Calidad del aire de Medellín
Medellín, feb. 19 – Agencia de Noticias UN–
La Universidad Nacional de Colombia en Medellín reinició la medición del aire de Medellín, gracias al trabajo emprendido por Red de Vigilancia de la Calidad del Aire (Redaire) y del grupo de expertos encargados de la institución educativa.
En esta fase del trabajo interinstitucional que se emprende, empezará nuevamente con las mediciones de la calidad del combustible; del azufre y el benceno para mirar el cumplimiento del Pacto por la Calidad del Aire, firmado por Ecopetrol, las autoridades ambientales, la Alcaldía de Medellín y las Universidades, en 2007.
De acuerdo con Carmen Elena Zapata, “se trata de verificar la reducción del contenido de azufre en el combustible y el cual, en este momento, está alrededor de 500 partes por millón de azufre y para el segundo semestre del año será de 50 partes por millón”.
“En Medellín lo que se está reduciendo en la contaminación ambiental mediante la mejora del combustible son los sulfatos que se van al ambiente como partículas y los cuales son contaminantes secundarios, producto de la reacción de los gases de azufre por la combustión con los materiales que tenemos en la atmósfera”, explicó.
Con ello, y según estimativos que en este sentido hizo la Secretaría Distrital de Salud de Bogotá, por cada diez microgramos de metro cúbico de reducción de material particulado, las consultas por infecciones respiratorias aguadas se pueden disminuir hasta un 15 por ciento.
Sin embargo, dijo la docente, se espera que además de esa medida y del esfuerzo de Ecopetrol, también los ciudadanos aporten a esta causa ambiental. Solo la reducción del combustible no sirve como solución. “Si los ciudadanos no mejoran el mantenimiento de sus vehículos, no optimizan la utilización del transporte, se seguirá aumentando la contaminación, así tengamos un combustible de 50 partes por millón de azufre”, advirtió Zapata.
La mayoría de las recomendaciones tienen que ver con la voluntad de cambiar el transporte privado por el público, caminar más, usar la bicicleta. Y en especial, reducir la frecuencia de movilidad vehicular de la que, se dice, proviene el 70 por ciento de la contaminación del aire en el Área Metropolitana.
Por su parte, dijo que el deber de las autoridades es mejorar las vías, no tener canchas de arenilla que aumentan la contaminación y por su parte, los conductores contribuir con el mantenimiento en buen estado de los vehículos; no quitar el convertidor catalítico que reduce los contaminantes y mantener el tubo de escape en buen estado.
Buenas prácticas citadinas
Para mejorar la calidad del aire, el experto Julián Bedoya, egresado de la UN y actual asesor de calidad de aire de San Francisco en California, dijo durante su visita a Medellín que no se explica el alto uso de transporte escolar en ciudades como Medellín. “En otras partes del mundo las instituciones educativas están cerca de los hogares. Aquí se esta exponiendo una población muy frágil a una contaminación muy alta en ese tipo de transporte y aumentando la contaminación del aire.”
Comentó que el Estado de California en EE.UU., es uno de los líderes mundiales en fomentar cultura y establecer normas sobre calidad ambiental. Por eso, explicó, vivir en San Francisco puede ser mas caro que en otras regiones norteamericanas porque, entre otras ventajas, los vehículos de servicio público y particular tienen que cumplir con muy buenos estándares de calidad y además llevar las bicicletas de sus usuarios, para que puedan seguir en cicla a su destino.
Enfatizó que “tener las normas no es lo importante, sino el juego económico y político que permita que esas normas se puedan implementar”. Aunque uno de los factores económicos para mejorar la calidad del aire es que los carros no sean muy viejos, es difícil de asegurar esta condición debido a que el costo es muy alto.
Por ello llamó la atención para que se establezcan normas que sean viables y aterrizar la exigencia de las mismas, con las realidades económicas y tecnológicas.
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