Cómo saber si un negocio es rentable

Cuándo un Negocio es Rentable

Saber cuándo un negocio es rentable es la duda más frecuente entre los nuevos emprendedores, y es que no se trata solo de vender y vender, sino de encontrar el equilibrio entre los gastos y los ingresos. Es importante tener en cuenta que, en los primeros años del negocio, son más los gastos que los ingresos, por eso el punto de equilibrio tarda en llegar.

El punto de equilibrio o break even es el momento en el que los ingresos igualan los gastos o que la empresa deje de perder dinero y comienza a ser rentable. Y es que, en los primeros meses, incluso primeros años, la inversión inicial es la que sostiene a la empresa; generalmente las ventas no son las suficientes para cubrir todos los gastos que conlleva tener el nuevo emprendimiento.

Más adelante, cuando el negocio ya está en marcha y los gastos extraordinarios dejan de ser tantos, resulta más fácil llegar al punto de equilibrio. Para algunos, el punto de equilibrio no llega cuando los ingresos igualan los gastos, sino; más adelante cuando los ingresos logran cubrir la inversión inicial.

¿Cómo saber si un negocio es rentable?

Como te contamos antes, no se trata solo de vender o vender mucho, el producto o servicio que ofrezcas debe ser los suficientemente rentable para que te permita cubrir los gastos y obtener beneficios hasta llegar a la rentabilidad.

Hay una forma muy sencilla de determinar si tu negocio está siendo rentable o puede llegar a ser rentable. Lo primero es determinar cuánto has invertido en tu negocio, en las cosas esenciales; por ejemplo, maquinaria, materias primas, etc. Ahora calcula el beneficio que se obtiene de restar los gastos de los ingresos, en los gastos deberás incluir tu sueldo. Ese resultado es el indicador para saber qué tan rentable es tu nuevo emprendimiento.

Si el resultado es negativo, pero hasta ahora estás comenzando o llevas muy poco pues es normal, si ya llevas mucho tiempo deberás replantear el modelo de negocio. Cuando el resultado es cero eso indica que es un punto rentable, pero deberás analizar los números y comenzar a aplicar estrategias; ver, por ejemplo, si es que las ventas están muy bajas o que los gastos son muy altos, etc.

Finalmente, si el resultado es positivo, es decir que los ingresos son mayores que los gastos, estás en un punto rentable tal, que ya puedes comenzar a recuperar el capital invertido. Es decir, que pasarás de obtener beneficios a obtener rentabilidad.

Beneficios vs rentabilidad

Beneficios

  • Los beneficios se refieren a las ganancias que una empresa obtiene después de restar los costos de producción, impuestos y otros gastos de funcionamiento.
  • Pueden calcularse en términos brutos o netos.
  • Representan el ingreso total menos los costos totales.

Rentabilidad

  • La rentabilidad es una medida de eficiencia financiera que muestra cuánto retorno genera una inversión o un negocio en relación con el capital invertido.
  • Se puede expresar como un porcentaje o una tasa de retorno.
  • La rentabilidad puede referirse a diferentes métricas según el contexto, como la rentabilidad sobre el patrimonio (ROE), la rentabilidad sobre los activos (ROA) o la rentabilidad sobre la inversión (ROI).

En resumen, mientras que los beneficios representan las ganancias netas generadas por una empresa, la rentabilidad es una medida que evalúa qué tan eficientemente se están utilizando los recursos para generar esas ganancias.

Una empresa puede tener altos beneficios, pero si su rentabilidad es baja, puede indicar que está utilizando demasiados recursos para generar esos beneficios. Por otro lado, una empresa con beneficios moderados pero alta rentabilidad puede considerarse financieramente más saludable y eficiente en el uso de sus recursos.

Ejemplo de beneficios vs rentabilidad

Supongamos que dos empresas, A y B, operan en la misma industria y generan ingresos anuales similares de $1 millón.

Empresa A:

Beneficios: después de deducir todos los costos de producción, impuestos y gastos operativos, la Empresa A tiene un beneficio neto de $100,000 al año.

Rentabilidad: la Empresa A tiene un ROE (Rentabilidad sobre el Patrimonio) del 10%. Esto significa que por cada $1 invertido por los accionistas, la empresa genera $0.10 de beneficio neto.

Empresa B:

Beneficios: después de deducir todos los costos de producción, impuestos y gastos operativos, la Empresa B tiene un beneficio neto de $100,000 al año.

Rentabilidad: la Empresa B tiene un ROE del 15%. Esto significa que por cada $1 invertido por los accionistas, la empresa genera $0.15 de beneficio neto.

A pesar de que la Empresa B tiene un beneficio neto más alto que la Empresa A, su rentabilidad es aún más alta debido a su eficiencia en la gestión de recursos y generación de ganancias con respecto al capital invertido. En este ejemplo, la Empresa B sería considerada más rentable que la Empresa A.

Umbral de rentabilidad

El umbral de rentabilidad es el punto en el que se calcula la cantidad de productos o servicios que necesitas vender como mínimo para lograr cubrir los gastos fijos y los gastos variables por cada producto o servicio.

Calcular ese punto es muy importante, pues a partir de ahí se podrá saber cuándo un negocio es rentable. Los nuevos emprendedores podrán saber cuándo comienzan a aparecer los beneficios y por consiguiente la rentabilidad.

Saber el umbral de rentabilidad es fácil, solo necesitas tener claro 3 valores: los gastos fijos, los gastos variables por cada producto o servicio y el precio de venta de cada uno. Los gastos fijos son los que tienes que pagar mes a mes sin importar si hay ventas o no. Los gastos variables son aquellos que aparecen y varían según dependiendo del producto o servicio; por ejemplo, las materias primas pueden cambiar entre la producción de un producto a otro, etc.

Una vez tienes estos 3 datos, calcular el umbral es muy sencillo. Tienes que sumar los gastos fijos y variables; una vez conoces el resultado debes mirar cuántos productos o servicios necesitas vender para cubrir ese resultado. El número de productos o servicios es el umbral de rentabilidad. Es decir que, en un ejemplo, necesitarás vender 5 productos al mes para cubrir los gastos fijos y variables, de ahí en adelante comienzan los beneficios.

¿Cómo se calcula la rentabilidad de un negocio?

La rentabilidad de un negocio se puede calcular de varias maneras, dependiendo de qué aspectos específicos del negocio se estén evaluando y qué tipo de rentabilidad se esté buscando medir. Estas son unas de las métricas comunes utilizadas para calcular la rentabilidad de un negocio:

Rentabilidad sobre el Patrimonio (ROE)

Se calcula dividiendo el beneficio neto entre el patrimonio neto.

Fórmula: ROE = (Beneficio neto / Patrimonio neto) * 100

Esta métrica evalúa la eficiencia con la que la empresa está utilizando el capital de sus accionistas para generar ganancias.

Rentabilidad sobre los Activos (ROA)

Se calcula dividiendo el beneficio neto entre el total de activos.

Fórmula: ROA = (Beneficio neto / Total de activos) * 100

Esta métrica evalúa la eficiencia con la que la empresa está utilizando sus activos para generar ganancias.

Rentabilidad sobre la Inversión (ROI)

Se calcula dividiendo el beneficio neto entre el costo de la inversión.

Fórmula: ROI = (Beneficio neto / Costo de la inversión) * 100

Esta métrica evalúa la rentabilidad de una inversión específica en relación con el costo inicial de esa inversión.

Margen de Beneficio

Se calcula dividiendo el beneficio neto entre los ingresos totales y multiplicando por 100 para obtener un porcentaje.

Fórmula: Margen de Beneficio = (Beneficio neto / Ingresos totales) * 100

Esta métrica muestra cuánto del ingreso total de la empresa se convierte en beneficio neto.

Margen de EBITDA

Se calcula dividiendo el EBITDA (ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización) entre los ingresos totales y multiplicando por 100 para obtener un porcentaje.

Fórmula: Margen de EBITDA = (EBITDA / Ingresos totales) * 100

Esta métrica muestra cuánto del ingreso total de la empresa se convierte en ganancias operativas antes de tener en cuenta los costos financieros, la depreciación y la amortización.

¿Cuál debe ser el porcentaje de ganancia de un negocio?

No existe un porcentaje específico de ganancia que deba aplicarse universalmente a todos los negocios, ya que esto depende de una variedad de factores, incluyendo el tipo de industria, el tamaño de la empresa, la ubicación geográfica, la estructura de costos, la estrategia empresarial y las metas financieras.

Sin embargo, hay algunas consideraciones generales que los emprendedores pueden tener en cuenta al establecer metas de rentabilidad:

Objetivos y estrategias empresariales

El porcentaje de ganancia deseado puede variar según los objetivos y la estrategia de la empresa. Por ejemplo, una empresa en crecimiento puede estar dispuesta a aceptar márgenes de ganancia más bajos en el corto plazo para reinvertir en expansión y capturar una mayor participación de mercado, mientras que una empresa establecida puede priorizar márgenes de ganancia más altos para maximizar los retornos para los accionistas.

Competencia y mercado

El porcentaje de ganancia de un negocio también puede estar influenciado por las prácticas de la industria y la competencia en el mercado. En algunas industrias altamente competitivas, los márgenes de ganancia tienden a ser más bajos debido a la presión de los precios. En otros sectores con menos competencia, los márgenes de ganancia pueden ser más altos.

Costos y eficiencia operativa

Es importante tener en cuenta los costos de producción, distribución, marketing y otros gastos operativos al establecer metas de rentabilidad. Optimizar la eficiencia operativa puede ayudar a mejorar los márgenes de ganancia al reducir los costos.

Riesgos y retorno

Los negocios también deben considerar el nivel de riesgo asociado con sus operaciones al establecer metas de rentabilidad. Sectores con mayores riesgos suelen requerir márgenes de ganancia más altos para compensar estos riesgos y proporcionar un retorno adecuado a los inversores.

¿Cómo se calcula el precio de venta de un producto?

El precio de venta de un producto se calcula teniendo en cuenta varios factores, incluyendo los costos de producción, los márgenes de ganancia deseados, la demanda del mercado y la competencia.

Calcular los costos de producción

Esto incluye los costos directos asociados con la fabricación del producto, como materiales, mano de obra directa y cualquier otro costo directo relacionado con la producción.

Agregar los costos indirectos

Además de los costos directos, también se deben tener en cuenta los costos indirectos, como los gastos generales de la empresa, costos de comercialización y distribución, gastos administrativos, etc. Estos costos se prorratean sobre la base de la producción para determinar el costo unitario.

Determinar el margen de ganancia deseado

El margen de ganancia deseado es la cantidad adicional que se agrega al costo para obtener el precio de venta. Este margen puede variar según los objetivos financieros de la empresa, las condiciones del mercado y la competencia.

Evaluar la demanda del mercado y la competencia

Es importante considerar la demanda del mercado para el producto en cuestión y cómo se compara con productos similares de la competencia. Si el producto es único o tiene características distintivas, es posible que se pueda fijar un precio más alto. Sin embargo, si el mercado está saturado o hay una competencia feroz, es posible que debas ajustar el precio en consecuencia.

Determinar el precio final de venta

Una vez que se han calculado los costos y se ha establecido el margen de ganancia deseado, puedes calcular el precio de venta sumando el costo total al margen de ganancia deseado. La fórmula básica sería: Precio de Venta = Costo Total + (Costo Total x Margen de Ganancia como decimal).

Ajustar el precio según sea necesario

Después de calcular el precio inicial, es importante revisar y ajustar según sea necesario para asegurarse de que sea competitivo en el mercado y se ajuste a los objetivos de rentabilidad.

Es importante recordar que el proceso de fijación de precios es tanto un arte como una ciencia, y puede requerir ajustes continuos a medida que cambian las condiciones del mercado y los costos de producción. Además, es esencial considerar la percepción de valor del cliente al establecer el precio final.

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