Alcances y Limitaciones de la Valoración Económica Ambiental
5. Alcances y Limitaciones
5.1 Alcances de la Valoración Económica Ambiental
La valoración económica ambiental permite asignar valores cuantitativos a los bienes y servicios proporcionados por recursos naturales, independientemente de si existen o no precios de mercado que ayuden a hacerlo (Convención Ramsar, 1997). Es decir, la misma corresponde a una traducción de la importancia de los servicios proporcionados por la naturaleza, en términos económicos.
Valoración económica de bienes y servicios ecosistémicos
En particular, en el contexto de la valoración económica de bienes y servicios ecosistémicos. La estimación del valor se hace con base en las variaciones en el bienestar social por efecto de cambios en la calidad o cantidad de servicios ecosistémicos.
En este sentido, es preciso identificar claramente cuál es el servicio ecosistémico que está siendo afectado, en qué sentido se podría afectar el bienestar social (positiva o negativamente). Cuáles son las características de la población afectada. Cuál es el mecanismo a través del cual se presentará dicho cambio y qué información hay disponible para la valoración.
Una vez se tiene claro este contexto y se ha seleccionado la metodología, ésta se debe aplicar de forma estricta, seleccionando adecuadamente la muestra. Utilizando la mejor información disponible, haciendo un buen diseño econométrico y reduciendo al máximo las posibles fuentes de errores y sesgos de medición. Para cada metodología existe un conjunto de buenas prácticas que deben ser tenidas en cuenta para garantizar que los valores estimados sean los más robustos posibles.
Teniendo en cuenta lo anterior, la valoración económica ambiental permite estimar los beneficios y costos asociados a los cambios en los ecosistemas que afectan el bienestar social. Al conmensurar las variaciones del bienestar a través de unidades monetarias.
Una vez cuantificadas, estas afectaciones pueden ser incorporadas como indicadores que aportan información en los procesos de toma de decisiones relacionadas con la evaluación social de proyectos o políticas públicas. En particular, aquellas decisiones relacionadas con el aprovechamiento sostenible del ambiente y la conservación de los recursos naturales. Los alcances de la valoración económica ambiental se resumen en la tabla 1.
(Lea También: Escenarios en Implementación de la Política Ambiental)
5.2 Limitaciones de la Valoración Económica Ambiental
En esta sección se exponen algunas limitaciones de la valoración económica ambiental, propias de un campo en desarrollo permanente. Con la intención de que la herramienta sea utilizada de forma racional. Respecto a las dimensiones de la gestión ambiental en la que se aplicará.
En primer lugar,
El valor económico ambiental que se obtiene a partir de la aplicación de las metodologías depende de las preferencias y las percepciones de las personas. Lo cual puede variar entre individuos, sociedades y a lo largo del tiempo (Costanza et ál., 2014). Así, los resultados dependen de condiciones individuales como las preferencias y el contexto sociocultural. Es decir, el valor obtenido a través de la aplicación de las metodologías de valoración económica ambiental es subjetivo y puede variar en el tiempo.
En segundo lugar,
Las diferentes dimensiones del valor no necesariamente se reflejan en las disposiciones de las personas a pagar o a aceptar, porque la maximización del bienestar individual depende de que todos los individuos cuenten con información completa sobre el presente y el futuro. La incertidumbre siempre estará presente en la aplicación de la herramienta. Lo cual debe ser tenido en cuenta al establecer los alcances de los resultados obtenidos. Especialmente, cuando la información se utiliza para la toma de decisiones.
En tercer lugar,
Al usar el dinero como unidad de medida del bienestar, se está suponiendo que una unidad monetaria adicional en el ingreso aporta la misma utilidad a todas las personas (utilidad marginal constante). Sin embargo, empíricamente, se ha evidenciado que la utilidad marginal del dinero, como la de la mayoría de bienes y servicios, es decreciente. Debido a esto, al usar el dinero como unidad de medición de las variaciones del bienestar se obtendrá, en general, que el valor monetario de las pérdidas o ganancias de bienestar es menor para las personas de menores ingresos. Esto no se debe a que sus variaciones en el bienestar sean menores. Sino que, para las personas de menores ingresos, el dinero vale más.
En cuarto lugar,
Los valores obtenidos a partir de los diferentes métodos pueden ser interpretados de diversas formas, dependiendo del enfoque teórico desde el cual se trabaje. Por ejemplo: excedentes del productor o del consumidor, disponibilidades a pagar o a aceptar, variaciones compensatorias o equivalentes, etc. Así, la interpretación de los diferentes resultados debe ser consistente con la lógica que aborda el método aplicado y con el contexto en el que se aplica.
Finalmente, en quinto lugar,
La valoración económica ambiental supone que todas las dimensiones del bienestar humano son conmensurables a partir de una única unidad de medición. Esto desconoce que, aunque todas las necesidades se relacionen con el bienestar humano, puede establecerse un ordenamiento jerárquico para las mismas. En relación con su mayor o menor importancia como soporte de la vida (por ejemplo, bajo este criterio, la subsistencia tendría una mayor jerarquía que el ocio). Igualmente, no todos los bienes y servicios contribuyen de igual manera a la realización de las necesidades (por ejemplo, tanto un helado como una ensalada quitan el hambre, pero el helado puede perjudicar la salud, impidiendo la realización de otras necesidades).
Al agregar las preferencias individuales para estimar la variación del bienestar social, no sólo se están conmensurando valores en categorías axiológicas diferentes (subsistencia, protección, ocio, etc.). También se están haciendo comparaciones interpersonales de la utilidad. Las pérdidas de bienestar de una persona no se pueden comparar con las ganancias de bienestar de otra, porque no corresponden a necesidades de la misma categoría axiológica y porque la utilidad, al ser enteramente subjetiva, es incomparable.
Por lo anterior, al momento de realizar valoraciones económicas ambientales se debe evitar realizar comparaciones de los valores obtenidos a partir de diferentes escalas. No solo respecto a las escalas asociadas a la jerarquía de las necesidades humanas (fisiológicas, seguridad, afiliación, reconocimiento y autorrealización; Maslow, 1943). También se deben evitar las comparaciones de los valores obtenidos en diferentes escalas geográficas. Con el fin de prevenir que los efectos sobre el bienestar humano en la escala local se pierdan de vista al realizar evaluaciones con base en información obtenida en la escala global.
Adicionalmente, teniendo en cuenta las limitaciones mencionadas, resulta fundamental recalcar que el proceso de toma de decisiones no debe basarse exclusivamente en los resultados que se obtengan a partir de la evaluación económica. Sino que estos resultados deben tomarse únicamente como una fuente complementaria de información.
En última instancia, la toma de decisiones debe basarse en la integración de toda la información disponible y en la evaluación de todos los criterios (éticos, políticos, jurídicos, culturales, económicos, etc.).
Las limitaciones de la valoración económica ambiental se resumen en la tabla 2.
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