Estadísticas de la Universidad de Antioquia

Discusión

Las estadísticas de la Universidad de Antioquia, muestran que esta institución cuenta con un total de 4.154 personas vinculadas como docentes, no docentes y pensionados, de las cuales, 2.398 son hombres (57.7%) y 1.756 mujeres (42.3%). Al estudiar a las mujeres con base en la edad, encontramos que el 20% son menores de 40 años de edad, mientras que la mayoría (80%) son mayores de 40 años de edad. 5

Trabajos epidemiológicos muestran:

Existe un significativo bajo riesgo edad-específico de enfermedad coronaria en mujeres Comparando con los hombres. El riesgo de muerte debido a enfermedad coronaria en mujeres, es aproximadamente similar al de hombres 10 años más jóvenes.

Sin embargo, a medida que avanzan en edad las mujeres, se produce aproximadamente el mismo número de muertes por enfermedad coronaria en hombres y en mujeres. Para el año 2000, se estima que aproximadamente 50 millones de mujeres norteamericanas tendrán más de 50 años de edad.

Debido a que el riesgo de enfermedades cardiovasculares aumenta con la edad, es importante incrementar la concientización de que la enfermedad cardiovascular es un problema mayor de salud pública en mujeres de avanzada edad.

La enfermedad cardiovascular, particularmente la enfermedad coronaria y los accidentes cerebrovasculares constituyen la principal causa de mortalidad en mujeres de Norteamérica y de países desarrollados. 6-7 Antes de los 60 años de edad, 1 de cada 17 mujeres de los Estados Unidos ha tenido un evento coronario, comparando con 1 de cada 5 hombres.

Sin embargo, después de los 60 años de edad, 1 de cada 17 mujeres de los Estados Unidos ha tenido un evento coronario, comparando con 1 de cada 5 hombres. Sin embargo, después de los 60 años de edad, 1 de cada 4 mujeres al igual que 1 de cada 4 hombres mueren por enfermedad coronaria. 8.

Nuestro trabajo muestra, que en las mujeres de la Universidad de Antioquia con enfermedad coronaria, la edad de ellas osciló entre 45 años-74 años, con una media de 57.6 años y una mediana de 55 años.

Aún cuando a partir de los 40 años de edad, la mujer inicia fisiológicamente:

Una deficiencia progresiva en los niveles de estrógenos, que ocasionan signos y/o síntomas del climaterio, el cual comprende la premenopausia, menopausia y postmenopausia, el promedio de edad de la menopausia propiamente ha sido durante varios siglos, entre 50 y 51 años de edad.

El mayor riesgo de desarrollar enfermedad coronaria en los hombres comparado con las mujeres como se mencionó anteriormente, acompañado de pérdida aparente de esta protección femenina en aquellas mujeres con una menopausia temprana, han llevado a lanzar la hipótesis del papel cardioprotector de los estrógenos. 9

Los mecanismos por los cuales se ha sugerido que podrían tener este efecto, serían cambios favorables sobre la función del endotelio, el cual es un órgano endocrino y paracrino que afecta la: vasorregulación, proliferación de las células musculares lisas, agregación plaquetaria, adhesión de monocitos y trombosis.

También se ha observado que los estrógenos modifican los lípidos plasmáticos (disminuyen las LDL y aumentan las HDL), mejoran el metabolismo de carbohidratos (aumentan la sensibilidad a la insulina) y tienen efecto antioxidante, lo cual se traduce en función vasodilatadora, antiateroesclerótica y antitrombótica. 10-11 Lo anterior nos muestra la importancia de que todas las mujeres durante el climaterio (premenopausia, menopausia y post menopausia) tengan una revisión médica integral, para detectar la presencia de factores de riesgo y determinar cuales son las mujeres a quienes se les puede realizar terapia de restitución hormonal (THR) y a quienes por alguna razón no se le puede realizar esta terapia.

En la Universidad de Antioquia, la Dirección de Bienestar Universitario

Ha apoyado la vinculación de un ginecólogo al Programa de Promoción y Prevención de Enfermedades Cardiovasculares, quien participa en una evaluación integral de la paciente, facilitando así la prescripción oportuna de TRH a aquellas mujeres que lo necesitan, permitiendo así una buena prevención primaria y secundaria de enfermedad coronaria.

Todas las mujeres de ese estudio que resultaron con enfermedad coronaria, han estado recibiendo TRH, lo que quizás ha contribuido a evitar recaídas de la enfermedad en esta población.

Estudios epidemiológicos prospectivos indican que la enfermedad coronaria es la causa más común de morbilidad y mortalidad en pacientes hipertensos. Se ha observado que existe una asociación directa, continua e independiente entre los valores de la presión arterial y la incidencia de enfermedad coronaria.

Incrementos sostenidos en la presión diastólica de 5-10 mm Hg, están asociados con un incremento entre el 21% – 37%. También es importante tener presente que la sola disminución de la presión arterial en pacientes hipertensos.

Esto muestra que la relación entre la hipertensión arterial y la enfermedad coronaria, es un proceso complejo y multifactorial, puesto que, por un laso la hipertensión puede provocar cambios estructurales a nivel miocárdico (hipertrofia ventricular izquierda) y vasculares los cuales contribuyen independientemente al riesgo de enfermedad coronaria, y por otro lado, existen otros mecanismos conocidos o que se postulan como comprometidos, no sólo, en el desarrollo de la hipertensión arterial (disfunción endotelial, resistencia a la insulina, activación simpática, obesidad y diabetes), sino que también, son factores de riesgo de enfermedad coronaria. 12

Siendo la hipertensión arterial el factor de riesgo modificable:

Que tuvo asociación estadísticamente significativa con la enfermedad coronaria en esta población femenina de la Universidad de Antioquia, nos obliga a realizar un buen manejo médico de la hipertensión arterial, el cual incluye, no sólo, la prescripción de medicaciones antihipertensivas cuando estén indicadas, sino tratar de corregir otros factores de riesgo coronario existentes y realizar las campañas educativas sobre la hipertensión arterial y sus consecuencias en caso de que no se realice un buen control de ella, no sólo a los pacientes, sino también a nivel comunitario.

Debido a que existen varios factores de riesgo para el desarrollo de enfermedad coronaria, el hecho de que en esta población, solo se haya encontrado asociación estadísticamente significativa entre la hipertensión arterial y la enfermedad coronaria, esto no impide fortalecer campañas de prevención sobre los otros factores de riesgo coronario (hipercolesterolemia, sedentarismo, hábito de fumar, diabetes, obesidad), conociendo que existen trabajos investigativos que muestran una reducción del riesgo de enfermedad coronaria al corregir aStos factores, como muestra Rich-Edwards JW8 a continuación:

Reducción estimada del riesgo de enfermedad coronaria en mujeres al

Realizar ejercicio 50% – 60%
Dejar de Fumar 50% – 80%
Controlar el colesterol Datos insuficientes en mujeres.
Controlar la hipertensión arterial 16% después de 3 – 5 años de tratamiento.
Controlar la obesidad 35% – 60%
Hacer reemplazo estrogénico en mujeres postmenopáusicas 44%
Uso profiláctico de aspirina Datos inconsistentes en mujeres.

Conclusiones

Dado que en la Universidad de Antioquia, el 80% de las mujeres vinculadas como docentes, no docentes, y pensionadas, con mayores de 40 años de edad, edad a partir de la cual en algunas de ellas pueden comenzar cambios hormonales que marcan el inicio del climaterio, época de la vida en la que la mayor causa de mortalidad es la enfermedad coronaria, alcanzando a medida que se avanza en edad, igual número de eventos coronarios en hombres que en mujeres, obliga no sólo, a una buena revisión médica integral con el fin de detectar la presencia de factores de riesgo y determinar quienes requieren o no iniciar una terapia hormonal de sustitución, sino también, es importante que todas las personas que trabajamos en el área de la salud, tengamos presente que las mujeres pueden desarrollar enfermedad coronaria.

Por esta razón debemos prestar igual atención médica a mujeres y hombres que presentan factores de riesgo coronario, así como también a aquellos signos o síntomas sugestivos de enfermedad coronaria, remitiéndolas oportunamente a una evaluación médica en centros especializados.

De ésta forma se podrá disminuir la morbilidad y mortalidad por enfermedad coronaria en las mujeres.

Este trabajo muestra también el esfuerzo que ha venido realizando la Universidad de Antioquia, por intermedio de la Dirección de Bienestar Universitario, apoyando económicamente los Programas de Promoción y Prevención de Enfermedades Cardiovasculares, lo que ha permitido detectar en forma oportuna enfermedad coronaria en algunas mujeres de esta institución, y realizar campañas de promoción y prevención de enfermedad coronaria, que lleve a una mejor calidad de vida de la población universitaria, y de la comunidad en general.

Bibliografía

  • 1. Wenger Nanette MD y col. Cardiovascular Health and Disease in Women. N Engl J Med 1993; 329: 247-256.
  • 2. Wenger NK: The High Risk of CHD for Women: Understanding Why Preventions is Crucial. Medscape Women’s Health. 1996; 1(11).
  • 3. “La Salud en Colombia”. Diez años de información. Ministerio de Salud. 1994. Archivos Maestros de defunciones del DANE. Pág SS2 y anexo estadístico SS.
  • 4. “La Salud en Colombia”. Diez años de información. Ministerio de Salud. 1994. Archivos Maestros de defunciones del DANE. Página SS23 y anexo estadístico SS.
  • 5. Estadísticas de persona docente, no docente y pensionados por edades y por sexo. Oficina de Planeación de la Universidad de Antioquia. Abril 1997.
  • 6. Mosca L. et al. Cardiovascular disease in Women. A Statement for Healthcare Professionals From the American Heart Association. Circulation. 1997; 96: 2468-2482.
  • 7. Bousser Marie- Germaine. Stroke in Women. The 1997 Paul Dudley White International Lecture. Circulation 1999; 99: 463-467.
  • 8. Rich-Edwards Janet et al. The Primary Prevention of Coronary Heart Disease in Women. N Engl J Med 1995; 332: 1758-1766.
  • 9. Barret-Connor E. Sex Differences in Coronary Heart Disease. Why are Women So Superior? The 1995 Ancel Keys Lecture. Circulation. 1997; 95: 252-264.
  • 10. Sorensen KE et al. Combined Hormone Replacement Therapy Does Not Protec Women Against the Age Related Decline in Endothelium-Dependent Vasomotor Function. Circulation. 1998; 97: 1234-1238.
  • 11. Vogel RA. Estrogens, Progestins, and Heart Disease. Can Endothelial Function Divine the Benefit? Circulation. 1998; 97: 1223-1226.
  • 12. Lembo G. et al. Systemic Hypertension and Coronary Artery Disease: The Link. Am J. Cardiol 1998; 82: 2H-7H.

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