Pleurodesis con Isodine

Título original: Iodopovidone pleurodesis for recurrent pleural effusions.
Autores: Olivares-Torres CA, Laniado-Laborín R, Cháves-García C, León-Gastelum C, Reyes-Escamilla A, and Light RW.
Revista: Chest 2002; 122: 581 – 583.

Introducción:

Dado que aún no ha finalizado la búsqueda del agente ideal (efectivo, seguro, barato y de fácil disponibilidad) para la realización de pleurodesis química, diferentes grupos intentan encontrarlo.

Objetivos:

Evaluar la eficacia y la seguridad de la iodopovidona como sustancia instilada en pleurodesis de pacientes con derrame pleural recurrente.

Población:

En 14 hospitales de Tijuana y Ensenada, México se tomaron 52 pacientes (21 hombres y 31 hombres) con derrame pleural maligno sintomático (disnea) o exudado recurrente quienes nunca habían sido sometidos a pleurodesis. Se excluyeron del estudio pacientes con hipersensibilidad conocida a la iodopovidona, con enfermedad tiroidea, los pacientes en quienes no se logró reexpansión pulmonar con la toracostomía cerrada y pacientes con esperanza de vida menor de 1 mes. Para el diagnóstico de exudado se utilizaron los criterios de Light (uno de los autores), realizándose además estudio microbiológico, citológico e histopatológico, ya que todos los pacientes fueron sometidos a biopsia pleural por videotoracoscopia.

La técnica de la pleurodesis fue así: inicialmente se hizo a través del tubo a tórax una infusión preparada con 50ml de solución salina y 2 mg/kg de lidocaína. Simultáneamente se colocaba por vía endovenosa, 5mg de midazolam y 5mg de nalbufine. Luego de 15 minutos se instilaba por el tubo una solución con 20ml de iodopovidona al 10% (Isodine) con 80ml de solución salina normal y se pinzaba el tubo durante 2 horas, luego de las cuales se despinzaba y se colocaba a una presión negativa de -15cm H2O. El momento del retiro del tubo fue cuando se encontraba una reexpansión pulmonar completa en la radiografía de tórax (la cual fue realizada diariamente) y ausencia de derrame pleural residual. A los pacientes con biopsia pleural por congelación positiva para malignidad, la pleurodesis química con iodopovidona se les realizó durante la toracoscopia, luego del drenaje completo del derrame y de la liberación de las adherencias pleurales.

El punto principal que los autores quisieron evaluar fue el “buen éxito” de la pleurodesis con iodopovidona, definido como la ausencia de líquido pleural durante el seguimiento. Cualquier reacumulación de líquido sería considerado como falla o recurrencia.

Resultados

De los 52 pacientes (tabla 1), de edad promedio 56.6+1.84 años, el 85% estaba relacionado con cáncer. En 12 pacientes (23.1%) la pleurodesis fue realizada a través del tubo a tórax, mientras que en 40 (76.9%) fue durante la toracoscopia.

Se logró respuesta completa, en 50 pacientes (96.1%). Se necesitó realizar una segunda pleurodesis en dos pacientes (3.9%), por falla o recurrencia. Ningún paciente tubo signos clínicos de hipertiroidismo. No se realizó medición sérica de yodo en sangre.

Tres pacientes (5.8%), con mesotelioma, tuvieron dolor pleurítico severo e hipotensión luego de la instilación de la iodopovidona, lo cual requirió para su manejo aumento de líquidos endovenosos y 10mg de nalbufine endovenoso.

El tiempo medio de seguimiento fue 13+1.46 meses. No hubo ningún fallecimiento en el primer mes de seguimiento, 22 pacientes (42.3%) murieron durante el seguimiento, todos luego de un año de habérseles realizado la pleurodesis. Hubo un caso de siembra tumoral en la cicatriz de la toracoscopia la cual fue resecada quirúrgicamente con anestesia general, sin recurrencia.

Tabla 1. Enfermedad causal del derrame pleural.

Adenocarcinoma 23 pacientes (44.2%)
Cáncer de seno 11 (21.1%)
Mesotelioma 5 (9.7%)
Pleuritis crónica
inespecífica
3 (5.8%)
Linfoma 2 (3.9%)
LES 2 (3.9%)
Cáncer
adenoescamoso
2 (3.9%)
Sarcoidosis 1 (1.9%)
Quilotórax 1 (1.9%)
Artritis reumatoidea 1 (1.9%)
Cáncer metastásico (origen desconocido) 1 (1.9%)
TOTAL 52 100.1%

Discusión

Los autores hacen referencia a dos estudios previos del tipo serie de casos, a partir de los cuales dicen que “la efectividad de la iodopovidona como agente esclerosante ha sido descrita ya”. Ellos relacionan la alta tasa de éxito con el hecho de que a la mayoría de los pacientes se les realizó el procedimiento por toracoscopia, luego de eliminarse las adherencias pleurales. Los autores concluyen que la efectividad de la iodopovidona en la pleurodesis es comparable con la del talco, con la ventaja de no tener efectos adversos.

Comentario

Es importante hacer notar algunas deficiencias del estudio en el que hubo intervención sin grupo comparativo, no obstante, en el resumen del artículo, el diseño del estudio se describe como “prospectivo multicéntrico”. La tabla 1 no describe las características demográficas de los pacientes. No se conocieron nunca los valores exactos del líquido pleural, en especial del pH. No se sabe en cuánto tiempo se realizó la instilación de la sustancia esclerosante a través del tubo a tórax. Por éstas y otras razones, a pesar del impactante título, este trabajo solamente puede considerarse como una SERIE DE CASOS y sigue faltando el verdadero estudio de comparación experimental entre las diferentes opciones disponibles para la pleurodesis. Con la información disponible iodopovidona no puede reemplazar a las estrategias actuales.

Natalia Londoño Palacio
Internista – Neumóloga

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