Los ciclos menstruales perimenopáusicos son diferentes a los reportados previamente

Hallazgos de un reanálisis

Ferrell Rj, Simon Ja, Pincus Sm, Et Al.

Nivel de Evidencia: II-2

Los ciclos menstruales durante la perimenopausia aumentan más tarde y a un mayor grado que los reportados previamente por Treloar et al. (Int JFertil 1967), encontraron los autores de este reporte.

Ellos condujeron un análisis secundario del colectado prospectivamente, de datos longitudinales sobre los cuales Treloar y col. basaron su influyente artículo de 1967, reportando la longitud de los ciclos menstruales. Treloar usó los datos de los ciclos menstruales del Tremin Research program and Women´s Health, el cual inició en 1934 y que aún continúa. Las participantes guardaron un registro de la menstruación en un calendario que luego fue devuelto al final de cada año.

Para el reporte actual, los autores identificaron 120 mujeres cuyos datos fueron usados en la porción perimenopáusica del análisis original de Treloar y extrajeron sus datos del año 1935 hasta el año 1962.

El principal objetivo medido fue la duración promedio de los ciclos y el tiempo de los ciclos que fueron mayores de 40 días, por año, antes de la menopausia.

Debido a errores en los cómputos y las limitaciones del diseño del estudio, los autores encontraron que el análisis original resultó con sesgos de los estimados de la longitud del ciclo. Específicamente, el estudio original no codificó consistentemente los datos de menopausia, ciclos menstruales asignados al calendario anual en lugar de los 365 días de intervalo relativo de la menopausia, y excluyó los ciclos menstruales que se extendieron a dos calendarios anuales. Después de la revisión de los datos, la longitud estimada de los ciclos para los cuatro años previos a la menopausia fueron 30.48, 35.02, 45.15, y 80.22 días.

Esto contrasta con el análisis original de los datos, el cual determinó que las longitudes de los ciclos eran 33.60, 43.91, 55.87, y 54.58 antes de la menopausia; la mayoría de las mujeres gastaron más del 75% de su tiempo en ciclos que duraron más de 40 días.

Reconocer los imperfectos del análisis original será útil para los análisis futuros de la longitud de los ciclos menstruales. Como el artículo de Treloar ha influido en la forma como el clínico piensa acerca de la menstruación durante la perimenopausia, este reanálisis puede ser secuencial en el tiempo estimado hasta la menopausia, el cual puede ser crítico en la escogencia entre opciones hormonales o quirúrgicas, y en predecir problemas en la salud posmenopáusica.

Comentario. Desde la década anterior ha surgido el interés en predecir el tiempo de la menopausia, algo de lo cual está relacionado con el deseo del control de la fertilidad en las mujeres o su deseo de un embarazo tardío; también tiene que ver con saber cuánto tiempo más van a persistir los fogajes o la menorragia. Este interés entre las mujeres ha dado lugar a la motivación de los investigadores y clínicos de entender los eventos que preceden el período final, esperando que ayuden a las mujeres y a los profesionales de la salud a predecir mejor la ocurrencia de la menopausia.

En el 2003, el National Institute of Health financió un trabajo de base sobre envejecimiento reproductivo. Las participantes del Staging Reproductive Aging Workshop (STRAW) propusieron un sistema de base para que los investigadores prueben y para que los investigadores y los clínicos consideren usarlos en sus trabajos. Hasta el momento hay varios grupos de investigadores que han abordado este programa.

Este artículo representa un esfuerzo para reanalizar los datos del proyecto de Término y nos da una información útil de los registros longitudinales de una muestra de mujeres estadounidenses blancas. El reanálisis sugiere que cuando las mujeres están dentro de dos años de la menopausia, el promedio de la longitud de sus ciclos en un año alcanza los 45 ± 2 días y 80 ± 56 días en el año anterior a la menopausia.

Debido a la amplia variabilidad en la longitud de los ciclos, esto no debe ser tomado para dar criterios específicos que son sensitivos y específicos de un tiempo exacto de la menopausia. Además, porque son datos de una población de mujeres, ellos no pueden aplicarse a predecir el tiempo final de la menstruación en una mujer individualmente.

Sin embargo, ellos agregan conocimiento acerca del rango que es típico para esa población. Estos datos, tomados junto con los reportes del Melbourne Women’s Midlife Health Project, the Seattle Midlife Women’s Health Study, y otros análisis de los datos, determinan y apoyan el uso de la longitud y la variabilidad de los ciclos como un índice del envejecimiento reproductivo y la aproximación de la menopausia.

Aunque se necesitan más estudios para redefinir los criterios básicos del envejecimiento reproductivo, estos resultados dan validación posterior de la utilidad de la longitud y la variabilidad de los ciclos para clínicos, investigadores y para las mismas mujeres.

Nancy Fugate Woods, PhD, RN, FAAN
Dean, School of Nursing
University of Washington
Seattle, WA
Member, NAMS Foundation Board of
Directors

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