Revista de Urología, Juglares, Volumen XIV Nº. 3

Premio De Cuento 2005
Sección De Cultura E Historia

Por: Manuel Díaz Caro

Estoy Mamao De Andar Limpio” Dijo Cesar Mientras Enfundaba Las Manos En Sus Bolsillos Y Daba Una Última Mirada De Reojo Hacia Los Bizcochos Que Coqueteaban Descaradamente Desde El Fondo De La Vitrina De Aquella Renombrada Pastelería.

Yo Sabía, De Antemano, La Frase Que Seguiría: “Tenemos Que Inventarnos Algo Para Salir De Esta Olla”. Como Ya La Había Oído En Más De Una Ocasión, Me Limité A Levantar Los Hombros Y Una Vez Más Le Dije Que Si, Que Pensaría En Algo.

Éramos Estudiantes Universitarios Y (Por Lo Menos En Mi Caso) No Nos Alcanzaba El Tiempo Para Nada Diferente Al Estudio Y El Fútbol. Y El Presupuesto Alcazaba Algo Menos Que El Tiempo, Pero Como A La Lógica Y A La Realidad También Se Le Pueden Hacer Amagues, Me Prometí Que Esta Vez Lo Iba A Pensar. No Hubo Necesidad De Hacerlo Mucho Porque A La Mañana Siguiente, Recibiendo El Característico Puño Que Descargaba En Los Hombros De Sus Interlocutores Para Reclamar Atención, Espectó Sin Ambages. “¡Juglares, ¡Marica, Juglares!!!!!” Y Acto Seguido Y Con La Pasión Y Vehemencia Que Lo Caracterizan Comenzó A Relatar Su Idea Para Conseguir Los Pesos Extras Que Tanta Falta Nos Hacían.

Al Principio Me Pareció Descabellado, Pero Cesar Siempre Ha Sido Un Encantador De Serpientes Y Terminó Por Mostrarme Su Idea Como Algo Infalible.” Solo Nos Falta El De La Guitarra” Terminó Diciendo Mientras Me Descargaba Otro Puñetazo En El Hombro.

“Jorge Luis” Respondí Yo, Ya Entusiasmado.

Jorge Luis, Compañero De Mi Curso, Al Que Apreciaba Mucho, Tocaba La Guitarra Como Los Dioses Y Cantaba Que Era La Envidia De Todos Nosotros, Pues De No Haber Sido Tan Feo…Y A Pesar De Eso….

Salimos Corriendo Y Atropelladamente Le Expusimos La Idea. Nos Miró De Manera Indefinida Por Unos Instantes, Luego Esbozando Una Amplia Sonrisa Y Después De Decirnos Unas Cuantas Verdades (Que Estábamos Locos, Que Solo A Nosotros …Etc., Etc.) Nos Tendió La Mano Y Con Un “Cuenten Conmigo” Entre El Bolsillo Nos Fuimos Discutiendo Alegres Los Detalles De La Empresa. Y Digo Empresa Porque Las Ideas Dejan De Repente De Ser Ideas, Para Volverse Empresas Sin Importar El Tamaño De Las Mismas. Al Menos Así Debería Ser.

Iríamos De Pueblo En Pueblo Declamando Y Cantando Boleros Para Luego Pasar A Recoger El Anhelado Estipendio. ¡Así De Simple! Escogimos La Palma Pues Conocíamos A Una De Las Maestras De Ese Encantador Pueblo Cundinamarqués Y Al Sábado Siguiente Estábamos Metidos En Un Intermunicipal Con Más Ilusiones Que Frío A Pesar De Lo Helado De Aquella Madrugada.

Buscamos La Maestra, Expusimos La Idea Y Recorrimos El Camino Conocido Del Escepticismo, Luego La Duda Y En Seguida El Acto De Magia De Cesar De Sacar A Relucir Su Encanto Y Su Discurso. Entonces Dos O Tres Gestos Que Mostraban Su Indecisión, Después La Aceptación Y Por Último El Entusiasmo. ¡Prueba Superada! ¡La Maestra Aceptó Encantada! ¡Teníamos Nuestro Primer Escenario! ¡El Tiempo Aquella Semana Se Regodeó Con Nuestra Impaciencia Juvenil Y Le Dio, ¡Burlón, Por Caminar Más Despacio Que Nunca!

Pero El Viernes, Víspera De La Aventura, Aceleró Su Paso Al Máximo Luego De Que Jorge Luis Nos Anunciara Que Por Problemas En Su Casa Le Era Imposible Acompañarnos.

Miré A Cesar. No Lo Podía Creer. Tenía Los Ojos Muy Abiertos Y Fijos En Jorge Luis. De Repente La Mirada Se Le Cayó Al Suelo Y Mis Sueños Se Fueron Detrás.

Prendí Un Pielroja Y Su Llama Iluminó Mis Neuronas. “Consigamos Un Serenatero”.

Dejé Caer La Frase Para Poder Recoger Las Otras Cosas Que Habían Caído Antes.

Después De Mucho Discutirlo Y Esperar Que Fuera La Hora Indicada Para Que Los Artistas De La Noche Salieran A La Calle, Comenzó La Búsqueda. Hablamos Con Varios, Pero La Historia De Cesar, El Encantador, No Funcionaba. Al Fin Conseguimos A Uno Que Siguió El Proceso Y Se Mostró Dispuesto A Respaldarnos Por El Módico 50% De Las Ganancias. Comencé A Dudar De Los Poderes De Cesar Por Primera Vez.

“A Las 4 En La Terminal” Dijo Y No Estrechamos Las Manos En Señal De Pacto.

En Ese Entonces Eso Era Suficiente. El Guitarrista Hizo Un Gesto Indescifrable Y Fue A Reunirse Con Sus Compañeros Tarareando, Indiferente, Un Viejo Bolero.

Al Día Siguiente, En La Flota, Luego De Esperar Hasta El Último Momento En Que Apareció El Artista Y Sin Que Ninguno De Los Tres Hubiéramos Podido Dormir Un Minuto Se Dejó Venir El Frío Sabanero En Todo Su Esplendor Pues La Ruana De Ilusiones, Esta Vez, Era Muy Delgada. Tenía Más Dudas Que Esperanzas Y Más Miedo Que Necesidad De Todo Aquello. ¡¿Me Maldije Una Y Muchas Veces Por Haberme Dejado Embaucar De Cesar Pues Eso Estaba Bien Para Quien No Lo Conociera, ¡¿Pero Yo…?! Me Consolé Pensando Que Los Momentos De Angustia, A La Larga Se Vuelven Anécdotas Y, Por Último, El Tiempo Los Viste De Añoranza.

Llegamos Al Pueblo Y Buscamos El Hotel Ya Previamente Elegido (Por Lo Barato) En La Visita Anterior, Dejamos Lo Poco O Nada Que Llevábamos, Aparte Del Entusiasmo Y Nos Dedicamos A Pegar Por El Pueblo Las Cartulinas Que Cuidadosamente Habíamos Elaborado Durante La Semana, En Los Lugares Que Creímos Estratégicos: La Tienda De La Esquina Principal,(Siempre Hay En Los Pueblos Una Tienda De La Esquina) La Botica, El Colegio Y La Cartelera De La Cancha De Tejo Son Algunos De Los Lugares Que Recuerdo.

Gran Noche Cultural …. Poesía Y Boleros … Con Los Renombrados Declamadores …… Etc., Etc.

La Primera Sorpresa Fue A La Hora Del Almuerzo. Apareció El Alcalde Y Le Dijo Al Dueño Del Hotel Que No Nos Cobrara La Alimentación, Que Era Un Orgullo Para El Pueblo El Que Artistas Como Nosotros Lo Visitáramos Y Fuéramos Allá A Efectuar Un Acto Cultural Tan Importante. ¡Detrás Del Alcalde La Maestra Me Sonreía Cómplice Y Cesar Le Sonreía, ¡Descarado, ¡A La Rubicunda Esposa Del Burgomaestre, Al Parecer Con Gran Receptividad!

El Señor Alcalde Se Nos Presentó Y Con Gran Prosopopeya Nos Exhortó A Seguir Colaborando Con La Difusión De Las Letras Y El Arte Por El Bien De Los Pueblos Olvidados.

En Ese Momento Mi Espíritu Navegaba Entre La Incredulidad Y La Vanidad, Pero Eso Sirvió Para Tranquilizarme Pues Había Mejores Augurios En El Aire.

La Segunda Sorpresa Fue Cuando El Alcalde Nos Aseguró Que El Se Había Encargado, Personalmente, Del Recaudo De La Taquilla A La Entrada Del Colegio. Cesar, De Inmediato Descolgó Los Ojos Del Escote De La Alcaldesa Y Los Agrando Para Mirarme.

Me Dio El Sempiterno Puñetazo En El Hombro Y, Sin Hablar, Nos Dijimos: ¡Taquilla!

Casi No Vemos La Pomposa Venia Que Nos Hizo La Importante Pareja Para Despedirse, No Sin Antes Darnos Las Más Sentidas Gracias.

A Todas Estas, El De La Guitarra Estaba Durmiendo La Trasnochada Y Se Perdió El Almuerzo Y El Saludo Y Anuncio De La Primera Autoridad Municipal.

Nosotros Nos Fuimos Para El Escenario. La Cancha De Básquetbol Del Colegio Que Estaba Encerrada Por Los Corredores Del Mismo.

Miramos Como Era Lo De Las Luces Y El Sonido Y Al Fin Con Ayuda Del Encargado Logramos Cuadrar Las Cosas. Hasta Reflectores Y Amplificador Teníamos. ¡Que Mas Podía Pedir Un Artista!

Entonces Y Solo Entonces El Cansancio Cabalgó Sobre Mis Hombros De Manera Repentina Y Contundente. Resolvimos, Ya Tranquilizados, Ir A Descansar Un Poco, Idea Que Por Tentadora Que Fuera, No Dejaba De Ser Ilusa, Pues Era Tal La Excitación De Lo Que Venía Que Era Imposible Conciliar El Sueño.

El De La Guitarra, En Tanto, Roncaba Estruendosamente.

Al Fin Llegó La Hora. La Excitación Dio Paso A La Inseguridad Y Esta Al Miedo.

Llegamos Al Colegio Y Allí Recibimos La Mayor Sorpresa De Todas. La Cancha, Los ¡Pasillos Y El Corredor Frente A Las Aulas Del Segundo Piso Estaban A Reventar!!! Otro Puñetazo En El Hombro, Esta Vez Casi Con Violencia. Otra Mirada Cómplice Y Silenciosa.

“Primero El De La Guitarra” Dije Sin Convicción. Cesar Tragó Saliva Y Apenas Movió La Cabeza.

De Nuevo El Alcalde Nos Salvó La Vida. Parecía En Campaña Reelectoral. A Motu Propio Se Subió A La Tarima Y Nos Anunció Como Célebres Y Reconocidos Artistas Del Canto Y La Declamación.

Acto Seguido Y Bajo Una Salva De Aplausos Me Vi, No Solo Empujado Por Cesar A La Tarima Sino Anunciado Para El Primer Poema. En Ese Instante Estaba Convencido Que Todo El Auditorio Podía Escuchar El Traquetear De Mis Rodillas Y El Galopar, Furioso De Mi Corazón. Me Sorprendí A Mi Mismo Cuando Con Voz, Al Principio Temblorosa Y Luego Más Firme Anuncié Mi Primera Intervención Y Comencé A Declamar El Poema Número Xx De Neruda. A Medida Que El Silencio Comenzó A Recorrer Los Corredores, Mi Voz Se Fue Entusiasmando Con Su Propio Sonido. No Solo Perdí El Miedo, Sino Que Comencé A Disfrutarlo. Tenía Un Auditorio Y Me Escuchaban Y Luego… Además… ¡Me Aplaudían…! Recité Cuatro O Cinco Poemas Mas Hasta Que Cesar Calmó Mi Entusiasmo Y Mandó Subir Al De La Guitarra.

El Hombre Subió Despacio Y Entonces Recordé Que Ni Cesar Ni Yo Lo Habíamos Escuchado Nunca. Siempre Dimos Por Sentado Que Sabía El Oficio. Una Duda Terrible Se Apoderó, Entonces, De Mí. Y Si…. Sin Embargo, La Duda Duró Muy Poco. Era Bueno. No, En Realidad Era Muy Bueno. Al Público Le Encantó. Fue Media Hora De Boleros De Todos Los Tiempos Y Estilos. Incluso Alguien Del Público Se Atrevió A Hacer Una Que Otra Solicitud.

Luego Vino Lo Mejor. Y Es Que Cesar Sabía Cómo Llegarle A La Gente.

Sabía Lo Que Les Gustaba Y Eso Fue Lo Que Declamó. ¡Iluso Yo! ¿Cómo Comparar Un Poema De Machado O De Rubén Darío Con El Brindis Del Bohemio O Claveles Rojos? Cesar No Solo Declamaba, Actuaba.

Eso Quedó Bien Claro Cuando Finalizó, Rodilla En Tierra, La Última Estrofa Del Duelo Del Mayoral, Una Mano Empuñando El Imaginario Machete, Otra, En Forma De Garra Apuntando Al Cielo Y Casi Con Lágrimas En Los Ojos… “Y Yo No Quería, Y Yo No Quería, Y Yo No Quería, Señora, Que Se La Llevara” El Público Estaba Mudo. El Silencio Era Pesado. La Esposa Del Alcalde Saco De Su Amplio Escote Un Pañuelo Y Enjugó Una Lágrima.

Entonces Alguien Gritó: “Otra” Y Los Aplausos, Los Silbidos Y Lo Vítores Estallaron Al Unísono. Cesar Nos Llamó A La Tarima Y Agarrados De La Mano Hicimos No Se Cuantas Venias, Extasiados Ante Un Público Cada Vez Más Generoso.

No Quiero Contar Lo Que Siguió Después, Solo Que Recuerdo Haber Llegado Tarde, Muy Tarde, Cansados, Muy Cansados Y Medio Borrachos Al Hotel. No Era Para Menos. Además, Profundamente Satisfechos Y Con Los Bolsillos Llenos. Guardamos Cuidadosamente, Avaros, El Dinero En Nuestro Maletín Para Repartir, Descansados, El Botín Al Día Siguiente.

Un Profundo Lago De Inconciencia, Deliciosa, Se Apoderó De Mi Tan Pronto Puse La Cabeza Sobre La Vieja Almohada. Creo Que Pasaron Solo Dos Minutos Cuando Sentí Un Violento Sacudón En Los Hombros. Todavía No Estoy Muy Conciente Cuales Fueron Las Palabras Que Me Gritaba Cesar, Desencajado, Pero Me Parece Que Eran Algo Así Como: “¡Despiértese, ¡Hermano, Despiértese!” Y Otra Espantosa Sacudida “Manuel!! El De La Guitarra Se Voló Con La Plata…!!

 

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