El gas en la industria avícola

Ahorro y eficiencia

TANQUES, la respuesta

En una nueva manifestación de modernización tecnológica, la industria avícola está en camino de cambiar para siempre el tipo de almacenamiento del gas propano.

En los últimos dos años, en forma acelerada y constante, los avicultores han ido renunciado al uso del gas propano envasado en cilindros, bombonas o pipetas, tras convencerse de que con estos recipientes no se consigue un servicio de la calidad y la seguridad requeridas. En su lugar han instalado tanques estacionarios a un ritmo tal que se estima que alrededor de 60% de las granjas hoy han realizado el cambio.

EL CAMBIO DE CILINDROS SE ESTANCÓ, SOSTIENE JORGE POLO DIRECTOR DE CONFEDEGAS.

Entre todas las que conforman tan alto porcentaje está Pollos Eldorado, de Duitama, que en siete granjas cría, levanta y engorda actualmente 910 mil aves, y que en los últimos cinco años ha remplazado con 25 tanques la totalidad de los 500 o 600 cilindros que necesitaba para suministrar a las aves la temperatura necesaria para su normal desarrollo.

Porque son varios y de distinta naturaleza los problemas que se enfrentan al utilizar cilindros, y que los avicultores describen así: en materia técnica, en estos envases quedan residuos de gas que no se vaporizan, por lo que no pueden ser aprovechados, y que equivalen a entre 4 y 5% del contenido total; por esa merma, conocida como cuncho, ni Ecopetrol como productor ni ninguno de los distribuidores recompensan al usuario.

Eventualmente, el gas contiene impurezas que entrañan una seria amenaza en términos de seguridad, pues al movilizarse desde el cilindro hasta las criadoras puede llegar a obstruir sus radiadores, al punto de desencadenar el estallido de estas máquinas y lesionar a las aves. Una empresa avícola del centro del país reporta que en tan sólo seis meses esa avería se ha presentado en tres criadoras, avaluada cada una en $270 mil, y como explica Mauricio Mayorga, gerente de producción de Incubadora del Oriente para Cundinamarca, la reparación cuesta alrededor de $100 mil, o sea que con lo que se paga por tres reparaciones se puede comprar una nueva. Ese riesgo no existe en los tanques estacionarios.

Otro aspecto negativo de los cilindros, derivado de sus características técnicas consiste en que el gas no fluye con la presión necesaria. En las granjas donde todavía se utilizan, se trabaja con estos recipientes en línea o serie, es decir, conectado uno al otro (hasta doce por serie) para lograr que las criadoras funcionen correctamente, esto es, para que la “yunta” de cilindros proporcione 350 centímetros cúbicos por minuto, el caudal o volumen de combustible requerido.

Aldemar Baquero Ramírez, director de producción de Pollos Eldorado explica que al trabajar con tanques la empresa se ha librado del riesgo que representa estar en posesión de lo que acabó convertido en un arma letal, al tiempo que en lo técnico el tanque garantiza que el combustible mantenga todo el tiempo la presión y el flujo que exigen las criadoras para operar eficientemente, lo que no se consigue con los cilindros, menos aun en horas de la mañana y en clima frío. El ahorro en dinero se calcula entre 10 y 15%, lo que justifica la inversión involucrada en el cambio.

avicultores9002-48TANQUES ESTACIONARIOS; PRESENTE Y FUTURO.
(BLANCO Y ASOCIADOS)

Incubadora del Oriente, que en la Sabana de Bogotá cría 400 mil pollos mensualmente, consume entre 500 y 600 cilindros de gas de 100 libras; la fluctuación en la cifra está dada por la variabilidad que pueda encontrarse en la calidad del gas, lo que significa que la empresa tiene un extracosto de hasta 23%, que se ahorraría si la calidad fuera buena.

Sólo que la sustitución total y rápida de los cilindros como medio para que todos estos problemas desaparezcan en el corto plazo depende, obviamente, de los resultados económicos del negocio avícola, que para muchas empresas no son hoy los mejores. Algunas subrayan que no puede dejarse de lado el hecho de que en el último año el precio del gas se ha incrementado en 10% -un cilindro de 100 libras costaba en octubre $39mil-, mientras que, puntualizan, el precio del pollo al consumidor no ha tenido una mejora equivalente en los últimos veinticuatro meses.

Hoy, sólo 9% del gas que consume Incubadora del Oriente está almacenado en tanques estacionarios, y en sus planes está ampliar esta capacidad a 40% en no más de seis meses. Ello le traerá mucha tranquilidad a esta empresa a la que le han robado cien cilindros en un poco tiempo.

El del robo es otro y especialmente serio problema ligado al uso de cilindros por el que el avicultor puede terminar convertido en “el jamón del sánduche”, en vista de que en su asalto a las granjas para apoderarse de estos recipientes los guerrilleros amenazan con volver si la víctima acude de inmediato a la policía; y si en aras de preservar su integridad pone el hecho en conocimiento de la autoridad dos o tres días después, ese comportamiento suele ser interpretado como una colaboración con la guerrilla.

Cuando todos ganan

En la sustitución de cilindros por tanques han tenido especial participación las empresas comercializadoras y distribuidoras de gas, que ofrecen a los avicultores planes económicamente atractivos; por ejemplo, Unigas, que maneja no menos de 40% del mercado del centro y sur de Colombia, comenzó hace siete meses a proponerles la figura del comodato, que consiste en que ella diseña, construye e instala el tanque, de la capacidad que cada quien necesite -uno de mil galones cuesta hoy $2.2 millones- a cambio de que el avicultor le compre el combustible y pague de su bolsillo las obras civiles, que en general no pasan de $ 300 mi; este esquema se mantiene mientras el usuario permanece fiel a este proveedor.

Entre abril y septiembre, la empresa ha instalado tanques a cerca de 20% de sus clientes avícolas, y aspira a ampliar esa cobertura a 80% entre seis meses y un año, asegura John Méndez, gerente de mercadeo.

Otras empresas reciben los cilindros como cuota inicial o en parte del pago del tanque estacionario. Para convencer a los avicultores de la conveniencia del cambio, se manejan otros argumentos además de los económicos; así, se les hace notar que los tanques representan un importante valor agregado en cuanto contribuyen a minimizar los problemas de bioseguridad o a aumentar el nivel de esta, toda vez que se elimina el tráfico de cilindros entre granjas, lo que resulta trascendental en momentos como el actual cuando en varias regiones avícolas se han presentado problemas de salud en las aves.

Una ventaja adicional es que en los tanques no quedan residuos de gas, es decir, que el combustible se utiliza en su totalidad.

Finalmente, en tanto el acceso a las granjas se haga por vías en buen estado, los camiones que abastecen los tanques no tendrán problema para llegar hasta él.

Calificada de ilógica, unilateral e inconsulta, la decisión de modificar el tamaño de los cilindros de gas parece ir camino al fracaso.

En el año 2000 el gobierno colombiano ordenó reducir el tamaño de los cilindros de gas en un intento por privar a la subversión del instrumento letal en que había convertido esos recipientes. Sin embargo, no son pocos los que sostienen que si bien al ser más pequeños los nuevos pueden ser más letales cuando se les utiliza como proyectiles; también son más delgados, lo que al parecer ha mejorado su alcance, esto es, que pueden cubrir una distancia mayor, aspecto que la guerrilla ha tenido muy en cuenta.

La tarea de cambiar de 100 a 80 y de 40 a 30 libras la capacidad y los tamaños a los 5.5 millones de cilindros de gas propano que circulan en el país, se encomendó a la Comisión de Regulación de Energía y Gas, Creg.

Jorge Polo Vela, director general de Confederación de la Industria y el Comercio del Gas, Confedegas, explica que en la discusión de la propuesta, desde un comienzo los militares se opusieron, pues tenían muy claro que esa no era la vía teniendo en cuenta que había que esperar ocho años para sustituir la totalidad de los cilindros, tiempo que en una guerra o conflicto es demasiado.

Con el paso de los meses, la sustitución, adoptada unilateralmente por cuanto “nunca se consultó en serio al usuario acerca de cuál sería su impacto, no ha podido avanzar y a quien se contrató para llevarlo a cabo se quebró”, enfatiza Polo Vela.

Advierte que en cuanto estrategia para privar a la guerrilla de un instrumento de destrucción tampoco parece haber sido exitosa pues, viéndolo bien, al examinar los proyectiles utilizados en los ataques del 7 de Agosto en Bogotá, los cilindros de gas parecerían estar llamados a recoger como proyectiles pues las Farc han probado que fácil y rápidamente pueden remplazarlos por tubería petrolera, extintores, o cilindros de oxígeno que por su mayor longitud estos últimos garantizan mayor precisión.

Tampoco se ha tenido mucha suerte con el dinero recogido por Ecopetrol para que la industria del propano acometa la reposición, $33.000 millones hasta septiembre, pues están invertidos en TES, papeles que en los meses recientes han sufrido una caída vertical y estruendosa; adicionalmente, la devaluación de los últimos meses tampoco ayuda en nada a evitar la pérdida de valor de ese dinero, recalca el directivo de Confedegas.

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