Remedios caseros para el trastorno bipolar

Otro tipo de trastorno psiquiátrico del que te estaremos hablando y que afecta a las emociones, como lo es Todo sobre el Trastorno Bipolar, que es, historia, características, síntomas, tipos, causas, consecuencias, principales remedios caseros, medidas preventivas o tratamientos y resumen del trastorno afectivo bipolar o psicosis maniaco-depresiva.

¿Qué es el trastorno bipolar?

El trastorno bipolar, también conocido como enfermedad maníaco-depresiva, es un trastorno mental caracterizado por cambios extremos en el estado de ánimo, la energía y la capacidad para realizar actividades cotidianas.

Las personas con trastorno bipolar experimentan episodios de manía o hipomanía, que son períodos de alta energía, euforia, irritabilidad y comportamientos impulsivos, seguidos de episodios depresivos, que son períodos de profunda tristeza, falta de interés en las actividades habituales y dificultad para concentrarse.

Historia del trastorno bipolar

La historia del trastorno bipolar se remonta a la antigüedad, aunque su comprensión y tratamiento han evolucionado considerablemente a lo largo del tiempo. Aquí hay un resumen de los hitos importantes en su historia:

Antigüedad y Edad Media

Los primeros registros de síntomas que podrían asociarse con el trastorno bipolar se encuentran en escritos médicos de la antigüedad, como los textos de Hipócrates en la Grecia clásica y los trabajos de la medicina árabe medieval. En estos textos se describen cambios extremos de humor y comportamiento que podrían corresponder a lo que hoy llamamos trastorno bipolar.

Siglo XIX

Durante este período, se comenzó a reconocer más claramente la distinción entre la manía y la depresión. Uno de los primeros en hacer esta distinción fue el psiquiatra francés Jean-Pierre Falret, quien en 1851 describió lo que llamó “folie circulaire” (locura circular), lo que hoy se consideraría trastorno bipolar.

Siglo XX

En el siglo XX, se desarrollaron tratamientos más específicos para el trastorno bipolar. Uno de los avances más significativos fue el descubrimiento de que el litio podía ser eficaz en el tratamiento de la manía, lo que ocurrió en la década de 1940. Esto marcó el comienzo de una era en la que los tratamientos farmacológicos se convirtieron en la piedra angular del manejo del trastorno bipolar.

1980s – Presente

La publicación del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-III) en 1980 marcó un hito importante en la clasificación y diagnóstico del trastorno bipolar. Esta edición del DSM estableció criterios claros para el diagnóstico de trastorno bipolar tipo I y tipo II, lo que ayudó a estandarizar la identificación de la enfermedad.

Desde entonces, ha habido avances significativos en la comprensión de los aspectos genéticos, neurobiológicos y psicosociales del trastorno bipolar, así como en el desarrollo de tratamientos más efectivos y enfoques terapéuticos complementarios.

Características del trastorno bipolar

El trastorno bipolar es un trastorno mental grave que se caracteriza por cambios extremos en el estado de ánimo, la energía y la actividad, los cuales pueden afectar significativamente la vida diaria de quienes lo experimentan.

Episodios de manía

La manía es uno de los polos del trastorno bipolar. Durante los episodios de manía, las personas pueden experimentar una expansión extrema del estado de ánimo, que va desde una euforia intensa hasta una irritabilidad extrema. Algunos de los síntomas comunes de la manía incluyen:

• Sentimientos de grandiosidad o autoestima exagerada.
• Aumento de la energía y actividad.
• Disminución de la necesidad de dormir.
• Hablar rápidamente o saltar de un tema a otro.
• Participar en comportamientos de alto riesgo, como gastos excesivos, comportamiento sexual impulsivo o uso indebido de sustancias.

Episodios depresivos

El otro polo del trastorno bipolar son los episodios depresivos. Durante estos episodios, las personas pueden experimentar una profunda tristeza, desesperanza y pérdida de interés en actividades que antes disfrutaban. Algunos de los síntomas típicos de la depresión incluyen:

• Sentimientos persistentes de tristeza, ansiedad o vacío.
• Fatiga y pérdida de energía.
• Cambios en los patrones de sueño y apetito.
• Dificultades para concentrarse o tomar decisiones.
• Pensamientos de muerte o suicidio.

Ciclos de humor

El trastorno bipolar se caracteriza por la alternancia entre episodios de manía y episodios depresivos. Estos episodios pueden durar desde unos pocos días hasta varias semanas o meses, y la frecuencia y duración de los ciclos pueden variar de una persona a otra.

Hipomanía

En el trastorno bipolar tipo II, las personas experimentan episodios de hipomanía en lugar de manía completa. La hipomanía se caracteriza por síntomas similares a la manía, pero son menos graves y no causan una alteración significativa en el funcionamiento social o laboral de la persona.

Impacto en la vida diaria

El trastorno bipolar puede tener un impacto significativo en varios aspectos de la vida, incluidas las relaciones interpersonales, el rendimiento laboral o académico, y la salud física. Las personas con trastorno bipolar pueden tener dificultades para mantener relaciones estables, cumplir con responsabilidades laborales o escolares, y seguir un tratamiento médico adecuado.

Factores de riesgo y causas

Aunque la causa exacta del trastorno bipolar no se conoce completamente, se cree que una combinación de factores genéticos, biológicos y ambientales puede aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad. Los antecedentes familiares de trastorno bipolar u otros trastornos del estado de ánimo, el estrés crónico, el abuso de sustancias y ciertas condiciones médicas pueden aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad. (Lee también: Remedios caseros para la histeria)

Síntomas 

Estos síntomas pueden variar en gravedad y duración entre cada episodio, y pueden afectar significativamente la vida diaria de quienes lo experimentan. Estos son los síntomas específicos asociados con cada fase del trastorno bipolar

Síntomas de la manía

Euforia o sentimientos de euforia exagerados: las personas pueden sentir una alegría extrema o un estado de ánimo elevado que es inusualmente intenso.

Irritabilidad: en lugar de sentir euforia, algunas personas pueden experimentar una irritabilidad extrema durante la manía.

Aumento de la energía: la persona puede sentirse hiperactiva, llena de energía y con una necesidad disminuida de dormir.

Habla rápida o verborrea: hablar más rápido de lo habitual o saltar de un tema a otro sin una conexión lógica.

Pensamiento acelerado o ideas racing: los pensamientos pueden ser tan rápidos que resulta difícil concentrarse en una sola cosa.

Comportamiento impulsivo: participar en actividades de alto riesgo o sin considerar las consecuencias, como gastos excesivos, comportamiento sexual imprudente o abuso de sustancias.

Grandiosidad: sentirse excesivamente seguro de sí mismo, tener una autoestima inflada o creer que se poseen habilidades especiales.

Disminución del juicio: la capacidad para evaluar la realidad y tomar decisiones racionales puede verse afectada.

Síntomas de la depresión:

Sentimientos de tristeza profunda: una sensación persistente de tristeza, desesperanza o vacío.

Fatiga y pérdida de energía: incluso las tareas simples pueden parecer abrumadoras y agotadoras.

Cambios en los patrones de sueño: insomnio o, en algunos casos, dormir demasiado.

Cambios en el apetito o peso: pérdida o aumento de peso significativo sin intentarlo.

Dificultad para concentrarse o tomar decisiones: problemas para concentrarse en tareas o tomar decisiones simples.

Sentimientos de culpabilidad o inutilidad: autoevaluación negativa y una sensación de que no se es lo suficientemente bueno.

Pensamientos de muerte o suicidio: pensamientos recurrentes sobre la muerte, el suicidio o autolesiones.

Es importante destacar que no todas las personas con trastorno bipolar experimentan todos estos síntomas, y la gravedad de los síntomas puede variar ampliamente entre individuos y entre episodios. Además, los períodos de estabilidad entre episodios pueden ser relativamente normales.

Tipos de trastorno bipolar

Los tipos de trastorno bipolar se clasifican principalmente en función de la gravedad y la duración de los episodios de manía y depresión. Aquí están los principales tipos de trastorno bipolar:

Trastorno bipolar tipo I

1. Se caracteriza por la presencia de al menos un episodio maníaco completo, que puede ir acompañado de episodios depresivos.

2. Los episodios maníacos en el trastorno bipolar tipo I son graves y pueden incluir síntomas psicóticos, como alucinaciones o delirios.

3. Los episodios depresivos suelen ser igualmente intensos y pueden causar un deterioro significativo en el funcionamiento social, laboral y personal.

Trastorno bipolar tipo II

1. Implica episodios recurrentes de depresión mayor que se alternan con episodios de hipomanía, que son menos severos que los de la manía completa.

2. Durante los episodios de hipomanía, la persona puede experimentar un aumento de la energía, la creatividad y la productividad, pero generalmente puede funcionar de manera relativamente normal en la vida diaria.

3. Aunque los episodios de hipomanía pueden no ser tan graves como los de la manía completa, aún pueden causar problemas en las relaciones y el trabajo.

Trastorno bipolar ciclotímico

1. Se caracteriza por fluctuaciones crónicas de los estados de ánimo que incluyen episodios de hipomanía y depresión menos graves que no cumplen con los criterios para los episodios maníacos o depresivos mayores.

2. Estos cambios de humor son menos intensos, pero más persistentes, y pueden durar al menos dos años en adultos (un año en niños y adolescentes).

3. Las personas con trastorno ciclotímico pueden tener dificultades para mantener relaciones estables y un empleo consistente debido a los cambios de humor crónicos.

Otro tipo especificado o no especificado de trastorno bipolar

1. Esta categoría se utiliza para trastornos bipolares que no cumplen con los criterios para los tipos I, II o ciclotímico, pero que aún implican cambios significativos en el estado de ánimo y la energía.

2. Puede incluir presentaciones mixtas, en las que los síntomas maníacos y depresivos ocurren simultáneamente, o episodios breves de hipomanía o depresión que no cumplen con los criterios de duración necesarios para un diagnóstico completo.

Causas del trastorno bipolar

La etiología del trastorno bipolar es: conexiones genéticas, abuso de sustancias, lesión cerebral, traumas, hormonas, cambios estacionales, estrés, ciertos medicamentos, u otros factores genéticos, neurológicos, psicológicos, biológicos y ambientales.

Consecuencias del trastorno bipolar

Los efectos son: falta de inhibición, alucinaciones, euforia, pensamientos acelerados o suicidas, irritabilidad, reducción del sueño, pérdida de noción de la realidad, problemas legales y laborales. Además hiperactividad, inestabilidad anímica, desinhibición sexual, agitación, conducta compulsiva y violencia.

Asimismo altibajos emocionales, rechazo escolar, aislamiento social, fracaso, depresión, deterioro cognitivo, dificultades en el desarrollo social y emocional.

Remedios caseros naturales para el trastorno bipolar

Los principales antibióticos naturales o plantas medicinales para el trastorno psíquico que impacten a las emociones son:

• Damiana; hervir en una taza de agua 1 cucharada de la misma, reposar, colar y tomar una diaria.
• Ginseng; hervir con una cucharada de raíz de la anterior, reposar, colar y tomar 1 al día.
• Aceite de albahaca; en un pañuelo agregar varias gotas de aceites de esta e inhalar varias veces a los días para relajar la mente.
• Bálsamo; para las emociones negativas una infusión de la anterior de limón por día.
• Naranja; hervir en una taza la piel de esta fruta, pero ecológica y tomar al día.
• Lavanda; hervir en una taza de agua 1 cucharada de hojas de lavanda, reposar, colar y tomar 2 al día.
• Flor de tilo; hervir en una taza de agua 1 cucharada de esta, reposar, colar y tomar 2 veces al día.
• Escutelaria; preparar una infusión de esta para tomar a diario.
• Romero; hervir en una taza de agua 1 cucharada de la misma, reposar, colar y tomar 2 al día.
• Hipérico o hierba de san juan; hervir en una taza de agua 1 cucharada de ambas, reposar, colar y tomar 2 al día.
• Valeriana; hervir 1 cucharada de esta con una de verbena en una taza de agua, reposar, colar y tomar 2 veces al día.

Medidas preventivas y tratamientos 

La educación, vida o dieta saludable, evitar los malos hábitos, evitar exceso de estimulación, tratamiento farmacológico, litio, tranquilizantes, evitar sustancias contaminantes o toxinas. Así como ejercicios, yoga, meditación, antidepresivos, psicoterapia, acupuntura, fitoterapia y consultar al médico especialista en psiquiatría o psicología clínica.

Ningún remedio casero o planta medicinal debe ser sustituto del tratamiento médico

¿Cuál es el mejor antidepresivo natural?

Cuando se trata de tratar la depresión de forma natural, no existe un “mejor” antidepresivo natural que funcione para todos, ya que cada persona responde de manera diferente a diferentes enfoques de tratamiento. Sin embargo, hay varias estrategias y suplementos que algunas personas encuentran útiles para aliviar los síntomas depresivos.

Ejercicio físico: el ejercicio regular, especialmente el aeróbico, ha demostrado tener efectos positivos en el estado de ánimo y puede ayudar a reducir los síntomas de la depresión. Esto se debe a la liberación de endorfinas y otros neurotransmisores que mejoran el estado de ánimo durante el ejercicio.

Luz solar: la exposición a la luz solar puede mejorar el estado de ánimo, especialmente en personas afectadas por trastornos afectivos estacionales. Pasar tiempo al aire libre durante el día, especialmente por la mañana temprano, puede ser beneficioso.

Dieta saludable: consumir una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables puede proporcionar los nutrientes necesarios para apoyar la salud mental. Algunos estudios sugieren que los ácidos grasos omega-3, que se encuentran en pescados grasos como el salmón y las nueces, pueden tener efectos positivos en la depresión.

Prácticas de relajación y técnicas de manejo del estrés: la meditación, el yoga, la respiración profunda, la atención plena (mindfulness) y otras prácticas de relajación pueden ayudar a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo.

¿Qué puedo tomar para calmar los nervios y la ansiedad?

Si estás buscando formas naturales de calmar los nervios y la ansiedad, hay varias opciones que puedes considerar.

Respiración profunda: practica ejercicios de respiración profunda para ayudar a relajar tu cuerpo y calmar tu mente. La técnica de respiración diafragmática, en la que inhalas profundamente a través de la nariz, llenando tu abdomen de aire, y exhalas lentamente por la boca, puede ser especialmente útil.

Meditación y mindfulness: la meditación y la práctica de mindfulness pueden ayudar a reducir la ansiedad al enfocar tu atención en el momento presente y aprender a dejar pasar los pensamientos intrusivos. Puedes probar aplicaciones de meditación guiada o clases en línea para comenzar.

Ejercicio regular: el ejercicio físico regular puede ser muy efectivo para reducir la ansiedad y el estrés. Intenta encontrar una actividad que disfrutes, como caminar, correr, nadar o practicar yoga, y hazlo de manera consistente.

Tés relajantes: algunas hierbas, como la manzanilla, la lavanda, la valeriana y la melisa, se han utilizado tradicionalmente para aliviar el estrés y promover la relajación. Puedes probar beber una taza de té de alguna de estas hierbas para calmar los nervios.

Aromaterapia: los aceites esenciales, como la lavanda, la bergamota y el incienso, se utilizan comúnmente en la aromaterapia para reducir la ansiedad y promover la relajación. Puedes inhalar estos aceites directamente, agregar unas gotas a un difusor de aromaterapia o diluirlos en un aceite portador y aplicarlos sobre la piel.

Apoyo social: hablar con amigos, familiares o un terapeuta sobre tus preocupaciones puede ayudarte a sentirte más tranquilo y menos solo en tus experiencias.

¿Cuál es el mejor ejercicio para la depresión?

No hay un mejor ejercicio único para la depresión, ya que la efectividad del ejercicio puede variar según las preferencias personales, la condición física y otros factores individuales. Sin embargo, varios tipos de ejercicio han demostrado ser beneficiosos para mejorar el estado de ánimo y reducir los síntomas de la depresión.

Aeróbicos: los ejercicios aeróbicos, como caminar rápido, correr, andar en bicicleta, nadar y bailar, son excelentes para mejorar la salud cardiovascular y promover la liberación de endorfinas, neurotransmisores que pueden mejorar el estado de ánimo. Además, el ejercicio aeróbico regular puede ayudar a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés.

Yoga: combina posturas físicas, respiración consciente y meditación, lo que puede ayudar a reducir la ansiedad y el estrés, así como a mejorar la flexibilidad y la fuerza muscular. Algunos estudios sugieren que el yoga puede ser tan efectivo como la terapia cognitivo-conductual (TCC) en el tratamiento de la depresión.

Tai Chi: es una práctica de movimiento lento y fluido que combina la concentración mental, la respiración profunda y el equilibrio corporal. Se ha demostrado que el Tai Chi reduce los síntomas de la depresión y mejora el bienestar general en algunas personas.

Entrenamiento de resistencia: implica levantar pesas o usar máquinas de fuerza, puede mejorar la fuerza muscular y la densidad ósea, así como reducir los síntomas de la depresión. Además, el aumento de la masa muscular magra puede mejorar la autoestima y la imagen corporal.

Pilates: es un ejercicio que se centra en la fuerza, la flexibilidad, la postura y la conciencia corporal. La práctica regular de pilates puede ayudar a mejorar la coordinación, la estabilidad central y la salud mental, lo que puede ser beneficioso para las personas que luchan contra la depresión.