Pirámides de Teotihuacán en México
Las pirámides de Teotihuacán es una de las zonas arqueológicas que se encuentran en México, traduce “ciudad de los dioses” o ‘lugar donde los hombres se convierten en dioses’. Esta zona arqueológica se encuentra hacia el noreste del Estado de México, más exactamente en los municipios de Teotihuacán y San Martín de las Pirámides.
Desde el año 1.987, esta zona arqueológica fue declarada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Allí se ubicaron los mexicas, aunque no fue la civilización que la construyó, pues cuando llegaron ya se encontraban ruinas de este complejo.
Como se desconoce quiénes fueron los autores de estas construcciones, el nombre de la zona se debe a su ubicación, por eso los aztecas lo bautizaron así. Se estima que esta ciudadela había comenzado hace 100 años a.C y finalizado cerca de los años 650 d.C. (Ver También: Las Pirámides de Egipto)
Características de las pirámides de Teotihuacán
La zona arqueológica de Teotihuacán es el conjunto de varias construcciones y complejos como la Pirámide de la Luna, la Pirámide del Sol, el Templo de la Serpiente Emplumada, el Palacio de Quetzalpapálotl, La Ciudadela, la Calzada de los Muertos; además los conjuntos de corte habitacional Yayahuala y Zacuala y otros complejos como La Ventilla, Tetitla, Tepantitla y Atetelco.
Toda la zona arqueológica tiene una extensión de 264 hectáreas, durante el recorrido de esta zona se puede acceder al jardín botánico que tiene flores tradicionales, también al jardín al sur del Río San Juan y al Jardín Escultórico; a los Museo de Murales Teotihuacanos “Beatriz de la Fuente” y museo de Cultura Teotihuacana
Arquitectura de las pirámides Teotihuacán
Las pirámides de Teotihuacán son un complejo extraordinario, cuenta con una arquitectura muy definida e increíble para la época en la que se construyó. Sobre la vía principal que es de 4.000 metros se encuentran las construcciones más importantes, que eran destinados a ser templos, casas de personas con un cargo de alto rango, la casa del sacerdote, palacios y las dos pirámides más grandes.
Una característica importante de su construcción fueron los pisos de mica de 6 cm de espesor, la mica es un tipo de mineral. Este piso, a su vez, estaba recubierto con tezontle, una roca roja de origen volcánico. (Ver También: Machu Picchu: La Ciudad de los Incas)
Pirámide del Sol
La pirámide del Sol es quizá la más representativa de las pirámides de Teotihuacán. Tiene una altura de 63 metros, para un total de 20 pisos; se considera el punto en donde se conecta la tierra y el cielo pues represente el eje del mundo. Debajo de esta pirámide hay una cueva de 100 metros y que simboliza el origen del mundo.
Su construcción se realizó en varias etapas entre los siglos I y III d.C. y se cree que fue utilizada con propósitos ceremoniales y religiosos.
Pirámide de la Luna
Una de las pirámides más importantes de Teotihuacán, esta pirámide se hizo en honor al dios de las tormentas, desde allí, sus habitantes veían los movimientos de las estrellas. Consideraban que las estrellas eran seres que viajaban al Averno y salían de ahí con la salida del sol.
El Averno era el nombre que antiguamente se le daba al infierno, al lugar donde las almas que mueren en pecado van, donde residen los muertos o la entrada al inframundo.
Situada en el extremo norte de la Calzada de los Muertos, esta pirámide es la segunda más grande de Teotihuacán. Aunque es más pequeña que la Pirámide del Sol, aún tiene una impresionante altura de 45 metros de alto y 45 metros de ancho. Además como está ubicada sobre un terreno elevado, quedan a la misma altura. Al lado se encuentra una estatua de la diosa de la agricultura.
Se cree que también fue utilizada con propósitos ceremoniales y religiosos, posiblemente asociados con la adoración de la diosa de la luna. (Ver: Geografía de México)
Palacio de Quetzalpapálotl
Si bien no es una pirámide, sí es una construcción importante dentro de la zona arqueológica de Teotihuacán. Fue la vivienda sacerdotal, se considera como una vivienda élite, ubicada sobre la vía principal.
Como característica principal, en la entrada hay unas escaleras en donde se encuentran jaguares decorados con plumas de quetzal; un tipo de ave que Aztecas y Mayas usaban sus plumas para adornar el vestuario de sacerdotes y reyes.
Pirámide de la Serpiente Emplumada
Esta construcción tenía uso tanto religioso como cívico, tenía tres cámaras y un túnel, se encuentra decorada con serpientes; que representa el primer día del calendario lunar de 260 días.
Calzada de los Muertos:
Es una gran avenida que recorre el centro de Teotihuacán, flanqueada por estructuras ceremoniales y residenciales. Se extiende por aproximadamente 4 kilómetros y conecta la Pirámide del Sol con la Pirámide de la Luna. Se cree que su nombre se debe a las numerosas estructuras funerarias que se encuentran a lo largo de su recorrido.
Plataforma de los Jaguares y los Guerreros:
Situada cerca de la Pirámide de la Luna, esta plataforma es conocida por sus elaboradas esculturas de jaguares y guerreros, así como por los restos de entierros humanos encontrados en su interior. Se cree que fue utilizada para ceremonias religiosas y sacrificios humanos.
Historia de las pirámides de Teotihuacán
Hoy en día, las Pirámides de Teotihuacán son uno de los destinos turísticos más populares de México y un sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Atraen a visitantes de todo el mundo que vienen a maravillarse con su impresionante arquitectura, su rica historia y su profundo significado cultural.
Fundación y Desarrollo Temprano (200 a.C. – 250 d.C.):
Teotihuacán, cuyo nombre significa “Lugar donde los dioses nacieron”, fue fundada alrededor del siglo II a.C. Se cree que la construcción de las pirámides principales, como la Pirámide del Sol y la Pirámide de la Luna, comenzó durante este período. Teotihuacán creció rápidamente en importancia y se convirtió en uno de los centros urbanos más grandes de Mesoamérica.
Apogeo y Expansión (250 d.C. – 600 d.C.):
Durante este período, Teotihuacán alcanzó su apogeo como una de las ciudades más grandes y poderosas de la región. Su influencia se extendió por gran parte de Mesoamérica, llegando incluso a regiones tan lejanas como Guatemala. La ciudad estaba habitada por una diversa población de diferentes grupos étnicos y culturales, lo que contribuyó a su riqueza y diversidad.
Declive y Abandono (600 d.C. – 750 d.C.):
A finales del período clásico mesoamericano, Teotihuacán comenzó a experimentar un declive gradual. Se desconocen las razones exactas de este declive, pero se han propuesto teorías que incluyen conflictos internos, presiones externas y cambios climáticos. Para el siglo VIII d.C., la ciudad había sido abandonada en gran medida y sus pirámides y estructuras ceremoniales quedaron en ruinas.
Redescubrimiento y Exploración (Siglo XIX – Presente):
En el siglo XIX, los europeos redescubrieron el sitio de las Pirámides de Teotihuacán, aunque los pueblos indígenas de la región siempre han sido conscientes de la existencia de sus ruinas. Desde entonces, investigadores han llevado a cabo numerosas excavaciones arqueológicas y estudios académicos que han revelado importantes detalles sobre la historia y la cultura de la civilización mesoamericana.
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