Método Analítico Evaluativo Muscular
*Jorge Eduardo Duque Parra, Bch. Sc; M. SG
Universidad autónoma de Manizales, Ciencias Morfofisiológicas.
INTRODUCCIÓN
Tradicionalmente en el estudio de la función muscular específica, los movimientos involucrados en el desplazamiento de algún segmento corporal (Contracción isotónica), son aprendidos y enseñados de forma memorística, inclusive sin dar una orientación bioscópica (para los músculos subcutáneos) de parte del docente, demostrando en su propio cuerpo o haciendo partícipes a sus alumnos.
Para la acción docente específicamente en las ciencias morfofisiológicas, la asignatura debe ser vivencial y no árida, tediosa e intrascendentes. La filosofía de esta enseñanza nos recuerda que debemos aprender del ser muerto para conocer al ser vivo; lo que sucede en el libro sucede en nosotros.
Deseo por lo menos en el plano analítico suministrar una base teórica interdisciplinaria que permita al estudiante, razonar basado en la física vectorial, los movimientos que genera un músculo dado en el campo real e inclusive en el de la ficción para estudios de anatomía fisiológica de anticipación, sin tener necesidad de recurrir a la “memoria muerta”, sino utilizando su capacidad de análisis, puesto que la acción mecánica de cualquier músculo esquelético, está determinada esencialmente por su disposición anatómica y por las cargas que debe desplazar en un momento determinado, cuando se contrae.
JUSTIFICACIÓN
Existen métodos que ayudan en la valoración de la función muscular:
1. El método anatómico
Se prueba en práctica de anfiteatro, tirando del músculo en sus inserciones, hacia el origen del mismo, se considera esta prueba como única para establecer las funciones de músculos muy profundos. En docencia es un excelente método que ubica en lo tangible y posible ya que algunos músculos pueden hacer movimientos, tales de los cuales en la realidad no necesariamente se hacen (8,13).
2. Por electromiograma
De carácter fisiológico, se logra ubicando electrodos en el músculo o piel suprayacente para registrar la actividad bioeléctrica de sus fibras; los registros del electromiografo se pueden alterar por patologías en el músculo, el nervio a la placa neuromuscular (placa motora), además de dificultar en la valoración de una acción precisa durante determinado movimiento (1, 8, 13, 17, 18, 19, 20, 26, 27, 28, 29, 30, 33).
3. Por Palpación
Mediante esta técnica, el sujeto de análisis debe ejecutar movimientos determinados para que el evaluador, tiente con sus manos los músculos que toman parte de dicha acción.
Especialmente se utiliza en evaluación de musculatura debilitada y su desventaja estriba, en la dificultad de exploración de los músculos profundos y por lo general como se evalúan grupos musculares, es arduo o imposible determinar la función de músculos por separado (2, 8, 17, 18, 23, 31).
4. Clínico
Se basa en el conocimiento de la patología, como un disbalance homeostático y es valioso en el sentido de que en la regresión a lo normal, es fácil determinar el nivel de acción basal de un músculo dado, por ejemplo en el estudio de una compresión del nervio trigémino en su rama motora, se imposibilita la evaluación de la mecánica mandibular, lo que orienta en el reconocimiento de los músculos masetero, temporal y pterigoideo medial como potenciantes en la función normal oclutoria (1, 2, 4, 8, 10, 13, 30).
5. Por estimulación Eléctrica
Consiste en la aplicación de la electricidad a un músculo cualquiera, ocasionando su contracción y determinando su acción, en la práctica fisiológica clásica, se desmedula una rana y se le expone el músculo gastrocnemio, que corresponde en el ser vivo humano a la sura, para ser excitado mediante corriente eléctrica (1, 4, 10, 13, 26).
Su desventaja, cuando la aplicación es percutánea, radica en que se restringe a músculos superficiales y no profundos, además, “dice ” lo que el músculo es capaz de hacer, pero no necesariamente cuales son sus funciones.
Estos métodos son prácticos y categorizados en anatómicos y fisiológicos, requieren de anfiteatro con aditamentos especiales a manera de poleas, también requieren de un laboratorio de fisiología, o de instrumental clínico apropiado.
El sistema que plantearé es de carácter analítico y sólo requiere de una aula común de enseñanza, es decir puede abordarse fácilmente y permite corroborar la experimentación de músculos superficiales y profundos.
Sustancialmente consiste en una visión vectorial de cualquier músculo; para efectos de la importancia odontológica, se requiere el conocimiento de los músculos masticatorios, de la ATM y descomposición vectorial en dos planos.
I. MASTICACIÓN
1. La trituración adecuada de alimentos es un proceso que involucra las articulaciones temporomandibulares (ATM), entre el cóndilo mandibular del proceso condilar de la mandíbula y la fosa mandibular del temporal (cavidad glenoidea( (2, 8, 21, 22, 25, 28, 31, 32, 33).
2. La ATM es bicondílea al comprometer el cóndilo del temporal y el mandibular; es sinovial compuesta porque entre las facies articulares, se interpone un disco articular (2, 6, 8, 21, 29).
3. La ATM en su versión de palanca, ha de considerarse como de tercer grado, puesto que la resistencia a vencer es el peso de la mandíbula con sus anexos blandos y los alimentos depositados en la cavidad oral. La palanca de tercer grado es aquella en la cual, el punto a vencer o resistencia (R) , está en un extremo; la zona de apoyo (A) se localiza en el extremo opuesto y finalmente la fuerza, que ejecuta el músculo o grupo muscular (F) se aplica en el lugar intermedio entre resistencia y apoyo.
4. Los músculos masticatorios principales antigravitarios, oclusales, son el masetero, temporal y pterigoideo medial, pero deben considerarse los depresores (gravitatorios) que cierran el ciclo del ginglimo inferior de la ATM y que exclusivamente proporciona oclusión como elevamiento y depresión de esta, merced a la contracción muscular del pterigoideo lateral (2, 4, 5, 7, 8, 10, 12, 13).
a. Elevación mandibular | b. Depresión mandibular |
De momento, para simplificar, no hemos considerado el comportamiento superior de la ATM, entre el disco porción convexa y la cavidad glenoidea, que anatómicamente es artrodia y funcionalmente proporciona movimientos de deslizamientos trascendentes en la diducción (2, 5, 7, 8, 9, 21, 23).
II. VECTORES
La presentación diagramada por una flecha de una cantidad que se considera con sentido y dirección se llama vector.
Cuando un dinamómetro se tensiona verticalmente con una fuerza de 5 unidades, debido a un peso que soporta, el arrastre un dirigido hacia abajo, pudiéndose representar con vectores dichas fuerzas.
En mecánica suelen usarse construcciones gráficas para obtener la resultante de un sistema de vectores; la regla de base es la del paralelogramo; sea el vector R + S, suma de los vectores R y S, se obtiene como diagonal del paralelogramo formado tomándolos por lados (3, 12, 13, 14, 15, 16).
Es decir que en el gráfico, se proyectan en la vertical y horizontal, sus correspondientes vectores en magnitud direccional (12, 14, 15, 16).
III. TRATAMIENTO VECTORIAL A LA FUERZA MUSCULAR
Los principales músculos masticatorios serán considerados, teniendo presente que el origen muscular, es un punto más fijo y de relativo escaso movimiento, la inserción es la parte distal y más móvil del mismo (2, 8).
1. El músculo temporal
Con orígenes así: Líneas temporales superior e inferior, proceso marginal del cigomático y fosa temporal que incluye parte de los huesos temporal, parietal, frontal y a la mayor esfenoidal. Inserción: En el proceso coronoideo y área nexa del ramo mandibular (2, 5, 6, 7, 8, 11, 13, 21).
Sus fibras se disponen en forma radiada y diagonalmente hacia arriba y atrás (supero posteriores).
Su forma de abanico resalta y para el bloque general de fibras que se orientan, representamos con un vector ( C ).
El vector C al descomponerse en D y E nos ayuda a determinar el carácter de elevador (vertical hacia arriba), el vector E (horizontal hacia atrás) determina el carácter retrusor del mismo músculo. Son 2 entonces, las funciones principales de este músculo: Elevador y retrusor mandibular (2, 5, 7, 8, 18, 21).
2. Músculo masetero
Origen en el borde inferior de los dos tercios anteriores del arco cigomático e inserción en la rugosidad masetérica de la cara externa del ramo mandibular, recuérdese que en el ramo de la mandíbula este músculo sólo se adosa. Si interpretamos el bloque total de fibras, sin considerar el vientre superficial y el profundo, reconocemos su oblicuidad hacia delante si el punto de referencia es distal (2, 5, 6, 7, 8, 18, 21).
En esta representación, F es el vector que potencia el músculo masetero, al descomponerlo obtenemos G y H que por sus direcciones; vertical hacia arriba y horizontal al frente, determinan los caracteres de elevador y protrusor de la mandíbula.
3. Músculo pteriogoideo lateral (externo).
Se origina en la cara lateral del proceso pteriogoideo esfenoidal, cresta infratemporal y parte de la cara externa del ala mayor del esfenoides. Sus lugares de insersión son la fosita pteriogoidea del cuello mandibular, cápsula y disco articular de la ATM. En conjunto las fibras se disponen oblicuamente hacia abajo y adelante, si el punto de referencia es el ramo de la mandíbula como extremo distal (5, 6, 9, 18, 21, 22, 26).
Se distingue que el vector L posee dos componentes; Uno horizontal que protrusiona la mandíbula (M) y otro vertical (N) que la deprime siendo a la vez por conexión en el disco articular, un protactor discal (28).
4. Músculo pterigoideo medial (interno)
Con origen en la cara medial del ala externa del proceso pteriogoideo y cara posterior del proceso piramidal platino, su inserción en la tuberrosidad pterigoidea de la cara interna del ángulo mandibular. La disposición de las fibrar es oblicua hacia delante y hacia arriba, el punto de referencia distal es la mandíbula (4, 5, 6, 9, 10, 21).
En la descomposición vectorial obtenida, el vector I da un componente K (en el eje vertical hacia arriba) de carácter elevador y otro J de carácter protusor, que se dirige al frente en el eje horizontal.
Según los análisis indicados, los movimientos generados en ATM son:
Elevación………Masetero – temporal – pterigoideo interno
Depresión……..Pterigoideo lateral
Protrusión……..Masetero – pterigoide medial y lateral
Retrusión………Temporal
Como no se consideró la artrodia superior, debe recordarse que la disposición lateral (en una visión estereoscópica) de músculos que así se ubiquen, contribuyen al deslizamiento de la ATM y según la información morfofuncional, los únicos que juegan papel en este movimiento diductorio son los pterigoideos.
Se reconoce en esta visión posterior por corte coronal retocondilar, que los vectores Z dan 2 componentes cada uno así: Uno Y de elevación y otro X de aproximación hacia el eje craneal, que equivaldría a una aducción.
Lógicamente la aducción no existe, porque la mandíbula por lo menos en el adulto, es un solo hueso debido a la sinostosis de la sinfisis mentoniana.
Se reduce que los vectores X generan movimientos si los dos “tiran” hacia un solo lado, es decir la contratación de un pteriogoideo lateral tira del opuesto pero en uno de ello se invierte el origen y la inserción.
La siguiente ilustración con los pterigoideos laterales lo explicita:
Si M1 = M2 movimientos de aproximación se anulan.
Para generar movimiento efectivo, M1 y M2 deben poseer dirección común.
Esta visión vectorial puede ayudar al conocimiento de músculos accesorios, por ejemplo considerados por la masa muscular, los buccinadores son débiles respecto a los maseteros, pero por sus conexiones maxilomandibulares, han de jugar papel en la elevación mandibular. Veamos:
Se originan en los procesos alvéolos maxilomandibulares, a lo largo de los 3 molares inferiores, hámulo pterigoideo y parte posterior de la línea milohioidea, fijándose en el músculo orbicular oral y labios superior e inferior (5, 8, 10, 21).
El vector A representa el grupo total de fibras que se dirigen oblicuamente hacia el orbicular oral (m. Orbicular de la labios) y en su descomposición obtenemos el vector B dirigido como en su descomposición obtenemos el vector B dirigido como en análisis precedente, hacia el origen muscular, obteniendo su acción de retractor bucal al comprimir los carrillos, cuando se compresiona alimento en la cavidad oral.
El vector F indica su acción como elevador mandibular ( 2, 5 ,7, 8, 21).
CONCLUSIONES
1. El método analítico muscular, requiere de un conocimiento integro del aparato osteoartromuscular de una región específica, para su aplicación óptima.
2. Los movimientos posibles que genera un músculo, los regula la articulación por su diseño biomecánico.
3. La determinación vectorial, se logra por el reconocimiento global de las fibras musculares mayoritarias.
4. El vector mayoritario, se orienta de la inserción al origen, para la descomposición vectorial que indicará por lo menos en dos planos, los movimientos principales de un músculo dado.
5. Este método permite abordar músculos de planos superficiales, medios y profundos.
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