¿Es Conveniente la Terapia de Sustitución Hormonal?

Carlos Alberto Gómez Fajardo
Ginecólogo
Hospital Pablo Tobón Uribe, Medellín

Conveniencia de la Terapia de Sustitución Hormonal

Al hacerse la pregunta sobre la conveniencia de la Terapia de Sustitución Hormonal surgen de inmediato otros grandes interrogantes. Se trata de una pregunta que incluye complejas respectivas desde el punto de vista clínico individual y desde el punto de vista más amplio de los conceptos epidemiológicos y estadísticos que tienen que ver con el tema.

A medida que se consideren los diferentes y contradictorios puntos de vista que al respecto tienen las variadas referencias bibliográficas actuales se hace evidente la enorme dificultad que ha sido planteada. Encuentra entonces el clínico que ante una pregunta compleja es necesaria una respuesta compleja. Pues las generalizaciones rápida y superficiales sobre la estrogenoterapia pueden conducirlo a él (y lo que es más importante) a sus pacientes, ante paradójico e inesperados problemas.

Un intento de respuesta podría ser esta: Si es conveniente la terapia de sustitución hormonal, pero no de manera discriminada a toda una población de mujeres postmenopáusicas.

Se beneficiará de esta terapia aquellas mujeres climatéricas (menopáusicas y postmenopáusicas). Adecuadamente seleccionadas según los criterios clínicos y epidemiológicos y de acuerdo a la posibilidad real y efectiva de tener una correcta valoración clínica en el momento de decidir su inicio y de unos posteriores controles médicos orientados a la evaluación y seguimiento de los efectos beneficiosos de los estrógenos. Así como a la detección y control de sus posibles efectos negativos.

A primera vista existen tres consideraciones pertinentes a la utilización de estas hormonas en las mujeres que atraviesan el período del climaterio. Primero: Los diversos síntomas relacionados con la expresión del síndrome climatérico (oleadas de calor, inestabilidad vasomotora, sequedad de mucosas urogenitales). Segunda: el problema de la osteoporosis en las llamadas “perdedoras rápidas” de la matriz ósea. Tercera: el problema de la enfermedad cardiovascular.

(Lea También: Terapia de Sustitución Hormonal)

Efecto benéfico del uso de los estrógenos

Este comentario se dirigirá más específicamente hacia las dos últimas de las consideraciones. Aceptando el indudable efecto benéfico del uso de los estrógenos por diversas vías en el manejo sintomático de las diversas expresiones de la disminución de sus efectos en los órganos blanco para la acción estrogénica. Haciendo énfasis en el hecho de que los efectos negativos de la enfermedad coronaria y de la osteoporosis son cuantificables de manera objetiva. Desde el punto de vista de morbilidad y mortalidad en la población de mujeres postmenopáusicas.

Está aceptado que la osteoporosis es un problema relievante. Son abundantes las referencias epidemiológicas sobre el problema de las fracturas, específicamente fracturas vertebrales y de extremidades (cabeza del fémur y fractura de Colles).

Se insiste en la literatura en el envejecimiento progresivo de las poblaciones característico de las nociones desarrolladas. Y en el elevado número de años que las mujeres vivirán en condiciones de hipoestrogenismo.

Las cifras de los costos de atención que suponen estos tratamientos una vez establecido el problema son argumentos de mucho peso que condicionan un enfoque de aceptación hacia el uso profiláctico de los estrógenos dirigido a amplias poblaciones. Sin embargo, he aquí una de las primeras dificultades de orden clínico: existen factores de riesgo para la pérdida de la matriz ósea.

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