Mel Gibson un Héroe de Carne y Hueso
El actor vuelve a las pantallas con El patriota, historia con la que reconquistará los corazones de sus admiradoras.
Mel Gibson vuelve a ser la sensación gracias a El patriota, película de época ambientada en Estados Unidos en 1776 y donde interpreta a un ex combatiente viudo y lleno de hijos que durante la revolución americana se debate entre quedarse con su familia o volver a la guerra.
No es la primera vez que caracteriza a un héroe épico, pues ya lo hizo en Corazón valiente, logrando, como seguramente también hará en esta ocasión, enamorar aún más a sus millones de admiradoras. Y pensar que estuvo a punto de quedarse trabajando en una fábrica de jugos, si no fuera porque su hermana le descubrió su talento y lo inscribió en una escuela de arte dramático.
REBELDE
Cuando su padre se fue a Australia huyendo de la posibilidad de que sus hijos terminaran en la guerra de Vietnam, él tenía 12 años, y se convirtió en un niño mucho más rebelde de lo que ya era. Recuerda que en una ocasión apostó con un amigo quién ganaba más tundas en un solo día, obviamente ganó Mel con 27 llamados de atención.
Al terminar el bachillerato encontró trabajo en una fábrica de jugos, cosa que no le agradaba. Por eso, poco después su hermana lo matriculó en el Instituto Nacional de Arte Drámatico de Sidney, aunque a regañadientes, pues él nunca pensó en ser actor. Al final, quedó encantado.
Su carrera comenzó en 1977 cuando debutó en el cine con Summer City; un año después filmó Mad Max, protagónico que casi pierde cuando días antes de presentar la audición se lió a golpes con un hombre y estuvo a punto de no asistir; pero las fotografías que presentó, con moretones y heridas en la cara, convencieron al director de la cinta que creyó que ésta era la caracterización que Mel había pensado para el personaje.
En esa época (1979) vivía en una pensión en Adelaida, Australia, y allí conoció a Robyn Moore, una atractiva enfermera. Se hicieron amigos y dos años después se casaron. Al año siguiente ya tenían a su primera hija.
El éxito que alcanzó con películas como Gallipoli, Mad Max II y Arma mortal, lo desestabilizó y lo llevó al alcohol. Fue un momento en que trabajaba mucho, recibía el reconocimiento de todos y ganaba mucho dinero; pero al mismo tiempo veía que a los directores solo les interesaba su imagen y no su trabajo. Así que esto, unido a la constante separación de su familia, lo sumieron en el licor.
Tenía 27 años cuando suspendió su vicio, al menos por un tiempo, tras sufrir un accidente por conducir en estado de embriaguez; pero luego recayó tras volver al trabajo. Finalmente, cuando ya era de todos conocida su afición al alcohol, tomó la determinación de dejarlo para siempre, y para ello se concentró en la película Hamlet, y como nadie creía en su trabajo, tuvo que crear su propia productora para darle vida al proyecto.
EL HÉROE
Luego de trabajar como director en su primera cinta, llegó Corazón valiente, que inicialmente rechazó porque se consideraba viejo para el personaje. Sin embargo, como la idea siempre le sonó, les propuso a los productores que le permitieran dirigirla. Aunque todo parecía una locura, no solo dirigió sino que protagonizó la cinta y con ella ganó dos premios Oscar.
Ahora, Mel vuelve a interpretar un papel épico en El patriota y desde ya se asegura el éxito. En ella interpreta a Benjamin Martin, un héroe de guerra que se niega rotundamente a volver a pelear, pero las situaciones que ponen en peligro a su familia, lo llevan a tomar nuevamente las armas: «Este tipo de historia se ha narrado desde que la gente vivía en cuevas y pintaba dibujos en sus paredes; es esa combinación de lo ordinario y lo divino lo que nos inspira y hace que algo realmente nos llegue. Creo que ese es el tipo de historia que me gusta».
Aunque tiene más años, Mel conserva el gran atractivo que lo convirtió en el hombre más sexy del mundo.
De la película también lo atrajo el enorme enfrentamiento interno que vive Benjamin: «Su conciencia le molesta; él se siente motivado por el miedo que le produciría regresar fácilmente a su antigua brutalidad y que sus transgresiones regresaran a buscarlo; siente que deberá pagar una deuda moral que significará perder lo que tiene: su familia, su granja, la vida nueva que ha construido. Eventualmente descubre que tiene que adentrarse en el conflicto, o no hacer nada y ver cómo es destruida su familia».
Y es que hay mucho parecido entre Benjamin y Mel, al menos en cuanto al amor que ambos sienten por su familia y por sus hijos. Los dos tienen familias numerosas y son muy conservadores y les gusta arreglar las cosas de la casa sin que nadie les ayude. A Mel le encanta la vida en familia, y antes que superestrella u hombre sexy, le gusta que lo vean como al padre de familia de los seis hijos que tiene. No ha contratado chofer y a sus hijos les enseñó a ser independientes. Por eso, cuando van a visitarlo al set, ellos no necesitan a nadie que les ayude, y eso que sus edades están entre los 10 y los 19 años. Él y su esposa son católicos que se oponen al aborto y al control natal.
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