Cambios de Paradigmas en Enfermería, Tendencias
Como señala Alatorre, “para lograr transformaciones positivas en la profesión y respuestas pertinentes a las necesidades en salud, se necesita construir una visión a la vez universal y local; cuestionar paradigmas tradicionales en los campos de la salud y de la Enfermería; hacer preguntas inteligentes para buscar soluciones en el terreno de lo sanitario y de la disciplina; fundamentar la búsqueda de respuestas a problemas complejos en teorías construidas desde la ínter y transdisciplinariedad; orientar las transformaciones apoyados en evidencias y la toma de decisiones respaldadas por el manejo de información válida y confiable”.(3)
Al observar el desarrollo del área de la salud en el siglo pasado, se identifican tendencias predominantes que han influido en la evolución de la profesión ubicándola actualmente en un momento de transición. Estas tendencias comprenden cambios que abarcan desde lo biológico a lo psicosocial, de lo individual a lo grupal, de lo curativo a lo preventivo de lo institucional a lo comunitario, de lo jerarquizado a lo participativo, de lo centralizado a lo descentralizado, de lo cuantitativo a lo cualitativo, de los procesos, a los resultados, de lo regional a lo interregional, de lo unidisciplinario a lo interdisciplinaridad, del manejo manual de datos, a la computación abierta.(4)
La Organización Mundial de la Salud (OMS)(5) en el año 1993, establece que la misión de la Enfermería en la sociedad es “ayudar a los individuos, familias y grupos a determinar y conseguir un potencial físico, mental y social; y a realizarlo dentro de un contexto desafiante del medio en que sirven y trabajan”. Esta declaratoria de la OMS ratifica en la profesión las funciones de cuidar, ayudar y servir a otros, situación que podría considerarse en la sociedad como necesaria para el desarrollo óptimo de los individuos y en la que para dar una respuesta social atinada se requiere de conocimientos propios productos de investigación disciplinaria y multidisciplinaria.
De acuerdo con lo establecido por la OMS referente a la misión de la disciplina sostiene que existen cuatro funciones principales que distinguen a la profesión referida.
1. Prestar y administrar cuidados de Enfermería en la promoción de la salud; en la prevención de la enfermedad, curativos, de rehabilitación o de apoyo a los individuos o grupos.
2. Educación a pacientes, familias o personal sanitario para el mantenimiento y recuperación de la salud.
3. Actuar como un miembro efectivo del equipo de salud; es decir actuar como líder del equipo de cuidados de Enfermería que puede incluir a otras enfermeras y a personal auxiliar, así como a los usuarios de los servicios de Enfermería.
4. Desarrollar la práctica de la Enfermería basada en pensamiento crítico y de investigación.
En el caso particular de México y otros países del continente, esta declaratoria de la OMS no solamente es asumida, sino que existen grandes esfuerzos por parte de las universidades para llevarla al terreno de los hechos, al pretender formar profesionales de la Enfermería con un alto sentido crítico, ético, técnico y humano en las funciones que le compete desarrollar en el acto integral de la salud. Buscando al mismo tiempo, fórmulas que ayuden a que en la medida en que se avanza en la construcción y consolidación de conocimientos propios, se logre la autonomía de la disciplina.
Existen varios hechos que influyen de alguna manera para que la Enfermería no despegue como profesional autónoma principalmente en el sector salud, en éste se observa que el modelo médico que prevalece en las instituciones del sector salud, determina que la prestación del servicio de salud, se otorgue con un enfoque curativo, con programas a personas basadas en una patología específica y con énfasis en la especialización. Esta situación ha conducido de manera insoslayable a que el profesional de Enfermería trabaje en función de la enfermedad, con los signos, síntomas, pronósticos y tratamientos en el cuidado de Enfermería. Aunado a lo anterior, la organización del trabajo en los servicios de salud tiene una forma vertical en su funcionamiento y por ende en la toma de decisiones; desdibujando con ello el trabajo de Enfermería como profesión autónoma destinando su práctica a un nivel de subordinación.
Formación Académica
La formación de personal de Enfermería profesionales y auxiliares, experimentó un aumento de manera sostenida en el transcurso del siglo XX. Según la ALADEEFE en el año 2006 existían 960 programas de formación de recursos humanos en Enfermería, los cuales estaban catalogados en tres categorías: licenciatura o equivalente, Enfermería de nivel técnico y auxiliar de Enfermería.(6) Este aspecto conduce a pensar que se requieren esfuerzos conjuntos entre las Instituciones educativas y de salud, para analizar el perfil, niveles y número de personal de Enfermería que se requiere según las necesidades de cada país y región.
En el caso particular de México existe una heterogeneidad en lo que respecta a la formación académica del personal de Enfermería, en el que se incluye a la Licenciatura (programa universitario) la cual se oferta en 103 universidades, enfermeras generales de nivel técnico (formación de tres años posteriores a una educación secundaria) que es impartida en 490 escuelas,(7) especialistas (enfermera general con un curso post-básico de diez meses en promedio; ejemplo pediatría, internista, etc.) y auxiliar en Enfermería (capacitación de seis meses a un año, generalmente con educación secundaria).
La repercusión que trae la composición de tantas categorías de personal que está preparando el sistema educativo, se refleja en la calidad del servicio que el personal de Enfermería otorga.
En la práctica profesional hospitalaria y comunitaria, las instituciones empleadoras hacen uso de los diferentes niveles de formación para proporcionar un mismo servicio, sin considerar el perfil y las bases técnico-científicas que caracterizan a los diversos tipos de personal, trayendo a reflexión en esta modalidad que impera en el sector salud; la necesidad de buscar estrategias para crear conciencia de lo que representa para la población la calidad del cuidado que se ofrece contando con profesionales acertadamente preparados.
La Fuerza Laboral
En México el personal de Enfermería es de vital importancia y relevancia para el buen funcionamiento del sistema de salud; expresado numéricamente se tiene que en el año 2006 existían en el país alrededor de 302 mil recursos humanos en Enfermería, de los cuales una quinta parte correspondía a profesionales, y las cuartas quintas restantes eran auxiliares. El ejercicio profesional de la disciplina es predominantemente de carácter urbano ya que, siete de cada diez de este personal reside en localidades de 100 mil y más habitantes y uno de cada diez se encuentra en localidades rurales. La distintiva principal del gremio como ya se ha mencionado está compuesto fundamentalmente por mujeres,(8) lo que conduce a compartir problemas de disciplina y género, relativos al complejo proceso de construcción social para el cambio de paradigmas.
En relación con la inserción de Enfermería al mercado laboral existen como se ha venido mencionando, una variedad de situaciones que interfieren de alguna manera para que el trabajo que desarrolla se realice de forma integral y eficaz como la falta de diferenciación entre las actividades del personal profesional y no profesional en la clínica, aunado a un mercado laboral altamente curativo e institucionalizado, una débil reglamentación de la práctica profesional, así como condiciones de trabajo deficientes, son algunos de los factores que sumados a la condición femenina de la profesión originan una práctica dependiente y con un limitado poder de decisión lo que se traduce también en una falta de interés por realizar, validar y procesar investigación.
Expectativas
El personal de Enfermería constituyen un grupo profesional con diversas expectativas y opiniones respecto a lo que deben ser sus funciones, responsabilidades y campos de acción. Esa diversidad de expectativas parece tener su origen en el contenido de los cursos académicos y en los modelos de práctica profesional. Esta situación ha hecho que el personal referido se preocupe más por las funciones, que cambian con el tiempo y las circunstancias, que por la conceptualizaciòn de la disciplina aspecto que como se ha dicho se consolida con la construcción de un conocimiento generado por la investigación.
En la actualidad, existen en diversos países grupos de expertas que están trabajando fuertemente para que la profesión se consolide como tal, realizando estudios y construyendo teorías y modelos que refuercen la identidad y fortalezcan su objeto de estudio. Parafraseando a Morrou afirma que: “La Enfermería no podrá realizarse plenamente mientras las propias enfermeras(os) no ejerzan el control de su profesión, mientras no se sustituya el criterio de atención de salud centrada en el médico por el equipo de salud, al medicalizar la práctica de la profesión se propicia la escasa motivación por generar conocimientos”.(9)
Para esta autora el control ejercido por la profesión médica conduce a que las enfermeras(os) utilicen lenguaje, símbolos y costumbres que se encuentran en la práctica cotidiana, así como redescubrir las formas que han tejido los nexos socio-culturales de la profesión y develar viejas legitimaciones que implican pérdidas en la capacidad de orientar la acción y el desarrollo de la profesión.
En este contexto, se hace evidente que temas como el rol de la mujer y el género, los avances científicos y tecnológicos, la globalización, el trabajo asalariado y la formación de los recursos humanos con innovadores modelos educativos, entre otros, han propiciado cambios en el pensamiento de la profesión acerca de su identidad, su saber y hacer, y donde la investigación constituye una herramienta indispensable para la construcción epistemológica de la profesión.
Con respecto al desarrollo teórico de Enfermería, Meléis considera que éste surge de las ideas generadas por personas interesadas en un aspecto específico del conocimiento y menciona que no pueden existir teorías sin ideas, aunque pueden existir ideas sin teorías.(10) Así mismo, afirma que el hacer de Enfermería encuentra en su práctica cotidiana, una fuente inacabable de experiencias que a los profesionales de Enfermería les posibilita el desarrollo de la investigación, premisa necesaria para generar teorías que retroalimenten el acto integral de la disciplina.
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