Cochinillas Harinosas de los Cítricos

Pseudococcus Citriculus

1. Generalidades de la familia Pseudococcinae

Las cochinillas del grupo Pseudococcinae presentan una gran similitud en aspecto morfológico, biología, comportamiento, los daños que causan y las modalidades de lucha contra ellos.

La identificación de las cochinillas de ese grupo es extremamente difícil y se han cometido muchos errores por ejemplo P. Citriculus en Israel y Dysmicoccus alazon en Canarias sobre los plátanos, habían sido identificados como P. comstocki (2,4,7).

2. Descripción del insecto

CLASE: Insecto

ORDEN: Homoptera

SUPERFAMILIA: Coccidea

FAMILIA: Pseudococcidae (1,2,5)

El cuerpo de los Pseudococcidos es de forma ovalada, 2.5 a 3.5 mm más o menos alargado y convexo según las especies, es blando, distintamente segmentado y sin separación neta entre cabeza, tórax y abdomen. La coloración del propio insecto, amarillo pálido, grisácea o rosa pálido, desaparece bajo una capa cérea blanca y polvurulenta, (Figura 1) de donde proviene el nombre de “cochinilla harinosa” (4,5,10).

Figura 1. Capa cérea blanca y polvurulenta que cubre a las cochinillas

En todo el contorno del insecto, glándulas céreas especiales segregan filamentos más o menos largos (Figuras 2 y 3). La disposición de estos permite distinguir una especie de otras (5,7,10).

Figura 2. Hembra de un Pseudococcus sp.	Figura 3. Macho de un Pseudococcus sp.

Los huevos son puestos en gran número (300 a 800) en un amasijo algodonoso (5,6,7), (Figura 4).

Figura 4. Masa algodonosa con huevos de Pseudococcus sp.

El desarrollo de la hembra abarca tres fases larvales y tres mudas, la última de las cuales da lugar, directamente, al nacimiento de la hembra; la evolución de los machos abarca cuatro fases larvales; las dos últimas son la de preninfa y después el de la ninfa (5, 6,7), (Figura 5).

Figura 5. Ciclo biológico de la familia Pseudococcidae

Las cochinillas hembras conservan durante toda su vida la posibilidad de moverse para ir a fijarse en otra parte (5, 6,7).

Por lo tanto, no quedan necesariamente sentenciadas a muerte si las condiciones locales en el punto de fijación llegan a ser desfavorables, como ocurre con Diaspinae (3).

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