EPL: historia, crímenes, financiamiento y disidencias
El Ejército Popular de Liberación, EPL, fue un grupo guerrillero insurgente que comenzó sus operaciones el 10 de febrero de 1.967 hasta el año 1.991. En este año cerca del 95% de la organización guerrillera se desmovilizó. Sin embargo, a partir de ese año, cerca de 200 hombres que no se desmovilizaron y bajo el mando de Francisco Caraballo, crearon las disidencias del EPL que fueron otros grupos criminales que siguen operando en la actualidad. El EPL nació como un grupo insurgente de extrema izquierda, con los principios del marxismo y leninismo. Pero para el año 1.975 se basaron en los principios del Partido del Trabajo de Albania, con una línea más estalinista. Sus objetivos eran derrocar al gobierno de Colombia y establecer un estado socialista, con cambios económicos, sociales y políticos para el país.
Crímenes del EPL
Se calcula que entre los años 1967 y 2013, el EPL realizó 88 tomas guerrilleras. Esto representa cerca del 5% del total de tomas guerrilleras realizadas en Colombia durante esos años.
Un ejemplo de ellos es la toma de Saiza. Se trata del ataque del EPL y las FARC-EP al pelotón del Batallón N 31 del Ejército Nacional y al cuartel de la Policía en el corregimiento de Saiza en el municipio de Tierralta en el departamento de Córdoba. Este ataque dejó 14 uniformados muertos y 22 secuestrados, 12 civiles muertos y 25 guerrilleros muertos.
Adicionalmente, también se les señala que de cometer otros 6800 crímenes entre actos de terrorismo, secuestro, extorsión, desaparición forzada y homicidios. (Ver también: Historia de las FARC.)
Financiamiento del EPL
El EPL conseguía su financiamiento a través de diferentes crímenes como la extorsión, el secuestro, el lavado de activos, el narcotráfico y el abigeato o robo de ganado. El entonces Departamento Administrativo de Seguridad, DAS, decomisó en una captura de sus testaferros, 60 escrituras de bienes raíces, 5mil millones de pesos y al menos 389 títulos valores como cheques, seguros de vida, letras de cambio, entre otros.
Relación del EPL con el narcotráfico
El Ejército Popular de Liberación (EPL) comenzó sus actividades en 1967 con una ideología marxista-leninista y, más tarde, adoptó principios estalinistas. Inicialmente, sus operaciones se centraban en actividades guerrilleras y ataques a las fuerzas del gobierno con el objetivo de establecer un estado socialista en Colombia. Sin embargo, a medida que avanzaba el conflicto, el EPL se dio cuenta de la necesidad de financiar sus operaciones de manera más eficiente.
El narcotráfico surgió como una fuente lucrativa de ingresos en Colombia durante las décadas de 1970 y 1980. El EPL, al igual que otros grupos insurgentes, comenzó a involucrarse en el narcotráfico para obtener los recursos necesarios para sostener sus actividades.
Esto incluyó la protección de cultivos de coca, el cobro de “impuestos” a los productores y traficantes. En algunos casos, la participación directa en la producción y distribución de drogas. Esta relación permitió al EPL expandir su influencia y aumentar su capacidad operativa, permitiéndoles adquirir armas, municiones y otros suministros necesarios para sus acciones guerrilleras.
Impacto del narcotráfico en la financiación y sostenibilidad del grupo
El narcotráfico se convirtió en una parte esencial de la estrategia de financiación del EPL. A través de actividades como la extorsión a narcotraficantes y la participación en el comercio de drogas, el EPL pudo generar grandes sumas de dinero. Estos ingresos permitieron al grupo guerrillero no solo mantener sus operaciones, sino también expandir su presencia en varias regiones de Colombia.
La implicación en el narcotráfico también tuvo un impacto significativo en la sostenibilidad del EPL. Los recursos obtenidos del comercio de drogas les permitieron mantener una fuerza militar considerable, adquirir tecnología avanzada y establecer redes logísticas complejas. Sin embargo, esta dependencia del narcotráfico también trajo consigo desafíos. Por ejemplo, el aumento de la violencia y los conflictos con otros grupos armados y con las fuerzas del Estado, que buscaban controlar el lucrativo negocio de las drogas.
Además, la vinculación con el narcotráfico erosionó parte del apoyo popular que el EPL tenía inicialmente, ya que muchas comunidades locales sufrieron las consecuencias negativas de esta actividad, incluyendo la violencia, el desplazamiento forzado y la destrucción de sus medios de vida. A pesar de esto, la rentabilidad del narcotráfico permitió que el EPL se mantuviera activo y operante durante varios años. Incluso después de la desmovilización de la mayoría de sus miembros en 1991.
Disidencias del EPL
En el año 1991 cerca del 95% de los miembros del EPL se desmovilizaron, alrededor de 2200 integrantes, sin embargo, 200 hombres conformaron lo que se conoce como las disidencias del EPL. Bajo las órdenes de Francisco Caraballo y otros fundadores del EPL, nacieron estos nuevos grupos guerrilleros que se mantienen activos, principalmente en la frontera entre Colombia y Venezuela, más específicamente en la región del Catatumbo.
Se estimaba que para el año 1995, las disidencias del EPL contaban con al menos 13 frentes y 400 miembros que operaban en diferentes zonas de Colombia. El Frente Libardo Mora Toro fue el único frente que sobrevivió, los otros, o fueron abatidos por las Fuerzas Militares de Colombia o se unieron al paramilitarismo. (Ver también: Historia de las AUC.)
Desde el año 2.016 la disidencia sobreviviente del EPL se le conoce como Los Pelusos, un Grupo Organizado Armado, GAO; debido a que actualmente se dedican al narcotráfico y operan en la región del Catatumbo, debido a los corredores que conectan al Catatumbo con Venezuela para el envío de drogas desde este país hacia Estados Unidos y Centroamérica. Esta disidencia también se está financiando con el contrabando, extorsión de inmigrantes y tráfico de personas.
Por ejemplo, el Frente “Elkin González Vásquez” operó en Antioquia, el Frente “Bernardo Franco” operó en Córdoba y Urabá; el Frente “Pedro Hernando Vásquez Rendón” operó en la zona metropolitana de Medellín, el Frente “Virgilio Enrique Rodríguez” operó en La Guajira. Además, el Frente “Aldemar Londoño” operó en Nariño y Cauca, el Frente “Ramón Gilberto Barbosa” operó en Santander, Norte de Santander y en el sur del Cesar, entre otros.
Impacto social y económico del EPL en las comunidades locales
Las acciones del Ejército Popular de Liberación (EPL) tuvieron un impacto profundo y duradero en las comunidades locales de Colombia. Desde su fundación en 1967, el EPL llevó a cabo numerosas operaciones guerrilleras que afectaron la vida cotidiana de miles de colombianos.
En las áreas rurales donde el EPL tenía una fuerte presencia, las comunidades se vieron obligadas a convivir con la constante amenaza de violencia. Las tomas guerrilleras y los enfrentamientos con las fuerzas del Estado resultaron en la destrucción de propiedades, la interrupción de las actividades agrícolas y el desplazamiento forzado de muchas familias.
La inseguridad generada por la presencia del EPL y otros grupos armados también dificultó el acceso a servicios básicos como la educación y la atención médica, exacerbando la pobreza y la desigualdad en estas regiones.
Económicamente, el EPL financió sus operaciones a través de actividades ilícitas como la extorsión, el secuestro y el narcotráfico. Estas actividades delictivas afectaron gravemente a las economías locales.
Los agricultores, ganaderos y empresarios eran extorsionados regularmente, lo que generaba una atmósfera de miedo y limitaba el crecimiento económico. Además, los secuestros afectaron no solo a las víctimas directas y sus familias, sino también a las comunidades en general, al sembrar un clima de terror e incertidumbre.
Impacto político del EPL en Colombia
El EPL también tuvo un impacto significativo en la política colombiana y en las decisiones gubernamentales. Como un grupo insurgente con una ideología marxista-leninista, el EPL buscaba derrocar al gobierno colombiano y establecer un estado socialista. Aunque no lograron este objetivo, sus acciones influyeron en la agenda política y en las políticas de seguridad del país.
El surgimiento y la actividad del EPL, junto con otros grupos guerrilleros, llevaron al gobierno colombiano a implementar diversas estrategias para combatir la insurgencia. Esto incluyó el fortalecimiento de las fuerzas militares y policiales, así como la adopción de políticas de seguridad más agresivas. Además, la violencia y los conflictos generados por estos grupos impulsaron la creación de programas de desmovilización y reintegración para los combatientes, como el proceso de paz con el EPL en 1991, que resultó en la desmovilización de la mayoría de sus miembros.
Políticamente, el EPL y otros grupos guerrilleros también influyeron en la percepción pública y en el debate sobre la necesidad de reformas sociales y económicas en Colombia. Sus demandas y acciones pusieron de relieve las profundas desigualdades y problemas estructurales en el país, presionando al gobierno y a la sociedad civil para abordar estas cuestiones.
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