriente y la raza, la tensión (voltaje), la superficie , la presión de contacto e incluso la frecuencia, la magnitud de la corriente y la forma de la onda de voltaje.
Los nervios, encargados de transmitir señales eléctricas, los músculos y los vasos sanguineos con su alto contenido en electrolitos y agua son buenos conductores. Los huesos, los tendones y la grasa tienen una gran resistencia y tienden a calentarse y coagularse antes que transmitir la corriente.
La corriente eléctrica es peligrosa en mayor grado según el camino de la circulación. Toda
corriente a través del tronco, corazón, pulmones y cerebro puede causar daños en estos órganos vitales. Sin embargo, ello no implica que trayectorias que geométricamente no pasen cerca a estos órganos sean menos peligrosas, pues una vez vencida la resistencia de la piel, la corriente seguirá el .camino de menor resistencia., el cual puede ser por los vasos sanguíneos o los nervios. Es así como un contacto eléctrico con entrada y salida en dos dedos de una misma mano, puede tener una trayectoria que alcance y dañe tejidos hasta el codo o el hombro.
En relación con el tipo de corriente, es más peligrosa la corriente alterna que la corriente continua. 25 voltios de corriente alterna circulando a través de una piel húmeda (1.000 Ohmios de resistencia aproximadamente) corresponden a una corriente de 25 mA. Se estima que en corriente continua existe peligro a partir de 85 voltios de tensión.
A partir del umbral de percepción (aproximadamente 1 mA), el incremento del paso de corriente a través de un conductor sostenido con la mano, permitirá percibir una sensación de calor y dolor hasta un punto donde el adulto medio es incapaz de soltar el conductor por la contracción tetánica de los músculos del brazo; esto puede ocurrir a unos 10 mA.
El paso de una corriente de 20 a 40 mA a través del pecho, mantiene los músculos en contracción tetánica y se detiene la respiración, lo que podrá causar la muerte por asfixia en pocos minutos y si en 2 ó 3 minutos se interrumpe la corriente, se restablecerá la respiración espontáneamente con recuperación rápida. Esta misma corriente puede causar fibrilación ventricular hasta paro cardíaco y en este caso es sumamente improbable que el corazón restablezca espontáneamente su ritmo normal, por lo cual la situación se torna grave si no se trata con prontitud.
La circulación de una corriente a través de los centros que controlan la respiración, ubicados en la parte posterior baja del cerebro, causa detención persistente de la respiración.
Se han establecido dos hechos importantes en relación con las corrientes requeridas para causar fibrilación. En primer lugar, el corazón fibrilará sólo si la corriente pasa durante la fase de diástole, en el período justo en que los ventrículos están relajados y en segundo lugar, entre más pequeña sea la corriente deber á pasar durante un período más largo para que cause fibrilación.
En muchos casos, la circulación de corriente eléctrica a través del cuerpo produce destrucción de tejidos y músculos e incluso hemorragias. También, a causa de la pérdida del equilibrio, la persona puede caer de un nivel a otro, con consecuencias como fracturas, heridas y traumas múltiples.
Los efectos de la corriente al pasar por el cuerpo pueden dividirse en:
Efectos fisiopatológicos directos, son aquellos que se presentan cuando se establece el contacto y están determinados por la corriente que atraviesa por el cuerpo.
Efectos fisiopatológicos indirectos, se presentan como consecuencia del choque eléctrico,pero no atribuibles en sí al paso de la corriente. Entre estos efectos se tienen quemaduras internas y externas, carbonización, deshidratación, profundas cortadas, explosión de los tejidos, hemorragias, lesiones óseas, lesiones viscerales y lesiones cardiovasculares.
En los puntos de entrada y de salida se encuentran por lo general las «marcas eléctricas», que usualmente reproducen la forma del conductor. Estas quemaduras son diferentes a las quemaduras superficiales ocasionadas por arcos eléctricos (descarga eléctrica que se genera entre dos electrodos) y que pueden ir de primer a tercer grado.
Las hemorragias pueden causar complicaciones serias si a causa de una quemadura eléctrica resultan comprometidos vasos sanguíneos múltiples o vasos de gran calibre; esto obliga a realizar acciones rápidas y efectivas para controlar la hemorragia y buscar pronta atención médica.
En las lesiones viscerales en órganos como pulmones, corazón o cerebro, en los cuales puede haber destrucción de tejidos, hemorragias y otros daños severos, es importante considerar la función renal. Si ocurren quemaduras severas con la consiguiente pérdida de líquidos y electrolitos, la persona puede sufrir una grave falla renal. La mioglobina incorporada al torrente sanguíneo llega a los riñones ocasionando necrosis tubular e insuficiencia renal aguda, después de una destrucción grande de tejidos.
Las lesiones óseas pueden ser ocasionadas directamente por la electricidad (aunque no es común) o debido a traumatismos derivados del lanzamiento o caída del accidentado. En el momento del choque eléctrico pueden causarse fracturas de huesos por contracciones musculares convulsivas que acompañan al choque.
La corriente que pasa a través del cerebro puede producir un paro respiratorio, lesión directa cerebral y parálisis; también está asociada a una mortalidad muy elevada.
La persona puede sufrir desde pérdida leve de la conciencia hasta coma profundo y las secuelas más frecuentes son las cerebrales, seguidas de las medulares y finalmente las psíquicas (desde neurosis hasta esquizofrenia).
Las secuelas sensoriales se relacionan con la visión, donde la corriente puede causar un daño directo, produciendo especialmente cataratas; con el oído, donde los daños pueden ocurrir a causa de trauma craneal y con el tacto, que puede resultar afectado por quemaduras.
Las secuelas cardiovasculares cuando la corriente pasa a través del corazón o el tórax, se relacionan con trastornos del ritmo y/o lesión directa miocárdica y está asociada a una mortalidad del 60%. En algunos casos, entre la segunda y la cuarta semana después de la lesión, el paciente puede presentar paro respiratorio y arritmias cardíacas.
El trayecto que toma la corriente determina el territorio tisular en riesgo, el tipo de lesión y el grado de conversión de la energía eléctrica en térmica independientemente de que se trate de bajo, alto voltaje o de un rayo.
Cuando la corriente vence la resistencia de la piel, pasa indiscriminadamente a través de los tejidos considerando al cuerpo como un conductor y con el riesgo potencial de daño tisular en su trayecto. Esta lesión de las estructuras internas suele ser irregular, con áreas de apariencia normal junto a tejidos quemados y lesiones en estructuras aparentemente distantes de las zonas de contacto.
El flujo eléctrico que pasa a través de la cabeza o el tórax puede causar fibrilación ventricular o paro cardiorrespiratorio con más facilidad que cuando pasa a través de los miembros inferiores. Numerosos estudios clínicos sugieren que la muerte súbita por fibrilación ventricular se produce más fácilmente en el trayecto horizontal que en el vertical mano-pie.
Mecanismo de Contacto
La gravedad de las lesiones producidas por la electricidad y el rayo depende de las circunstancias que envuelven al sujeto en el momento que se presenta el accidente y de cómo aquél entra en contacto con la fuente eléctrica.
Los mecanismos de contacto por electricidad son el contacto directo, el arco eléctrico y el flash.
La lesión indirecta más destructiva ocurre cuando una persona forma parte de un arco eléctrico (descarga eléctrica que se genera entre dos electrodos) ya que la temperatura que se puede alcanzar es de 2500° C. El flash generalmente origina quemaduras superficiales.
La acción directa del rayo sobre la cabeza hace que la corriente fluya a través de orificios como ojos, oídos y boca al interior del cuerpo, lo que explicaría los innumerables síntomas oculares y de oído que presentan los sujetos alcanzados por un rayo.
La lesión por contacto se presenta cuando el individuo está tocando un objeto por el que circula la corriente del rayo, como un árbol o el palo de una tienda de campaña.
El flash por cercanía o «splash» (salpicadura) ocurre cuando la corriente salta de su trayecto a otra persona cercana tomándola como trayecto.
La corriente por tierra se presenta como resultado de la propagación radial de la corriente a través de la tierra. Una persona que tenga un pie más cerca que el otro del punto de impacto tiene una diferencia de potencial entre los pies; así la corriente puede ser inducida a las piernas y el cuerpo. Esto frecuentemente mata a reses y caballos a causa de la distancia entre sus patas traseras y delanteras.
Mecanismo de la Lesión
Los cuatro mecanismos implicados en las lesiones por electricidad o rayo son:
1. La energía eléctrica a su paso por el organismo causa tetania muscular o arritmias que pueden provocar una fibrilación ventricular o un paro respiratorio primario, como puede suceder en la fulguración.
2. La energía térmica conduce a una destrucción tisular masiva, coagulación y necrosis.
3. Las lesiones traumáticas son consecuencia de contracciones musculares violentas o de la proyección y caída de la víctima, que sufre un politraumatismo asociado.
4. La corriente destruye las células, dañando la integridad y alterando el potencial de las membranas celulares; la consecuencia es el edema y el daño celular irreversible. Este proceso es conocido como electroporación.
Lesiones Producidas por Descarga Eléctrica
El daño vascular conduce a la trombosis y oclusión vascular, formando edemas y coágulos en la superficie interna del vaso durante un periodo de varios días. Esta lesión es más severa en las ramas pequeñas musculares donde el flujo sanguíneo es más lento.
La lesión del tejido nervioso se produce por varios mecanismos y puede presentar tanto una caída en la conductividad como padecer una necrosis por coagulación similar a la observada en el músculo. Además, puede sufrir un daño indirecto en el suministro vascular o lesión en la vaina de mielina. Los signos de lesión neuronal pueden aparecer inmediatamente o retrasarse durante horas o días.
El cerebro se afecta frecuentemente ya que el cráneo es un punto común de contacto. Los estudios histológicos del cerebro han revelado petequias focales, cromatolisis y edema cerebral.
La muerte inmediata por electricidad es debida a asistolia, fibrilación ventricular o parálisis respiratoria, dependiendo del voltaje y del trayecto.
El trauma puede presentarse como consecuencia de la proyección de la persona tras la contracción opistótona causada por la corriente que pasa a través del cuerpo y por la explosión o implosión producida como consecuencia del calentamiento instantáneo del aire y su rápido enfriamiento. Este calentamiento por sí mismo es lo suficientemente prolongado como para ocasionar severas quemaduras. Así mismo, los espasmos violentos musculares generados por la corriente alterna pueden producir fracturas y traumas.
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