Algunos complementos de Antioxidantes podrían elevar el Riesgo de muerte

complementos de Antioxidantes podrían elevar el Riesgo de muerte

Durante años, la palabra “antioxidante” ha sido sinónimo de algo bueno para combatir la enfermedad para la mayoría de los estadounidenses que piensan en su salud. Sin embargo, un exceso de los compuestos podría en realidad ser perjudicial.

Una controvertida revisión reciente de datos de 68 estudios concluye que algunos complementos antioxidantes que algunos toman para prevenir o tratar enfermedades podrían en realidad aumentar el riesgo de muerte.

El estudio, que aparece en la edición del 28 de febrero del Journal of the American Medical Association, provocó una inmediata crítica de un experto independiente.

“Una de las más importantes premisas de tales metaanálisis es que los estudios deben ser comparables”, apuntó Jeffrey Blumberg, director del Laboratorio de investigación sobre antioxidantes de la Universidad de Tufts en Boston. “Aquí, observaron la prevención primaria, el tratamiento, las personas viejas, las personas jóvenes, los fumadores, los no fumadores. Sólo al usar sus propios criterios de lo que era bueno o malo pudieron mostrar un aumento en la mortalidad por todas las causas”.

El estudio, dirigido por el Dr. Goran Bjelakovic del Centro de investigación sobre la intervención clínica del Hospital de la Universidad de Copenhague, Dinamarca, incluyó ensayos con un total de más de 232,600 participantes.

Cuando se consideraron todos los ensayos, no se encontró un aumento general en los índices de mortalidad. Pero cuando los ensayos se dividieron en clases mediante el uso de criterios propios de los investigadores, encontraron un aumento en el riesgo de la mortalidad relacionado con los complementos de betacaroteno, vitamina A y vitamina E. No se encontró un mayor riesgo para otros dos antioxidantes, la vitamina C y el selenio.

“Nuestros hallazgos contradicen los hallazgos de estudios de observación que afirman que los antioxidantes mejoran la salud”, escribieron los investigadores. Su hipótesis era que la eliminación de los radicales libres podría interferir con un mecanismo natural de defensa y posiblemente aumentar el riesgo de muerte.

Sin embargo, un representante del sector de los complementos no quedó impresionado con el estudio.

El hallazgo sobre el riesgo de mortalidad no tiene base y el estudio tuvo fallas graves, afirmó Andrew Shao, vicepresidente de ciencia y asuntos regulatorios del Council for Responsible Nutrition, una asociación comercial que representa al sector de los complementos dietéticos.

“Incluyeron todos los ensayos que pudieron encontrar”, apuntó Shao. “Algunos [estudios] tuvieron una duración de un día, otros de varios años. La mayoría de los ensayos contó con pacientes muy enfermos, ensayos de tratamiento que eran muy, muy distintos de la forma en que la mayoría de consumidores usa los complementos de antioxidantes, que es para mantener la salud”.

De hecho, los antioxidantes fueron usados para tratar diversas enfermedades en 47 de los ensayos usados en este estudio. Más de 68,000 personas participaron en esos ensayos terapéuticos. Hubo 21 ensayos más, en los que participaron más de 114,000 personas que tomaban antioxidantes con la esperanza de prevenir enfermedades.

Incluso entonces, “en general, no encontraron un efecto de mortalidad”, señaló Shao. “Pudieron obtener ese efecto estadísticamente significativo sólo cuando dividieron los ensayos usando sus propios criterios”.

Ese efecto, un aumento de 7 por ciento en el riesgo de muerte relacionado con los complementos de betacaroteno, un aumento de 16 por ciento relacionado con el uso de la vitamina A y un aumento del 4 por ciento asociado a la vitamina E, se encontró en ensayos descritos como de “bajo sesgo”, lo que significa que cumplían los criterios del grupo de Bjelakovic respecto a controles científicos cuidadosos.

Blumberg también expresó algunas críticas técnicas sobre el estudio.

Anotó que los antioxidantes del estudio tienen modos de acción muy distintos. “Es como reunir dos medicamentos muy diferentes y sacar una conclusión”, explicó Blumberg.

Además, señaló, “en ninguna parte del informe mencionan de qué morían las personas”, así que es difícil atribuir las muertes a los complementos.

“No vemos personas muriendo por sobredosis de complementos de antioxidantes por todos lados”, afirmó Blumberg. “Sencillamente no está sucediendo. Me tienen que explicar cómo te pueden matar unos nutrientes esenciales en un par de años”.

Blumberg apuntó que los complementos de antioxidantes “han demostrado en varios estudios que no tienen efectos adversos”. “No son tóxicos, pero la evidencia de que previenen la enfermedad cardiaca y el cáncer es ambigua”.

Así que, en su opinión, tomar un multivitamínico sigue siendo “perfectamente razonable”. “Si toma un antioxidante adicional o no depende de qué piense acerca de la evidencia”, dijo.

Tanto la American Heart Association como la American Cancer Society han señalado que la evidencia de los beneficios de los complementos de antioxidantes no es concluyente. Ambas recomiendan obtener los antioxidantes de una dieta rica en frutas y verduras.

Pero algunos estudios han insinuado beneficios para afecciones específicas, añadió Blumberg. Por ejemplo, hay algo de evidencia de que tomar complementos antioxidantes podría hacer más lento el desarrollo de problemas neurológicos como la enfermedad de Alzheimer en los adultos mayores, afirmó.

El centro de investigación dirigido por Blumberg no recibe fondos del sector de los complementos, anotó Blumberg. Alrededor del 85 por ciento de sus fondos provienen de agencias federales y el resto es donado por productores de productos como las naranjas de California.

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