Síndrome Genitourinario de la Menopausia 2020
Actualidad Inmediata
Declaración de posición de NAMS
Declaración de Posición del Síndrome Genitourinario de la Menopausia 2020 de la Sociedad Norteamericana de Menopausia
Resumen
Objetivo:
Actualizar y ampliar la declaración de posición de 2013 de la Sociedad Norteamericana de Menopausia (NAMS) sobre el tratamiento del síndrome genitourinario de la menopausia (SGM), del cual la atrofia vulvovaginal (AVV) sintomática es un componente.
Métodos:
Un panel de reconocidos expertos en el campo de la salud genitourinaria revisó la literatura para evaluar nueva evidencia sobre terapias hormonales vaginales, así como sobre otras opciones de manejo disponibles o en desarrollo para SGM.
Se realizó una búsqueda de PubMed identificando literatura médica sobre AVV y SGM desde la declaración de posición de 2013 sobre el papel de los tratamientos farmacológicos y no farmacológicos para AVV en mujeres posmenopáusicas.
El panel revisó y agregó recomendaciones sobre la base de la evidencia actual. Las conclusiones y recomendaciones del panel fueron revisadas y aprobadas por la Junta Directiva de la NAMS.
Resultados:
El síndrome genitourinario de la menopausia afecta aproximadamente del 27 al 84% de las mujeres posmenopáusicas y puede perjudicar significativamente la salud, la función sexual y la calidad de vida. Dicho síndrome es probablemente subdiagnosticado y tratado insuficientemente.
No obstante, en la mayoría de los casos, los síntomas se pueden controlar de forma eficaz. Una serie de terapias de venta libre y aprobadas por el gobierno, disponibles en los Estados Unidos y Canadá, demuestran efectividad, dependiendo de la gravedad de los síntomas.
Aquellas incluyen lubricantes y humectantes vaginales, estrógenos vaginales y dehidroepiandrosterona (DHEA), terapia hormonal sistémica y el agonista/ antagonista de estrógenos ospemifeno. Faltan estudios a largo plazo sobre la seguridad endometrial del estrógeno vaginal, la DHEA vaginal y el ospemifeno.
No hay suficientes ensayos controlados con placebo de terapias basadas en energía, incluido el láser, para tener conclusiones sobre eficacia y seguridad o para hacer recomendaciones de tratamiento.
Conclusiones:
Los médicos pueden resolver muchos síntomas genitourinarios angustiantes y mejorar la salud sexual y la calidad de vida de las mujeres posmenopáusicas al instruirlas sobre el diagnóstico y manejo adecuado del SGM.
La elección de la terapia depende de la gravedad de los síntomas, la eficacia y la seguridad de los tratamientos para la paciente individual y de la preferencia de esta. Las terapias no hormonales disponibles sin receta médica proporcionan suficiente alivio para la mayoría de las mujeres con síntomas leves.
Los estrógenos vaginales en dosis bajas, la DHEA vaginal, la terapia con estrógenos sistémicos y el ospemifeno son tratamientos eficaces para el SGM moderado a grave. Cuando se administra estrógeno vaginal en dosis bajas o DHEA u ospemifeno, no está indicado un progestágeno; sin embargo, la seguridad endometrial no se ha estudiado en ensayos clínicos de más de un año.
Actualmente, no hay datos suficientes para confirmar la seguridad del estrógeno vaginal o la DHEA o el ospemifeno en mujeres con cáncer de mama; el manejo del SGM debe considerar las necesidades de la mujer y las recomendaciones de su oncólogo.
Palabras clave:
Dispareunia, síndrome genitourinario de la menopausia, ospemifeno, dehidroepiandrosterona vaginal, sequedad vaginal, estrógenos vaginales, atrofia vulvovaginal.
Abstract
Objective:
To update and expand the 2013 position statement of The North American Menopause Society (NAMS) on the management of the genitourinary syndrome of menopause (GSM), of which symptomatic vulvovaginal atrophy (VVA) is a component.
Methods:
A Panel of acknowledged experts in the field of genitourinary health reviewed the literature to evaluate new evidence on vaginal hormone therapies as well as on other management options available or in development forGSM. Asearch of PubMed was conducted identifying medical literature onVVAandGSMpublished since the 2013 position statement on the role of pharmacologic and nonpharmacologic treatments for VVA in postmenopausal women. The Panel revised and added recommendations on the basis of current evidence. The Panel’s conclusions and recommendations were reviewed and approved by the NAMS Board of Trustees.
Results:
Genitourinary syndrome of menopause affects approximately 27% to 84% of postmenopausal women and can significantly impair health, sexual function, and quality of life. Genitourinary syndrome of menopause is likely underdiagnosed and undertreated.
In most cases, symptoms can be effectively managed. A number of overthe- counter and governmentapproved prescription therapies available in the United States and Canada demonstrate effectiveness, depending on the severity of symptoms.
These include vaginal lubricants and moisturizers, vaginal estrogens and dehydroepiandrosterone (DHEA), systemic hormone therapy, and the estrogen agonist/antagonist ospemifene. Long-term studies on the endometrial safety of vaginal estrogen, vaginal DHEA, and ospemifene are lacking.
There are insufficient placebo-controlled trials of energy-based therapies, including laser, to draw conclusions on efficacy and safety or to make treatment recommendations.
Conclusions:
Clinicians can resolve many distressing genitourinary symptoms and improve sexual health and the quality of life of postmenopausal women by educating women about, diagnosing, and appropriately managing GSM. Choice of therapy depends on the severity of symptoms, the effectiveness and safety of treatments for the individual patient, and patient preference.
Nonhormone therapies available without a prescription provide sufficient relief for most women with mild symptoms. Low-dose vaginal estrogens, vaginal DHEA, systemic estrogen therapy, and ospemifene are effective treatments for moderate to severe GSM.
When low-dose vaginal estrogen or DHEA or ospemifene is administered, a progestogen is not indicated; however, endometrial safety has not been studied in clinical trials beyond 1 year.
There are insufficient data at present to confirm the safety of vaginal estrogen or DHEA or ospemifene in women with breast cancer; management of GSM should consider the woman’s needs and the recommendations of her oncologist.
Key words: Dyspareunia, genitourinary syndrome of menopause, ospemifene, vaginal dehydroepiandrosterone, vaginal dryness, vaginal estrogen, vulvovaginal atrophy.
El síndrome genitourinario de la menopausia (SGM):
Describe los síntomas y signos resultantes del efecto de la deficiencia de estrógenos en la mujer en el tracto genitourinario. Los síntomas asociados con SGM son altamente prevalentes, pues afectan aproximadamente del 27 al 84% de mujeres posmenopáusicas.1-4 En un reporte de más de 900 mujeres sometidas a exámenes de rutina, el SGM fue identificado en el 84% de las mujeres, 6 años después de la menopausia.4
Los síntomas principales incluyeron sequedad vaginal, sexo doloroso, ardor y disuria. En contraste con los síntomas vasomotores (SVM), que generalmente mejoran con el tiempo, el SGM es generalmente progresivo sin terapia eficaz.
No obstante, a pesar de la alta prevalencia del SGM y la falta de mejoría sin tratamiento, solo una minoría de las mujeres afectadas busca ayuda o se les ofrece tratamiento por parte de sus proveedores de atención médica.5,6
En una encuesta de 1.858 mujeres posmenopáusicas de EE. UU. con síntomas genitourinarios, el 50% nunca había usado ninguna terapia para este problema6.
Así, la renuencia de las mujeres como de los proveedores de salud para iniciar la discusión de los síntomas genitourinarios y las preocupaciones de seguridad sobre las terapias hormonales contribuye a la evaluación y el tratamiento limitados del SGM.7,8
El síndrome genitourinario de la menopausia a menudo tiene efectos adversos significativos en la salud sexual de una mujer y en su calidad de vida (CV).9
Mujeres que no son sexualmente activas también experimentan síntomas molestos de SGM, que afectan las actividades de la vida diaria.10 En el estudio Vaginal Health:
Insights, Views & Attitudes (VIVA) ta en línea Insights, Views & Attitudes (VIVA), una encuesta de 3520 mujeres posmenopáusicas en seis países, el 45% informó experimentar síntomas vaginales, y el 75% sintió que sus síntomas afectaron negativamente sus vidas.11
En 500 mujeres de EE. UU. en la encuesta VIVA, del 48% con enfermedades vaginales, los síntomas más comunes fueron sequedad vaginal y dolor durante el coito.5
(Lea También: Terminología de el Síndrome Genitourinario de la Menopausia)
Las mujeres en dicha encuesta describieron estos eventos adversos (EA) como consecuencia del malestar vaginal:
- Efecto negativo en sus vidas (80%).
- Efectos adversos sobre la intimidad sexual (75%).
- Sentirse menos sexuales (68%).
- Sentirse viejas (36%).
- Consecuencias negativas en el matrimonio/ relación (33%).
- Efecto negativo sobre la autoestima (26%).
- Baja calidad de vida (25%).
En la Real Women’s Views of Treatment Options for Menopausal Vaginal Changes (REVIVE), 7 una encuesta de 3.046 mujeres estadounidenses, estas informaron que sus síntomas de atrofia vulvovaginal (AVV):
- condujeron a cierta pérdida de intimidad (85%);
- disminuyeron el disfrute del sexo (59%);
- interfirieron con su relación (47%);
- afectaron negativamente el sueño (29%);
- en general afectaron negativamente el disfrute de la vida (27%).
Esta declaración de posición actualizada revisa la ciencia del envejecimiento genitourinario y evalúa la seguridad y eficacia de las opciones de tratamiento disponibles para mujeres posmenopáusicas con SGM.
Métodos
Un panel de nueve miembros compuesto por médicos expertos e investigadores en el campo de la salud genitourinaria revisó la literatura para evaluar nueva evidencia sobre estrategias de manejo, incluyendo estrógenos vaginales, dehidroepiandrosterona vaginal (DHEA), ospemifeno y otras opciones de manejo disponibles o en desarrollo para el SGM sintomático.
La búsqueda de la literatura se realizó utilizando los términos «síndrome genitourinario de la menopausia/SGM», «atrofia vulvovaginal/ AVV», «vaginitis atrófica», «dispareunia», «sequedad vaginal» y «lubricación vaginal». Si la evidencia era contradictoria o inadecuada para formar una conclusión, se establecía una opinión basada en el consenso.
El borrador completo del Panel de la Declaración de Posición actualizada fue presentado a la Junta Directiva de la NAMS para revisión, comentarios y ediciones adicionales. Dicha junta está compuesta de médicos e investigadores de múltiples especialidades y disciplinas. Estos aprobaron la Declaración de posición con modificaciones después de la revisión final del Panel.
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