Distintos Tipos y Fases de Innovación Exportadora

B. Marco conceptual 

1.Distintos tipos y fases de innovación exportadora

Las categorías de innovación que responden a requisitos de la demanda identificadas por Frohmann y otros (2016) para las pymes orientadas a la exportación son tres:

a) Cumplimiento y certificación de estándares: para poder exportar se debe cumplir con varios tipos de estándares (de calidad, medio ambiental, social u otros específicos por sector) del mercado al que se pretende ingresar.

b) Adecuación de productos a la demanda: para exportar es indispensable adaptar los productos a los gustos. Tendencias y formas de consumo en el mercado al cual se quiere vender. Por lo que es indispensable conocerlos. De manera de poder incorporar al producto los ajustes necesarios para ese consumidor en particular.

c) Optimizar los canales de comercialización: la selección del canal de comercialización más adecuado es importante para una exportación exitosa. Por lo que es necesario identificar los más pertinentes y aprovecharlos de la mejor manera posible. Es posible identificar tres fases para avanzar en este tipo de innovaciones.

i) Fase de diagnóstico: que permite tomar consciencia de lo que significa la innovación en cuestión para la empresa. Identificando los requerimientos en recursos humanos, en infraestructura, en tecnología y en nivel organizacional. Esta etapa exige un levantamiento de lo que sería la innovación para la compañía con sus costos y beneficios.
ii) Fase de diseño: que estructura la forma cómo se debería implementar la innovación. Considerando las características de la empresa y los factores limitantes existentes.
iii) Fase de implementación: en la que se ejecuta la innovación propiamente tal. Es importante señalar que estas tres fases podrían requerir recursos financieros y probablemente sea la fase de implementación la que necesitaría una mayor cantidad de recursos. En el caso que la innovación requiriese infraestructura y/o tecnología.

2. Fallas de mercado en los instrumentos reembolsables para innovaciones en pymes exportadoras 

Al momento de financiar las innovaciones del tipo que son materia de estudio en este documento. Las pymes exportadoras enfrentan restricciones de acceso al financiamiento reembolsable. El racionamiento del crédito ha sido un tema ampliamente estudiado en la literatura y varios modelos han sido diseñados para explicarlo39. En general, las explicaciones se han anclado en lo que Stiglitz (1994) denomina “nuevas fallas de mercado”. Que aluden a que las conclusiones del primer teorema del bienestar40 se basan en dos supuestos que no se dan en la realidad: la existencia de información perfecta y de mercados completos para todo tipo de contingencias.

El Teorema Greenwald-Stiglitz (1986):

Demuestra que cuando los mercados son incompletos o la información es imperfecta. El comportamiento de los agentes genera externalidades que no son consideradas en su accionar. Por ejemplo, la existencia de información imperfecta genera asimetría de información entre demandantes y oferentes de crédito: las entidades crediticias no necesariamente tienen la posibilidad de discernir la calidad del proyecto que se presenta a su consideración ni las condiciones morales del sujeto que solicita el préstamo. Por lo que tienden a resguardarse solicitando garantías o avales muy altos o simplemente negando el crédito.

Y por su parte, la ausencia de mercados para transar producciones futuras. Por ejemplo, dificulta el financiamiento de las operaciones de inversión. Lo mismo ocurre en situaciones en que se producen “equilibrios de bajo nivel”. En los que se generan círculos viciosos de pobreza, que conducen a mercados insuficientemente desarrollados y a una consecuente falta de fondos para crédito.

Es importante notar que la presencia de mercados incompletos se puede explicar por factores institucionales. Tales como falta de normativa adecuada, carencias en el diseño de contratos, sistemas inadecuados de información para el prestamista y escaso desarrollo de mercados cooperantes (como, por ejemplo, mercado de seguros y mercado del trabajo), entre otros. Todos estos elementos redundan en un bajo nivel de desarrollo de los instrumentos de financiamiento reembolsable y en una reducida batería de modalidades de financiamiento. Lo que en consecuencia provoca una baja competencia en la oferta de servicios financieros (Berger y Udell, 2006)41.

3. Los apoyos reembolsables y no reembolsables más adecuados para los distintos tipos y fases de innovación exportadora

 Si seguimos el diagrama 9, en la parte izquierda (A) se puede observar que el desarrollo de las innovaciones de las pymes exportadoras en sus distintas fases o etapas (diagnóstico, diseño e implementación) se da en un entorno específico:

i) El marco normativo, el cual condiciona el desarrollo comercial e institucional del sector financiero y contribuye de manera significativa al clima de negocios bajo el cual se desarrollan las exportaciones de las pymes.

ii) Las opciones de financiamiento no reembolsable que están determinadas por programas públicos específicos. Bajo criterios de elegibilidad y disponibilidad presupuestaria de las agencias de fomento;

iii) El financiamiento reembolsable de las distintas instituciones públicas y privadas, que ofrecen financiamiento de corto plazo (capital de trabajo fundamentalmente) y de largo plazo (inversiones). Para los cuales los gobiernos establecen programas de garantías públicas, desarrollo de información sectorial y apoyo al desarrollo de plataformas especializadas de análisis de riesgo en la banca, entre otros.

Pyme exportadora innovadora y a la pyme exportadora innovadora en expansión

En general, se esperaría que las empresas financien las innovaciones vía instrumentos no reembolsables de alguna agencia de gobierno. De lo contrario recurrirán a fondos propios y, en última instancia, a instrumentos reembolsables en el sector financiero formal, que evaluará la solicitud de fondos presentada por la empresa. Sobre la base de criterios de capacidad de pago y garantías.42

Un elemento a considerar es que aun cuando se implemente la innovación, esta no generará resultados de forma inmediata. Debido a que existe un tiempo entre el diagnóstico de la necesidad de innovación y los resultados probables de su implementación, los cuales incluso pueden no ser positivos.

De esta forma, lo más probable es que las instituciones financieras formales (bancos):

No consideren en su evaluación el esfuerzo de innovación de la empresa como criterio relevante para otorgar el crédito. Sino más bien los resultados positivos de las innovaciones una vez que estas hayan sido implementadas.

Lo más probable, entonces, es que la banca evaluará la historia de la empresa, su nivel de patrimonio y de endeudamiento. Más que considerar los resultados esperados de la innovación (sujeto a un riesgo determinado que muchas veces las unidades de evaluación de riesgo de la banca no evalúan apropiadamente, pues no cuenta con la pericia requerida).

De esta forma, lo más razonable es que la empresa termine financiando el plan de innovación a través de una combinación de financiamiento de las fuentes indicadas. Las preguntas que surgen entonces son: ¿cuál es la combinación óptima de financiamiento que permita realizar de manera apropiada la innovación? y ¿cuál es el aporte en esta combinación de las instituciones financieras reguladas (crédito bancario)? Si las empresas se encuentran racionadas al crédito se produciría una combinación de financiamiento que no sería óptima. Impidiendo a las empresas alcanzar una adecuada implementación del plan de innovación. Con el consiguiente efecto en los resultados esperados de la misma y, por otro lado, con un costo de fondos más alto que una situación sin racionamiento.

Otro tema relevante es saber qué tipo de financiamiento requieren las pymes exportadoras para realizar las tres innovaciones de demanda presentadas en la sección B.1 de este documento. Si consideramos que las empresas ya poseen una historia. Podríamos asumir que el tipo de demanda de crédito podría corresponder más bien a una demanda de fondos para operación o para crecimiento. Esto último si es que la implementación de la innovación es requerida.

Asumimos que la innovación no llega a generar un producto innovador en sí mismo en un mercado conocido o desconocido. Ya que las innovaciones analizadas producen más bien adecuaciones en la línea de producción o comercialización.

De ser así, estaríamos frente a un tipo de demanda de fondos donde no debiese haber mucha dificultad para conseguirlos, siempre y cuando la empresa se encuentre en una situación saludable en términos de historial de pago, nivel de endeudamiento y con un nivel de patrimonio que permita levantar garantías al momento de solicitar el crédito. En este punto pudiese ser determinante la forma cómo se prepara la solicitud de fondos a la entidad crediticia. Por cuanto un proyecto mal presentado. Aun cuando la empresa se encuentre en buenas condiciones. Podría ser descartado en sus primeras fases de evaluación.

No obstante lo señalado, sigue existiendo la duda de si la institución crediticia evaluará la capacidad de pago de un plan de innovación que aún no ha mostrado resultados. Aun cuando desde la perspectiva de la empresa se están haciendo los mejores esfuerzos por llevar adelante una innovación, que producirá mejoras en ventas y diversificación de mercado.

Frente a este escenario existen algunas acciones a realizar desde las políticas públicas. Por una parte, atacar el racionamiento interno, informando a las empresas de los beneficios de acceder a financiamiento de instituciones financieras para realizar el plan de innovación. Por otro lado, enfrentar el racionamiento externo. A través del desarrollo de plataformas especializadas para el análisis de riesgo que involucran las innovaciones; el desarrollo de mercados de seguros que permitan gestionar riesgos comerciales y productivos/tecnológicos, y la creación de líneas de financiamiento para ser intermediadas con foco en el desarrollo de las innovaciones analizadas.

En el diagrama 6 parte derecha B se analiza el resultado obtenido de las innovaciones impulsadas por las pymes exportadoras y cómo se relacionan las posibilidades de levantar fondos para la expansión de la empresa con dichos resultados.

Si los esfuerzos no produjeron resultados positivos en las ventas de las empresas y/o en su diversificación de mercados y productos. La posibilidad de conseguir fondos para la expansión de la empresa se ve fuertemente limitada. Por el contrario, el desafío de buscar nuevos instrumentos de financiamiento para apoyar su expansión plantea resultados positivos.

La expansión se dará en un determinado marco normativo, con la diferencia que la orientación de los instrumentos de financiamiento reembolsable y no reembolsable debiese apuntar a consolidar los esfuerzos iniciales de la empresa exportadora. Por el lado de los instrumentos de financiamiento. Se visualiza como acción de política el desarrollo de alianzas. De tal modo que se articulen los instrumentos reembolsables y los no reembolsables.

Mejorando el impacto del apoyo. Si bien hay pocas experiencias en el tema, su importancia amerita un esfuerzo de las agencias de gobierno y del sector privado para avanzar en ello. Debido a que existe la impresión. Al menos de algunos actores, que los programas de fondeo dirigidos (vía banca de segundo piso o banca de desarrollo) y los de garantía estatal no han sido suficientes para mejorar el acceso a financiamiento de las pymes exportadoras en la región.

Se requiere establecer una estrategia más integral que comprenda. Además de medidas para canalizar recursos. Una serie de servicios a las empresas para mejorar el acceso al crédito. Complementando el financiamiento reembolsable con financiamiento no reembolsable.

Existe evidencia a favor del impacto positivo que tienden a generar programas de financiamiento no reembolsable en las empresas. Por lo que es natural preguntarse sobre la posibilidad de que las pymes que usan tales servicios tengan un mayor y mejor acceso al crédito. A la vez que también surge la interrogante sobre cómo potenciar tal efecto. Ya sea por la vía de adecuar los financiamientos no reembolsables con esos fines o, bien, generar lazos institucionales más estrechos en la provisión de instrumentos no reembolsables e instrumentos reembolsables.

En relación al punto anterior, en los últimos años se han producido dos fenómenos que han puesto en el tapete la necesidad de mirar con mayor atención el tema de los vínculos entre instrumentos reembolsables y no reembolsables. Por una parte, se ha producido un mayor interés de los gobiernos de la región por impulsar acciones de fomento productivo en base a instrumentos no reembolsables (Báez, 2008). Si bien la punta de lanza de este mayor interés ha sido el apoyo a la innovación, en varios países no solo se han impulsado programas de apoyo a las pymes. Sino que se han generado esfuerzos por institucionalizarlos.

Por otra parte, diversos estudios han suministrado evidencia a favor del impacto de los instrumentos no reembolsables y/o han mostrado que el impacto de los instrumentos reembolsables es limitado o inexistente. Cuando no van acompañados de instrumentos no reembolsables.

En el ámbito del apoyo a las pymes, una de las pocas experiencias evaluadas corresponde al Banco de Desarrollo de Empresas (BDC) de Canadá (Business Development Bank of Canada, 2009).

(Lea También: Instrumentos Reembolsables y no Reembolsables para la Innovación Exportadora en Chile)

Esta institución pública entrega financiamiento directo a las empresas. Pero también ofrece servicios de apoyo al desarrollo de planes de negocios y de mejora de gestión.

Un estudio que analizó el desempeño de las empresas atendidas por el BDC entre los años 2001 y 2005 constató que las firmas que recibieron financiamiento reembolsable y no reembolsable. De manera conjunta, tuvieron mejores resultados en ingresos, empleo y sobrevivencia que empresas similares no atendidas por el BDC. Además, mostró que las empresas que recibieron financiamiento reembolsable y no reembolsable, en forma conjunta. Tuvieron mejores resultados que las empresas que recibieron aisladamente financiamiento reembolsable o no reembolsable.

No es claro cuán aplicables son estas conclusiones al caso de las pymes exportadoras. Pero, aun asumiendo que los resultados fueran extrapolables, cabe igual preguntarse por el efecto que el financiamiento no reembolsable puede tener sobre la posibilidad que una pyme exportadora acceda a financiamiento reembolsable. En efecto, una cosa es que los estudios muestren que el uso del financiamiento obtenido por una empresa será más efectivo si va acompañado de financiamiento no reembolsable, o que se muestre que el financiamiento no reembolsable tiene un impacto positivo en el desempeño de las firmas, y otra cosa distinta es que las entidades financieras modifiquen su apreciación sobre el riesgo de la firma que usa tales instrumentos.

Las expectativas respecto al efecto que una valoración positiva de programas de financiamiento no reembolsable tenga sobre la conducta de las entidades financieras deben ser siempre moderadas y cercanas al rango de una “mejor disposición a analizar el caso”, o a una disposición a buscar activamente ese tipo de clientes para ofrecerles sus productos financieros.

Por otra parte, aun cuando los estudios indiquen un impacto positivo del financiamiento no reembolsable en el rendimiento comparativo de las firmas. Se trata de un resultado agregado. Nada asegura que cada firma que hace uso de financiamiento no reembolsable exhibirá esos logros. Por lo que el paso por estos programas no es una garantía suficiente de buen desempeño para un banco u otra entidad financiera.

Una interesante excepción a esta última regla la ofrecen aquellos programas en los que el proceso de selección es muy riguroso y se encuentra validado por el mercado como una señal de alto valor. Este es el caso, por ejemplo, del programa Small Bussiness Innovation Research (SBIR) en Estados Unidos. Uno de cuyos mayores impactos. De acuerdo a Lerner (1996). Fue generar una señal poderosa de probabilidad de éxito a potenciales inversionistas de la industria del capital de riesgo.

Si la entidad financiera reconoce el financiamiento no reembolsable como intervenciones de calidad. Posiblemente manifieste mayor apertura a analizar a las firmas que los han usado. Pues recibe una “señal” valiosa respecto al cliente. Parte del desafío. Por lo tanto, consiste en cómo hacer llegar esta señal a las entidades financieras.

De este modo, entonces, el tema de los posibles efectos positivos del uso de financiamiento no reembolsable. Para efectos de acceder a financiamiento reembolsable. No tiene que ver solo con el impacto efectivo de tales programas en el desempeño de las firmas. Sino también con la forma en que se logra trasmitir esa señal a las entidades financieras y así lograr reducir los efectos de las asimetrías de información. Pero hay otras maneras de reducir esas asimetrías. Por ejemplo, fortaleciendo los vínculos entre los propios oferentes de financiamiento reembolsable y no reembolsable.

Haciendo referencia a la experiencia en Centroamérica, Báez (2008) señala que la falta de desarrollo de vínculos se debería a un marco institucional y normativo poco desarrollado. A una inadecuada modalidad de intervención del sector público y a distintas percepciones entre proveedores y empresas.

Puntualiza que el mal funcionamiento de los vínculos podría estar asociado a una débil estructuración y gestión. A una falta de definición de objetivos o a una contradicción entre los intereses de los actores participantes. Además, recalca que la base para el desarrollo de los vínculos y la ampliación de la demanda y oferta de servicios está en el crecimiento de las empresas y su visión de largo plazo. Puesto que los servicios funcionan cuando tienen un objetivo claro, son orientados por la demanda. Están bien estructurados y tienen un adecuado seguimiento.

Existen lazos pocos desarrollados al nivel del trabajo con pymes y, por ello, se visualizan interesantes espacios de intervención. Para facilitar el acceso al financiamiento de las pequeñas empresas con ayuda de financiamiento no reembolsable.


  • 39 Véase, entre otros, los siguientes trabajos seminales: Stiglitz y Weiss (1981), Besanko y Thakor’s (1987), De Meza y Webb (1987).
  • 40 Del modelo de equilibrio general walrasiano, sobre la imposibilidad de mejorar el bienestar de un individuo sin afectar el de otro (situación de Pareto óptimo).
  • 41 De ahí que la mayor contribución que puede hacer la política pública para reducir el racionamiento crediticio en los países de menor desarrollo. Es, sin duda, generar las condiciones institucionales para un sano desarrollo de los mercados financieros y de capitales.
  • 42 La entidad financiera se fija en dos factores al momento de otorgar un crédito: la capacidad de pago y el colateral. Una de las manifestaciones más claras de la incidencia de las fallas de mercado en el financiamiento de las pymes es que el rol de las garantías tiende a incrementarse de manera desproporcionada. Sin embargo, la exigencia de garantías no es en sí misma una manifestación de falla de mercado. Pues permite reducir ciertos factores de incertidumbre. Parte del problema es que las fallas de mercado mencionadas también afectan la evaluación sobre la calidad de las garantías disponibles por parte de las empresas.

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