Menopausia al Día. Efectos de dieta mediterránea sobre el desorden cognitivo

Adherence to a mediterranean diet and risk of incident cognitive impairment. Neurology 
2013;80(18):1684-1692. 

TSIVGOULIS G, JUDD S, LETTER AJ, ET AL.

Nivel de evidencia: II-3

Resumen. Los investigadores examinan una cohorte prospectiva poblacional reclutada en estudio Reasons for Geographic and Racial Differences in Stroke (REGARDS) para determiner la relación entre la adherencia a la dieta mediterránea y trastorno cognitivo incidente. Se usó un cuestionario de frecuencia de alimentos para evaluar la adherencia a la dieta mediterránea y el estado cognitivo fue determinado de base y anualmente usando la herramienta Sixitem-Ccreener cognitiva assessment.

Mayor adherencia a la dieta mediterránea fue asociada con más baja incidencia de trastorno cognitivo antes y después de ajustar por sesgos de confusión (características demográficas, factores ambientales, factores vasculares de riesgo, síntomas depresivos, y autorreporte de estado de salud). Los investigadores notaron que en personas con diabetes, la mayor adherencia a dieta mediterránea no se asociaba con menos posibilidad de trastorno cognitivo (OR, 1.27; 95% CI, 0.95-1.71; P = 0.1063).

Comentario. La dieta mediterránea incluye una ingesta reducida de grasas saturadas, carne y productos lácteos con un aumento de la frutas, verduras, cereales, legumbres y aceite de oliva.

El presente estudio revela una asociación entre la adherencia a la dieta mediterránea y un riesgo reducido de incidencia de demencia en un estudio de cohorte de Stroke Belt, una región sur oriental de los Estados Unidos con una incidencia desproporcionada de alto y enfermedad cardiovascular y también demencia1. Los hallazgos de este estudio que tienen una mayoría de negros en la muestra, son consistentes con la amplia literatura científica.

Los hallazgos de un meta análisis más temprano indicó que la adherencia a la dieta mediterránea se asoció con una reducción del 13% en la incidencia de desórdenes neurodegenerativos2, la misma magnitud de la disminución observada en el presente estudio.

Una revisión sistemática de 11 estudios observacionales (no incluyendo el presente estudio) y un estudio randomizado también concluyeron que la dieta está asociada con reducción del riesgo de disminución cognitiva y demencia3.

Aunque la consistencia de los hallazgos es alentadora, los resultados del estudio Women’s Health Initiative Dietary Modification sugirieron que los hallazgos de estudios observacionales y estudios randomizados controlados no alcanzaban conclusiones consistentes acerca de las intervenciones dietarias.

El estudio Women’s Health Initiative encontró que una dieta baja en grasa no bajaba la incidencia de enfermedad cardiaca coronaria, ACV, o enfermedad cardiovascular4, a pesar de la evidencia de estudios Nurses’ Health y otros de que ingesta de dietas bajas en grasas poliinsaturadas están asociadas con una reducción en el riesgo cardiovascular5.

Imprevisiblemente, sin embargo, un estudio reciente randomizado sobre los efectos de la dieta mediterránea sobre el resultado cardiovascular fue suspendido tempranamente después de que un análisis interino que los randomizados asignados a la dieta mostraban un 30% de reducción de eventos de riesgo cardiovascular6. Esos hallazgos elevan la probabilidad de que la dieta puede también conferir beneficios cognitivos porque los factores de riesgo cardiovasculares también se extienden a la demencia7.

Indudablemente discutiendo el vínculo de la enfermedad cardiovascular y la demencia puede aumentar la motivación del paciente para involucrarse en la dieta y otros cambios de estilo de vida para mejorar su salud y su envejecimiento.

Este enfoque puede ser especialmente efectivo para pacientes femeninas de la nueva evidencia que las mujeres reportan mayor preocupación y miedo de demencia que los hombres8 y pueden tener un mayor riesgo de demencia que el hombre9.

Pauline M. Maki, PhD
Professor of Psychiatry and Psychology
University of Illinois at Chicago
Chicago, IL

Referencias

1. Wadley VG, Unverzagt FW, McGuire LC, et al. Incident cognitive impairment is elevated in the stroke belt: the REGARDS study. Ann Neurol 2011;70(2):229-236.
2. Sofi F, Abbate R, Gensini GF, Casini A. Accruing evidence on benefits of adherence to the Mediterranean diet on health: an updated systematic review and metaanalysis. Am J ClinNutr 2010;92(5):1189-1196.
3. Samieri C, Grodstein F, Rosner BA, et al. Mediterranean diet and cognitive function in older age. Epidemiology 2013 May 14 [Epub ahead of print].
4. Howard BV, Van Horn L, Hsia J, et al. Lowfat dietary pattern and risk of cardiovascular disease: the Women’s Health Initiative Randomized Controlled Dietary Modification Trial. JAMA 2006;295(6):655-666.
5. Oh K, Hu FB, Manson JE, Stampfer MJ, Willett WC. Dietary fat intake and risk of coronary heart disease in women: 20 years of follow-up of the Nurses’ Health Study. Am J Epidemiol 2005;161(7):672-679.
6. Estruch R, Ros E, Salas-Salvado J, et al. Primary prevention of cardiovascular disease with a Mediterranean diet. N Engl J Med. 2013;368(14):1279-1290.
7. Whitmer RA, Sidney S, Selby J, Johnston SC, Yaffe K. Midlife cardiovascular risk factors and risk of dementia in late life. Neurology 2005;64(2):277-281.
8. Werner P, Goldberg S, Mandel S, Korczyn AD. Gender differences in lay persons’ beliefs and knowledge about Alzheimer’s disease (AD): a national representative study of Israeli adults. Arch Gerontol Geriatr 2013;56(2):400-444.
9. Launer LJ, Andersen K, Dewey ME, et al. Rates and risk factors for dementia and Alzheimer’s disease: results from EURODEM pooled analyses. EURODEM Incidence Research Group and Work Groups. European Studies of Dementia. Neurology 1999;52(1):78-84.

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