Palabras del Dr. César Prieto Avila, Presidente del Colegio Médico del Valle

En la Ceremonia de Condecoraciones con Motivo del Día Panamericano del Médico

Santiago de Cali, Diciembre 3 de 1999

Distinguidas Colegas, Distinguidos Colegas, Señoras y Señores:

El Colegio Médico del Valle, a nombre de la Federación Médica Colombiana, presenta un saludo solidario con ocasión de este día Panamericano del Médico.

En este momento nos encontramos en un punto demasiado grave dentro del ejercicio de le profesión, porque la medicina que nos están obligando a ejercer. Esta en contraposición con aquella que aprendimos en nuestras Facultades de Medicina, no fuimos preparados para ejercer la medicina de las Corporaciones, sino la práctica diaria con los pacientes, la persona humana y singular, no los clientes anónimos y en volúmenes en contravía del Código de Ética Médica y aún hasta de los códigos legales.

Infortunadamente, las entidades con animo de lucro han convertido a los auditores médicos, colegas nuestros, en controladores del gasto de las corporaciones, colegas de los cuales muchos tienen una formación insuficiente, ya que esta es una actividad demasiado compleja y seria, que debe tener un buen bagaje académico, para poder involucrar no solamente el control de gestión de la parte administrativa, sino también, el control de calidad de la Atención Médica pero teniendo en cuenta, básicamente, la parte humana y la parte ética del ejercicio médico por encima de cualquier otra consideración más prosaica o economista.

Junta Directiva del Colegio Médico del Valle

La Junta Directiva del Colegio Médico del Valle, muy preocupada por estos temas, decidió integrar un Comité Asesor que trate específicamente todo lo relacionado con el ejercicio ético de la Medicina, y el desarrollo diario de la profesión, con los Expresidentes del Colegio, para que con su experiencia nos ayuden a buscar los mecanismos que logren a corto plazo intervenir, en alguna forma, en esta cadena de situaciones que nos lleva a la desesperanza y a la frustración.

Es así como se han definido 2 grandes temas que considerarnos muy importantes, para conseguir el objetivo de recuperar la autoestima de los Médicos, las condiciones de trabajo y la calidad y la oportunidad de la atención a nuestros pacientes.

El Primero, es tratar de buscar las reformas necesarias no tanto a la Ley 100 en sí, sino buscar los mecanismos para suspender, por intermedio de la Corte Constitucional, la cascada de decretos reglamentarios que se produjeron, sobretodo en los últimos días del gobierno del Presidente Gaviria, los cuales pasaron inadvertidos, precisamente por la maniobra utilizada con ese propósito, de la época de su promulgación.

Hemos tomado como ejemplo típico el Decreto 1038 del 5 de agosto de 1994, dos días antes del fin del gobierno Gaviria, en el cual “Se reglamenta el plan de BENEFICIOS en el Sistema de Seguridad Social en Salud”. Donde no se habla, como es norma constitucional desde la Reforma de 1991, de que la salud es un DERECHO y no un beneficio.

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En ese decreto de 45 artículo prácticamente se reglamentan las bases del desarrollo de la ley:

Pues se habla de los regímenes de los Planes Obligatorios de Salud, de las ARS, EPS, el régimen subsidiado, el cambio del subsidio a la oferta, como era anteriormente, quitándole los auxilios a las hospitales públicos, para pasar al subsidio a la demanda con los famosos carnés del SISBEN, que se han convertido en botín político en detrimento de las gentes de más bajos recursos y han llevado a la quiebra a la red pública de salud.

Y el otro gran tema es el de procurar que cada Médico tenga algún tipo de seguridad social en salud ya que, paradójicamente, los médicos jóvenes que están trabajando con contratos personales de servicios, con salarios bajos, no tienen ni siquiera un plan de salud para él o para su familia, colocándose en la mayor desprotección, injusta y deprimente.

Se están realizando reuniones con diferentes empresas promotoras de salud, con el fin de buscar opciones para, a costos razonables, lograr un cubrimiento decoroso de las necesidades básicas en su salud y la de su familia y la posibilidad de buscar una pensión al llegar a la edad de retiro, esto que es de perogrullo, no es posible actualmente, para un número importante de jóvenes colegas que están iniciando el largo camino de la dura práctica médica.

Pero la parte más fundamental de la lucha por salvar nuestra profesión, es el convencimiento pleno de cada uno de los Médicos de que su responsabilidad es personal, en involucrarse y participar, para que entre todos, logremos nuestro objetivo común, no es la tarea de los directivos de las entidades médicas ya sean científicas o gremiales, llegar solos al término de esta lucha.

No es tiempo de nombrar unos directivos y luego dejarlos solos y exigirles resultados:

Sin que hagamos la labor que las circunstancias nos exige, no solamente por nosotros sino, lo más importante, por las generaciones médicas que vienen detrás y a quienes debemos, no solamente enseñar y ayudar, sino dejarles un ejemplo de respeto y amor por nuestro ejercicio profesional, como es el ejemplo personal de nuestros dos homenajeados Doctores Carlos Llano Cadavid con su Patrulla Aérea del Pacífico y el Dr. Armando Cifuentes Ramírez desde la Presidencia del Tribunal de Ética Médica del Valle del Cauca.

Es el tiempo de la unidad, para que nuestra Medicina avance, pues se está templado en la crisis, el sufrimiento y al reflexión. Hay una cosa que si debemos agradecer a la perversión de la Ley 100, nos ha golpeado de tal manera, que nos debe despertar hacia la dura realidad, la cual está llena de fortalezas y valores permanentes, que se deben plasmar en la unidad participativa y productiva para poder continuar en la difícil lucha por la práctica digna, ética y lela de nuestra profesión.

Es el momento de la SOLIDARIDAD, de subir nuestra autoestima, ya nos hemos quejado bastante, en tinteaderos y pasillos de la clínicas y hospitales, tomemos la decisión, ya, ahora, de nuestro compromiso personal para dar algo de cada uno, a favor de nosotros mismos, de nuestra familia, de nuestros colegas y de nuestra profesión. En este momento no es claro el camino, pero demos el primer paso, ya que se hace camino al andar y por muy larga que sea la distancia por recorrer, nadie puede lograrla sin dar un primer paso.

Si cada uno de nosotros da ese primer paso, conformaremos un haz de corazones, de voluntades y de fuerzas que, necesariamente. Tendrá que dar como resultado el comienzo de nuestro renacer como gremio, en defensa nuestra y de la razón de ser de nuestra profesión: Los pacientes

Adelante y Muchas Gracias

CESAR PRIETO AVILA
Presidente del Colegio Médico del Valle
Fiscal Médico Federación Médica Colombiana

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