Salvar al Atún Rojo

Salvar al Atún Rojo

La propuesta de incluir el atún rojo del Atlántico, cuyos hábitats más importantes son la costa mejicana y el Mediterráneo, partió de Mónaco. Mientras que la Comisión Europea ya se mostró favorable a la iniciativa, los Estados miembros están divididos. En cualquier caso, en las últimas semanas países como Italia y Francia han reconsiderado su postura, y apoyan ahora la prohibición en determinados supuestos. La decisión final sobre la posición de la Unión Europea en Doha debería ser adoptada por el Consejo el próximo 26 de febrero.

La mayor parte de la pesca de atún rojo se realiza con redes de cerco. Los atunes son transferidos vivos a piscifactorías en las que son alimentados varios meses antes. Japón es el destino final de la mayoría del atún atlántico (en torno al ochenta por ciento), donde la demanda es elevada para la preparación de sushi o sashimi.

Más capturas de las permitidas

El volumen de las importaciones demuestra que las capturas superan con creces el máximo permitido, que ya es de pos sí superior a lo recomendado por los científicos para garantizar la supervivencia de la especie.

Entre 1957 y 2007, la población de atún rojo en el este del Atlántico y el mediterráneo se redujo un 75 por ciento; los últimos diez años concentraron gran parte de la caída, un 60,9 por ciento. En el Mediterráneo, la población reproductora se redujo a la mitad entre 2002 y 2007; y el peso medio de los ejemplares capturados en la costa de Libia pasó de los 124 kilos en 2001 a los 65 en 2008.

Todo o nada

Ante esta realidad, las organizaciones ecologistas tratan de lograr que la Unión Europea apoye la propuesta de Mónaco. Para Saskia Richartz, de Greenpeace, “es una decisión de todo, o nada; o salvamos al atún rojo ahora o prácticamente condenamos la especie a la extinción. También WWF alerta de lo crítico de la situación: “en tres años no quedarán atunes para la reproducción si los gestores de la pesca y los políticos siguen ignorando las advertencias de los científicos”.

Sin embargo, para la Asociación Euromediterránea de Pescadores Profesionales de Atún, “la prohibición de la comercialización de atún rojo está en total contradicción con los progresos realizados en los últimos años”, explica Mourad Kahoul. Desde su punto de vista, “no se reúnen los criterios biológicos exigidos por CITES para integrar el atún rojo en la lista de especies en peligro”, algo que, de producirse, califica de “acto irresponsable de quienes toman las decisiones en Europa, a quienes no les preocupa tirar varios millares de empleos por la borda”.

¿Adiós al atún en la mesa?

Desde el punto de vista del consumidor, puede preocupar que la prohibición desemboque en la desaparición del atún de nuestros menús. No parece muy probable, sin embargo, ya que se seguiría permitiendo la pesca, aunque a escala reducida, suficiente en cualquier caso para abastecer el mercado europeo. Pero las grandes flotas no podrían seguir respondiendo a la demanda del mercado japonés.

El atún rojo es la variedad de atún más apreciada y popular, y al mismo tiempo, la más amenazada. Para otros tipos de atún, como la albacora o atún blanco, ya existen certificados de pesca controlada. Algunas variedades menos amenazadas incluyen el bonito y el atún listado.

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