México no se raja

El sector avícola mexicano en activo fortalecimiento es el título original del artículo que fue publicado en Avicultura Profesional, el cual Avicultores reproduce a continuación, para avanzar su vistazo a la industria del continente americano.

A pesar de que México tiene una economía en constante fluctuación, permanente inflación, altos costos de producción, y sin una política gubernamental a largo plazo para proteger a los avicultores, durante los últimos siete años la industria avícola ha sido capaz, no sólo de sobrevivir, sino de crecer de manera significativa en 5.8% anual en pollos, 4.6% en huevos, y 11.5% en pavos. Estas tasas de crecimiento son mayores que la de crecimiento de la población.

La importancia del sector avícola en México radica en el papel estratégico que juega en la nutrición de la población. Los productos avícolas están presentes en la mayoría de los hogares porque son nutritivos, versátiles y tienen precios relativamente bajos. En México, la avicultura es la principal industria en la transformación de proteína vegetal en proteína animal. Este país es el cuarto productor de pollo en el mundo, y el sexto en huevo.

México ha logrado un nivel de producción tal que es autosuficiente en bienes avícolas. Actualmente, el sector avícola contribuye con 33.74% del PIB pecuario y ha sido el sector más dinámico durante los últimos cinco años.

Por cada 10 kilogramos de productos animales consumidos por los mexicanos, 6 están representados por carne o huevos.

avicultores8702-36MURAL DE DIEGO RIVERA, PALACIO NACIONAL CIUDAD DE MÉXICO.

La industria avícola genera 900 mil empleos, de los cuales 150 mil son directos y 750 mil indirectos. En los últimos cinco años la tasa de crecimiento anual de los empleos generados ha sido sólo de 4%, debido a adelantos tecnológicos y a la fusión de algunas compañías. Esto sucede porque la tasa de crecimiento de empleo es más baja que la de crecimiento de la producción.

El consumo

La preferencia de los mexicanos por los productos avícolas se ha visto reflejada en los considerables aumentos del consumo per cápita de huevo y pollo. En efecto, desde 1994 al 2000, el consumo de pollo aumentó 26%; el de huevo, 19%, y el de pavo 92%. (Figuras 1, 2 y 3).

Todavía, más de 90% del pollo se vende fresco. El pollo New York Dressed (pelado, con cabeza, patas e intestinos) se comercializa en el mercado público, y aún cuenta con más de 28% de preferencias, pero está disminuyendo rápidamente. Por otra parte, los pollos rosticeros, que se venden en negocios especializados y en supermercados, alcanzan 26% y 5% del mercado, respectivamente. El pollo trozado representa 9% del consumo, y cerca de 30% los pollos vivos. Los productos procesados, como nuggets, hamburguesas, etc., han ingresado muy lentamente al mercado mexicano y sólo representan 2% del mismo.

El aumento en el consumo de pollo se debe al hecho de que se percibe como un producto fiable, fresco, de alta calidad y precios bajos. También han contribuido la tendencia mundial para el consumo de productos bajos en grasa, el mayor número de puntos de venta no sólo en el mercado central, sino en lugares más pequeños -cerca del consumidor-, el aumento de restaurantes de comida rápida y la diversificación en la forma de preparar la carne de pollo.

En el caso de los huevos, el aumento del consumo per cápita también puede ser explicado por una reducción en los precios relativos y un aumento en el ingreso disponible. México es el tercer consumidor de huevo en el mundo, con 20 kilogramos per cápita, unas 340 unidades en el 201. Los niños son los principales consumidores de huevos, debido a su alto valor nutricional.

La producción

En la actualidad, la población avícola total es superior a 361 milones de aves, 100 millones de ponedoras, 202 millones de broilers por ciclo, y 777 mil pavos por ciclo. (Figuras 4, 5 y 6).

La industria mexicana de carne de pollo está básicamente compuesta por tres compañías: Bachoco, Pilgrim´s Pride y Tyson, en su orden. Las dos últimas se establecieron en la última década y son subsidiarias de sus correspondientes compañías estadounidenses. El cuarto competidor es Patsa, con 5% de la producción, y el resto del mercado lo componen cerca de 150 pequeños productores independientes.

Bachoco, fundada en 1952 por la familia mexicana Robinson Bours, es una de las diez compañías avícolas más grandes del mundo. Según Enrique Robinson, su presidente, la compañía ha podido mantener su posición, gracias a su planificación estratégica, su política de expansión y al hecho de que ha abierto puntos de venta en todo el país.

No hay duda de que México se está desarrollando rápidamente hacia el futuro y alcanzando la consolidación de la industria; por lo tanto, los productores más pequeños continuarán disminuyendo en número.

El nivel técnico de la producción de pollo no es homogéneo en el país, e incluso dentro de una misma compañía. Pero constantemente se ha ido incorporando la nueva tecnología, por lo que los lugares más nuevos de producción tienen los últimos adelantos, con ambientes controlados, alimentación automática, etc., mientras que otros, especialmente los productores más pequeños, trabajan bajo condiciones mucho más rudimentarias, utilizando tasas más altas de trabajo manual.

Por su parte, la industria del huevo, mucho más fragmentada que la del pollo, tiene doscientos productores independientes. Uno de los aspectos que aún necesita mejorar son los índices de producción en general, particularmente la conversión de alimento, pues el grano tiene un fuerte peso económico y todavía existen restricciones a la importación de maíz. Otro es el nivel de automatización, ya que está claro que se obtienen mejores resultados en las granjas totalmente mecanizadas. En el proceso y mercadeo de productos hay también un enorme potencial. El mercado para los procesados todavía no se ha desarrollado en México, por lo que los productores deberían interesarse en que el país no se abastezca de importaciones provenientes de Estados Unidos.

México en el mundo

Desde 1994, con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TLCAN, comenzaron a entrar grandes cantidades de producto avícolas desde Estados Unidos, provocando una baja en los precios al productor. México, esencialmente, importa carne de pollo y pavo para propósitos industriales, y huevo en alguna magnitud, con los mismos fines.

En la actualidad, 99% de las importaciones de carnes de pollo y pavo provienen de Estados Unidos, así como 95% de huevos y ovoproductos, todo lo cual suma más de US$300 millones. Por lo tanto, hasta ahora el TLCAN ha sido prácticamente unilateral, ya que México ha sido incapaz de entrar al mercado estadounidense. La reciprocidad comercial no se ha logrado hasta ahora y queda muy poco entre hoy y el 2003, cuando terminarán todas las barreras comerciales para los productos avícolas.

A pesar de su fracaso en el mercado de Estados Unidos, México ha podido estar presente en Europa a través del Acuerdo de Libre Comercio con la Unión Europea, TLCUE. Ha podido exportar huevos Libres de Patógenos Específicos (SFP), huevo procesado y albúmina de huevo. Las cuotas permitidas son 300 toneladas de huevos SFP, huevos procesados equivalentes a mil toneladas de producto fresco, y 3 mil toneladas de albúmina. Por su parte, México les dio entrada libre a los pollitos de un día y a reproductores, provenientes de la UE.

Dentro de los productos exportados a países vecinos (o de Centroamérica) se incluyen trozos de pollo y pavo, pero todos en cantidades limitadas, como fiambre de pollo procesado, huevos fértiles, huevo procesado y albúmina. El total de exportaciones no alcanza los US$15 millones, por lo que México tiene un déficit considerable en el balance comercial importación-exportación.

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Desafíos de los productores

La avicultura mexicana enfrenta grandes desafíos particularmente en lo que respecta a los productos provenientes de Estados Unidos. Según los productores mexicanos hay algunos aspectos importantes que necesitan atención urgente, como saber obedecer los acuerdos de una maneja justa, detener el contrabando de huevos y carne de pollo, particularmente el marinado en salmuera, y respetar y reconocer como tales las áreas que se han declarado libres de enfermedad y aprobadas para la exportación.

Los productores mexicanos han realizado una serie de trabajos en los últimos meses con el propósito de buscar estrategias y acciones concretas para fortalecer y proteger su mercado interno antes del 2005. Ellos explican que la diferencia en costo que tienen respecto a Estados Unidos se convierte en un obstáculo importante para la exportación hacia ese país, por lo que se deberá trabajar fuerte en dicho tema.

También han mencionado que México puede producir diferentes bienes avícolas como para cubrir las necesidades enteras del país, y ese es uno de los puntos fuertes, ya que los consumidores mexicanos profieren productos frescos y no congelados. Pero a pesar de esto, los avicultores temen que después de la apertura del 2003, cuando llegue el año 2005, las importaciones de carne de pollo ascenderán a 30%, y las de huevo de mesa a 10%. Actualmente, en Estados Unidos el costo de producción es más bajo 28% en huevo, 30% en pollo y 51% en pavo. Es más, se debe recordar que México no produce maíz amarillo, ingrediente principal de los alimentos para aves, el cual representa 65% del costo de producción de estos. También debe mencionarse que la importación de maíz no se libera hasta el año 2008.

El futuro de la industria

El principal desafío que enfrenta la avicultura mexicana es su internacionalización. A pesar de que ellos han tratado de conquistar algunos nichos de exportación, su volumen aún no es significativo. Algunos analistas han expresado que México debe intentar sacar ventaja de la firma de sus acuerdos internacionales de libre comercio y continuar tratando de aumentar sus volúmenes de exportación, en lo que no están de acuerdo los avicultores. Ellos creen que su futuro está todavía en el país, aprovechando las preferencias de los consumidores por los productos frescos, y también basan su optimismo en el gran potencial de crecimiento en el consumo per cápita de pollo y huevo que aún tiene la población mexicana.

La evolución económica de este sector se ha caracterizado por su rápida adaptación a los cambios tecnológicos, búsqueda constante de innovación y mayor especialización de sus sistemas productivos. Actualmente se están afectuando varios joint ventures o coinversiones, así como inversiones intensivas de capital que consolidan las integraciones verticales y permiten a las compañías diversificar sus productos. Adicionalmente, casi todas las compañías están involucradas en un sinnúmero de actividades innovadoras y desarrollando nuevas estrategias comerciales y de mercadotecnia, para asegurar su permanencia en el mercado nacional.

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