Factores que Influyen en la Ganancia de Peso

Las tasas de mortalidad se incrementan en la medida que se observa un incremento en el IMC y un incremento en el tejido adiposo visceral (TAV).

El incremento de ellos está relacionado con una mayor proporción de comorbilidades. Los diferentes estudios realizados en Estados Unidos permiten observar que las defunciones ocurridas entre las mujeres con IMC superior a 24.9 kg/m2 podrían atribuirse directamente a la obesidad1,3, 14-16, 24-26.

Entre los factores que influyen en la ganancia de peso se encuentran:

• Herencia:

La cual interviene en la modulación de factores hormonales y neurales, entre los que se encuentran el número y tamaño de los adipocitos, la distribución regional de la grasa corporal, el metabolismo basal (MB) y las señales a corto plazo y largo plazo que determinan la saciedad y la actividad alimentaria.

Entre los diferentes genes que intervienen en la génesis de la obesidad, los más estudiados son el ob, el GAD2, el FTO y el adenorreceptor 3. El gen FTO favorece la predisposición al desarrollo de diabetes; el gen ob produce leptina y su mutación favorece la obesidad en estudios realizados en animales; el gen del adenorreceptor 3 regula la oxidación de las grasas y el metabolismo basal.

Recomendaciones alimentación - Ganancia de Peso

Los diferentes estudios realizados para evidenciar la influencia de la herencia en la obesidad han mostrado que esta logra un alcance del 66% al 80%.

En los gemelos se demostró que entre el 50% y el 70% de esta predisposición estaba ligada a los genes27-31. Perusse y cols.31 encontraron que, excepto en el cromosoma Y, en el resto de cromosomas se encuentran los marcadores, los genes y las regiones cromosómicas asociadas a fenotipos de la obesidad.

• Patrones dietéticos inadecuados.

Son otro factor que favorece el sobrepeso y la obesidad. Estos patrones facilitan una ingesta excesiva de energía y están afectados por patrones de consumo excesivo en forma pasiva o activa.

El consumo excesivo pasivo hace referencia a un consumo de dietas ricas en energía (densidad de energía de la dieta alta), acompañado de cantidades de alimentos no excesivas, lo cual dificulta una ingesta adecuada de calorías32.

Los patrones dietéticos actuales se caracterizan por un incremento en el tamaño de las raciones, facilitando superar los requerimientos calóricos de las poblaciones. Esta conducta se observa desde los años setenta33,34, particularmente en los establecimientos de comidas rápidas.

El consumo de alimentos por fuera del hogar facilita un contenido de energía, grasas totales, grasas saturas, grasas trans, colesterol y sodio significativamente mayor que la comida preparada en casa. En Estados Unidos, las personas que comen por fuera de su casa tienen un IMC superior al delas personas que suelen comer en casa35.

Entre los factores relacionados con los nutrientes se encuentran las grasas, el tipo de carbohidratos (incluido su índice glucémico) y el consumo de fibra dietaria.

Los alimentos ricos en grasas y algunos tipos de carbohidratos como los azúcares agregados (bebidas o productos azucarados) despiertan respuestas placenteras generalmente a precios muy razonables, además de la gran variedad de presentaciones que de los mismos se ofrecen en el mercado, facilitando su consumo debido no solo a su agradable sabor y variedad de alimentos disponibles sino también porque son asequibles económicamente a la mayor parte de las poblaciones.

Estos alimentos generalmente contribuyen a una mayor ingesta de calorías. Una ingesta elevada de alimentos ricos en energía y pobre en nutrientes favorece el aumento de peso. La mayoría de las veces este tipo de alimentos son muy elaborados, afectándose su aporte de fibra y de micronutrientes, lo cual reduce su valor nutricional.

Se ha observado que los alimentos de índice glucémico bajo pueden ser un factor protector contra el aumento de peso. El índice glucémico (IG) es un sistema que permite cuantificar la respuesta glucémica de un alimento que contiene la misma cantidad de carbohidratos que un alimento de referencia.

Este sistema permite comparar la “calidad” de los distintos carbohidratos contenidos en alimentos individuales, y proporciona un índice numérico basado en medidas de la glucemia después de su ingestión. El IG de un alimento puede ser modificado de acuerdo con el tiempo de cocción del mismo, el contenido de fibra que posea o el contenido de grasa que lo acompañe.

El consumo adecuado de fibra dietaria, además de ofrecer beneficios mecánicos, ofrece beneficios metabólicos, entre ellos promoviendo la pérdida de peso36-41.

Pereira y Ludwig42 observaron beneficios referente a la pérdida de peso en humanos, relacionada con el consumo de los diferentes tipos de fibra (soluble e insoluble) así como con el consumo de la fibra presente en los alimentos frente a la consumida como suplemento.

• Aspectos ambientales.

Influyen en la ganancia de peso. Los entornos besogénicos son cada vez mayores, observándose en el interior de la familia y de los espacios sociales, así como en los espacios universitarios y escolares.

No existe una exposición a una gran variedad de frutas enteras, verduras, leguminosas y cereales integrales en el interior de los mismos.

Igualmente la publicidad masiva con relación a los alimentos favorece el consumo de comidas o productos con alto contenido energético y baja densidad nutricional, dentro de estos diferentes ambientes.

Práctica regular de ejercicio físico.

El mantenimiento de un nivel suficiente de ejercicio físico es necesario para favorecer el equilibrio energético, el cual es el principal determinante del peso corporal.

Los nutrientes y la actividad física (AF) comparten las mismas vías metabólicas, esto permite que interactúen y determinen la patogénesis y el riesgo de muchas de las enfermedades crónicas no trasmisibles (ECNT), entre las que se encuentra la obesidad.

La práctica regular de ejercicio físico disminuye los riesgos en la salud43. La mayoría de los estudios evidencian un menor riesgo de incremento en el peso, sobrepeso u obesidad en poblaciones que realizan en forma regular ejercicio físico de intensidad moderada a alta44. Es, pues, la permanencia en la práctica de actividad física, la que protege contra un aumento de peso insano45.

Las políticas de salud a nivel mundial contemplan la reducción de los hábitos sedentarios en las diferentes poblaciones a lo largo del ciclo de vida con el objetivo de incrementar el bienestar físico.

Los resultados de la ENSIN 2010 muestran que solo uno de cada dos colombianos cumple con las recomendaciones de AF. Aunque se observa un aumento de 3.4 puntos porcentuales en la prevalencia de cumplir con las recomendaciones de AF en el último periodo de cinco años, donde el aumento en la prevalencia de AF se da a expensas de caminar como medio de transporte23.

La prevalencia de cumplir recomendaciones de AF fue más alta en las subregiones de Cauca y Nariño sin litoral, y las subregiones de Boyacá, Cundinamarca y Meta23.

Una de cada tres personas cumple con las recomendaciones de AF (camina como medio de transporte) y una de cada cinco personas cumple con las recomendaciones de AF en tiempo libre. Una de cada dieciocho personas cumple con las recomendaciones de AF (monta en bicicleta)23.

La ENSIN concluye que es preocupante que, en términos generales, una menor frecuencia de AF se asocie con factores de vulnerabilidad e inequidad.

Por ejemplo, las mujeres son quienes menos realizan AF; las personas de nivel socioeconómico más bajo realizan menor AF por recreación, mientras que el uso de la bicicleta como medio de transporte es más común en la población de menor nivel de SISBEN23. Gráfico 3.

Actividad física en la Menopausia por población, transporte y sexo

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