La exploración de una tendinopatía calcificante estaba constituida idealmente de radiografías en proyección AP en las tres rotaciones (RI-Neutro-RE) y una proyección axilar a fin de visualizar mejor la región del subescapular y del redondo menor. En la serie existían numerosas variaciones de incidencias, sólo la radiografía AP en neutro era utilizable, porque se realizó en los tres días precedentes a la intervención; era un criterio de inclusión indispensable y selectivo.
Morfología del acromión
Poyección AP: acromión regular, redondo o plano en 84% de los casos. En punta (osteofito o entesofito) en 16% de los casos. El promedio del índice de LIOTARD era de 24,9%.
Proyección lateral: la flecha subacromial media era de 3,47 mm.
Aspecto de la calcificación
La localización de la calcificación principal era:
– Supraespinosos 85 veces (76%).
– Infraespinoso 23 veces (21%).
– Supra e infraespinoso 2 veces (1.5%).
– Redondo menor 0 veces.
– Subescapular 2 veces 1.5%.
En 20 casos (18%) existía una calcificación secundaria de tamaño menor. Esta era la localización superior (supraespinoso o infraespinoso) en 13 casos, de localización anterior (subescapular) en 6 casos y de localización posterior (redondo menor) en un caso solamente.
Como la mayoría de los autores, clasificamos la calcificación en función de su aspecto radiológico en 4 tipos diferentes:
– Tipo A o forúnculo cálcico puro, cuando la calcificación era densa, homogénea y de contorno neto. Este aspecto correspondía a 20% de las calcificaciones principales y a 13/20 de las calcificaciones secundarias.
– Tipo B o forúnculo cálcico irregular, cuando la calcificación era homogénea, de contorno neto, pero con irregularidades y septas. Este tipo correspondía al 44% de las calcificaciones principales y a 4/20 de las calcificaciones secundarias.
– Tipo C o infiltrado cálcico inhomogéneo, cuando la calcificación era de débil tonalidad y de contorno radiológico festoneado. Este aspecto correspondía al 32% de las calcificaciones principales y a 2/20 de las calcificaciones secundarias.
– Tipo D o calcificación distrófica de inserción, cuando la calcificación era de pequeño tamaño, homogénea y localizada a proximidad de la inserción humeral de los tendones. Este aspecto correspondía a 44% de las calcificaciones principales y a 1/20 de las calcificaciones secundarias.
No encontramos diferencia entre las calcificaciones del supra y del infraespinoso, mientras las calcificaciones del subescapular eran más pequeñas.
Realizamos búsqueda estadísticas para tratar de establecer correlaciones, pero no siempre encontramos relaciones significativas, así:
Aspecto morfológico de la calcificación (Tipo A,B,C,D)
Edad, sexo, tiempo de evolución, noción de agravación neta en los meses precedentes a la intervención: no hubo correlación.
– Intensidad de los dolores pre-operatorios: No hubo correlación aunque las del tipo A fueron más dolorosas.
– Importancia de los dolores nocturnos: Prevalencia significativa en los de tipo A.
– Número de las infiltraciones: Para algunos la infiltración impide la evolución espontánea hacia la reabsorción. Esto parece confirmarse puesto que existe un número significativamente superior de las de tipo C en los hombros infiltrados.
Tipos A y B con infiltración: 53 casos
Tipos A y B sin infiltración 33 casos.
Tipo C con infiltración: 18 casos.
Tipo C sin infiltración: 3 casos.
No encontramos relación entre el número de infiltraciones y el tipo de calcificación.
La morfología del acromión:
No encontramos correlación entre el aspecto radiográfico de la calcificación y la morfología del acromión (Cuadro XI).
TABLEAU XI
MORPHOLOGIE DE L’ACROMION EN FONCTION DU TYPE DE CALCIFICATION
Indice de Liotard (fase) |
Flèche ss- acromiale(profil) |
Acromion type 1 (plat) |
Acromion type 2 (courbe) |
Acromion type 3 (crochet) |
|
Calcifications type A (furoncle dense) |
22% | 3,88 mm | 18% | 64% | 18% |
Calcification type B (dense et cloisonnée) |
27% | 2,97 mm | 18% | 72% | 10% |
Calcification type C (inhomogene) |
26% | 4,03 mm | 16% | 65% | 19% |
La localización de la calcificación
No existe ninguna relación significativa entre la localización y la intensidad del dolor.
El tamaño de la calcificación
No encontramos relación entre el tamaño y la intensidad de los dolores o su carácter nocturno.
Los forúnculos cálcicos eran menos dolorosos en especial la noche, con respecto a las calcificaciones irregulares. Estas se encontraron con más frecuencia en los hombros infiltrados. Ninguna otra correlación pudo establecerse.
Hombro colateral
El 37% (41 pacientes) eran sintomáticos. En 34 pacientes se encontraron calcificaciones en la radiografía, se operaron 16 de los cuales 11 exéresis de esta calcificación.
La intervención y su evolución
Los gestos realizados fueron una acromioplastia en 87 casos, una sección de LAC en 18 casos y ningún gesto en 5 casos.
Una exéresis de la calcificación se realizó en 70 casos, asociados en 31 de ellos a varias escarificaciones tendinosas.
El análisis de las descripciones quirúrgicas permitió, cuando era mencionado, la apreciación macroscópica de la consistencia del material cálcico (fluido, granuloso o mixto). Las calcificaciones eran fluidas en 43% de la tipo B, en 33% de las tipo A y en 20% de las tipo C.
En 14 casos la calcificación se buscó por escarificación, y no fue encontrada. Se trataba indiferentemente de calcificaciones de tipo A (3 casos), tipo B (6 casos), tipo C (4 casos) y tipo D (1 caso). Estas calcificaciones eran de talla ligeramente inferior al promedio (16 mm x 5 mm). En 13 de los 14 casos la localización radiológica correspondía al supraespinoso.
En total obtenemos 2 poblaciones:
Exéresis de la calcificación: 70 casos.
47 asociados a una acromioplastia.
18 asociados a una sección del LAC.
5 sin gesto complementario.
Acromioplastia sin gesto sobre la calcificación: 42 casos.