Osteoporosis Inducida por Glucocorticoides, Prevención y Tratamiento

En el tratamiento de las enfermedades reumáticas con glucocorticoides siempre debe emplearse la mínima dosis efectiva para controlar su sintomatología y aplicar las medidas preventivas, con objeto de preservar la masa ósea, buscando reducir la osteoporosis.

Dentro de las estrategias empleadas con la administración de glucocorticoides, están la disminución de la dosis hasta llegar a las dosis más bajas que controle la enfermedad y la aplicación de drogas inmunosupresoras ahorradoras de corticoides. El deflazacort un derivado oxazolínico de la prednisona, con una acción del 90 % de ésta, induce en menor grado desmineralización ósea.

El estilo de vida y los hábitos deben ser saludables. Se ha demostrado que el cigarrillo, las bebidas alcohólicas en exceso y una ingesta aumentada de café, son factores de riesgo para una baja densidad ósea y fracturas. El ejercicio estimula positivamente la remodelación ósea, lo que ocasiona un incremento de la masa ósea, se debe programar de actividades diarias, evitando el sedentarismo. El consumo de calcio (1.000 mg/día) en la dieta, con una ingesta baja de sodio es necesario a lo largo del tratamiento con glucocorticoides.

Actualmente los fármacos disponibles para la osteoporosis se han utilizado en el tratamiento de la perdida ósea inducida por esteroides con comprobada ganancia de masa ósea como tratamientos de remplazo hormonal, bifosfonatos, calcitonina, vitamina D, flúor.

Terapia de reemplazo hormonal con estrógenos: son de elección en la paciente postmenopaúsica, si se inician tempranamente son benéficos, previenen totalmente la fase de pérdida acelerada y los riesgos de enfermedad coronaria, pero la decisión del tratamiento es de la paciente, por ser una terapéutica de varios años (10 a 15 años) y con efectos adversos frecuentes.

La calcitonina: es una hormona polipeptídica secretada por la tiroides que inhibe la resorción ósea osteoclástica, se administra por vía intranasal (100 a 200 UI día o interdiarias), un beneficio adicional es su potente efecto analgésico, mejorando la movilidad del paciente.

Los bifosfonatos: tienen afinidad con la hidroxiapatita, suprimen la resorción ósea mediada por los osteoclastos, el alendronato es de última generación, con mayor potencia que otros bifosfonatos como el etidronato. Estudios recientes han demostrado que el alendronato (5 mg/día o 10 mg / día), aumenta la DMO en columna vertebral y cadera, independientemente de la dosis de GC, y disminuye el porcentaje de fracturas, brindando seguridad y tolerancia. La terapia de remplazo hormonal, la calcitonina y el alendronato deben administrarse concomitantemente con calcio.

Existen sustancias que estimulan la formación ósea, como el fluoruro de sodio, que actúa sobre los osteoblastos aumentando la masa ósea, tiene pobre tolerancia por vía oral y requiere suplemento de calcio diario. Su uso actual es controversial y no se recomienda por el riesgo de fracturas no vertebrales, por su poca acción en la disminución de fracturas vertebrales y por sus efectos adversos como hemorragia gastrointestinal, dolor en los miembros inferiores, entre otros.

El calcitriol, la forma fisiológicamente activa de la vitamina D, sintetizada en el riñón y el alpha D-3 (alfacalcidol), un precursor de la forma activa de la vitamina D3, incrementan principalmente la absorción intestinal del calcio y previenen la pérdida ósea inducida por corticoides.

Cuando se empleen glucocorticoides, el tratamiento preventivo de la osteoporosis comienza con la utilización de calcio, vitamina D y un bifosfonato _ con el fin de neutralizar los efectos adversos de estas sustancias sobre la absorción del calcio y la resorción ósea, acompañados de ejercicios.

Recomendaciones del colegio americano de reumatología

En la osteoporosis inducida por Glucocorticoide, el Colegio Americano de Reumatología sugirió las siguientes recomendaciones:

1. No usar GC, si hay otra alternativa; en caso de usarlos, siempre a la mínima dosis útil, por el tiempo estrictamente necesario.
2. Hacer seguimiento con densitometría ósea basal y luego cada año.
3. Realizar ejercicios regularmente contra la gravedad (diario 40 minutos).
4. Terapia de remplazo hormonal en los casos en que no esté contraindicada.
5. Asegurar una dosis diaria de calcio suficiente, es decir 1.5 g/ día.
6. Vitamina D o calcitriol diariamente a las dosis recomendadas usualmente.
7. Usar difosfonatos en los pacientes de alto riesgo.

Lecturas Recomendadas

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